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Animales fantásticos y dónde encontrarlos 2

Fantástico. Aventuras. Thriller Cumpliendo con su amenaza, Grindelwald escapa de su custodia y ha comenzado a reunir seguidores, la mayoría de los cuales no sospechan sus verdaderas intenciones: alzar a los magos purasangre para reinar sobre todas las criaturas no mágicas. En un esfuerzo por frustrar los planes de Grindelwald, Albus Dumbledore (Jude Law) recluta a su antiguo estudiante Newt Scamander, quien accede a prestar su ayuda, sin conocer los peligros que ... [+]
Críticas 110
Críticas ordenadas por utilidad
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6
16 de noviembre de 2018
18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tanto si eres fan de Harry Potter (tanto del mundo literario como cinematográfico) como si simplemente te interesa una nueva saga de aventuras, Animales Fantásticos 2 es un film que te entretendrá. No lo dudes. Es una película correcta y completamente respetuosa con el inigualable universo ideado por J.K. Rowling. Pero es inevitable sentir que sobre ella planea la sombra de "El Hobbit", es decir, la idea de ese producto estirado en tramas excesivamente largas e incluso innecesarias para aprovechar el tirón de una saga principal. En Zona Spoiler explicaré con más detalles a qué se debe esa sensación de neutralidad y euforia contenida que deja la película. Ahora, simplemente lo mejor y lo peor de la misma:

Lo mejor:
- Volver al universo de Rowling con un respeto y cariño máximos que, en esta época de legados esputados, ya es de agradecer
- Momentos fanservice espectaculares
- Newt Scamander se confirma como uno de los protagonistas más ricos e interesantes de los últimos tiempos
- Jude Law y Johnny Depp están muy a la altura de sus papeles

Lo peor:
- La irregularidad argumental: subtramas, subtramas y más subtramas que entorpecen el avance de la acción
- Ciertos personajes que están metidos con calzador a más no poder
- La sensación de que hay bastantes minutos de relleno
- Una trama que, al estar dividida en cinco películas, parece que no termina de avanzar
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pues lo dicho. La sensación que deja la película es de cierta frialdad. Una vez concluido el film sientes que, realmente, no ha terminado de ocurrir nada interesante. Sabíamos que Grindewald iba a escapar y que Dumbledore sería una pieza importante para derrotarle y en eso mismo seguimos porque no ocurre nada entre ellos ni contra ellos.

Además, la trama se resiente muchísimo al tener que meter sí o sí momentos de Newt haciendo danzas de apareamiento o de Jacob en mitad de cincuenta mil magos para poder hacer honor al título (Animales Fantásticos) y a los personajes que salieron en la primera película, dejándote la sensación de desconexión total con el argumento principal. A ello, en adición, se le suman subtramas de ciertos personajes a las que se le dan mil vueltas para que luego aporten poco o nada al mensaje final. En definitiva... sí. Momentos fanservice espectaculares que te pondrán la piel de gallina mezclados con minutos y minutos de historias que no van a ninguna parte. De ahí la emoción contenida. Porque el que mucho abarca... poco aprieta.
4
17 de noviembre de 2018
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
-Otro fallido intento de insuflarle vida a la franquicia. Tiene los mismos problemas que su predecesora pero se beneficia de un envoltorio más intrigante y un considerable aumento de los presagios.
-Johnny Depp y Jude Law son lo mejor de la propuesta. Rowling debería dejar los guiones a los guionistas.

