La noche más oscura
2012 

6.8
39,182
Thriller. Acción. Drama
Tras varios años de investigación de la CIA, que incluyó torturas a prisioneros en Afganistán, y gracias sobre todo a la perserverancia y decisión de la agente especial Maya (Jessica Chastain), por fin el presidente Obama dio el visto bueno a la operación militar que acabó con la vida de Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda. El título, "Zero Dark Thirty", se refiere a la hora: las 00:30 de la madrugada del 2 de mayo de 2011, momento en ... [+]
2 de marzo de 2013
2 de marzo de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
13(23/01/13) Kathryn Bigelow nos obsequia con un notable thriller, una intensa obra sobre la investigación de la CIA que dio con el terrorista más buscado del mundo, Bin Laden. El título en inglés se hace referencia a la hora de la muerte de Bin Laden, no es spoiler, es como decir que Jesucristo es crucificado, por tanto el mérito de esta película está en contarlo desde un punto de vista atractivo y lo consigue. Arranca con la pantalla en negro, de fondo se oyen documentos sonoros reales de llamadas de teléfono desde el World Trade Center el fatídico 11 de septiembre, voces que perecieron con el famoso colapso, la acción salta a Islamabad en Pakistán donde se buscan pistas del paradero del famoso terrorista, la agente de la CIA, Maya (gran Jessica Chastain), tiene la teoría de que al no poder comunicarse con sus hombres por vía electrónica debía tener una persona que ejerciera de correo y este sería su objetivo, ella no cejará en su búsqueda, de modo obsesivo indagará en diferentes caminos para llegar a él, por el camino atentados y la incomprensión de sus superiores serán sus barreras. Jessica Chastain es el corazón de la cinta, un lobo estepario que solo vive para dar caza a su presa, una arrolladora interpretación, realizada con un vigor e intensidad penetrante, no cae en la sobreactuación, sabe crear con mesura una heroína de carne y hueso que emite una gran fortaleza y determinación, una actuación sobresaliente de las que deja huella, por momentos una fuerza de la naturaleza que se desata con furia y aplomo para dejar constancia de su fe en lo que hace y en lo que cree, ello para desembocar en un trémulo último plano de ella (spoiler). El guión de Mark Boal (‘Hurt Locker’) es punzante, va al grano, no hay laberintos que nos desvíen del centro del tema, la OBSESIÓN, tema recurrente en la directora, tiene el acierto de no meter con calzador un pasteloso romance, todo es el retrato frío de la caza del Demonio, de hecho no hay ni tan siquiera discursos morales, no hay visiones políticas parciales, no hay maniqueísmo sensiblero, únicamente la evolución depredadora e implacable de una Loba Esteparia, y por en medio las interioridades del funcionamiento de la CIA, unas despiadadas hienas que no dudan en torturar, matar, comprar voluntades con Lamborginis, y en un colosal último tramo invadir con nocturnidad un país soberano para asaltar una vivienda, matar a todos los hombres allí residentes, y llevarse el trofeo en formato cadáver, todo ello con un sereno y pétreo ritmo, Bigelow consigue que sin mucha acción un relato con mucho suspense. La puesta en escena es de un realismo naturalista-realista, se respira veracidad por cada fotograma, no hay adornos, gracias a una adecuada fotografía de Greig Fraser (‘Australia’ o ‘Mátalos suavemente’), envuelto esto en una apreciable música del galo Alexandre Desplat (‘El escritor’ o ‘El discurso del Rey’) con toques étnicos y que sirve como canalizadora de emociones, con escenas de gran fuerza, como la del comienzo con la tortura donde se muestra la hierática personalidad de Maya, los encuentros con sus superiores, la seca explosión en un restaurante, la tensionante secuencia en que un soplón va a dar información a una colega de Maya en una base militar americana, rodada con una energía y adrenalina aterradora, todo esto se eleva en una última media hora donde todo esto se rompe para deleitarnos con un clímax final apoteósico (spoiler). El defecto de la historia es que se pasa de gelidez, ello crea una barrera con los personajes, falta algo de calidez que nos haga alterarnos, esto hace que el ritmo decaiga por su segmento intermedio, ansiamos saber algo del pasado de Maya, pues nada, los secundarios resultan superficiales, Bigelow consigue lo que pretende, un docudrama sin juicios éticos, que cada cual opine, pero su distanciamiento es el peor enemigo del film, solo el último plano estremece. Con tan poco ánimo de manipularnos se mueve la realizadora que el 11 de septiembre lo muestra sin imágenes y el resultado mundial del objetivo logrado de ejecutar al responsable no se muestra, todo para que el foco se centre en lo que realmente es la misión de Kathryn el retrato de la OBSESIÓN. El conjunto nos da un muy recomendable thriller, con una actriz impresionante en estado de gracia. