La noche más oscura
2012 

6.8
39,181
Thriller. Acción. Drama
Tras varios años de investigación de la CIA, que incluyó torturas a prisioneros en Afganistán, y gracias sobre todo a la perserverancia y decisión de la agente especial Maya (Jessica Chastain), por fin el presidente Obama dio el visto bueno a la operación militar que acabó con la vida de Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda. El título, "Zero Dark Thirty", se refiere a la hora: las 00:30 de la madrugada del 2 de mayo de 2011, momento en ... [+]
24 de enero de 2013
24 de enero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi un año después de que la directora Kathryn Bigelow y el guionista Mark Boal triunfaran en los Oscar del año 2010 con la tediosa ‘En tierra hostil (The Hurt Locker)’, el gobierno de Estados Unidos anunciaba que había encontrado -y liquidado- a Osama Bin Laden, el hombre más buscado del siglo XXI. Bigelow, que llevaba varios años trabajando en un guión sobre la incansable búsqueda del líder de Al-Qaeda por parte de la CIA, lo revisó enteramente y comenzó a preparar el proyecto de una película que finalmente adoptó el nombre de ‘Zero Dark Thirty’, en alusión a la hora en que los miembros del ejército estadounidense entraron en la localidad de Abbottabad, donde se escondía el líder islámico. La traducción al castellano, como casi siempre sin guardar ninguna relación con el original, fue ‘La noche más oscura’.
La película estuvo rodeada de polémica desde que Bigelow anunció sus intenciones de llevar a la gran pantalla una de las operaciones militares secretas más exitosas -por lo menos para los americanos- de la historia reciente. Y es que la directora aborda la historia desde un punto de vista totalmente objetivo, sin decantarse por ningún bando. ‘La noche más oscura’ arremete contra Occidente y contra Oriente, no muestra ni amor ni odio hacia ninguna de las dos partes, haciendo gala de una frialdad y apatía que solo se fracturan en el final de la película, del cual hablaré más abajo. Bigelow no se moja, deja al espectador la difícil tarea de juzgar todo lo que se le muestra, y eso convierte a ‘Zero Dark Thirty’ en toda una reflexión moral y ética que de momento no ha sentado nada bien en el Parlamento americano, que ya ha abierto una investigación sobre las fuentes y contactos que mantuvieron la directora y el guionista a la hora de documentarse.
Dado que casi todos los occidentales conocemos las barbaridades que han cometido los terroristas islámicos, y que aparecen perfectamente reflejados en la cinta (impactante la escena de la explosión de un camión bomba en el Hotel Marriott en Islamabad del que trata de salir ilesa la protagonista, o el inicio de la película en el que se pueden escuchar sobre un fondo negro grabaciones de voz de personas que vivían sus últimos momentos durante el ataque del 11-S), Kathryn Bigelow dedica gran parte del metraje, sobre todo al comienzo, a mostrarnos los salvajes métodos de tortura con los que los americanos trataban de obtener información de sus presos musulmanes. Es en esta parte donde destaca la labor interpretativa de Jason Clarke, que encarna a un torturador carente de piedad. La crudeza con la que se nos presenta la “interrogación asistida” hace que el espectador se sobrecoja y sienta verdadera lástima por Ammar, a pesar de que conoce su vinculación con el terrorismo.
Bigelow dota de un ritmo lento al nudo, que constituye la parte menos interesante del relato, aunque es crucial para comprende el mensaje final de la película. Aun así, el calculador y preciso montaje, unido a una banda sonora orquestada por Alexandre Desplat que nunca entorpece la narración, logra mantener en tensión durante casi más de dos horas al espectador, sin dejarle ningún momento de respiro ni tranquilidad. Las inesperadas explosiones, unidas a numerosos cambios en la operación, sumergen al público en un estado de continua expectación. Aunque sin duda son los últimos 20 minutos, que narran el ataque a la finca donde se escondía Bin Laden, los que hacen de ‘La noche más oscura’ una experiencia trepidante y asombrosa, pues dejan al espectador casi sin respiración y con el corazón inmovilizado en la butaca. Y es aquí donde reside el verdadero mérito de la película: conseguir que el público se interese y viva de una forma tan apasionada y agotadora una historia cuyo final ya conoce.