Es completamente normal entrar con recelo a esta secuela del insoportable e infantiloide spin-off de la saga del niño mago que J.K. Rowling nos intentó vender hace dos años con el título de “Animales fantásticos”. La película cambiaba las verdes tierras británicas por los oscuros callejones americanos de los años 20 y suponía el inicio de una pentalogía de precuelas que provocaba una desgana terrible. Por suerte ya hemos pasado el mal trago de aquella soporífera presentación de personajes y reimaginación del universo conocido por los fans de las películas (los fans de los libros tienen más bagaje) en la que los caretos de Colin Farrel eran tan irritantes como el nuevo protagonista. Ahora es el momento de que la historia salga adelante, de activar los mecanismos dramáticos e intentar que los personajes evolucionen y se posicionen de cara a lo que -como siempre- está por venir. Con la espectacular secuencia de apertura parece que la magia ha vuelto para quedarse (aunque aquí ya nadie pronuncia ni medio hechizo), pero todo es una filfa, un truco digno del mejor dúo Yates-Rowling, que ya han conseguido que entremos a ver su segundo y deslavazado intento de mantener viva la gallina de los huevos de oro.
Tras esa fantástica introducción la película comienza rápidamente a perder fuelle, aunque recupera el interés de forma intermitente, especialmente cuando entran en escena las nuevas incorporaciones. La propuesta es a todas luces más oscura, no solo por la fotografía de Philippe Rousselot sino también por el cambio de tono general del filme. Tanto que la franquicia vuelve a tener un villano a la altura, un Johnny Depp perfectamente contenido que abandona todo tic extravagante para aterrorizarnos con su mirada, y que construye a Grindewald acercándolo a controvertidas figuras de nuestra sociedad actual, dejando claro el peligro que supone un enemigo que no supedita el poder a la magia, sino que utiliza su elocuencia para meterse en tu mente y manipularte. A la zaga está la incorporación de su partenaire sentimental, un joven Albus Dumbledore fielmente asimilado en el semblante de Jude Law; jovial, carismático, inteligente, barbilampiño, con misteriosos matices trágicos y estimables consejos que repartir a sus estudiantes. El resto de personajes no obtienen un desarrollo adecuado, se desaprovechan algunos muy interesantes y los principales, que pierden protagonismo, siguen importando más bien poco para el espectador.
El mayor error de la película viene ya de la primera entrega, es dejar que Rowling esté a los mandos del guion, contrariamente a lo que ocurría en los filmes de Harry Potter. Su narración es farragosa y plúmbea, repleta de puntualizaciones confusas que solo pueden seguir los más fanáticos del universo; sus planteamientos son inseguros, sus resoluciones tan torpes como predecibles y en el nudo busca abarcar demasiadas cosas sin profundizar debidamente en ninguna de ellas mientras hace gala de sus siempre superfluas lecturas políticas. Tampoco es que sea mejor el trabajo de Yates tras las cámaras, insustancial y sin ritmo, que lleva sin sacar adelante un proyecto desde aquel deleznable intento de convertir a Tarzán en un héroe de acción. En esta ocasión es la partitura de James Newton Howard la que salva los trastos en numerosas ocasiones. Por suerte la cinta vuelve a tocar techo en su tramo final, con un clímax inteligente e incandescente, que le da al público exactamente lo que quiere y algunas vueltas de tuerca que favorecen el cliffhanger.
La nueva saga del universo mágico de J.K. Rowling sigue sin encontrar su lugar con esta irregular secuela de excesivas pretensiones y tibios resultados. El talento de la escritora, claramente no transferible de la novela al guion cinematográfico, reside en mantener la impresión de que todo va a explotar de un momento a otro aunque nunca llegue a hacerlo. Por eso esta película supone otro planteamiento más sobre lo que está por venir, un sinfín de promesas que seguimos pagando sin ver cumplidas, 135 minutos de elementos embrionarios y guiños al fandom que nunca se combinan en una narración cohesionada y dinámica. El efectismo de su desenlace cumple su objetivo, lograr que el público tenga ya reservado el dinero de su entrada para dentro de dos años. Ahí se revela el don de Rowling para convencer al público a base de falsas promesas (casi digno del propio Grindelwald) y su desbordante creatividad para continuar extrayendo oro del marchito sombrero. Menudo truco de magia.
5
18 de noviembre de 2018
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Continuación de la precuela del mundo de Harry Potter, en la que se nos muestra a la comunidad mágica a principios de siglo 20 de mano del protagonista Newt Scamander (magizoólogo y ex-alumno de Hogwarts) y su entorno. Scamander sigue siendo testigo y clave durante las maldades del mago tenebroso Gellert Grindelwald (cuyo duelo final con Albus Dumbledore es una leyenda durante la época en la que Harry Potter acude al colegio Hogwarts en os años 90).

La trama es una amalgama bastante desordenada y caótica comparada con las tramas de films "harrypotterianos" anteriores que, si bien no pretendían contarnos tantas cosas a la vez, lograron centrarse en tramas específicas para ciudarlas, mimarlas y trabajarlas (ejem, ejem "Harry y la cámara secreta" (2002)... debo volver a verte para recuperar el buen sabor de boca de la excelencia de la saga mágica de J.K. Rowling). Por un lado tenemos a Scamander en conflicto con el Ministerio de Magia, con su hermano, con su prometida, con Grindelwald, con Dumbledore, con el obscurus y (como no) con sus criaturas mágicas (en fin, de tantos problemas y obstáculos que tiene, no me extraña que esté tan poco centrado), a Dumbledore en conflicto con el Ministerio, con Grindelwald, con Scamander, con la antepasada lejana de Bellatrix Lestrange. Tenemos la trama de las vilezas de Grindelwald, la trama de las dudas existenciales del obscurus, la trama de las investigaciones de Tina, la trama de las indecisiones mágicas de Queenie, la trama de los dilemas del pasado Dumbledore, la trama de los titubeos escolares de Leta Lestrange, la trama de los reparos de Newt Scamander en su nueva misión, la trama de la desconfianza y la decepción de Jacob, la trama del odio no resuelto de Theseus Scamander.

