El ángel
6.5
7,337
Thriller. Drama
Carlitos es un joven de diecisiete años con fama de estrella de cine, rizos rubios y cara de bebé. Ya en su primera adolescencia manifestó su verdadera vocación: ser un ladrón. Cuando conoce a Ramón en su nueva escuela, Carlitos se siente inmediatamente atraído por él y quiere llamar su atención. Juntos se embarcarán en un viaje de descubrimientos, amor y crimen. Debido a su apariencia angelical, la prensa llama a Carlitos "El ángel de ... [+]
10 de agosto de 2018
10 de agosto de 2018
19 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
No conocía el cine de Ortega más allá de algún episodio aislado que vi por televisión de Historia de un Clan y de El Marginal. Había visto en él capacidad narrativa, una mirada atractiva sobre lo social que excedía el marco televisivo para generar un auténtico interés sobre sus propuestas, con un despliegue de producción y un interés por los espacios abiertos que pocas veces se habían visto en nuestras series.
En El Angel, Ortega recurre a la historia criminal de nuestro país. Se inspira en la carrera delictiva de Carlos Robledo Puch, un joven de 18 años que conmocionó la sociedad argentina a principios de la década del 70 con una serie de robos y asesinatos que terminaron irremediablemente llevándolo a la cárcel con una condena de reclusión perpetua, desarrollándola en forma libre sin atenerse demasiado a los hechos históricos, tratando de crear una versión propia de la personalidad del delincuente.
No obstante ello, el personaje principal nunca alcanza carnadura propia. La mirada de Ortega sobre Robledo Puch (encarnado por Lorenzo Ferro) hace recordar a otra mirada, la que Visconti echaba sobre Dirk Bogarde en Muerte en Venecia cuando éste, sentado en una reposera de playa, se dedicaba a contemplar la belleza de Tadzio (Björn Andresen) en un film que justamente reflexionaba sobre perdida de la juventud y la llegada de la vejez. En este caso, la adolescencia que da paso a la adultez.
Muy poco que ver tiene esta visión con la recreación de la carrera delictiva de un joven asesino, absolutamente inmoral, incapaz de valorar una vida, y dar rienda suelta a un instinto asesino más propio de un animal que de un ser humano. Ortega lo sigue y lo contempla tratando de encontrar en él rasgos de una humanidad de los cuales carece. En esa mirada contemplativa, el film va perdiendo todo su interés dado que la historia está basada en hechos reales y por lo tanto conocida por una gran parte del público potencial.
Lorenzo Ferro no logra dar carnadura al personaje principal. Su actuación es poner la cara, transitar algunos pasos de baile, y mostrar su frialdad en cada asesinato. El resto de su actuación carece de rasgos humanos. Su personaje es plano. Si bien estamos ante la historia de un asesino frio y sanguinario, también es la historia de un adolescente descubriendo la vida y sobre todo la sexualidad. La importancia que a estos acontecimientos le otorga el director es mínima. De la misma manera pinta la relación con sus padres, dos seres que parecen pintados dentro de una casa incapaces siquiera de intuir las tendencias y correrías criminales de su hijo. Las relaciones familiares parecieran ser nulas e intrascendentes.
La pintura de época que presenta es otro punto débil de film. Ortega elude todo compromiso político y social en medio de una época que justamente se caracterizó por su violencia. Los hechos policiales que tuvieron como protagonista a Robledo Puch sucedieron durante todo 1971 y terminaron el 4 de febrero de 1972 con su detención, prácticamente 6 meses después del asesinato del General Aramburu que puede ser tomado como el punto de partido de una represión política social sin precedentes en Argentina.
La banda sonora, sin música de carácter incidental, esta paradójicamente poblada de hits de la época en versiones posteriores poco conocidas. La cantidad de temas incluidos, salvo La Balada del Angel por Astor Piazzola, no juega un papel fundamental en la recreación de la atmosfera del film.
Cuesta entender la motivación de Ortega de realizar un film sobre una persona real transformándola en un personaje absolutamente desenganchado de la realidad política social del país. La pintura del personaje principal es absolutamente exterior. Una personalidad simplemente criminal. No existe posibilidad alguna de relacionar a ese personaje como un símbolo de la crueldad porque esas características nunca aparecen de manera consientes en el film. Ortega sigue a su personaje en su carrera criminal fuera de todo contexto salvo en la escena donde los criminales son detenidos por la policía por manejar sin documentos pero que el director recrea como una travesura más de dos muchachos jóvenes atolondrados en la plenitud de su juventud. De ninguna manera la escena trasciende el peligro de la detención en consideración del momento político que se vivía en el cual la sospecha comenzaba a estar a la orden del día.
El film de Ortega me decepcionó. La pintura de la época solo está sugerida por la banda sonora a través de los innumerables hits que acompañan a las imágenes. La dictadura de aquella época y el comienzo de los movimientos subversivos son ignorados. El personaje principal deambula por la película generando una violencia que nunca se acaba de entender si proviene de una mente enferma, de un desinterés por la vida, o si es un icono de una sociedad enferma cuyos únicos referentes son los propios padres de los protagonistas.