Y luego está Jessica Chastain, que interpreta -o mejor dicho, que es- Maya, una joven agente de la CIA especializada en localizar y matar a terroristas. La enorme evolución de su personaje a lo largo de la película (recordemos que la trama transcurre a lo largo de una década), está perfectamente llevada a cabo por Chastain, que pasa de una inocencia inicial a una seguridad en sí misma y obsesión por su trabajo casi espeluznante (la escena en la se come, literalmente, a su jefe Joseph Bradley). Los primeros planos con los que la directora la presenta permiten mostrar sus cambiantes estados de ánimo y logra despertar, aunque el espectador no conozca apenas nada de ella, un gran interés por el personaje.
Pero la película corría el riesgo de convertirse en un relato, aunque enormemente interesante y fiel a los hechos reales, frío y carente de alma. Y entonces Kathryn Bigelow vuelve a sorprender con una escena final simple pero muy conmovedora, y que invita a la reflexión sobre todo lo visto anteriormente. En ella la protagonista, a pesar de haber logrado el objetivo por el que llevaba trabajando sin descanso casi 12 años, se da cuenta de su triste y solitaria situación. ¿Realmente valía la pena las muertes, los dólares y el tiempo que costó la operación de venganza contra Bin Laden? Las lágrimas de una bellísima Jessica Chastain hablan por sí solas.
La película estuvo rodeada de polémica desde que Bigelow anunció sus intenciones de llevar a la gran pantalla una de las operaciones militares secretas más exitosas -por lo menos para los americanos- de la historia reciente. Y es que la directora aborda la historia desde un punto de vista totalmente objetivo, sin decantarse por ningún bando. ‘La noche más oscura’ arremete contra Occidente y contra Oriente, no muestra ni amor ni odio hacia ninguna de las dos partes, haciendo gala de una frialdad y apatía que solo se fracturan en el final de la película, del cual hablaré más abajo. Bigelow no se moja, deja al espectador la difícil tarea de juzgar todo lo que se le muestra, y eso convierte a ‘Zero Dark Thirty’ en toda una reflexión moral y ética que de momento no ha sentado nada bien en el Parlamento americano, que ya ha abierto una investigación sobre las fuentes y contactos que mantuvieron la directora y el guionista a la hora de documentarse.
Dado que casi todos los occidentales conocemos las barbaridades que han cometido los terroristas islámicos, y que aparecen perfectamente reflejados en la cinta (impactante la escena de la explosión de un camión bomba en el Hotel Marriott en Islamabad del que trata de salir ilesa la protagonista, o el inicio de la película en el que se pueden escuchar sobre un fondo negro grabaciones de voz de personas que vivían sus últimos momentos durante el ataque del 11-S), Kathryn Bigelow dedica gran parte del metraje, sobre todo al comienzo, a mostrarnos los salvajes métodos de tortura con los que los americanos trataban de obtener información de sus presos musulmanes. Es en esta parte donde destaca la labor interpretativa de Jason Clarke, que encarna a un torturador carente de piedad. La crudeza con la que se nos presenta la “interrogación asistida” hace que el espectador se sobrecoja y sienta verdadera lástima por Ammar, a pesar de que conoce su vinculación con el terrorismo.
Bigelow dota de un ritmo lento al nudo, que constituye la parte menos interesante del relato, aunque es crucial para comprende el mensaje final de la película. Aun así, el calculador y preciso montaje, unido a una banda sonora orquestada por Alexandre Desplat que nunca entorpece la narración, logra mantener en tensión durante casi más de dos horas al espectador, sin dejarle ningún momento de respiro ni tranquilidad. Las inesperadas explosiones, unidas a numerosos cambios en la operación, sumergen al público en un estado de continua expectación. Aunque sin duda son los últimos 20 minutos, que narran el ataque a la finca donde se escondía Bin Laden, los que hacen de ‘La noche más oscura’ una experiencia trepidante y asombrosa, pues dejan al espectador casi sin respiración y con el corazón inmovilizado en la butaca. Y es aquí donde reside el verdadero mérito de la película: conseguir que el público se interese y viva de una forma tan apasionada y agotadora una historia cuyo final ya conoce.
