Capitán América: Civil War
Acción. Thriller. Fantástico
Después de que otro incidente internacional involucre a Los Vengadores, causando varios daños colaterales, aumentan las presiones políticas para instaurar un sistema que exija más responsabilidades y que determine cuándo deben contratar los servicios del grupo de superhéroes. Esta nueva situación dividirá a Los Vengadores, mientras intentan proteger al mundo de un nuevo y terrible villano. Tercera entrega de la saga Capitán América. (FILMAFFINITY) [+]
30 de abril de 2016
30 de abril de 2016
44 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soporífera pelicula para todos los públicos.
Antes de empezar quiero dejar claro que sabía que no iba a encontrar una representación fiel del cómic del mismo nombre.
Sí esperabas encontrar una historia intrincada, con decisiones morales dificiles y con una complicada trama política, siento decepcionarte, pero civil war es un mal orquestado producto, de las anteriores películas nos llevamos la sorpresa, la acción desenfrenada, pero aquí eso ya esta gastado, mis expectativas no eran astronómicas, pero si esperaba ver un conflicto moral, el crecimiento de los personajes, un enfrentamiento que fuera más allá de ellos mismos, por algo más grande, pero Marvel no ha sabido hacerlo, no saben salirse del cliché, necesitan a un malo, alguien que cause todo, los personajes no son capaces de enfrentarse por si mismos, el pacto para controlar a los heroes resulta irrelevante, falto de sentido tras haberse mencionado, los heroes sufren además de una simpleza colosal, para ellos todo es blanco o negro, los matices que se les dan son forzados, se nota la orquesta tocando detrás, no hay un enorme dilema moral que tratar, es más, la causa del autentico enfrentamiento es desconocida hasta casi llegado el final y presentada de una forma que da la impresión de una falta de guión absoluta, con planes sacados de la manga y sin sentido que buscan de una forma absurda dar sentido a tanta carencia.
Es la primera vez desde la desastroza película de Daredevil que tengo ganas de ver acabar la película, sentia unas terribles ganas de que pararan, es monotona, en todo momento ocurre... nada... eso es la.pelicula una gran nada con alguna escena de acción bien coreografiada, y una lucha entre bandos olvidable y que desaprovechó a todos y cada uno de los.personajes.
Especial mención a como meten a Blackpanter con calzador.
Antes de empezar quiero dejar claro que sabía que no iba a encontrar una representación fiel del cómic del mismo nombre.
Sí esperabas encontrar una historia intrincada, con decisiones morales dificiles y con una complicada trama política, siento decepcionarte, pero civil war es un mal orquestado producto, de las anteriores películas nos llevamos la sorpresa, la acción desenfrenada, pero aquí eso ya esta gastado, mis expectativas no eran astronómicas, pero si esperaba ver un conflicto moral, el crecimiento de los personajes, un enfrentamiento que fuera más allá de ellos mismos, por algo más grande, pero Marvel no ha sabido hacerlo, no saben salirse del cliché, necesitan a un malo, alguien que cause todo, los personajes no son capaces de enfrentarse por si mismos, el pacto para controlar a los heroes resulta irrelevante, falto de sentido tras haberse mencionado, los heroes sufren además de una simpleza colosal, para ellos todo es blanco o negro, los matices que se les dan son forzados, se nota la orquesta tocando detrás, no hay un enorme dilema moral que tratar, es más, la causa del autentico enfrentamiento es desconocida hasta casi llegado el final y presentada de una forma que da la impresión de una falta de guión absoluta, con planes sacados de la manga y sin sentido que buscan de una forma absurda dar sentido a tanta carencia.
Es la primera vez desde la desastroza película de Daredevil que tengo ganas de ver acabar la película, sentia unas terribles ganas de que pararan, es monotona, en todo momento ocurre... nada... eso es la.pelicula una gran nada con alguna escena de acción bien coreografiada, y una lucha entre bandos olvidable y que desaprovechó a todos y cada uno de los.personajes.
Especial mención a como meten a Blackpanter con calzador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aqui resumen de fallos de guión ¿Quien carajo es el doctor? ¿Por que llaman así al malo? Además no era suficiente razón para enfrentarse un tratado que obliga a.los vengadores a ser esclavos del gobierno? Bueno, tampoco es que la pelicula de importancia al asunto.