En El Angel, Ortega recurre a la historia criminal de nuestro país. Se inspira en la carrera delictiva de Carlos Robledo Puch, un joven de 18 años que conmocionó la sociedad argentina a principios de la década del 70 con una serie de robos y asesinatos que terminaron irremediablemente llevándolo a la cárcel con una condena de reclusión perpetua, desarrollándola en forma libre sin atenerse demasiado a los hechos históricos, tratando de crear una versión propia de la personalidad del delincuente.
No obstante ello, el personaje principal nunca alcanza carnadura propia. La mirada de Ortega sobre Robledo Puch (encarnado por Lorenzo Ferro) hace recordar a otra mirada, la que Visconti echaba sobre Dirk Bogarde en Muerte en Venecia cuando éste, sentado en una reposera de playa, se dedicaba a contemplar la belleza de Tadzio (Björn Andresen) en un film que justamente reflexionaba sobre perdida de la juventud y la llegada de la vejez. En este caso, la adolescencia que da paso a la adultez.
Muy poco que ver tiene esta visión con la recreación de la carrera delictiva de un joven asesino, absolutamente inmoral, incapaz de valorar una vida, y dar rienda suelta a un instinto asesino más propio de un animal que de un ser humano. Ortega lo sigue y lo contempla tratando de encontrar en él rasgos de una humanidad de los cuales carece. En esa mirada contemplativa, el film va perdiendo todo su interés dado que la historia está basada en hechos reales y por lo tanto conocida por una gran parte del público potencial.
Lorenzo Ferro no logra dar carnadura al personaje principal. Su actuación es poner la cara, transitar algunos pasos de baile, y mostrar su frialdad en cada asesinato. El resto de su actuación carece de rasgos humanos. Su personaje es plano. Si bien estamos ante la historia de un asesino frio y sanguinario, también es la historia de un adolescente descubriendo la vida y sobre todo la sexualidad. La importancia que a estos acontecimientos le otorga el director es mínima. De la misma manera pinta la relación con sus padres, dos seres que parecen pintados dentro de una casa incapaces siquiera de intuir las tendencias y correrías criminales de su hijo. Las relaciones familiares parecieran ser nulas e intrascendentes.
La pintura de época que presenta es otro punto débil de film. Ortega elude todo compromiso político y social en medio de una época que justamente se caracterizó por su violencia. Los hechos policiales que tuvieron como protagonista a Robledo Puch sucedieron durante todo 1971 y terminaron el 4 de febrero de 1972 con su detención, prácticamente 6 meses después del asesinato del General Aramburu que puede ser tomado como el punto de partido de una represión política social sin precedentes en Argentina.
La banda sonora, sin música de carácter incidental, esta paradójicamente poblada de hits de la época en versiones posteriores poco conocidas. La cantidad de temas incluidos, salvo La Balada del Angel por Astor Piazzola, no juega un papel fundamental en la recreación de la atmosfera del film.
Cuesta entender la motivación de Ortega de realizar un film sobre una persona real transformándola en un personaje absolutamente desenganchado de la realidad política social del país. La pintura del personaje principal es absolutamente exterior. Una personalidad simplemente criminal. No existe posibilidad alguna de relacionar a ese personaje como un símbolo de la crueldad porque esas características nunca aparecen de manera consientes en el film. Ortega sigue a su personaje en su carrera criminal fuera de todo contexto salvo en la escena donde los criminales son detenidos por la policía por manejar sin documentos pero que el director recrea como una travesura más de dos muchachos jóvenes atolondrados en la plenitud de su juventud. De ninguna manera la escena trasciende el peligro de la detención en consideración del momento político que se vivía en el cual la sospecha comenzaba a estar a la orden del día.
El film de Ortega me decepcionó. La pintura de la época solo está sugerida por la banda sonora a través de los innumerables hits que acompañan a las imágenes. La dictadura de aquella época y el comienzo de los movimientos subversivos son ignorados. El personaje principal deambula por la película generando una violencia que nunca se acaba de entender si proviene de una mente enferma, de un desinterés por la vida, o si es un icono de una sociedad enferma cuyos únicos referentes son los propios padres de los protagonistas.
8 de noviembre de 2018
8 de noviembre de 2018
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No parece haberle hecho mucha gracia al protagonista real de ésta historia; CARLOS ROBLEDO PUCH, preso en las cárceles argentinas hace más de cuarenta años, la recreación de su vida y asesinatos en ésta película dirigida por LUIS ORTEGA; ¡Y razones no le faltan!
