La clase
Drama
François es un joven profesor de lengua francesa en un instituto conflictivo, situado en un barrio marginal. Sus alumnos tienen entre 14 y 15 años, y no duda en enfrentarse a ellos en estimulantes batallas verbales; pero el aprendizaje de la democracia puede implicar auténticos riesgos. Al comenzar el curso, los profesores, llenos de buenas intenciones, deseosos de dar la mejor educación a sus alumnos, se arman contra el desaliento. ... [+]
9 de abril de 2009
9 de abril de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante peli de Laurent Cantet (como el resto de su obra, entre la que destacaría Recursos Humanos) que narra, en un formato de falso docudrama, la experiencia como docente del guionista y protagonista François Bégaudeau. El género está tan trilladísimo que es difícil introducir algo de originalidad, pero creo que aquí sí están muy sutilmente presentes cargas de profundidad intercaladas en la más o menos plácida narración lineal que abarca un curso escolar en un instituto público de la periferia parisina; por ejemplo, es sospechoso que una alumna un tanto díscola afirme haberse ventilado, motu proprio, la República de Platón como si tal cosa, cuando poco antes apenas sabía leer sin trabarse, y, sobre todo, la escena final en la que simbólicamente se apunta a esa batalla sin solución, a ese continuo lidiar dentro de un sistema educativo erróneo, en el que la frustración se apodera de profesores y alumnos, antagonistas dentro de cuatro paredes que son el reflejo de un mundo exterior demasiado complejo (y que Cantet nos esconde intencionadamente).
Cinematográficamente es valiente la apuesta de los responsables, al crear esa dicotomía entre espacios, y al arriesgarse por proponer una trama en la que no pasa nada, o tal vez pase demasiado, pero no nos importa: estos chicos suceden a otros, y a su vez serán reemplazados por otros, los profes van y vienen, unos se quedan más tiempo que alguno de sus compañeros, tal vez más inquieto o más irredento en sus pretensiones de cambiar una situación que no deja de ser dolorosa para alguien con iniciativa, con compromiso social, y el álter ego de Bégaudeau, Marin, parece ser uno de ellos, tiene la intención pero aún no ha logrado pulsar las teclas adecuadas para que haya un verdadero cambio de rumbo en esa sucesión idéntica de años escolares: las caras pueden ser diferentes, pero todo sigue igual.
El empeño, generalmente propiciado por el todopoderoso norteamericano, en este subgénero suele ir encaminado a buscar héroes o víctimas, gente a la que de repente le suceden catarsis trascendentales que suelen ir emparejadas a una dinámica educativa mucho más positiva. Pero la vida no es cine, por desgracia o por suerte, y dentro de la clase, sean inmigrantes, hijos de humildes trabajadores, o sean cómo y de donde sean, lo que hay son personas, tanto "gobernando" la clase como sentados en los pupitres, y, entre los muros, la cosa no es diferente a lo que pasa "extramuros".
Cinematográficamente es valiente la apuesta de los responsables, al crear esa dicotomía entre espacios, y al arriesgarse por proponer una trama en la que no pasa nada, o tal vez pase demasiado, pero no nos importa: estos chicos suceden a otros, y a su vez serán reemplazados por otros, los profes van y vienen, unos se quedan más tiempo que alguno de sus compañeros, tal vez más inquieto o más irredento en sus pretensiones de cambiar una situación que no deja de ser dolorosa para alguien con iniciativa, con compromiso social, y el álter ego de Bégaudeau, Marin, parece ser uno de ellos, tiene la intención pero aún no ha logrado pulsar las teclas adecuadas para que haya un verdadero cambio de rumbo en esa sucesión idéntica de años escolares: las caras pueden ser diferentes, pero todo sigue igual.
El empeño, generalmente propiciado por el todopoderoso norteamericano, en este subgénero suele ir encaminado a buscar héroes o víctimas, gente a la que de repente le suceden catarsis trascendentales que suelen ir emparejadas a una dinámica educativa mucho más positiva. Pero la vida no es cine, por desgracia o por suerte, y dentro de la clase, sean inmigrantes, hijos de humildes trabajadores, o sean cómo y de donde sean, lo que hay son personas, tanto "gobernando" la clase como sentados en los pupitres, y, entre los muros, la cosa no es diferente a lo que pasa "extramuros".
26 de abril de 2009
26 de abril de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Considero este film como un buen falso documental. Está rodada sin a penas efectos cinematográficos, lo que al final la hace demasiado aburrida. Creo que se hace difícil de ver, no se ha facilitado el disfrute de una historia muy bien hilada y real hasta doler.
Casi indispensable para comprender el sistema educativo de hoy en día... en Francia y aquí.
Casi indispensable para comprender el sistema educativo de hoy en día... en Francia y aquí.
12 de julio de 2009
12 de julio de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película nos muestra la realidad de las aulas francesas y toda la problemática que se pueden encontrar a la hora de intentar formas a los adolescentes de los "Banlieues" franceses, donde la marginalidad, la falta de autoestima, el desinterés y ese sentimiento de exiliado inmigrante en el país en el que se ha nacido, acrecentan todavía más el sentimiento de incompresión típico de esa edad.
Es una película prácticamente tratada y rodada como un docudrama, donde los actores triunfan por su naturalidad, y el guión por su realismo, coherencia y adecuado tempo.
Durante unos instantes, pensé que estaba viendo una película de Ken Loach grabada en el Reino Unido, pero donde la cinta en lugar de correr sobre pintas de cerveza Ale y grasientos "Fish and chips", se deslizaba con la prestancia del Sena, sobre finas tostadas de paté con trozos de intenso Roquefort.