El final es memorable, como cierta escena de cierta pelicula de dc donde una tal Marta hace a los personajes amiguitos, pues aquí al revés, necesitan que el soldado de invierno mate a los padres de Tony para que realmente se enfrenten, esto si ya de por si es patético el final de la.pelicula no deja espacio a secuelas, es eso un final, sin interes, no hay una civil war.
Punto a destacar la pésima batalla entre los bandos donde visión no hace nada y ironman pasa a perder trozos de armadura por que sí ¿Donde está la tecnología de las anteriores películas? Las armaduras que se arreglaban, las armas efectivas todo quedó atrás.
Punto destacable lo innecesario e ilogico que es Hawkeye que aparece por que si, ya que realmente el trato con el gobierno ni se menciona, solo aparece.por que si, igual que Blackpanter, metido con calzador, lo podriamos quitar de la pelicula sin notar nada.
La pelicula es un despropósito, ah y os reto a un juego intentad ver que hace visión (a parte de paprica) wn toda la batalla wntre heroes.
El final es memorable, como cierta escena de cierta pelicula de dc donde una tal Marta hace a los personajes amiguitos, pues aquí al revés, necesitan que el soldado de invierno mate a los padres de Tony para que realmente se enfrenten, esto si ya de por si es patético el final de la.pelicula no deja espacio a secuelas, es eso un final, sin interes, no hay una civil war.
Punto a destacar la pésima batalla entre los bandos donde visión no hace nada y ironman pasa a perder trozos de armadura por que sí ¿Donde está la tecnología de las anteriores películas? Las armaduras que se arreglaban, las armas efectivas todo quedó atrás.
Punto destacable lo innecesario e ilogico que es Hawkeye que aparece por que si, ya que realmente el trato con el gobierno ni se menciona, solo aparece.por que si, igual que Blackpanter, metido con calzador, lo podriamos quitar de la pelicula sin notar nada.
La pelicula es un despropósito, ah y os reto a un juego intentad ver que hace visión (a parte de paprica) wn toda la batalla wntre heroes.
29 de abril de 2016
29 de abril de 2016
31 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había cierta regla no escrita entre las franquicias Marvel de "no mezclar".
Siempre notábamos alguna presencia, pero nunca un personaje le disputaba la trama a otro. Los Vengadores allá estaban, al fondo de las aventuras del Capitán América, y Falcon a lo mejor podía cruzarse con Ant-Man, pero nunca resolvían los cada vez más crecientes problemas del mundo de manera conjunta, excepto en las contadas (y preciadas) ocasiones que la situación lo requería.
Hasta ahora, claro. Hasta que el mayor y más redondo universo cinematográfico jamás creado se ha dado cuenta de que no puede seguir creciendo sin romper sus costuras.
Por eso 'Capitán América: Civil War' es una flecha al corazón de estos personajes con los que hemos pasado todo tipo de aventuras.
Es la confluencia definitiva de todos los traumas que cada uno de ellos arrastra, y que han construido una realidad donde el heroísmo tiene fecha de caducidad, mientras cuesta decidir si el daño que causamos merece el daño recibido. Por primera vez, nadie quiere ver triunfar a estos superhéroes.
A Tony Stark le basta una sentencia apenas susurrada para volver a ese túnel afgano donde nació una armadura que ahora se ve temible. Mientras que Steve Rogers ve con sus propios ojos como la detención de un enemigo implacable no siempre acaba con gritos de júbilo y gloriosas posturas de victoria.
Este mundo no es así, nos dice ese prólogo sorprendentemente urbano, con los Vengadores haciendo frente a un ataque terrorista, lejos de extraterrestres e inteligencias artificiales asesinas.
Se nos puede haber olvidado que detrás de esas máscaras hay seres humanos con sus debilidades, y por eso el primer paso es bajarles al suelo, haciendo frente solo a mercenarios de élite que son capaces de pillarles con la guardia baja. El segundo es tan sencillo como tirar esa misma máscara: ya no hay un Iron Man o un Capitán América, solo Tony, Steve, Wanda, Natasha... la película no tiene inconveniente en acercarnos a la trastienda de estos guardianes mundiales, y lo que es mejor, no tiene prisa por abandonar sus tensas charlas en las que no queda conciencia sin remover.