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El tramo del asalto a la fortaleza de Bin Laden está filmado con una sobriedad y realismo pavoroso, desde que dan luz verde , hasta que Maya confirma quien es el cuerpo, con que intriga seguimos a los SEALS en helicópteros por las montañas, primero vemos sus miradas taciturnas, luego charlan distendidamente, se introducen en territorio comanche, nunca mejor dicho pues el nombre en clave de Bin Laden era Gerónimo, entran en Pakistán sin permiso, el tiempo corre en su contra, la música de Desplat nos inquieta, poco antes de llegar al bunker del terrorista en Abbottabad pasadas las doce de la medianoche, se colocan los aparatos de visión nocturna, su visión será la nuestra, todo lo veremos en tonos verdes, desde la base americana los siguen por satélite, la tensión se puede cortar, descienden de los aparatos, la música de fondo se detiene, aquí la acción es en tiempo real, un helicóptero sufre un accidente sin más consecuencia que su inoperatividad, se despliegan por el gran patio, entran en algunas habitaciones, otras deben reventarlas con explosivos, y se producen los primeros disparos, una mujer aparece tras una puerta, a ella no la disparan, entran en una habitación donde un cuerpo yace, los SEALS no se fían y lo ejecutan fríamente, todo expuesto sin pizca de épica, un trabajo profesional, aparecen niños asustados que son llevados al exterior, no hay duelos, no hay patrioterismo, se introducen en la vivienda y la tensión aumenta, los muertos enemigos caen uno tras, mientras en el exterior, los lugareños se exaltan ante los disparos y se acercan a ver qué pasa, y cual Infierno de Dante habitación por habitación, en el último círculo, en el último lugar por buscar, en el tercer piso se encuentra Gerónimo., su ejecución es tan aséptica como la del resto, su rostro solo se ve de soslayo, no hay efectismos visuales, no es la épica del final de una odisea, es un día más en la oficina de estos profesionales de la muerte, recogen toda la documentación que pueden, desde la base detectan que los pakistaníes van para allá, el tiempo se les agota, una bolsa-féretro es requerida, el SEAL que la lleva contempla el rastro dejado por el comando, un grupo de niños custodiados en una habitación lloran, sangre y muertos por todos lados, embolsan al terrorista, lo echan en el helicóptero, un SEAL coloca un explosivo al helicóptero accidentado para destruirlo y no dejar tecnología al enemigo, vuelve la música de Desplat, se elevan de vuelta a su base, abajo explosiona el Black Hawk dejando una imagen del Averno con una gran columna de humo y fuego, Maya que ha seguido toda la operación sale al encuentro de las aeronaves descienden y salen los SEALS con la bolsa del cuerpo, lo dejan en una camilla, un soldado se quita el casco y se oye la única señal de euforia en modo grito, un alto mando felicita al SEAL al frente de la operación, distribuyen en una tienda de campaña toda la documentación sustraída, Maya es llevada por un mando hacia la camilla, la mirada de ella denota tensión contenida, abre la bolsa para confirmar a Washington que el objetivo, se lo dice al mando con lacónico movimiento afirmativo, Maya sale en solitario detrás de la tienda, y allí resopla en soledad. Hay una elipsis temporal en la que vemos desde dentro un avión de carga militar abrir la compuerta trasera, cuando baja Maya está fuera con un petate y se sube, mientras se sienta uno de la tripulación le dice que debe ser alguien importante pues el avión es para ella sola, y le pregunta que a donde quiere que la lleven, hay un primer plano de su rostro donde sus sentimientos afloran, se derrumba y llora, señal de que su vida ha sufrido un vacío, su obsesión la ha devorado una vez alcanzado el ‘premio’ su vida. Todo escenificado de modo sobresaliente. De una perfección milimétrica.
11 de enero de 2013
11 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine con mayúsculas, película de primera, nos muestra nuestro lado oscuro, decisiones difíciles? o... fáciles? Depende de nuestro prisma, justas? o justificadas? Eso que lo decida cada uno.
