Zona de interés
2023 

6.4
19,775
16 de mayo de 2024
16 de mayo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, un buen retrato de normalidad vacía. Nada que decir de una peli visualmente poderosa, pero que, en realidad, tratando de filmar la nada, termina siendo sobrecogedoramente nada.
Comprendo que el realizador no ha querido hacer un retrato costumbrista de la vida a la sombra de los muros de Auschwitz, pero el juego entre lo que vemos y lo que sabemos pero no vemos no me parece suficiente para construir una buena trama.
No entiendo bien el epílogo. No sé si es que quería mostrarnos en un picado espeluznante de la escalinata la decadencia de Höss ('a todo cerdo le llega su San Martín', podría ser), pero el caso es que, que yo sepa, Höss llegó hecho un romero al Tribunal polaco que le condenó a morir en la horca.
Comprendo que el realizador no ha querido hacer un retrato costumbrista de la vida a la sombra de los muros de Auschwitz, pero el juego entre lo que vemos y lo que sabemos pero no vemos no me parece suficiente para construir una buena trama.
No entiendo bien el epílogo. No sé si es que quería mostrarnos en un picado espeluznante de la escalinata la decadencia de Höss ('a todo cerdo le llega su San Martín', podría ser), pero el caso es que, que yo sepa, Höss llegó hecho un romero al Tribunal polaco que le condenó a morir en la horca.
19 de mayo de 2024
19 de mayo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La quinta sinfonía de la crueldad, narrada con una sugestión sobrecogedora, donde las imágenes florales y el sonido de los pájaros sacuden tu corazón con una rabia inusitada.
Abraza la contundencia desde el elitismo de una familia sin escrúpulos, acostumbrada a las más sádicas actuaciones cargada de una naturalidad asombrosa.
Tiene una intensidad particular en la adecuación de los colores que nos muestra para hacernos entender que ni la oscuridad es maligna ni la luz bondadosa.
Abraza la contundencia desde el elitismo de una familia sin escrúpulos, acostumbrada a las más sádicas actuaciones cargada de una naturalidad asombrosa.
Tiene una intensidad particular en la adecuación de los colores que nos muestra para hacernos entender que ni la oscuridad es maligna ni la luz bondadosa.
20 de mayo de 2024
20 de mayo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película muy interesante. No es lo que cuenta, sino como lo cuenta. Hay quien le reprocha efectismo y falta de progresión dramática a la historia, pero para mi eso es parte del mensaje.
Como sin dramas ni pasiones, se desarrollan unos acontecimientos cotidianos que chocan en tu mente mientras el fuera de plano te va dando pistas terribles sobre lo que está ocurriendo.
Esta forma de enfocar la historia, dejando al espectador sólo la contemplación de una parte insulsa y gris es para mi un enorme acierto.
Varias escenas van introduciendo simbolismos y pequeños detalles, que el espectador debe observar y analizar con la paciencia de un entomólogo.
Me ha sorprendido , para bien..
Como sin dramas ni pasiones, se desarrollan unos acontecimientos cotidianos que chocan en tu mente mientras el fuera de plano te va dando pistas terribles sobre lo que está ocurriendo.
Esta forma de enfocar la historia, dejando al espectador sólo la contemplación de una parte insulsa y gris es para mi un enorme acierto.
Varias escenas van introduciendo simbolismos y pequeños detalles, que el espectador debe observar y analizar con la paciencia de un entomólogo.
Me ha sorprendido , para bien..
23 de junio de 2024
23 de junio de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad que es rarita. Uno tiende a darle más puntuación por lo que hay detrás, y a todos nos conmueven esos maléficos crímenes. Pero en el lado puramente cinematográfico, es muy lenta, con cosas inexplicables, como esos pantallazos negros, esas historias de cambio de tonalidad cuando el comandante lee cuentos. Uno pasa el tiempo esperando que pase algo, a dónde quiere llegar, cuál es la trama, el argumento, la historia...
En fin, si una persona con cero conocimientos de la historia viera este largometraje pensaría que le están tomando el pelo. Nos sentimos atormentados por lo que sabemos que ocurrió, pero su visionado no es más que un largo caminar hacia ningún sitio....que pase la siguiente.
En fin, si una persona con cero conocimientos de la historia viera este largometraje pensaría que le están tomando el pelo. Nos sentimos atormentados por lo que sabemos que ocurrió, pero su visionado no es más que un largo caminar hacia ningún sitio....que pase la siguiente.
11 de enero de 2025
11 de enero de 2025
0 de -2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La música de entrada resulta desconcertante, fundido a negro mientras irrumpe la primera escena de una luminosidad exagerada retratando a una familia que disfruta de una tarde soleada con la naturaleza como telón de fondo.
Es una casa enorme ubicada junto al campo de concentración de Auschwitz. Por las paredes del jardín se aprecian algunas instalaciones y algunas escenas nocturnas dan cuenta de las chimeneas de los hornos crematorios.
