Haz click aquí para copiar la URL

La gran belleza

Comedia. Drama En Roma, durante el verano, nobles decadentes, arribistas, políticos, criminales de altos vuelos, periodistas, actores, prelados, artistas e intelectuales tejen una trama de relaciones inconsistentes que se desarrollan en fastuosos palacios y villas. El centro de todas las reuniones es Jep Gambardella (Toni Servillo), un escritor de 65 años que escribió un solo libro y practica el periodismo. Dominado por la indolencia y el hastío, ... [+]
Críticas 302
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
6
27 de febrero de 2014 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás no sea una película para todo el mundo. Es una película especial, extravagante, artística... Con grandes diálogos y grandes silencios que dicen mucho. Dura bastante pero el tiempo pasa volando porque te sumerges en la historia. Muy interesante aunque algo excéntrica.
Destacan las canciones que se pueden ir escuchando a lo largo de la película, no son novedosas, pero son muy acorde a la escena en cuestión; y los puntos cómicos.
8
8 de abril de 2014 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada, nadie, nunca. El deseo de desaparecer. El cansancio de vivir. El escepticismo ante el teatro del mundo; todo es representación, vanidad y falta de sustancia.
El riesgo de reflejar la banalidad, la frivolidad y, finalmente, la nada, es serla, convertirte en ella, ser una película vacía e innecesaria. El peligro está ahí, lo bordea, pero creo que se salva, por varias razones: hay un humor distanciado e irónico, una tristeza profunda y una seriedad que nos habla de la efímera belleza ("los demacrados e inconstantes destellos de belleza") y del acabamiento de todo, de la muerte como guardiana, omnipresencia y medida (Roma sería en cierto modo una ciudad de muertos, con esas ruinas que los hacen presentes, esos palacios -hermosísima escena en la que los visitan); el pasado siempre está ahí, condicionando, el peso de la historia aplastando a los personajes.
Retrato de la clase acomodada en un verano romano. Cincuentones fracasados y mezquinos que no quieren hablar de sí mismos porque es demasiado horrible y prefieren dedicarse a vivir de fiesta en fiesta.
El protagonista es nuestro guía, un diletante, un sibarita, gastado, ajado y cansado, que no cree en nada, especialmente hastiado de sí mismo. A través de él asistimos al espectáculo de la fauna Felliniana-Dolcevitiana (han pasado 50 años y todo sigue igual); un enjambre abigarrado y estrepitoso, una tragicomedia humana atravesada por la mirada ácida e inclemente de Jep, por el cinismo, lo patético y ridículo; en la búsqueda eternamente insatisfecha de la belleza y el sentido.
Historia contada con grandeza, con gran estilo y poder formal, con una ecléctica banda sonora y una gran amplitud de recursos que van de la horterez máxima al esteticismo desaforado y exquisito, de lo microscópico a lo grandioso, de la conversación minúscula a la pura contemplación arrobada, del esperpento al lirismo, de la sátira a la ternura, del arte al amor, del pasado al presente...; suma total, obra ambiciosa y desmesurada que supone un regalo para los sentidos y que despliega un tremendo arsenal de ideas y posibilidades.
Nada tiene sentido, solo breves momentos de belleza.
Todo es ruido (bla bla bla), vulgaridad y trivialidad; pero detrás de todo eso está el miedo, el hombre miserable, la vergüenza de estar en el mundo, la emoción, el sentimiento...
La muerte, la erosión, el tedio y la incertidumbre en su versión italiana; D'Anunnzio y Lampedusa, el decadentismo, el tiempo y el pasado como pulverizadores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Película llena de grandes momentos y escenas (nos podemos quedar con dos especialmente acertadas y hermosas): la de la prototípica santona moderna, feminista, de izquierdas y trabajando para la zafia televisión; moralista que, tras su impoluta fachada y discurso admonitorio, esconde codicia, ruindad y bajeza; y la del funeral como representación teatral, con su introducción anunciadora de la farsa, la muerte convertida en el máximo espectáculo, en la hipocresía como absoluto y el afán de transformar toda experiencia humana (hasta la más terrible) en máscara y pantomima.
La Iglesia en sus dos opuestos: la momia misionera versus la corrupción vaticana; la primera causa miedo, risa y admiración; los segundos, espanto y horror.
Y "Rosebud": el amor juvenil como vislumbre y anhelo; símbolo de todo lo bello que quedó atrás, de todas las esperanzas e ilusiones perdidas, de la inocencia y la pureza, antes de... todo lo demás, del conocimiento, la derrota y la decepción.
10
9 de junio de 2014 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Viajar es muy útil, hace trabajar la imaginación. El resto no son sino decepciones y fatigas. Nuestro viaje es por entero imaginario. A eso debe su fuerza. Va de la vida a la muerte. Hombres, animales, ciudades y cosas, todo es imaginado. Es una novela, una simple historia ficticia. Lo dice Littré, que nunca se equivoca. Y, además, que todo el mundo puede hacer igual. Basta con cerrar los ojos. Está del otro lado de la vida."