No es un documental, pero les aseguro que es la mejor crónica de 10 años de búsqueda de Bin Laden, hecho en tan solo dos horas y media. Si les gustó JFK, Munich o Todos los hombres del presidente, ésta es su película, reune lo mejor de cada una de ellas.
No es un documental, pero les aseguro que es la mejor crónica de 10 años de búsqueda de Bin Laden, hecho en tan solo dos horas y media. Si les gustó JFK, Munich o Todos los hombres del presidente, ésta es su película, reune lo mejor de cada una de ellas.
12 de enero de 2013
12 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De vez en cuando, uno se encuentra con una película, que además de la calidad intrínseca que pueda tener, te transmite la sensación de relidad de lo que allí sucede, algo que transciende la pantalla, y que te convence, de que lo que te cuentan, sucedió exactamente tal y como se describe en la pantalla.
Obviamente no sé como trabaja la CIA, nunca he estado en Afganistan, no conozco a nadie de AlQaeda, ni estoy puesto en metodología militares, pero aun así, y sea o no verdad, tengo la certeza absoluta de que lo que veo en esta película es lo que realmente ocurrió, y eso es lo importante, que independientemente de que sea o no verdad, lo parece y lo transmite como tal.
Describiendo el detalle del film, y partiendo de que no me gusto demasiado "En tierra hostil", el film está bien aunque no es redondo en todo su metraje. Empieza correcto, marca bien el contexto, presenta bien a la protagonista, pero en su inicio no me infunde mucha intensidad, los interrogatorios no me impactan apenas, y todo es demasiado lineal, y un poco confuso.
Pero a mitad de la película, desde la localización del personaje que les llevará a Bin Laden, todo es perfecto, como se le localiza y se le sigue, las luchas políticas internas pora llevar a cabo la misión, la obsesión por hacerlo de la protagonista, y finalmente el, gloriosamente rodado, asalto que parece meterte dentro de algo real que está pasando. Todo esto está rodado con ritmo maestro, y supone algo más de una hora de gran cine.
Por último pequeña referencia para Jessica Chastain, la descubrí en "El arbol de la vida" y me gusto como presencia, pero tanto en "Take Shelter" como aquí su trabajo actoral, en dos registros tan diferentes, es más que notable, y su belleza no muy habitual, hace incrementar el valor de cualquier film en el que aparezca. Aquí está sobria, contenida, precisa y perfecta en lo que debe transmitir.
Obviamente no sé como trabaja la CIA, nunca he estado en Afganistan, no conozco a nadie de AlQaeda, ni estoy puesto en metodología militares, pero aun así, y sea o no verdad, tengo la certeza absoluta de que lo que veo en esta película es lo que realmente ocurrió, y eso es lo importante, que independientemente de que sea o no verdad, lo parece y lo transmite como tal.
Describiendo el detalle del film, y partiendo de que no me gusto demasiado "En tierra hostil", el film está bien aunque no es redondo en todo su metraje. Empieza correcto, marca bien el contexto, presenta bien a la protagonista, pero en su inicio no me infunde mucha intensidad, los interrogatorios no me impactan apenas, y todo es demasiado lineal, y un poco confuso.
Pero a mitad de la película, desde la localización del personaje que les llevará a Bin Laden, todo es perfecto, como se le localiza y se le sigue, las luchas políticas internas pora llevar a cabo la misión, la obsesión por hacerlo de la protagonista, y finalmente el, gloriosamente rodado, asalto que parece meterte dentro de algo real que está pasando. Todo esto está rodado con ritmo maestro, y supone algo más de una hora de gran cine.
Por último pequeña referencia para Jessica Chastain, la descubrí en "El arbol de la vida" y me gusto como presencia, pero tanto en "Take Shelter" como aquí su trabajo actoral, en dos registros tan diferentes, es más que notable, y su belleza no muy habitual, hace incrementar el valor de cualquier film en el que aparezca. Aquí está sobria, contenida, precisa y perfecta en lo que debe transmitir.