De repente, nadie se planteaba que había cuentas que rendir. Y vienen todas, una tras otra, en forma de rostros anónimos alcanzados por las amenazas que tocó detener, demasiado grandes y personales como para fijarse en sus daños colaterales.
Toca elegir, y es fácil comprender las posturas, pero lo que no te esperas es abrazarlas: porque hemos pasado tanto tiempo con Steve y Tony que sabemos por qué lucha cada uno, y por qué nunca podrían estar de acuerdo.
Uno es el hijo de otros tiempos prácticos que aprendió por las bravas a no confiar en lo que todos dicen que es bueno, mientras que el otro es el antiguo estandarte de un progreso cínico que ha descubierto la importancia del factor humano (y que Robert Downey Jr muestra, sin tacha pero sin alardes, en una demostración tecnológica que tiene más de nostálgica mirada a unos consejos que nunca supo escuchar que otra cosa). Cómo podrían entenderse, si ambos son productos de la propia realidad que han creado a golpe de escudo y armadura, donde han tenido que reinventarse para poder salvarla.
El enfrentamiento no es ni siquiera físico en sus primeros momentos, pero como si lo fuera, porque al primer diálogo que mantienen se pueden percibir dos voluntades que no van a ceder un milímetro en defender lo que creen justo. La historia se hace fuerte en esa lucha, sabiendo que a cada paso que den a su deber, su amistad se irá rompiendo por donde más duele.
Es ese, y no otro, el desafío de los grandes (super)héroes: hasta donde llegarían por su causa, sin dejar que se convierta en el agujero negro de su propia alma.
De ahí que la primera lucha de bandos sea más una exhibición de poderes (pero qué exhibición) mientras que luego pase a ser otra cosa, algo mucho más doloroso. Justo es ese momento el que marca la madurez de esta historia, y por extensión de Marvel, cuando los hechos hablan por si solos, y una mentira piadosa se justifica porque "era lo que había que hacer", algo que parece común cuando uno se pone un traje para enfrentarse a las injusticias del mundo.
Lo que iba a ser un "ahora vamos a por el villano" pasa a ser, simple y llanamente, una confirmación de que este es un punto sin retorno, para las máscaras y las personas que están detrás de ellas. Y es justo ese punto exacto de una derrota, medida en sus silencios, donde, esta vez, sí queremos ver triunfar a nuestros superhéroes.
Aunque para superhéroes los Russo, claro, demostrando eso de que no hay personaje malo, sino guionista incapaz.
Sacando oro de miradas entre Visión y Wanda, tan poderosos y tan incompletos, haciendo de los dos el agradable punto medio del enfrentamiento.
Dejando espacio para que cada mal llamado personaje menor nos deslumbre, ya sea Ojo de Halcón o Ant-Man, mientras que prestan todo el relieve necesario a un fascinante hombre de honor como Pantera Negra.
Pintando en apenas detalles a Zemo, villano en la sombra, haciendo de él un manipulador sin sentimientos para después demostrarnos que cualquiera tiene un motivo para ser quién es.
Pero, sobre todo, enfrentando a Steve Rogers a este siglo, dejando que se despida de sus últimos trozos de pasado para afrontar, por fin, que sus errores le podrán pesar, pero nunca definir.
En definitiva, convirtiendo en personas a estos personajes, que nos siguen invitando al increíble mundo que han creado.
¿Cómo negarse?
Siempre notábamos alguna presencia, pero nunca un personaje le disputaba la trama a otro. Los Vengadores allá estaban, al fondo de las aventuras del Capitán América, y Falcon a lo mejor podía cruzarse con Ant-Man, pero nunca resolvían los cada vez más crecientes problemas del mundo de manera conjunta, excepto en las contadas (y preciadas) ocasiones que la situación lo requería.
Hasta ahora, claro. Hasta que el mayor y más redondo universo cinematográfico jamás creado se ha dado cuenta de que no puede seguir creciendo sin romper sus costuras.
Por eso 'Capitán América: Civil War' es una flecha al corazón de estos personajes con los que hemos pasado todo tipo de aventuras.
Es la confluencia definitiva de todos los traumas que cada uno de ellos arrastra, y que han construido una realidad donde el heroísmo tiene fecha de caducidad, mientras cuesta decidir si el daño que causamos merece el daño recibido. Por primera vez, nadie quiere ver triunfar a estos superhéroes.