La cita de Céline alumbra cada rincón de esta maravilla desde el arranque. Tanto como la sombra de Fellini, alargada y risueña, se oculta a cada paso de un viaje, íntimo y geográfico, por la Roma frívola, desencantada de su propio vacío.
Tardé en decidirme a viajar con el sabio periodista sexagenario, muerto de miedo ante el abismo de una vida banal. He tardado y me jode no haberlo hecho antes. Me cuesta resumir la experiencia del viaje, un trayecto que es mascarada y juego, trampa y cartón, lucidez y éxtasis, pasión y desconcierto. Y belleza. La belleza pensada en imágenes, sonidos, texto, miradas y gestos que son los de un espíritu acorralado ante la visión del vacío. Quizás el nuestro.

Puedo hablar de una exquisita puesta en escena. Podría contar cómo la cámara baila, acompasada y seductora, buceando en las tripas de este mundo superficial, excesivo, autocomplaciente, patético. La música, la sinfonía dolorosa y brutal de las máscaras girando en su propia necedad, las noches de desfase a ritmo de estupidez epidémica. Y quedaría lejos de lo que esta obra de arte sugiere y termina por regalar. Por qué tanta belleza. Tanto dolor que ilumina. Esta película transmite una angustia. El terror de nadar en una corriente absurda, artificiosa, grotesca. El caudal de gentes que consumen la noche en una ciudad, espejo engañoso, cáscara brillante de una sociedad contemporánea que languidece, perdida. La muerte. Ronda la muerte y el pánico de no encontrar lo que otorga sentido a la farsa. La verdad bajo la impostura. Qué hay tras la enorme mentira del mundo.

Y quedo muy lejos de lo que esta obra maestra inspira y termina por regalar. Soy torpe para expresarlo y bastante vulnerable. Y, desde hoy, un poco más feliz. Para todos los públicos? No. Rotundamente. Suena pretencioso? Sí. Absolutamente. Queda el recuerdo intenso, el flechazo, por qué no. Hacía tiempo que no me enamoraba así de una película. Frontalmente, sin anestesia. Elegía en el tono. Ironía en cada línea de la partitura. Carne y plasticidad en sus formas.

Esta película es casi un milagro. Y es un privilegio, por no insistir en la cosa placentera, recorrer las venas de una historia que es muchas a la vez, la misma todo el tiempo, reveladora de miserias universales. Que es reflexión y pura emoción. Vida y arte, la vida en el arte. O tal vez al revés.

Es muy grande el cine cuando es gran cine. Y sí, hay dolce vita y sentimos a Mastroianni bajo los neones. Y da igual, porque tenemos a Toni Servillo. Actor soberbio que lo cuenta todo sin necesidad de hablar. Poderoso, magnético, entregado. Y la gozamos.
8
12 de junio de 2014 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
37/02(02/03/14- 20/08/23) Exuberante film de Paolo Sorrentino, tiene en su desmesura estética su gran pilar y gran riesgo, fastuoso retrato de la decadencia, del paso del tiempo, de lo plúmbeo de la belleza, de la superficialidad, hilo conductor un carismático personaje interpretado de modo majestuoso por Toni Servillo, nos sumerge con su cinismo en un universo hipócrita y snob, poblado de variopintos personajes.

Te fascinará o te repelerá, navega por la difusa línea entre la maestría y lo pretencioso, salvando las distancias recuerda a “Spring Breakers”, por lo de si se puede retratar el vacío existencial sin caer en él. El guión es del director napolitano y de Umberto Contarello, desarrollan un relato no lineal que estalla sobre la pantalla exponiendo temas tan universales como el peso de la vejez, el crepúsculo vital, las oportunidades perdidas, la belleza efímera, la lujuria, la frustración o la búsqueda de la Belleza Pura, tratado por lúcidamente, mezclando la mordacidad, lo etéreo de nuestra alma, el humor corrosivo, con diálogos y frases brillantes, con un poso de amargura nostálgica, en pos de encontrar un sentido al sinsentido de la vida. Sorrentino bebe del Federico Fellini de “La Dolce Vita” sumado con la decadencia viscontiana, radiografía Roma y sus gentes en un mosaico desalentador, primero la proyecta radiante visualmente, jamás se ha visto más Bella, más Hermosa, más Magnética, y luego la puebla de personajes vacuos, superficiales, pedantes, narcisistas, turbador coctel con la ancestral belleza romana, sus panteones, sus monumentos, sus fuentes y los rodea de gente vacía, es la clase burguesa en fiesta perpetua, hedonistas de profesión, intelectualoides cargantes e hipócritas por afición. En su feroz crítica tiene cabida la religión, los empresarios corruptos, la clase alta o el arte.