18 de enero de 2013
18 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última película de Kathryn Bigelow se rodeó de una inmensa polémica. No es para menos pues los eventos narrados son bastante recientes y las heridas que el famoso atentado de 2001 dejó en la población norteamericana no han cicatrizado sino todo lo contrario. El cambio sufrido por la sociedad estadounidense ha sido reflejado en múltiples películas cuyos argumentos no tenían nada que ver incluso con el asunto terrorista (véase la sobreprotección plasmada en la cinta de animación 'Buscando a Nemo'). Por no hablar de otros filmes que directamente han contado la historia con mayor o menor acierto ('United 93', 'World Trade Center'). Spielberg en una de sus últimas grandes películas, 'Munich', dedicó su último plano a una mirada hacia las Torres Gemelas para calar en el espectador la idea de los devastadores resultados de la violencia en la persecución de objetivos y guerras sin fin. Incluso en televisión hemos podido ver esta clase de argumentos, cada vez más frecuentes, en series como la exitosa y excelente 'Homeland' o '24', con las que la presente película presenta numerosos puntos argumentales en común.
'Zero Dark Thirty' (incomprensiblemente traducida en nuestro país como 'La noche más oscura') muestra los eventos, supuestamente apoyados en informes confidenciales de la propia CIA, sin atisbo de posicionamiento ni de juicio moral. Las torturas que, una y otra vez, muestra en la pantalla como un medio necesario para alcanzar el fin no son juzgadas como correctas. No es su intención demostrar la necesidad de emplear tales medidas (del todo reprochables y que habrían de perseguirse en todo Estado de Derecho sin importar los fines a que atendían) sino mostrar, a modo de docudrama, unos supuestos hechos reales. Lo que persigue Bigelow, más allá de esta recolección de momentos de intensa crueldad, es la deshumanización de quien ejerce tales tareas para el Gobierno.
Es en su personaje principal, Maya, donde se encuentra el mayor atractivo y razón de ser principal de la película. Podemos ver cómo la agente de la CIA pasa de presentar al inicio una actitud incómoda e incluso nada convincente con lo métodos empleados, a una total asimilación y concienciación de las técnicas que entiende necesarias en una especie de involución emocional. El personaje de Maya presenta además numerosas similitudes con la protagonista de la ya mencionada serie de televisión 'Homeland'. Ambas protagonistas femeninas fuertes que sufren de una insana obsesión por capturar a su objetivo, ya sea Bin Laden o Abu Nazir.
Si la película funciona es gracias al trabajo de su actriz protagonista, una inmensa Jessica Chastain que ha sido capaz de absorber a su personaje y dotarlo de una profundidad más allá del guión no tan acertado. Chastain muestra al espectador la evolución de su personaje sin histrionismos ni sobreactuaciones. Una sobria, serena, contenida y, cuando ha de serlo, explosiva interpretación. Sin duda, el único elemento de 'Zero Dark Thirty' que consigue transmitir al espectador el sentimiento de obsesión y frustración por conseguir atrapar a Bin Laden. Jessica Chastain se revela así como una de las actrices más importantes de su generación.
Destaca también la dirección de Bigelow, mucho más contenida que en su anterior cinta 'The hurt locker' ('En tierra hostil'). Bigelow empapa de realismo la pantalla y consigue sus mejores momentos en aquellos en los que transcurre la acción. Lo que demuestra por enésima vez que la directora se mueve mejor en el género de la acción que en el del thriller netamente político.
Transcurrido su inicio demoledor, con una pantalla en negro y conversaciones reales y aterradoras mantenidas vía telefónica por las víctimas durante el atentado, 'Zero Dark Thirty' comienza directamente con la persecución ya en curso y unas tensas secuencias de torturas. Tras esto, la película desarrolla un proceso de investigación, más que frío, desapasionado y carente de intriga. El guión no infunde en el espectador esa pretendida obsesión por capturar al terrorista sino que se limita a narrar objetivamente y sin alma alguna las constantes revelaciones que permitieron localizar al objetivo, muchas veces de forma confusa e inexplicable sin la menor implicación con el público. Todo ello da lugar a una profunda desconexión emocional del espectador con la historia, a pesar de la brillante interpretación de Chastain, único pilar sobre el que se sustenta la película hasta este punto.
No es hasta que se produce el descubrimiento de la mansión-fortaleza del terrorista cuando se retoma el interés. Es entonces cuando el filme se convierto en aquello que debió de ser desde el principio, un intenso y emocionante thriller. A partir de este punto, 'Zero Dark Thirty' vuelve a conectar con el espectador, haciéndole partícipe de las sucesivas frustraciones de la protagonista ante las numerosas trabas políticas y legales.