Es una película prácticamente tratada y rodada como un docudrama, donde los actores triunfan por su naturalidad, y el guión por su realismo, coherencia y adecuado tempo.
Durante unos instantes, pensé que estaba viendo una película de Ken Loach grabada en el Reino Unido, pero donde la cinta en lugar de correr sobre pintas de cerveza Ale y grasientos "Fish and chips", se deslizaba con la prestancia del Sena, sobre finas tostadas de paté con trozos de intenso Roquefort.
26 de agosto de 2009
26 de agosto de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Flojilla me pareció la peli. Un documental pero sin mucha miga. Tal vez, con un par de hijos adolescentes los temas me sonaban de sobra. Esperaba algo más de la historia. Cuando me cuentan algo no me sirve que sólo se quede en el planteamiento, quiero más.
4 de enero de 2010
4 de enero de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película, sí, y el formato en que se ha realizado lo encuentro positivo, como si colocásemos una cámara oculta en el instituto. La forma de actuar del profesor es muy adecuada en todo momento, salvo algunas excepciones pero entiendo que no es fácil ser profesor ni siempre se ha actuado de la manera correcta en cada momento, aparte de que no existe nunca ningún método ideal, y esto lo digo como colega, pero ahora vámonos a la película, no nos salgamos del tema. Los gestos de los alumnos y la forma de desenvolverse ha sido adecuada (sé que habría sido mejor verla en versión original, pero me agobia el estar leyendo subtítulos), y los planos han sido también adecuados en cada momento según la situación que estaba ocurriendo, y la historia en general está bien contada, no se me ha hecho larga para nada, tal vez porque, al estar yo dentro de ese mundo, me identifico más y disfruto viendo estas cosas y analizándolas (estuvo todo el tiempo con mi cuaderno analizando todo lo que iba transcurriendo).
Se nota que el escritor es profesor (y actor principal de la película), y no niego que hechos como los que narra ocurriense de verdad o similarmente, y cuenta muy bien cómo han transcurrido los claustros, juntas de evaluación, reuniones ante casos conflictivos, ...y lo que suele hacerse normalmente, y todo esto para hacernos reflexionar sobre el hábito docente, la situación del instituto, el clima escolar, la creación de expectativas, la forma de actuar del profesorado ante conflictos, el malestar docente,...Aunque cabe señalar que, en cierta medida, parece que da a entender una especie de generalización. No tiene por qué darse ese tipo de conflictos ni ese tipo de ambiente en un aula, ni ocurrir conflictos de ese estilo, ni el que la clase sea heterogénea (como hemos podido ver en la película) lleve a ese tipo de ambiente, ni todos los adolescentes son así (se toman las cosas en serio a la hora de la verdad). Tal vez ese sea el fallo. Puede que lleve a confundir a aquellos que se inicien en esta profesión. Son casos puntuales, y no siempre tiene por qué ser en un barrio marginal como este. El contexto siempre influye en la conducta del sujeto, pero el profesorado tiene que saber partir de él para actuar ante ellos. Aquí también hace reflexionar, en cierta medida, esto, aunque tal vez a aquellos que no estén en el campo de la educación les cuesta ver algunos detalles, pero todos tenemos que seguir aprendiendo de todo, ¿no?
Recomiendo esta película para todo aquel interesado en estos temas y que reflexione, pero que tenga en cuenta lo que he comentado antes. Tal vez los medios de comunicación deberían mostrar los casos positivos, donde han salido bien, y no solamente los negativos y crear unas concepciones sobre la cultura adolescente y sobre los institutos y la enseñanza en esos barrios que tal vez sean algo alejadas de la realidad. Muchas series lo hacen, y fastidian, y también los telediarios. Bueno, en total, me sale un 7'75.
Se nota que el escritor es profesor (y actor principal de la película), y no niego que hechos como los que narra ocurriense de verdad o similarmente, y cuenta muy bien cómo han transcurrido los claustros, juntas de evaluación, reuniones ante casos conflictivos, ...y lo que suele hacerse normalmente, y todo esto para hacernos reflexionar sobre el hábito docente, la situación del instituto, el clima escolar, la creación de expectativas, la forma de actuar del profesorado ante conflictos, el malestar docente,...Aunque cabe señalar que, en cierta medida, parece que da a entender una especie de generalización. No tiene por qué darse ese tipo de conflictos ni ese tipo de ambiente en un aula, ni ocurrir conflictos de ese estilo, ni el que la clase sea heterogénea (como hemos podido ver en la película) lleve a ese tipo de ambiente, ni todos los adolescentes son así (se toman las cosas en serio a la hora de la verdad). Tal vez ese sea el fallo. Puede que lleve a confundir a aquellos que se inicien en esta profesión. Son casos puntuales, y no siempre tiene por qué ser en un barrio marginal como este. El contexto siempre influye en la conducta del sujeto, pero el profesorado tiene que saber partir de él para actuar ante ellos. Aquí también hace reflexionar, en cierta medida, esto, aunque tal vez a aquellos que no estén en el campo de la educación les cuesta ver algunos detalles, pero todos tenemos que seguir aprendiendo de todo, ¿no?
Recomiendo esta película para todo aquel interesado en estos temas y que reflexione, pero que tenga en cuenta lo que he comentado antes. Tal vez los medios de comunicación deberían mostrar los casos positivos, donde han salido bien, y no solamente los negativos y crear unas concepciones sobre la cultura adolescente y sobre los institutos y la enseñanza en esos barrios que tal vez sean algo alejadas de la realidad. Muchas series lo hacen, y fastidian, y también los telediarios. Bueno, en total, me sale un 7'75.
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