Sea como fuere, se ha perdido una ocasión de oro para intentar escudriñar en la vida del asesino mas famoso de la historia reciente de Argentina, porque el filme, producido por la todopoderosa factoría de los hermanos Almodovar ; EL DESEO, se pierde entre la fotogenia de los protagonistas; LORENZO FERRO y CHINO DARÍN y la reiteración de los consabidos clichés habituales del cine almodovariano de los ochenta, pero sin encontrar un argumento sólido más allá de la pulsión reprimida de los protagonistas y les escenas habituales de bañeras, cigarros colgando, labios carnosos y lágrimas en el rostro, mientras suena la clásica canción melodramática que bien podría ser LUZ CASAL o CHAVELA VARGAS.
Tampoco se hace una recreación convincente de la Argentina de aquellos años, con lo cual nos faltan datos importantísimos para contextualizar bien la película y poder entender mejor los móviles de todos los personajes que aparecen en pantalla y las razones sociales que los impulsan para poder descifrar mejor sus comportamientos. Los personajes están excesivamente pendientes de sus papeles y CHINO DARÍN, CECILIA ROTH y DANIEL FANEGO aparecen demasiado graves y algo acartonados.
No falta la luminosa puesta en escena de luz y color marcas de la casa y una ambientación estupenda, así como una banda sonora eficaz, pero que parece, en algunos momentos, separada de la imagen a la que acompaña en éste viaje que podría haber sido mucho mas intenso que la propuesta, algo inverosímil, pero entretenida ,de éste ÁNGEL "sangriento" con rizos de oro e imagen de anuncio de GAULTIER.
Sea como fuere, se ha perdido una ocasión de oro para intentar escudriñar en la vida del asesino mas famoso de la historia reciente de Argentina, porque el filme, producido por la todopoderosa factoría de los hermanos Almodovar ; EL DESEO, se pierde entre la fotogenia de los protagonistas; LORENZO FERRO y CHINO DARÍN y la reiteración de los consabidos clichés habituales del cine almodovariano de los ochenta, pero sin encontrar un argumento sólido más allá de la pulsión reprimida de los protagonistas y les escenas habituales de bañeras, cigarros colgando, labios carnosos y lágrimas en el rostro, mientras suena la clásica canción melodramática que bien podría ser LUZ CASAL o CHAVELA VARGAS.
Tampoco se hace una recreación convincente de la Argentina de aquellos años, con lo cual nos faltan datos importantísimos para contextualizar bien la película y poder entender mejor los móviles de todos los personajes que aparecen en pantalla y las razones sociales que los impulsan para poder descifrar mejor sus comportamientos. Los personajes están excesivamente pendientes de sus papeles y CHINO DARÍN, CECILIA ROTH y DANIEL FANEGO aparecen demasiado graves y algo acartonados.
No falta la luminosa puesta en escena de luz y color marcas de la casa y una ambientación estupenda, así como una banda sonora eficaz, pero que parece, en algunos momentos, separada de la imagen a la que acompaña en éste viaje que podría haber sido mucho mas intenso que la propuesta, algo inverosímil, pero entretenida ,de éste ÁNGEL "sangriento" con rizos de oro e imagen de anuncio de GAULTIER.
16 de agosto de 2018
16 de agosto de 2018
17 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carlos es un adolescente de rostro angelical de 17 años a quien nadie puede resistir. Obtiene todo lo que quiere. En la escuela secundaria conoce a Ramón y juntos forman un dúo peligrosamente encantador. Emprenden un camino de robos, mentiras, y rápidamente matar se convierte en una forma de comunicar.
Este estreno, el más esperado por muchos, está inspirada en la vida de Carlos Eduardo Robledo Puch (nacido el 19 de enero de 1952), el asesino serial más famoso de la historia criminal argentina. “El Ángel Negro” o “El Ángel De La Muerte”, como fue apodado en su momento, cometió más de una decena de asesinatos y múltiples robos a principios de la década de los setenta (entre 1971 y 1972), en vísperas de cumplir tan solo 20 años. El caso de este joven, de aspecto angelical, conmocionó a la sociedad de aquella época. Fue detenido en 1972, juzgado y condenado a reclusión perpetua en 1980 por diez homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, diecisiete robos, cómplice de una violación, y de una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos raptos y dos hurtos. En 1973 se había escapado de la Unidad Carcelaria N° 9 de La Plata y lo recapturaron a los cuatro días.
En la actualidad, Robledo Puch continúa privado de su libertad en un pabellón del penal de Sierra Chica.
Durante 2008, 2011 y 2013 Robledo Puch solicitó su libertad condicional. El juez que atendió su solicitud se la denegó por considerar que no se ha reformado de manera positiva en ninguno de los aspectos sociológicos necesarios para vivir en libertad, además de no poseer familiares directos que puedan contenerlo, ni siquiera estudia y trabaja.
El 4 de febrero de este año se cumplieron 46 años de su detención y al día de hoy tiene 66 años de edad, siendo el preso más antiguo del país. No está arrepentido de sus actos.