La película finaliza con una impresionante y extensa secuencia final que acaba revelándose como la razón de existencia del propio filme: la captura de Bin Laden. Juicios morales a parte, la escena es todo un ejemplo de tensión y adrenalina casi desprovista de acción. Bigelow alterna con acierto numerosos planos en una oscuridad para nada confusa y del todo clara con otros en primera persona, otorgando a la secuencia de una continuidad, realismo y clarividencia sorprendentes. Una escena de una maestría visual y narrativa al nivel de otros logros últimos del cine moderno como puede ser 'Salvar al soldado Ryan'. Memorable.
Lo peor es que esta muestra de excelente cine llega demasiado tarde en forma de tercer y último acto. Queda al final una sensación agridulce de la extraordinaria película que podría haber llegado a ser y no fue. Recomendable pero sobrevalorada.
'Zero Dark Thirty' (incomprensiblemente traducida en nuestro país como 'La noche más oscura') muestra los eventos, supuestamente apoyados en informes confidenciales de la propia CIA, sin atisbo de posicionamiento ni de juicio moral. Las torturas que, una y otra vez, muestra en la pantalla como un medio necesario para alcanzar el fin no son juzgadas como correctas. No es su intención demostrar la necesidad de emplear tales medidas (del todo reprochables y que habrían de perseguirse en todo Estado de Derecho sin importar los fines a que atendían) sino mostrar, a modo de docudrama, unos supuestos hechos reales. Lo que persigue Bigelow, más allá de esta recolección de momentos de intensa crueldad, es la deshumanización de quien ejerce tales tareas para el Gobierno.
Es en su personaje principal, Maya, donde se encuentra el mayor atractivo y razón de ser principal de la película. Podemos ver cómo la agente de la CIA pasa de presentar al inicio una actitud incómoda e incluso nada convincente con lo métodos empleados, a una total asimilación y concienciación de las técnicas que entiende necesarias en una especie de involución emocional. El personaje de Maya presenta además numerosas similitudes con la protagonista de la ya mencionada serie de televisión 'Homeland'. Ambas protagonistas femeninas fuertes que sufren de una insana obsesión por capturar a su objetivo, ya sea Bin Laden o Abu Nazir.
Si la película funciona es gracias al trabajo de su actriz protagonista, una inmensa Jessica Chastain que ha sido capaz de absorber a su personaje y dotarlo de una profundidad más allá del guión no tan acertado. Chastain muestra al espectador la evolución de su personaje sin histrionismos ni sobreactuaciones. Una sobria, serena, contenida y, cuando ha de serlo, explosiva interpretación. Sin duda, el único elemento de 'Zero Dark Thirty' que consigue transmitir al espectador el sentimiento de obsesión y frustración por conseguir atrapar a Bin Laden. Jessica Chastain se revela así como una de las actrices más importantes de su generación.
Destaca también la dirección de Bigelow, mucho más contenida que en su anterior cinta 'The hurt locker' ('En tierra hostil'). Bigelow empapa de realismo la pantalla y consigue sus mejores momentos en aquellos en los que transcurre la acción. Lo que demuestra por enésima vez que la directora se mueve mejor en el género de la acción que en el del thriller netamente político.
Transcurrido su inicio demoledor, con una pantalla en negro y conversaciones reales y aterradoras mantenidas vía telefónica por las víctimas durante el atentado, 'Zero Dark Thirty' comienza directamente con la persecución ya en curso y unas tensas secuencias de torturas. Tras esto, la película desarrolla un proceso de investigación, más que frío, desapasionado y carente de intriga. El guión no infunde en el espectador esa pretendida obsesión por capturar al terrorista sino que se limita a narrar objetivamente y sin alma alguna las constantes revelaciones que permitieron localizar al objetivo, muchas veces de forma confusa e inexplicable sin la menor implicación con el público. Todo ello da lugar a una profunda desconexión emocional del espectador con la historia, a pesar de la brillante interpretación de Chastain, único pilar sobre el que se sustenta la película hasta este punto.
No es hasta que se produce el descubrimiento de la mansión-fortaleza del terrorista cuando se retoma el interés. Es entonces cuando el filme se convierto en aquello que debió de ser desde el principio, un intenso y emocionante thriller. A partir de este punto, 'Zero Dark Thirty' vuelve a conectar con el espectador, haciéndole partícipe de las sucesivas frustraciones de la protagonista ante las numerosas trabas políticas y legales.