A Tony Stark le basta una sentencia apenas susurrada para volver a ese túnel afgano donde nació una armadura que ahora se ve temible. Mientras que Steve Rogers ve con sus propios ojos como la detención de un enemigo implacable no siempre acaba con gritos de júbilo y gloriosas posturas de victoria.
Este mundo no es así, nos dice ese prólogo sorprendentemente urbano, con los Vengadores haciendo frente a un ataque terrorista, lejos de extraterrestres e inteligencias artificiales asesinas.
Se nos puede haber olvidado que detrás de esas máscaras hay seres humanos con sus debilidades, y por eso el primer paso es bajarles al suelo, haciendo frente solo a mercenarios de élite que son capaces de pillarles con la guardia baja. El segundo es tan sencillo como tirar esa misma máscara: ya no hay un Iron Man o un Capitán América, solo Tony, Steve, Wanda, Natasha... la película no tiene inconveniente en acercarnos a la trastienda de estos guardianes mundiales, y lo que es mejor, no tiene prisa por abandonar sus tensas charlas en las que no queda conciencia sin remover.
De repente, nadie se planteaba que había cuentas que rendir. Y vienen todas, una tras otra, en forma de rostros anónimos alcanzados por las amenazas que tocó detener, demasiado grandes y personales como para fijarse en sus daños colaterales.
Toca elegir, y es fácil comprender las posturas, pero lo que no te esperas es abrazarlas: porque hemos pasado tanto tiempo con Steve y Tony que sabemos por qué lucha cada uno, y por qué nunca podrían estar de acuerdo.
Uno es el hijo de otros tiempos prácticos que aprendió por las bravas a no confiar en lo que todos dicen que es bueno, mientras que el otro es el antiguo estandarte de un progreso cínico que ha descubierto la importancia del factor humano (y que Robert Downey Jr muestra, sin tacha pero sin alardes, en una demostración tecnológica que tiene más de nostálgica mirada a unos consejos que nunca supo escuchar que otra cosa). Cómo podrían entenderse, si ambos son productos de la propia realidad que han creado a golpe de escudo y armadura, donde han tenido que reinventarse para poder salvarla.
El enfrentamiento no es ni siquiera físico en sus primeros momentos, pero como si lo fuera, porque al primer diálogo que mantienen se pueden percibir dos voluntades que no van a ceder un milímetro en defender lo que creen justo. La historia se hace fuerte en esa lucha, sabiendo que a cada paso que den a su deber, su amistad se irá rompiendo por donde más duele.
Es ese, y no otro, el desafío de los grandes (super)héroes: hasta donde llegarían por su causa, sin dejar que se convierta en el agujero negro de su propia alma.
De ahí que la primera lucha de bandos sea más una exhibición de poderes (pero qué exhibición) mientras que luego pase a ser otra cosa, algo mucho más doloroso. Justo es ese momento el que marca la madurez de esta historia, y por extensión de Marvel, cuando los hechos hablan por si solos, y una mentira piadosa se justifica porque "era lo que había que hacer", algo que parece común cuando uno se pone un traje para enfrentarse a las injusticias del mundo.
Lo que iba a ser un "ahora vamos a por el villano" pasa a ser, simple y llanamente, una confirmación de que este es un punto sin retorno, para las máscaras y las personas que están detrás de ellas. Y es justo ese punto exacto de una derrota, medida en sus silencios, donde, esta vez, sí queremos ver triunfar a nuestros superhéroes.
Aunque para superhéroes los Russo, claro, demostrando eso de que no hay personaje malo, sino guionista incapaz.
Sacando oro de miradas entre Visión y Wanda, tan poderosos y tan incompletos, haciendo de los dos el agradable punto medio del enfrentamiento.
Dejando espacio para que cada mal llamado personaje menor nos deslumbre, ya sea Ojo de Halcón o Ant-Man, mientras que prestan todo el relieve necesario a un fascinante hombre de honor como Pantera Negra.
Pintando en apenas detalles a Zemo, villano en la sombra, haciendo de él un manipulador sin sentimientos para después demostrarnos que cualquiera tiene un motivo para ser quién es.
Pero, sobre todo, enfrentando a Steve Rogers a este siglo, dejando que se despida de sus últimos trozos de pasado para afrontar, por fin, que sus errores le podrán pesar, pero nunca definir.