Desde que se anuncio que se iba a realizar su historia en cine yo me puse contento y ya estaba emocionado, quería que se estrenara. Yo, aparte de escribir opiniones semanales (ya sea para este periódico e internet), soy de buscar casos policiales, especialmente de nuestro país y me he encontrado con historias ‘’fascinantes’’. El Clan Puccio, El Caso María Soledad, El Caso Oriel Briant (especialmente de este hice un guion que vengo perfeccionando desde el 2014 hasta ahora), Yiya Murano, Norma Penjerek, Emilia Basil, Jimena Hernández, El Petiso Orejudo, Nair Mostafá, Ricardo Barreda, Cecilia Giubileo, El Caso Schoklender…, Robledo Puch, entre muchos otros.
Tal vez mucha gente no sepa pero en 1994-95 la serie Sin Condena transmitido por Canal 9, donde recreaba semanalmente casos policiales resonantes de la historia argentina, recrearon este caso y hace pocos días en youtube aparecieron unos segundos de ella, lo vi y no me gusto.
Llego el día del estreno (9 de agosto) con 352 salas en todo el país, logrando el récord de cantidad de salas para el cine argentino, en su primer día tuvo más de 45.142 espectadores y ahora llego a 325.693, fui esa misma noche a la función de las 20 hs con un buen marco de público y unas expectativas altísimas.
El Ángel, aunque la veas y no te guste, es la película nacional del 2018, la gente va a hablar de ella. Va a tener el mismo boom que fue El Clan en 2015, si hubo una Puccio Manía era hora de que llegue la Puch Manía. Esta es la primera película grande de Luis Ortega (filmo en Colon y Liebig Los Santos Sucios) porque él hace mas cine independiente y aquí logra, personalmente, su mejor trabajo. Toda la calidad es muy de Hollywood por el modo en que esta filmado, por ejemplo cuando el protagonista sube a un árbol la cámara lo sigue sin un cambio de plano. El logra incomodarte -no es punto negativo- en algunas partes por ser demasiado gráfico, pero no concreta un film violento, sangriento y policial, es la simple historia de un niño, cerca de los 20 años, que se inicia en la delincuencia robando lo que encuentre a su paso y como va creciendo en el mundo del hampa. Luis consigue no aburrirte y cada minuto es muy interesante.
Y en este momento yo me levanto y me pongo de pie para aplaudirlo a el por lograr algo que no me esperaba: originalidad. El no pidió a una persona que se encargara de hacer una música específicamente para ella sino que utilizo cinco composiciones de Moondog (1916-1999) y toda la película utiliza canciones muy conocidas, y logra poner a La Joven Guardia, Pappo, Billy Bond Y La Pesada, Gigliola Cinquetti, Leonardo Favio, Manal, Heleno, Palito Ortega, Johnny Tedesco, Astor Piazzolla y hasta un silbido de La Gallina Turuleca por parte de Daniel Fanego en una película que dura 117 minutos. Mi parte favorita fue cuando el protagonista baila El Extraño De Pelo Largo (1968), una de mis canciones favoritas de todos los tiempos y se convirtió en una de mis escenas favoritas del año. Casualmente, la letra tiene -extrañamente-conexión con las características del personaje principal. Una de las mejores elecciones que he visto en mucho tiempo. La banda sonora lo puede encontrar en Spotify. También hacen mención a otros personajes famosos: Sandro, Charlie Brown, Marilyn Monroe, Los Tres Chiflados, entre otros. Todo el montaje está bien hecho.
Logran una recreación de la época muy detallada: los autos, la vestimenta, el lenguaje, etc. Me transporto a ese lugar, era como una máquina del tiempo. Cuando la película termino lamentablemente tuve que volver a la actualidad.
El guion también es muy llamativo. El propio Ortega, Rodolfo Palacios (El Ángel Negro: La Feroz Vida De Carlos Robledo Puch) y Sergio Olguín deciden hacer una versión libre del caso, implementan elementos reales pero la mayor parte es ficción, creo que el único nombre real es el del protagonista: Carlos Eduardo Robledo Puch ‘’Carlitos’’. Lo digo porque va a ver gente que va a decir que no se parece en nada al caso real, falta tal cosa, pero en el afiche dice que está inspirado no basado... (Sigo en Spoiler por falta de espacio, no cuento el final)
Este estreno, el más esperado por muchos, está inspirada en la vida de Carlos Eduardo Robledo Puch (nacido el 19 de enero de 1952), el asesino serial más famoso de la historia criminal argentina. “El Ángel Negro” o “El Ángel De La Muerte”, como fue apodado en su momento, cometió más de una decena de asesinatos y múltiples robos a principios de la década de los setenta (entre 1971 y 1972), en vísperas de cumplir tan solo 20 años. El caso de este joven, de aspecto angelical, conmocionó a la sociedad de aquella época. Fue detenido en 1972, juzgado y condenado a reclusión perpetua en 1980 por diez homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, diecisiete robos, cómplice de una violación, y de una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos raptos y dos hurtos. En 1973 se había escapado de la Unidad Carcelaria N° 9 de La Plata y lo recapturaron a los cuatro días.
En la actualidad, Robledo Puch continúa privado de su libertad en un pabellón del penal de Sierra Chica.