La película finaliza con una impresionante y extensa secuencia final que acaba revelándose como la razón de existencia del propio filme: la captura de Bin Laden. Juicios morales a parte, la escena es todo un ejemplo de tensión y adrenalina casi desprovista de acción. Bigelow alterna con acierto numerosos planos en una oscuridad para nada confusa y del todo clara con otros en primera persona, otorgando a la secuencia de una continuidad, realismo y clarividencia sorprendentes. Una escena de una maestría visual y narrativa al nivel de otros logros últimos del cine moderno como puede ser 'Salvar al soldado Ryan'. Memorable.
Lo peor es que esta muestra de excelente cine llega demasiado tarde en forma de tercer y último acto. Queda al final una sensación agridulce de la extraordinaria película que podría haber llegado a ser y no fue. Recomendable pero sobrevalorada.
20 de enero de 2013
20 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 2001 Bin Laden se convirtió en el enemigo número uno del pueblo occidental en general y del norteamericano en particular. Diez años después, tras una extensa investigación, la CIA lograba encontrarlo y asesinarlo. Desde ese momento, la industria de Hollywood ha puesto su empeño en llevar la historia a la gran pantalla sin escatimar esfuerzos por el camino.
Y Bigelow, con experiencia acumulada en este tipo de cintas, tenía la ventaja tomada. Preparaba una historia que narraba el mismo fin pero con éxito dispar, y la noticia le vino al pelo. Manos a la obra para repetir la carrera cosechada con "En tierra hostil" o incluso superarla.
La oscarizada directora pone la carne en el asador para narrar la historia lo más fidedigna posible a como se conocen los hechos. Hechos probablemente contaminados y manipulados al antojo de quien los escribió, pero que ella sigue a pies juntillas. El resultado es una película que se preocupa más del qué que del cómo o del quién, abordándola sin que importen demasiado los personajes, incluido el de la protagonista Maia. Esta agente de la CIA obsesionada con su trabajo está estupendamente interpretada por Chastain. La actriz está intensa, dura, absorta en su personaje y le saca mucho jugo.
La película se ha visto envuelta en críticas debido a la insinuación explícita de la tortura como método para obtener información de los capturados. Bigelow muestra la tortura y la enfatiza con un discurso de Obama negando este método de fondo. Aunque no es parte fundamental de la película, es algo que sobrevuela durante todo el metraje.
Con un largo metraje que condensa diez años de investigación, la última media hora es un largo y apasionante camino que sirve de colofón a una película que quizás hubiera funcionado muy bien de haber sido concebida como un documental. Dejando a un lado las especulaciones sobre la veracidad de la historia, tiene detalles interesantes de conocer aunque Bigelow realice una dirección bastante plana que puede resultar tediosa en algunas partes y que despiste de su intención.
Y Bigelow, con experiencia acumulada en este tipo de cintas, tenía la ventaja tomada. Preparaba una historia que narraba el mismo fin pero con éxito dispar, y la noticia le vino al pelo. Manos a la obra para repetir la carrera cosechada con "En tierra hostil" o incluso superarla.
La oscarizada directora pone la carne en el asador para narrar la historia lo más fidedigna posible a como se conocen los hechos. Hechos probablemente contaminados y manipulados al antojo de quien los escribió, pero que ella sigue a pies juntillas. El resultado es una película que se preocupa más del qué que del cómo o del quién, abordándola sin que importen demasiado los personajes, incluido el de la protagonista Maia. Esta agente de la CIA obsesionada con su trabajo está estupendamente interpretada por Chastain. La actriz está intensa, dura, absorta en su personaje y le saca mucho jugo.
La película se ha visto envuelta en críticas debido a la insinuación explícita de la tortura como método para obtener información de los capturados. Bigelow muestra la tortura y la enfatiza con un discurso de Obama negando este método de fondo. Aunque no es parte fundamental de la película, es algo que sobrevuela durante todo el metraje.
Con un largo metraje que condensa diez años de investigación, la última media hora es un largo y apasionante camino que sirve de colofón a una película que quizás hubiera funcionado muy bien de haber sido concebida como un documental. Dejando a un lado las especulaciones sobre la veracidad de la historia, tiene detalles interesantes de conocer aunque Bigelow realice una dirección bastante plana que puede resultar tediosa en algunas partes y que despiste de su intención.
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