Y luego está Jessica Chastain, que interpreta -o mejor dicho, que es- Maya, una joven agente de la CIA especializada en localizar y matar a terroristas. La enorme evolución de su personaje a lo largo de la película (recordemos que la trama transcurre a lo largo de una década), está perfectamente llevada a cabo por Chastain, que pasa de una inocencia inicial a una seguridad en sí misma y obsesión por su trabajo casi espeluznante (la escena en la se come, literalmente, a su jefe Joseph Bradley). Los primeros planos con los que la directora la presenta permiten mostrar sus cambiantes estados de ánimo y logra despertar, aunque el espectador no conozca apenas nada de ella, un gran interés por el personaje.
Pero la película corría el riesgo de convertirse en un relato, aunque enormemente interesante y fiel a los hechos reales, frío y carente de alma. Y entonces Kathryn Bigelow vuelve a sorprender con una escena final simple pero muy conmovedora, y que invita a la reflexión sobre todo lo visto anteriormente. En ella la protagonista, a pesar de haber logrado el objetivo por el que llevaba trabajando sin descanso casi 12 años, se da cuenta de su triste y solitaria situación. ¿Realmente valía la pena las muertes, los dólares y el tiempo que costó la operación de venganza contra Bin Laden? Las lágrimas de una bellísima Jessica Chastain hablan por sí solas.
7 de febrero de 2013
7 de febrero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Profesional, implacable, rigurosa... son algunos adjetivos que definen la obra de la directora Kathrine Bigelow, quien se ha ganado un lugar destacado en un mundo de hombres, igual que la protagonista de su última película, una agente de la CIA que interpreta Jessica Chastain (Maya) quien durante una década vive exclusivamente para un único objetivo obsesivo: encontrar a Osama Bin Laden entre una red de informaciones falsas y datos cruzados.
El cine de Bigelow tiene el mérito del sello propio, alejado de clichés y convenciones, particularmente a partir de sus dos últimas películas que renuevan al cine de espionaje y terrorismo con una narración que participa valientemente del periodismo de investigación, donde los guiones de Mark Boal parten de testimonios directos de hechos reales que Bigelow sabe poner en escena con solidez admirable entre el ruido, la furia y los interrogantes de la razón.
En “Zero Dark Thirty” el relato comienza con la pantalla en negro y la invocación sonora del atentado a las torres gemelas. Desde ese emblemático arranque en 2001, abarca una década que finaliza en el momento que da título al film, enfrentado al desafìo de su propia estructura que va a desembocar en un desenlace conocido de antemano y que debe resolverse cinematográficamente, lo que se alcanza fundamentalmente desde un montaje paralelo trabajado con maestría. El film combina conversaciones en despachos de Washington con escenas de acción, y alcanza un clímax muy alto en su última media hora, con un gran manejo del tempo y el suspense.
Poblada de personajes duros, fríos, resbaladizos, esta película no es una frazada cómoda para nadie. Bigelow construye sus criaturas exclusivamente a través de la acción. No hay ninguna prehistoria para esta agente de la CIA, nada que explique la interioridad de los personajes, que no hablan demasiado sino que se definen por sus acciones, como la protagonista, sin vida propia más allá de la adrenalina de un objetivo obsesivo. Hay más de una semejanza con el desactivador de bombas de “Vivir al Límite” (“The Hurt Locker”, 2008) y el proceso de deshumanización que desgasta los días de Maya, esta profesional del espionaje interpretada por Chastain, quien sabe darle pequeños matices casi imperceptibles a su personaje, para exteriorizar una dureza encubierta de fragilidad, particularmente en su mirada siempre atenta y siempre curiosa pero de una frialdad seca y cortante.