Durante 2008, 2011 y 2013 Robledo Puch solicitó su libertad condicional. El juez que atendió su solicitud se la denegó por considerar que no se ha reformado de manera positiva en ninguno de los aspectos sociológicos necesarios para vivir en libertad, además de no poseer familiares directos que puedan contenerlo, ni siquiera estudia y trabaja.
El 4 de febrero de este año se cumplieron 46 años de su detención y al día de hoy tiene 66 años de edad, siendo el preso más antiguo del país. No está arrepentido de sus actos.
Desde que se anuncio que se iba a realizar su historia en cine yo me puse contento y ya estaba emocionado, quería que se estrenara. Yo, aparte de escribir opiniones semanales (ya sea para este periódico e internet), soy de buscar casos policiales, especialmente de nuestro país y me he encontrado con historias ‘’fascinantes’’. El Clan Puccio, El Caso María Soledad, El Caso Oriel Briant (especialmente de este hice un guion que vengo perfeccionando desde el 2014 hasta ahora), Yiya Murano, Norma Penjerek, Emilia Basil, Jimena Hernández, El Petiso Orejudo, Nair Mostafá, Ricardo Barreda, Cecilia Giubileo, El Caso Schoklender…, Robledo Puch, entre muchos otros.
Tal vez mucha gente no sepa pero en 1994-95 la serie Sin Condena transmitido por Canal 9, donde recreaba semanalmente casos policiales resonantes de la historia argentina, recrearon este caso y hace pocos días en youtube aparecieron unos segundos de ella, lo vi y no me gusto.
Llego el día del estreno (9 de agosto) con 352 salas en todo el país, logrando el récord de cantidad de salas para el cine argentino, en su primer día tuvo más de 45.142 espectadores y ahora llego a 325.693, fui esa misma noche a la función de las 20 hs con un buen marco de público y unas expectativas altísimas.
El Ángel, aunque la veas y no te guste, es la película nacional del 2018, la gente va a hablar de ella. Va a tener el mismo boom que fue El Clan en 2015, si hubo una Puccio Manía era hora de que llegue la Puch Manía. Esta es la primera película grande de Luis Ortega (filmo en Colon y Liebig Los Santos Sucios) porque él hace mas cine independiente y aquí logra, personalmente, su mejor trabajo. Toda la calidad es muy de Hollywood por el modo en que esta filmado, por ejemplo cuando el protagonista sube a un árbol la cámara lo sigue sin un cambio de plano. El logra incomodarte -no es punto negativo- en algunas partes por ser demasiado gráfico, pero no concreta un film violento, sangriento y policial, es la simple historia de un niño, cerca de los 20 años, que se inicia en la delincuencia robando lo que encuentre a su paso y como va creciendo en el mundo del hampa. Luis consigue no aburrirte y cada minuto es muy interesante.
Y en este momento yo me levanto y me pongo de pie para aplaudirlo a el por lograr algo que no me esperaba: originalidad. El no pidió a una persona que se encargara de hacer una música específicamente para ella sino que utilizo cinco composiciones de Moondog (1916-1999) y toda la película utiliza canciones muy conocidas, y logra poner a La Joven Guardia, Pappo, Billy Bond Y La Pesada, Gigliola Cinquetti, Leonardo Favio, Manal, Heleno, Palito Ortega, Johnny Tedesco, Astor Piazzolla y hasta un silbido de La Gallina Turuleca por parte de Daniel Fanego en una película que dura 117 minutos. Mi parte favorita fue cuando el protagonista baila El Extraño De Pelo Largo (1968), una de mis canciones favoritas de todos los tiempos y se convirtió en una de mis escenas favoritas del año. Casualmente, la letra tiene -extrañamente-conexión con las características del personaje principal. Una de las mejores elecciones que he visto en mucho tiempo. La banda sonora lo puede encontrar en Spotify. También hacen mención a otros personajes famosos: Sandro, Charlie Brown, Marilyn Monroe, Los Tres Chiflados, entre otros. Todo el montaje está bien hecho.
Logran una recreación de la época muy detallada: los autos, la vestimenta, el lenguaje, etc. Me transporto a ese lugar, era como una máquina del tiempo. Cuando la película termino lamentablemente tuve que volver a la actualidad.
El guion también es muy llamativo. El propio Ortega, Rodolfo Palacios (El Ángel Negro: La Feroz Vida De Carlos Robledo Puch) y Sergio Olguín deciden hacer una versión libre del caso, implementan elementos reales pero la mayor parte es ficción, creo que el único nombre real es el del protagonista: Carlos Eduardo Robledo Puch ‘’Carlitos’’. Lo digo porque va a ver gente que va a decir que no se parece en nada al caso real, falta tal cosa, pero en el afiche dice que está inspirado no basado... (Sigo en Spoiler por falta de espacio, no cuento el final)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aunque lo hagamos igual, cada detallito, la realidad siempre va a ser más dura que la ficción. Si quieren conocer el caso real vean los documentales sobre él, porque el cine es una expresión artística, el director y los escritores hacen su propia versión y está muy bien escrita con unos brillantes diálogos. Hasta los adelantos te engañan porque son una cosa (piensas que vas a ver un policial, tipo El Clan) pero cuando lo ves completa es otra. Hay escenas de tiros y sangre, pero la mayor parte es del desarrollo de Carlitos. Aparte, no quieren hacerlo tan serio y deciden implementar elementos de sarcasmo y humor que funcionan al máximo, la gente se reía como loca y se noto que la pasaban bien.