En fin, la anterior entrega consistía en que a Newt Scamander se le escapaban sus criaturas mágicas por Nueva York y debía irlas recuperando, con la subtrama de un peligroso mago tenebroso al que el MACUSA estaba tratando de dar caza... Y YA. Y esa entrega anterior resulta infinitamente mejor que esta continuación. Y es que lo que sucede en "Los crímenes de Grindelwald" lo diré en una frase popular: "Quien mucho abarca poco aprieta".

Con esto no digo que "Los crímenes de Grindelwald" sea un mal film ni mucho menos, es sencillamente descafeinado, a medias tintas, demasiado superficial por culpa de no poder centrarse en nada de tanto que tiene. Pero que conste que el universo mágico se mantiene y a todo amante de la fantasía simbólica "Lo crímenes de Grindelwald" entretiene con gusto pero... insisto en que el film pone en relieve el dicho de que "quien mucho abarca poco aprieta" y, por querer contar tantas cosas en tan poco tiempo, el film no ahonda en nada con devoción y elegancia como otras entregas del mundo mágico de J.K. Rowling.

La cinta no aburre (hablo de quien es fan del género de la fantasía, por supuesto. Quien no lo sea mejor que ni se acerque porque cargará con el tedio durante su visionado) pues están sucediendo curiosos y desenvueltos acontecimientos mágicos en todo momento, envueltos en unos efectos especiales bastante lucidos (aunque no tan perfectos como los de otras entregas de esta mega-saga) y protagonizados por unos actores curtidos y cercanos. ¡Vamos!, que "Los crímenes de Grindelwald" resulta un pasatiempo que evade con gran facilidad. Como cinta de entretenimiento desde luego cumple con creces...

Pero que nadie busque más, que nadie busque el genio y la inspiración de J.K. Rowling en sus novelas. Y es que el guión es el mayor error del film (y admito que no lo esperaba viniendo de J.K. Rowling, ya que la cinta predecesora en la que también ejercía de guionista no cometía ese error de no incidir con madurez en el desarrollo argumental en lugar de difuminarlo con infinitas subtramas). Muchos justifican la falta de maduración y desarrollo del guión en que ya no hace falta la presentación de personajes... pero por lo que se ve tratamiento de personajes tampoco parece que lo vean necesario, pues todos los personajes son monigotes que se pasean entre peleas y batallas mágicas y búsqueda misteriosas pero nunca aportan personalidad (solo Grindelwalt como vilano engañabobos y seductor en sus villanías aporta cierto interés subyacente, pero esto es básicamente gracias al buen hacer del carismático Johnny Depp). Cada uno de ellos acaba teniendo muy pocas escenas y muy parcas en todo el desarrollo que no sea la pura acción de fantasía. La evolución argumental y su contenido no es taaan poco como para que el film sea un aburrimiento totalmente vacuo, pero sí para que sea un pasatiempo y espectáculo muy justito.

En fin, recomendable por supuesto a todo fan de la fantasía que pasará un rato muy distraído y agradable, y recomendable para los fans de la saga de J.K. Rowling... más que nada para no quedar con un pequeño hueco entre entrega y entrega (porque sí, aun tengo esperanza de que esto se arregle y la próxima vuelva a elevar a este universo (como ya hiciera Yates en "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte 2 (2011)")). No es de las peores entregas (admito que "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte 1" (2010) me parece peor) pero desde luego ni de lejos está entre las mejores.

Lo mejor: El trabajo actoral que trata de sacar petróleo de unos personajes que resultan convidados de piedra... y en algunos puntos lo consiguen (Johnny Depp cautiva con su mera presencia como Grindelwald y Jude Law, respecto a los conflictos internos de Dumbledore, resulta más sutil y coherente en sus ademanes que con el guión que tiene en la mano). La animación del escarbato. El cameo de...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... Nicolas Flamel en claro guiño a "Harry Potter y la piedra filosofal".