Paradójicamente, el gran aporte de la película es completar muchos baches informativos silenciados por el mismo país del que proviene. Siempre en una tensa calma, al borde del estallido, el film recorre el inquietante arco histórico que va desde el 11-S hasta la muerte de Bin Laden y, casi una década después, nos muestra la lucha de EE.UU. en esa guerra contra el terror, donde cada logro no se obtiene sin ensuciarse las manos. “La noche...” narra con la precisión de un cirujano y alcanza el clímax en la secuencia del asalto a la casa de Bin Laden, llena de acción y un verismo casi documental, sobre todo en su última media hora.
Con un estilo punzante que no elude la crueldad sino que la muestra -con frialdad ascética- en las prisiones no identificadas, en las vejaciones y coacciones a los detenidos, de forma suficiente pero también distante de conclusiones morales que deja a cargo del espectador, salvo las miradas y el llanto de mujeres y niños inocentes registrados con notoria intensidad.
Entrar al cine de esta realizadora implica participar de una descarnada pero necesaria conciencia, tanto como del escepticismo y convulsión en que se encuentra sumergido el mundo actual, al que expone iluminando los rincones más oscuros de la política internacional estadounidense, al punto de ser la película alrededor del 11-S más importante de la actual ficción americana.
El cine de Bigelow tiene el mérito del sello propio, alejado de clichés y convenciones, particularmente a partir de sus dos últimas películas que renuevan al cine de espionaje y terrorismo con una narración que participa valientemente del periodismo de investigación, donde los guiones de Mark Boal parten de testimonios directos de hechos reales que Bigelow sabe poner en escena con solidez admirable entre el ruido, la furia y los interrogantes de la razón.
En “Zero Dark Thirty” el relato comienza con la pantalla en negro y la invocación sonora del atentado a las torres gemelas. Desde ese emblemático arranque en 2001, abarca una década que finaliza en el momento que da título al film, enfrentado al desafìo de su propia estructura que va a desembocar en un desenlace conocido de antemano y que debe resolverse cinematográficamente, lo que se alcanza fundamentalmente desde un montaje paralelo trabajado con maestría. El film combina conversaciones en despachos de Washington con escenas de acción, y alcanza un clímax muy alto en su última media hora, con un gran manejo del tempo y el suspense.
Poblada de personajes duros, fríos, resbaladizos, esta película no es una frazada cómoda para nadie. Bigelow construye sus criaturas exclusivamente a través de la acción. No hay ninguna prehistoria para esta agente de la CIA, nada que explique la interioridad de los personajes, que no hablan demasiado sino que se definen por sus acciones, como la protagonista, sin vida propia más allá de la adrenalina de un objetivo obsesivo. Hay más de una semejanza con el desactivador de bombas de “Vivir al Límite” (“The Hurt Locker”, 2008) y el proceso de deshumanización que desgasta los días de Maya, esta profesional del espionaje interpretada por Chastain, quien sabe darle pequeños matices casi imperceptibles a su personaje, para exteriorizar una dureza encubierta de fragilidad, particularmente en su mirada siempre atenta y siempre curiosa pero de una frialdad seca y cortante.
Paradójicamente, el gran aporte de la película es completar muchos baches informativos silenciados por el mismo país del que proviene. Siempre en una tensa calma, al borde del estallido, el film recorre el inquietante arco histórico que va desde el 11-S hasta la muerte de Bin Laden y, casi una década después, nos muestra la lucha de EE.UU. en esa guerra contra el terror, donde cada logro no se obtiene sin ensuciarse las manos. “La noche...” narra con la precisión de un cirujano y alcanza el clímax en la secuencia del asalto a la casa de Bin Laden, llena de acción y un verismo casi documental, sobre todo en su última media hora.
Con un estilo punzante que no elude la crueldad sino que la muestra -con frialdad ascética- en las prisiones no identificadas, en las vejaciones y coacciones a los detenidos, de forma suficiente pero también distante de conclusiones morales que deja a cargo del espectador, salvo las miradas y el llanto de mujeres y niños inocentes registrados con notoria intensidad.