Pero por suerte tenemos grandes actuaciones. Lorenzo Ferro (hijo de Rafael) debuta como actor, no tenía ninguna experiencia y fue un gran hallazgo por parte del director. El pibe como Robledo Puch es excelente, se come la pantalla, yo no logre encariñarme con él pero me encantaba seguir su aventura, sus situaciones y sus decisiones. Apenas dice su primera línea tenemos su característica. Lorenzo actúa muy natural, hay partes en la que toca el piano (tuvo que practicar para este film) y tenía un aspecto muy parecido al verdadero: Niño bien, carita de ángel, pero por dentro frió, feroz y cínico con una mirada muy penetrante que va a ser difícil sacártelo de tu mente… hasta mi papa se confundió cuando vio un spot en televisión. Este film va a ser la carta de ingreso para este pibe en el mundo de la actuación y se lo merece.
Después todos los demás están bárbaros, ninguno hace una mala performance. El Chino Darín hace un buen papel como Ramón y la química que tiene con Carlitos funciona, llegando a incomodarte en algunas ocasiones. Mercedes Morán, Daniel Fanego, Luis Gnecco (con un creíble acento argentino), Cecilia Roth y Peter Lanzani son buenos en sus respectivos papeles.
Lamentablemente no todo es excelente, hay algunos puntos que no me convencieron pero son muy entendibles.
Punto uno, en algunas escenas hay efectos que no terminan siendo creíbles, pero lo perdono porque no estamos en Hollywood, no sé cuanto habrá costado hacerla porque en internet no aparecen los números pero las partes de efectos se notan enseguida.
Punto dos, me hubiera gustado más participación por parte de Peter Lanzani. Actúa muy bien, aparece en el momento justo pero me habría gustado que tenga más escenas, sobre todo con el personaje de Ferro.
Punto tres (este es muy rebuscado), Lorenzo Ferro realmente eclipso a todos los actores, porque ayudo que no sea un actor muy experimentado y lograra un gran desempeño, siendo su debut. Eso hizo que los demás actores, que ya tienen experiencia y años en este oficio, no me resultaran ‘’creíbles’’. Actúan todos bárbaros, pero yo veía al actor/actriz haciendo su respectivo papel. Pero a pesar de esos detalles.
El Ángel es una muy buena película en que la pase bien, con ganas de repetir la experiencia. Aunque conozcas la historia al pie de la letra, véala igual porque es una versión libre. Nuevamente, es una visión y no un policial. Luis Ortega entrega su mejor trabajo, logrando posicionar la cámara y la música en el lugar correcto, logra intimidar, reír, incomodarte y disfrutas cada minuto sin llegar a aburrirte. El guion está muy bien escrito, Toto Ferro como Puch se debe llevar todos los premios y elogios porque realizo una memorable caracterización. Todos los demás están bien acompañados. Es una absoluta recomendación para toda la gente (adulta) que le interesa conocer personajes que impactaron al público argentino de aquella época o quieren revivir el momento que conocieron el caso de El Ángel De La Muerte. Para los fanáticos de casos policiales, como yo, El Ángel va a ser una delicia, ya sea tanto visual como narrativamente. Y para el público casual, va a ser un viaje o un regreso al pasado.
Nota: 9/10
Verde, Pulgar Arriba.
Pero por suerte tenemos grandes actuaciones. Lorenzo Ferro (hijo de Rafael) debuta como actor, no tenía ninguna experiencia y fue un gran hallazgo por parte del director. El pibe como Robledo Puch es excelente, se come la pantalla, yo no logre encariñarme con él pero me encantaba seguir su aventura, sus situaciones y sus decisiones. Apenas dice su primera línea tenemos su característica. Lorenzo actúa muy natural, hay partes en la que toca el piano (tuvo que practicar para este film) y tenía un aspecto muy parecido al verdadero: Niño bien, carita de ángel, pero por dentro frió, feroz y cínico con una mirada muy penetrante que va a ser difícil sacártelo de tu mente… hasta mi papa se confundió cuando vio un spot en televisión. Este film va a ser la carta de ingreso para este pibe en el mundo de la actuación y se lo merece.
Después todos los demás están bárbaros, ninguno hace una mala performance. El Chino Darín hace un buen papel como Ramón y la química que tiene con Carlitos funciona, llegando a incomodarte en algunas ocasiones. Mercedes Morán, Daniel Fanego, Luis Gnecco (con un creíble acento argentino), Cecilia Roth y Peter Lanzani son buenos en sus respectivos papeles.