Todo el filme es un ejercicio estilístico donde el fuera de campo visual contrasta la vida casi bucólica de la familia con imágenes ocultas al espectador, aunque por el sonido ambiente se escuchan balazos y gritos provenientes de los prisioneros.
Los planos semejan cámaras de vigilancia, de una neutralidad pasmosa.
Quizás lo más horrible es que Hedwig ha diseñado un jardín hermoso y posee un invernadero para cultivar flores. La elipsis de terror es cuando se suceden tomas de flores y entre el ruido de las abejas se escuchan los gritos de los prisioneros. Resulta repulsivo que Hedwig tenga instalaciones de lujo para las plantas y que tras los muros existan hornos de exterminio. Un crimen brutal y despiadado, mientras la casona representa un símbolo de estatus para la familia.
La película exhibe la frialdad de este genocidio, el punto de vista es la inhumanidad de los alemanes y a través de lo que no se muestra en pantalla somos testigos de la banalidad del mal.
Otra vez fundido a negro y una música espeluznante despide este viaje al infierno.
Es una casa enorme ubicada junto al campo de concentración de Auschwitz. Por las paredes del jardín se aprecian algunas instalaciones y algunas escenas nocturnas dan cuenta de las chimeneas de los hornos crematorios.
Todo el filme es un ejercicio estilístico donde el fuera de campo visual contrasta la vida casi bucólica de la familia con imágenes ocultas al espectador, aunque por el sonido ambiente se escuchan balazos y gritos provenientes de los prisioneros.
Los planos semejan cámaras de vigilancia, de una neutralidad pasmosa.
Quizás lo más horrible es que Hedwig ha diseñado un jardín hermoso y posee un invernadero para cultivar flores. La elipsis de terror es cuando se suceden tomas de flores y entre el ruido de las abejas se escuchan los gritos de los prisioneros. Resulta repulsivo que Hedwig tenga instalaciones de lujo para las plantas y que tras los muros existan hornos de exterminio. Un crimen brutal y despiadado, mientras la casona representa un símbolo de estatus para la familia.
La película exhibe la frialdad de este genocidio, el punto de vista es la inhumanidad de los alemanes y a través de lo que no se muestra en pantalla somos testigos de la banalidad del mal.
Otra vez fundido a negro y una música espeluznante despide este viaje al infierno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El comandante de la operación Rudolf Höss es un padre ejemplar con los niños y Hedwig, su señora, en una escena macabra deja elegir a la servidumbre prendas de vestir que los judíos ya no necesitan.
En otro día de campo Rudolf encuentra una osamenta en el río mientras pesca junto a sus hijos. Los retira de inmediato del agua y luego hace que los bañen para sacarse las cenizas de la piel. Los niños no entienden el objeto de esa maniobra puesto que vienen del río y acaban de limpiar sus cuerpos.
En un momento Hedwig se jacta de haber encontrado un diamante oculto en la pasta de dientes y ha ordenado otros estuches en caso de tener suerte. Rudolf ha optimizado el proceso de cremación para no detener nunca los hornos y alternarlos para incinerar la mayor cantidad de personas diarias.
Los lujos de la casa contrastan con la miseria de sus moradores, que reciben visitas importantes, aunque cuando trasladan a Rudolf a otra repartición, el espectador será testigo de la burocracia de los nazis para hacer más eficiente la operación de exterminio. Oficinas enormes y salones donde la música clásica disimula el horror. Un oficial a espaldas de Höss insinúa a otro que el comandante lo está dejando sin mano de obra.
Las órdenes del alto mando al parecer están haciendo mella en la salud del comandante. El comportamiento estoico sin reparos morales a su labor le están pasando la cuenta.
Al final una mujer barre el piso de los hornos y como en un museo se exhiben zapatos, muletas y pijamas a través de los cristales.
En otro día de campo Rudolf encuentra una osamenta en el río mientras pesca junto a sus hijos. Los retira de inmediato del agua y luego hace que los bañen para sacarse las cenizas de la piel. Los niños no entienden el objeto de esa maniobra puesto que vienen del río y acaban de limpiar sus cuerpos.
En un momento Hedwig se jacta de haber encontrado un diamante oculto en la pasta de dientes y ha ordenado otros estuches en caso de tener suerte. Rudolf ha optimizado el proceso de cremación para no detener nunca los hornos y alternarlos para incinerar la mayor cantidad de personas diarias.
Los lujos de la casa contrastan con la miseria de sus moradores, que reciben visitas importantes, aunque cuando trasladan a Rudolf a otra repartición, el espectador será testigo de la burocracia de los nazis para hacer más eficiente la operación de exterminio. Oficinas enormes y salones donde la música clásica disimula el horror. Un oficial a espaldas de Höss insinúa a otro que el comandante lo está dejando sin mano de obra.
Las órdenes del alto mando al parecer están haciendo mella en la salud del comandante. El comportamiento estoico sin reparos morales a su labor le están pasando la cuenta.
Al final una mujer barre el piso de los hornos y como en un museo se exhiben zapatos, muletas y pijamas a través de los cristales.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here