Entrar al cine de esta realizadora implica participar de una descarnada pero necesaria conciencia, tanto como del escepticismo y convulsión en que se encuentra sumergido el mundo actual, al que expone iluminando los rincones más oscuros de la política internacional estadounidense, al punto de ser la película alrededor del 11-S más importante de la actual ficción americana.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ver esta película fue como haber tenido una pesadilla en el corazón de las tinieblas. Donde el hombre es menos que el mono con capacidad de jugar, donde el sonido del llanto de muchos niños aterrados es la única huella humana de una noche oscura alentada por las balas de patrullas especiales, donde ningún rostro es visible detrás de máscaras antigases y uniformes blindados.
Concluida la misión especial los soldados se abrazan y felicitan como si hubiesen ganado un partido de béisbol...
Del otro lado, un espejo que refleja, la oscuridad del corazón del hombre. De uno y otro lado violencia y mentiras. Y la biología y la codicia hablando un mismo idioma horrible y deshumanizado.
Concluida la misión especial los soldados se abrazan y felicitan como si hubiesen ganado un partido de béisbol...
Del otro lado, un espejo que refleja, la oscuridad del corazón del hombre. De uno y otro lado violencia y mentiras. Y la biología y la codicia hablando un mismo idioma horrible y deshumanizado.
24 de marzo de 2013
24 de marzo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a serles sinceros , desde hace unos meses tenia en la mira a esta película por dos simples razones : Kathryn Bigelow , el nuevo trabajo de esta gran directora que me empezó a gustar desde The Hurt Locker (Película múltiple ganadora del oscar ) y la segunda razón era Osama Bin Laden , saber que la película trataba de la búsqueda y caza del terrorista mas famoso de la historia me llamo mucho la atención.
Gran guion , escrito por Mark Boal siempre correcto . Describe casi perfectamente esa búsqueda impecable donde desde buenas conversaciones hasta escenas de tiroteo todo esta muy pensado , En general gran trabajo de Bigelow y Boal.
Es hora de hablar del reparto , donde tenemos que comenzar obviamente con Jessica Chastain que hace el papel de Maya simplemente una mujer que ha pasado los últimos 10 años de su vida detrás del "hombre mas buscado del mundo" que podemos decir de su actuación , bueno que solamente se devoro la cámara no hay palabras para definir su actuación , Chastain tiene varias escena increíbles como las de las torturas , su cena en el restaurante con la otra mujer , su presentación con el jefe de la CIA ,entre muchas pero muchas otras. También para destacar la actuación de Jason Clarke que al principio le roba la pantalla a Chastain un actor bastante bueno la verdad , que al principio se llega igualmente a comer la cámara en las escenas de torturas mas que todo . Pero bueno quizás el guion no lo favoreció un poco que lo quito luego para darle paso a otros actores.
Si seguimos con el gran reparto de la película nos encontramos con las interesantes actuaciones de Mark Strong, Jennifer Ehle, James Gandolfini, Joel Edgerton o Kyle Chandler . Mención especial para el de mi país : Venezuela , Edgar Ramirez que vuelve a tener un papel importante en una gran película americana ¡Me quito el sombrero Edgar! . Quiero mencionar un par de cosas la escena final donde llega la hora de la muerte de Bin Laden , es brillante bastante entretenida y intensa con toques parecidos a un vídeo juego . Lo otro era que la música es del compositor Alexandre Desplat , sobresaliente el trabajo del francés.
Para finalizar mi critica , Zero Dark Thirty o "La Noche más Oscura" es una de las mejores películas del año , con una gran dirección de Kathryn Bigelow , Guion de Mark Boal y sin olvidarnos del gran reparto con mención especial para Jessica Chastain que demuestra que no solo esta en la caza de Bin Laden si no también del Oscar a Mejor Actriz Principal.
Gran guion , escrito por Mark Boal siempre correcto . Describe casi perfectamente esa búsqueda impecable donde desde buenas conversaciones hasta escenas de tiroteo todo esta muy pensado , En general gran trabajo de Bigelow y Boal.