Lamentablemente no todo es excelente, hay algunos puntos que no me convencieron pero son muy entendibles.
Punto uno, en algunas escenas hay efectos que no terminan siendo creíbles, pero lo perdono porque no estamos en Hollywood, no sé cuanto habrá costado hacerla porque en internet no aparecen los números pero las partes de efectos se notan enseguida.
Punto dos, me hubiera gustado más participación por parte de Peter Lanzani. Actúa muy bien, aparece en el momento justo pero me habría gustado que tenga más escenas, sobre todo con el personaje de Ferro.
Punto tres (este es muy rebuscado), Lorenzo Ferro realmente eclipso a todos los actores, porque ayudo que no sea un actor muy experimentado y lograra un gran desempeño, siendo su debut. Eso hizo que los demás actores, que ya tienen experiencia y años en este oficio, no me resultaran ‘’creíbles’’. Actúan todos bárbaros, pero yo veía al actor/actriz haciendo su respectivo papel. Pero a pesar de esos detalles.
El Ángel es una muy buena película en que la pase bien, con ganas de repetir la experiencia. Aunque conozcas la historia al pie de la letra, véala igual porque es una versión libre. Nuevamente, es una visión y no un policial. Luis Ortega entrega su mejor trabajo, logrando posicionar la cámara y la música en el lugar correcto, logra intimidar, reír, incomodarte y disfrutas cada minuto sin llegar a aburrirte. El guion está muy bien escrito, Toto Ferro como Puch se debe llevar todos los premios y elogios porque realizo una memorable caracterización. Todos los demás están bien acompañados. Es una absoluta recomendación para toda la gente (adulta) que le interesa conocer personajes que impactaron al público argentino de aquella época o quieren revivir el momento que conocieron el caso de El Ángel De La Muerte. Para los fanáticos de casos policiales, como yo, El Ángel va a ser una delicia, ya sea tanto visual como narrativamente. Y para el público casual, va a ser un viaje o un regreso al pasado.
Nota: 9/10
Verde, Pulgar Arriba.
11 de agosto de 2018
11 de agosto de 2018
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante una libre interpretaciòn cinematográfica de un asesino serial con cara angelical que en su momento movilizó a toda una sociedad. a expertos en criminología.
Carlitos, un chico que es hijo único de una familia clase media Argentina y su ascenso en su carrera criminal que parte en forma solitaria y luego se potencia con la llegada de su nuevo compañero de clases que lo lleva a su casa encontrando la base de sustentación como puntapié para todas sus fechorías. Ahi lo tenemos a Lorenzo Ferro, el principal atractivo de la pelìcula paseando y deambulando como un principe en cada robo, con reflexiones o frases graciosas que hacen que sus homicidios parezcan algo espontáneo como un boztezo una mañana de primavera al salir el sol. Un superhombre de Nietszche que juega en su etapa de niño y es libre de todo cuestionamiento moral. Intensas pulsiones sexuales que afloran en toda su intensidad y nos hacen preguntar si pueden ser los detonantes en la conducta de este chico que más que condenarlo por momento nos daría ganas de adoptarlo para mostrarle el camino del bien. Temas musicales de los años 70 y nuestro interprete estrella bailàndolos lo cual lo hace aún más atractivo. Imperdonable la mutilación de la mítica " Casa del sol Naciente" con voz de Ramón Ortega que con sus canciones y baladas acompañó nuestro crecimento y dejó sus huellas en nuestro inconsciente colectivo, y a las que queremos, pero sólo esas,pero bueno papá no se podia quedar afuera.