El film evoluciona de modo anárquico, enlaza realidad y ensueño, aúna recuerdos, anhelos, y melancolía metafísica, en el marco de la Ciudad Eterna, el co-protagonista, remarcado por su paradójico inicio, sobreimpresionado vemos el leit-motive del film: <Viajar es útil, hace trabajar la imaginación. Todo lo demás es desilusión y fatiga. El viaje es enteramente imaginario. Ahí reside su fuerza. Va de la vida a la muerte. Personas, animales, ciudades y cosas, todo es inventado. Es una novela, nada más que una historia ficticia. Lo dice Littre, él no se equivoca nunca. Y además, cualquiera puede hacer otro tanto. Basta con cerrar los ojos. Está en la otra parte de la vida.> (Louis-Ferdinand Celine de “Viaje Al Fin de La vida”), y bajo los acordes del estremecedor “I Lie” de David Lang interpretado por la coral femenina Torino Vocalensemble, hay un collage de imágenes de Roma, con hipnóticos travellings, la cámara parece levitar, monumento a Garibaldi, hay a un vagabundo tumbado en un banco, en contraste con el grandioso arte, nos suspen sobre la Fontana Dell’Acqua Paola, sobre la fuente el coro femenino nos deleita, hay un grupo de turistas nipones, una guía les asesora, un japonés se aleja a fotografiar la ciudad y se desvanece, quizás por el “Síndrome de Stendhal”, y cortamos a la noche con un desgarrador grito de mujer que anuncia una fastuosa celebración nocturna en una terraza, la música cambia radicalmente con el fiestero remix “Far L’Amore” cantado por Bob Sinclair y Rafaella Carra, decenas de personas bailando en frenesí, al fondo un enorme neón de “Martini”, bellas go-gos, primeros planos enérgicos mientras la música retumba en nuestros oídos, gente vestida sofisticadamente, bailan sensualmente, plano cenital en el que unos hombres mantean a una enana en éxtasis, bacanal en que no faltan las exhibicionistas, o, de una tarta-coliseo sale una mujer, vedette obesa en decadencia, tiene en su pecho un gran 65, la alzan y grita <Felicidades Jep, Felicidades Roma>, y a los 10 minutos aparece el protagonista, Jep, sonriendo, fumando y saludando, y cambia la música a “Mueve La Colita” del Gato DJ, la gente baila desenfrenadamente, las mujeres a un lado y los hombres al otro, en hilera, de pronto la música se ralentiza, vemos en medio a Jep tranquilamente encendiéndose un cigarrillo, mira a cámara y habla en off <A esa pregunta tan infantil mis amigos siempre contestaban lo mismo, los coños! Yo en cambio contestaba el olor de las casas de los viejos. La pregunta era: Que es lo que más te gusta de la vida? Estaba destinado a la sensibilidad. Estaba destinado a convertirme en escritor. Estaba destinado a convertirme en JEP GAMBARDELLA>, y hay un lindo plano de lejos en que se ve el ático en pleno frenesí, a un lado el neón de Martini y sobre el oscuro horizonte brilla sobreimpresionado el título “La Grande Bellezza”, 13 minutos excelsos, llenos de contrastes, por un lado la enraizada antigüedad Monumental, y por otro la superficial modernidad, fusionadas en una ciudad compleja. Es un inicio en que nos sentimos sacudidos, descolocados, no sabemos si es una película o un documental, zozobramos en esta orgia visual fascinante, una embrujadora puerta de entrado a un espectáculo singular.

Sorrentino proyecta cáusticamente un cuasi-documental de fauna y flora, en esta urbe milenaria germinan toda clase de tipos frívolos, actores de una gran farsa, donde la vanidad, el narcisismo, el egocentrismo florecen en un complejo desarrollo, ejercicio de estilo virtuoso estético, la cámara juega con planos de gran lirismo, dotado de un montaje vibrante provocador que pasa de la belleza pura a la plúmbea vida de estos guiñoles y viceversa, con una potencia visual expansiva, a veces excesiva, otras conmovedora, otras aparatosa, otras poética, siempre arrollando, impregnado el metraje de extrema sensibilidad gracias a su sibarita ambientación.