Es hora de hablar del reparto , donde tenemos que comenzar obviamente con Jessica Chastain que hace el papel de Maya simplemente una mujer que ha pasado los últimos 10 años de su vida detrás del "hombre mas buscado del mundo" que podemos decir de su actuación , bueno que solamente se devoro la cámara no hay palabras para definir su actuación , Chastain tiene varias escena increíbles como las de las torturas , su cena en el restaurante con la otra mujer , su presentación con el jefe de la CIA ,entre muchas pero muchas otras. También para destacar la actuación de Jason Clarke que al principio le roba la pantalla a Chastain un actor bastante bueno la verdad , que al principio se llega igualmente a comer la cámara en las escenas de torturas mas que todo . Pero bueno quizás el guion no lo favoreció un poco que lo quito luego para darle paso a otros actores.
Si seguimos con el gran reparto de la película nos encontramos con las interesantes actuaciones de Mark Strong, Jennifer Ehle, James Gandolfini, Joel Edgerton o Kyle Chandler . Mención especial para el de mi país : Venezuela , Edgar Ramirez que vuelve a tener un papel importante en una gran película americana ¡Me quito el sombrero Edgar! . Quiero mencionar un par de cosas la escena final donde llega la hora de la muerte de Bin Laden , es brillante bastante entretenida y intensa con toques parecidos a un vídeo juego . Lo otro era que la música es del compositor Alexandre Desplat , sobresaliente el trabajo del francés.
Para finalizar mi critica , Zero Dark Thirty o "La Noche más Oscura" es una de las mejores películas del año , con una gran dirección de Kathryn Bigelow , Guion de Mark Boal y sin olvidarnos del gran reparto con mención especial para Jessica Chastain que demuestra que no solo esta en la caza de Bin Laden si no también del Oscar a Mejor Actriz Principal.
10 de mayo de 2013
10 de mayo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Correcto y sobrevalorado thriller sobre lo acontecido tras el 11-S. 'La noche más oscura' no es más que un interesante producto que te deja con la sensación de que su excesivo metraje podía haber dado un mejor resultado. Densa en algunos momentos y brillante en sus detalles, pero muy lejos de se ser una excelente película. El film pierde interés a medida que se aleja de la acción y se centra en lo burocrático. Sólo la actuación de Jessica Chastain y la vibrante última media hora, una excelente culminación que podríamos denominar como la viagra de barras y estrellas de los patriotas americanos, brillan en este film.
Kathryn Bigelow realiza una discreta película si la comparamos con su anterior film, la brillante 'En tierra hostil'.
Kathryn Bigelow realiza una discreta película si la comparamos con su anterior film, la brillante 'En tierra hostil'.
17 de mayo de 2016
17 de mayo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que en día la di un 8 de nota, y me pareció que contaba una historia bastante creíble de como fue la muerte de Bin Laden. Ahora que la veo por segunda vez, la rebajo la nota a un 6, porque teniendo presente los trabajos de varios periodistas americanos que han indagado más en lo que sucedió aquellos días... pues contando con eso, la película acaba pareciéndome demasiado "oficialista" y poco arriesgada.
Cada vez queda más claro que Bin Laden vivía en una especie de arresto domiciliario, a 1 km de una base militar pakistaní con más de 2500 militares en ella. Parece que cuando EEUU llegó al descubrimiento del escondrijo del terrorista, Pakistán no pudo seguir ocultando su presencia. Bajo la amenaza de que los americanos les retiraran las jugosas subvenciones de las que básicamente vive Pakistán, tuvieron que aceptar que los americanos lo ejecutaran como mal menor. El gobierno pakistaní tampoco quería que los radicales se cobrarán venganza si eran ellos los que se lo entregaban a los americanos. Así que montaron la pantomima del comando SEAL.