Carlitos, un chico que es hijo único de una familia clase media Argentina y su ascenso en su carrera criminal que parte en forma solitaria y luego se potencia con la llegada de su nuevo compañero de clases que lo lleva a su casa encontrando la base de sustentación como puntapié para todas sus fechorías. Ahi lo tenemos a Lorenzo Ferro, el principal atractivo de la pelìcula paseando y deambulando como un principe en cada robo, con reflexiones o frases graciosas que hacen que sus homicidios parezcan algo espontáneo como un boztezo una mañana de primavera al salir el sol. Un superhombre de Nietszche que juega en su etapa de niño y es libre de todo cuestionamiento moral. Intensas pulsiones sexuales que afloran en toda su intensidad y nos hacen preguntar si pueden ser los detonantes en la conducta de este chico que más que condenarlo por momento nos daría ganas de adoptarlo para mostrarle el camino del bien. Temas musicales de los años 70 y nuestro interprete estrella bailàndolos lo cual lo hace aún más atractivo. Imperdonable la mutilación de la mítica " Casa del sol Naciente" con voz de Ramón Ortega que con sus canciones y baladas acompañó nuestro crecimento y dejó sus huellas en nuestro inconsciente colectivo, y a las que queremos, pero sólo esas,pero bueno papá no se podia quedar afuera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En el cine no es obligatoria la verosimilitud, es cierto. Esto no es un bioptic de Robledo Puch, se tomaron datos de su historial y se les dió una libre interpretación. El chico es muy habil hurtando y robando, siempre va adelantado al resto a la hora de planificar, es como que tiene un conocimiento de como van a ser las cosas como si tuviera muchos años de experiencia, conoce a su compañero de fechorías y en casa de este comienzan a darle vida a proyectos, donde Carlitos se destaca siempre por romper las reglas y hacer lo que no se debe con una gracia y facilidad increíbles, algo así como un don, ( todavia no entiendo el plano del escroto de Daniel Fanego traspirado asomando por su canzoncillo boxer) tal vez como un guiño a las pulsiones homosexuales de Carlitos, pero realmente no me pareció muy funcional. Algo que me enterneció terriblemente es la relación con su madre principalmente, de hecho a su fuga del penal de Olmos lo localizan porque llamó a su mamá por telèfono. Realmente es el bioptic que nos muestra un Angel descarriado, con un fondo infantil y sensible y que juega con pistolitas como juguetes, nos queda claro que este Carlitos que nos presentan está desprovisto de toda crueldad, se deprime, ( interpreto la escena del choque del auto donde su Amigo Ramón pierde la vida como un intento de suicidio, ya que giró el volante intencionalmente) y cuando logra escapar un viaja en un tren a la casa de su añorado Ramòn un lagrimón riega su carita.
24 de febrero de 2019
24 de febrero de 2019
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más no entiendo tanta alabanza de la crítica oficial. La película podía haber dado mucho más de sí porque cuenta con ingredientes de primera. La historia, hechos reales, es buena. La supervisión de la productora El Deseo, puede ser garantía de cine cuidado. Los intérpretes reconocidos. Y Argentina es la niña mimada del cine sudamericano en España. Pero los ingredientes no están bien aprovechados. En absoluto.
La primer escena parece que acierta, con esa fotografía, espacio abierto, casa muy bien ambientada en la época y lugar en que nos situamos. Eso dura dos minutos. Porque al protagonista le falta algo. O le sobra. No sé lo que es pero no da el tipo. Es cierto que tiene el pelo como un querubín y que su cuerpo es de niño más que de adolescente porque tiene hasta la barriga propia de un bebé. Pero le falta ángel, no convence. A partir de ahí se empiezan a suceder acontecimientos de una manera poco concreta, es superficial, fácil, deshilvanada. Razonaré esto en spoiler. Y menciono, porque es preciso, a Cecilia Roth. Como madre sufridora en silencio no está mal del todo. Pero que pena. Una mujer que ha sido bellísima, fuerte por fuera y por dentro, está echada a perder por culpa del Botox. Siento decirlo pero a veces las mujeres del cine se quejan de que no hay papeles para ellas. Alomejor deberían intentar envejecer con naturalidad. Algunas que lo hacen están magníficas y con buenos papeles siguen en escena.
La primer escena parece que acierta, con esa fotografía, espacio abierto, casa muy bien ambientada en la época y lugar en que nos situamos. Eso dura dos minutos. Porque al protagonista le falta algo. O le sobra. No sé lo que es pero no da el tipo. Es cierto que tiene el pelo como un querubín y que su cuerpo es de niño más que de adolescente porque tiene hasta la barriga propia de un bebé. Pero le falta ángel, no convence. A partir de ahí se empiezan a suceder acontecimientos de una manera poco concreta, es superficial, fácil, deshilvanada. Razonaré esto en spoiler. Y menciono, porque es preciso, a Cecilia Roth. Como madre sufridora en silencio no está mal del todo. Pero que pena. Una mujer que ha sido bellísima, fuerte por fuera y por dentro, está echada a perder por culpa del Botox. Siento decirlo pero a veces las mujeres del cine se quejan de que no hay papeles para ellas. Alomejor deberían intentar envejecer con naturalidad. Algunas que lo hacen están magníficas y con buenos papeles siguen en escena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Conoce a su cómplice Darín y al día siguiente este le invita a su casa y allí ya se fragua una banda de delincuentes. Fácil requetefacil. El personaje padre de Darín es raro de forma innecesaria (qué mal gusto la escena de la exhibición testicular). La relación de los miembros de la familia de Darín entre ellos rarita también. Y la sucesión de robos increíble. Entran y salen de las casas y establecimientos sin problema. No sabía que la policia argentina era tan tonta.Cuando les para la policia, con un coche robado al que han roto el cristal....y casi no pasa nada ¿cómo es posible? Y, de acuerdo, el chaval es psicopata y mata sin remordimiento. Pero Darín tampoco parece muy afectado, Será que también es un poco psicopata? La actuación de Darín en el programa de televisión, la escena donde enseñan a disparar a las gemelas....todo es un poco flojo.Para ser la historia del mayor asesino en serie de la historia argentina le falta garra. Me dejó una sensación amarga, vacía y como de pérdida de tiempo.
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