Puesta en escena Colosal, espectáculo sensorial epicúreo, diseño de producción impresionante de Stefania Cella paseándonos por una fulgurante Roma, sus monumentos, sus parques, sus palacios, sus fuentes, sus calles, …(continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
…esto embellecido por la gloriosa fotografía de Luca Bigazzi (“Romanzo Criminale”), travellings, zooms, grúas, primeros planos, planos cenitales, slows, atrás y adelante, subjetivos, un lúcido manejo de la cámara como canalizador de emociones, tiñendo de luminosidad ocre Roma, o atrapando en inquietantes escenas a oscuras únicamente iluminado por velas, sublime, esto trufado de un soundtrack que te sacude alternando música trémula y la pop italiana, paralela a los contrastes de la cinta, construyendo escenas cautivadoras en las que se profundiza en la ambigua Condición Humana.

Toni Servillo es el epicentro, alma que da sentido al serpenteante relato, icónica su imagen elegante vestido y dando caladas al cigarro, dandy siempre con la frase adecuada, actuación majestuosa, vividor carismático, soberbio, bañada de cinismo, sardonismo, desencanto, cansancio, melancolía, sofisticado, mente preclara, con narración en off que envuelve la cinta en una honda nostalgia por la pérdida de algo que nunca tuvo, hastiado de amistades pedantes a las que no duda en humillar con su pérfida lengua, ejemplo como con sibilinidad destroza a una resabiada aludiendo a Flaubert, arremete con agudeza contra la frivolidad cuando él vive de ella, ser frío que parece insensible a lo que le rodea. Novelista de un solo libro escrito hace 40 años, “El Aparato Humano”, su éxito le persigue como una sombra de la que no puede escapar, desde entonces solo se dedica a vivir de fiesta en fiesta, de mujer en mujer, alterna con profesionales de la hipocresía, payasos de un circo donde el público no ríe.

La tara que impide sea redonda es que no siempre está equilibrada la narración, el mayor tiempo sí, pero hay momentos en que al realizador se viene arriba y se pasa, se excede en el surrealismo convirtiéndose en aquello que critica, estos tramos pomposos añaden minutos que la hacen desmesurada en tiempo, siendo defecto cuando se salta la historia lineal, se introduce en el arte abstracto se indefine y se dispersa alejando al espectador.

Hay un reguero de momentos para el recuerdo, el límite de caracteres me impide comentarlos. Pero no resisto a dejar algunas frases brillantes: <El descubrimiento más notable que he hecho es que no puedo perder el tiempo en cosas que no me apetece hacer>, <Los verdaderos habitantes de Roma son sus turistas>, <Las raíces son importantes>, <La pobreza no se cuenta. Se vive>, <Pues la felicidad sólo es saludable para el cuerpo, pero es el dolor el que desarrolla las fuerzas del espíritu>, <Flaubert quería escribir una novela sobre la nada, puedo escribirla yo>, <Buscaba la gran Belleza, pero no la he encontrado>.

En conjunto una notable obra, inclasificable, no apta a todos los paladares, no te dejará indiferente, dotada de una “Gran Belleza”. Fuerza y honor!!!

Spoiler:

El Final: Ensoñación de Jep, su juventud junto al mar su gran amor le enseña los pechos y desaparece, entonces Jep nos deleita con su último soliloquio, salpicado de imágenes inquietantes de la centenaria monja subiendo las escaleras vaticanas adornado, con trémula música sacra, “Beata Viscera” de Perotinus: <Termina siempre así. Con la muerte. Pero antes hubo vida , escondido bajo el bla, bla , bla ... Todo sedimentado bajo los murmullos y el ruido , el silencio y el sentimiento , la emoción y el miedo. Los demacrados, caprichosos destellos de belleza. Y la desgraciada miseria, y el hombre miserable. Todo sepultado bajo la cubierta de la vergüenza de estar en el mundo, blah , blah , blah blah. Más allá está el más allá. Yo no me ocupo del más allá. Por tanto ... que esta novela de comienzo. En el fondo es sólo un truco. Sí, es sólo un truco>, y comienzan sus créditos finales, la cámara flota en un plano-secuencia estremecedor por el Tíber con “Assez Modéré” de Francis Poulenc, haciéndonos un recorrido bajo los puentes.
Crítica sesgada por el límite de caracteres para ver íntegra ir a http://tomregan.blogspot.com/2014/06/la-gran-belleza.html
8
20 de julio de 2015 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
LO MEJOR:
- Su gran belleza cinematográfica, hipnótica.
- Sus contrastes.
- Una banda sonora que realza aún más las imágenes.
- Sus personajes extremos.
- Los diálogos de su protagonista.

LO PEOR:
- ¿La duración? Bah… sólo antes de decidir si darle al play.
- Necesita más de un visionado para empaparte de todos sus detalles.
- Que te gustaría recomendársela a todo el mundo pero no podrás.

“¿Ves a estas personas? ¿Esta fauna? Esta es mi vida y no es nada.”
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
LO MEJOR:

- Entender la relación entre el techo-mar del protagonista y su primer amor.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para