¿Qué por qué creo eso? porque esa noche docenas de vecinos tuitearon la llegada de los helicópteros americanos, incluso los que vivían a 5 km de distancia, en cambio, en la base militar pakistaní nadie se inmutó. ¿Un helicóptero se estrella y ninguna autoridad, a km de distancia, se presenta a ver qué ha sucedido durante la media hora que duró la operación?
Me parece muy bien que dieran a Bin Laden su merecido, que no era otro que la muerte, pero que Bin Laden llevaba años sin tomar decisiones en Al Qaeda, es también evidente, dado su arresto domiciliario.
De hecho Al Qaeda está quedando como una reliquia. Mientras EEUU derrochaba millones en su búsqueda, el Islamic State empezaba a expandirse en Oriente Medio. Ha muerto el cabrón de Bin Laden, pero los radicales islamistas siguen siendo cada vez un peligro mayor.
Dice el personaje de Jessica Chastain que cuando caiga Bin Laden acabarán los atentados contra occidentales. No podía estar más equivocada. Por cierto, el personaje de Chastain es odioso, una burda fotocopia de nuestra querida Claire de "Homeland" Serie que en su 4ª temporada, ambientada también en Pakistán, da mil vueltas a esta película.
La cinta avanza a modo de documental, donde a lo largo de una década reflejan los principales acontecimientos que llevaron a la muerte de Bin Laden. Chapó a la película por reflejar en su primera media hora la tortura de la CIA a los presos, pero para mí se queda corta. Creo que las salvajadas de Guantánamo y Abu Graifh merecen una película aparte. Otra cosa es que Hollywood se atreva a hacerla.
El tiempo acaba encumbrando películas, o destruyendo su mito. "Zero dark thirty" me temo que es de estas últimas.
Cada vez queda más claro que Bin Laden vivía en una especie de arresto domiciliario, a 1 km de una base militar pakistaní con más de 2500 militares en ella. Parece que cuando EEUU llegó al descubrimiento del escondrijo del terrorista, Pakistán no pudo seguir ocultando su presencia. Bajo la amenaza de que los americanos les retiraran las jugosas subvenciones de las que básicamente vive Pakistán, tuvieron que aceptar que los americanos lo ejecutaran como mal menor. El gobierno pakistaní tampoco quería que los radicales se cobrarán venganza si eran ellos los que se lo entregaban a los americanos. Así que montaron la pantomima del comando SEAL.
¿Qué por qué creo eso? porque esa noche docenas de vecinos tuitearon la llegada de los helicópteros americanos, incluso los que vivían a 5 km de distancia, en cambio, en la base militar pakistaní nadie se inmutó. ¿Un helicóptero se estrella y ninguna autoridad, a km de distancia, se presenta a ver qué ha sucedido durante la media hora que duró la operación?
Me parece muy bien que dieran a Bin Laden su merecido, que no era otro que la muerte, pero que Bin Laden llevaba años sin tomar decisiones en Al Qaeda, es también evidente, dado su arresto domiciliario.
De hecho Al Qaeda está quedando como una reliquia. Mientras EEUU derrochaba millones en su búsqueda, el Islamic State empezaba a expandirse en Oriente Medio. Ha muerto el cabrón de Bin Laden, pero los radicales islamistas siguen siendo cada vez un peligro mayor.
Dice el personaje de Jessica Chastain que cuando caiga Bin Laden acabarán los atentados contra occidentales. No podía estar más equivocada. Por cierto, el personaje de Chastain es odioso, una burda fotocopia de nuestra querida Claire de "Homeland" Serie que en su 4ª temporada, ambientada también en Pakistán, da mil vueltas a esta película.
La cinta avanza a modo de documental, donde a lo largo de una década reflejan los principales acontecimientos que llevaron a la muerte de Bin Laden. Chapó a la película por reflejar en su primera media hora la tortura de la CIA a los presos, pero para mí se queda corta. Creo que las salvajadas de Guantánamo y Abu Graifh merecen una película aparte. Otra cosa es que Hollywood se atreva a hacerla.
El tiempo acaba encumbrando películas, o destruyendo su mito. "Zero dark thirty" me temo que es de estas últimas.
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