Lo peor: El guión (no solo por pasar de puntillas por todo por culpa de querer narrar tanto sin necesidad, los que somos fans de la saga (tanto literaria como cinematográfica) hemos sido testigos de como J.K. Rowling se ha cargado varios aspectos de su propio universo sin motivo, dejando al film incoherente con lo narrado anteriormente... ahora resulta que el encantamiento Obliviate no borra todos los recuerdos de cierto tiempo, sino que... ¡que solo borra los malos recuerdos! ¡Vaya, que se lo digan a Gilderoy Lockhart que seguro que ya recuerda como fue nombrado el mago más hermoso por la revista corazón de bruja!, ¡o que se lo digan a los padres de Hermione que se olvidaron de que tenían una hija y todos los buenas recuerdos con ella!

Y ahora resulta que Dumbledore tiene un hermano secreto del que jamás se hace mención en las novelas ni películas (y eso que la novela "Las reliquias de la muerte" nos cuenta de pé a pá la vida de Dumbledore desde su infancia hasta su muerte), que jamás ha pasado por trama alguna y que (atención porque esto es lo más llamativo) ¡nació después del que el Señor y la Señora Dumbledore murieran!

Y ojo a como Scamander se toma un botellín entero de poción multijugos y los efectos apenas le duran unos minutos contados con los dedos mientras en "La cámara secreta" estaban prácticamente toda una noche con los efectos... o cuando Hermione la utiliza para entrar en Gringotts.
7
26 de noviembre de 2018
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantastic beasts: The crimes of Grindelwald está dirigida por David Yates, a quien se le critica cierto toque de sopor una vez pasados los quince primeros minutos de metraje, al igual que le sucedió en la primera. Obviamente, la primera escena es muy potente y hay una historia que contar. Sin embargo, no hay nada que me haga pensar que esta segunda entrega supera a la primera. No hay tanta magia, quizás el único punto más criticable, pero eso da lugar a un elaborado guion más propio de espías y de películas de intriga que, sin embargo, no deja mal sabor de boca, sobre todo porque nos vamos de la sala pidiendo más.

Grindelwald (Johnny Depp) está preso, pero, como imaginaréis, eso no acaba durando mucho. Sus seguidores anhelan sus palabras y desean una revolución en el mundo mágico: el dominio de los magos sangre blanca. Sin embargo, sus opositores son tan fuertes como Dumbledore (Jude Law) y el Ministerio de Magia y sus aurores (Katherine Waterston). Por allí también pasará, como no podría ser de otra manera, el gran Newt Scamander (Eddie Redmayne). Este no se posicionará en un principio, ya que su labor se centra en sus animales, dándoles caza y cuidándoles posteriormente. No obstante, su relación con Dumbledore hará que deba tomar parte en la guerra que se avecina. En medio de todo esto tenemos a Credence (Ezra Miller) quien, según Grindelwald, es el único que puede acabar con Dumbledore. Toda la película girará en torno a cómo Grindelwald intenta traer hacia su lado al joven chaval, perdido y centrado en saber quién es su madre.

ANIMALES FANTÁSTICOS: LOS CRÍMENES DE GRINDELWALD cuenta con un reparto más que solvente y carismático. Comenzando por Eddie Redmayne, Johny Depp y Jude Law como principales y destacados. Es, sin embargo, un filme coral, con Katherine Waterston, Ezra Miller y Zoe Kravitz como grandes secundarios. Comentar que el personaje de Dan Floger ya no tiene tanto peso (y menos mal), por lo que la película es ya algo más seria que su predecesora. Como antes he comentado, las batallas mágicas son escasas, pero visualmente apabullantes, lo que nos hace frotarnos las manos con una próxima película en la que ambos bandos desencadenarán todo su poder. Además, el final que nos deja la película nos deja tan desubicados y con tanto hype que se nos harán largos los dos años de espera hasta que la tercera entrega llegue a los cines.

En definitiva, el mundo de J.K. Rowling seguirá tan vivo como deseen, y si lo siguen trabajando de esta manera provocará que aúne, si cabe, todavía más seguidores a la saga. Esta segunda entrega nos llevará a grandes momentos que los acérrimos de la saga aplaudirán y, sobre todo, nos deleitará visualmente, como no podía ser de otra manera. No os la podéis perder, es entretenida de principio a fin.
1
17 de noviembre de 2018
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lamentable de principio a fin , una pena que pertenezca al universo de Harry Potter.

Los personajes carecen de carisma propio de las películas de Harry Potter donde suele haber un trasfondo que te hace quererlos e identificarte con ellos, en esta simplemente no los hay.
Es una sucesión de un lioso entramado de hechos donde las criaturas mágicas son metidas "con calzador" y se ve como introducen elementos del mundo Potter sin ton ni son en un amago de parecerse y relacionarse con esta maravillosa saga.
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