En definitiva, convirtiendo en personas a estos personajes, que nos siguen invitando al increíble mundo que han creado.
¿Cómo negarse?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No hacía falta ni muertes ni pérdidas, aunque el paralelismo final de dos contrincantes ayudando a andar a su amigo les haga más humanos, y más similares, de lo que nunca sabrán que son.
Solo hacía falta ese plano silencioso, vacío, de un Tony Stark derrotado, más solo que nunca en su armadura dorada, contemplando a dónde les ha llevado su venganza personal.
Aunque por supuesto esa carta final a los Vengadores, y a todos los espectadores, es capaz de despejar cualquier duda de que los caminos se separan, pero nunca podrán romperse.
Solo hacía falta ese plano silencioso, vacío, de un Tony Stark derrotado, más solo que nunca en su armadura dorada, contemplando a dónde les ha llevado su venganza personal.
Aunque por supuesto esa carta final a los Vengadores, y a todos los espectadores, es capaz de despejar cualquier duda de que los caminos se separan, pero nunca podrán romperse.
29 de abril de 2016
29 de abril de 2016
100 de 181 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar a leer esta crítica ponga usted una foto de un motón de TRONCOS recién cortados de fondo de pantalla, al final de este escrito tendrá más sentido que el Universo Compartido de Marvel.
Prácticamente un año después me toca volver a la escena del crimen, y es que no nos engañemos La Era de Ultrón (Cutrón para los amigos, General Grievous para sus creadores) era un homicidio del que sus máximos responsables salieron impunes a costa de echar a los perros al cabeza de turco que había más a mano. Tras aquella debacle de guión chusco y montaje bochornoso la única manera de llevarme a una sala para continuar torturando a mis neuronas es o con una pistola en la cabeza o engañado. Y sí, he ido engañado; es lo que tiene “apellido” de la película, y aun así he comprado el "Pack Cine Marvel" que venden en los multicines compuesto por: preservativos por si la fanaticada se viene muy arriba, chubasquero para protegerse de aquellos a los que se les olvida el preservativo y por último una cuchilla para cortarse las venas en caso extremo.
Y si, ha vuelto a pasar, no espero nada y aun así me decepcionan. Los fans de Marvel (que ahora son legión y que saludan con un "Hail Marvel"), esa gente más cansina que una banda de Minions de farándula, han conseguido que ahora las películas se midan en “risiclorianos”, y es que da igual que lo que tengas delante carezca del más mínimo sentido o dimensión que si te echas un puñado de carcajadas (aunque estas vengan de chistes más propios de una sitcom con risas enlatadas) vas a salir levitando de la sala. Y es que tampoco le voy a pedir a gente más pendiente de mirar cine que de ver cine y cuyo detector de una buena película es un “lo he flipado” intente ver más allá de su cubo de palomitas.
Marvel ha creado una plantilla sencilla de rellenar proyecto tras proyecto, haciendo que sus proyectos parezcan clones. Sus directrices son más básicas que la lejía, se limitan a un guión de servilleta y a cuatro chistes para contentar a los palmeros. En esta ocasión al menos el guión no insulta la inteligencia del espectador pero si está plagado de casualidades que sirven al guionista para hacer y deshacer a su antojo una madeja narrativa llevada a la pantalla de forma moderadamente correcta por los hermanos Russo, los cuales en los últimos 2 años han recibido más vítores que Bergman y Tarkovski en toda su trayectoria. Pero lo que a un servidor le ha hastiado en demasía es la constante insistencia en intentar reventar el “risómetro”, aunque para ello tengas que cargarte una buena escena, llevando algunas situaciones épicas en la teoría a ridículas y anticlimáticas en la práctica.
Civil War, a la voy a llamar “Colegas del Capi versus Afiliados de Stark” por respeto al cómic con el que comparte nombre, es un fiel retrato del refrán “Quien mucho abarca poco aprieta”, y es que la película se pierde en bandazos continuos en busca de intentar introducir el máximo número de personajes posible para meter en un enfrentamiento descafeinado que no es más multitudinario que el clímax de Crepúsculo ni más emocionante que un combate de la WWE. Se busca, a veces con éxito y otras sin él, presentar de forma escalonada a un gran número de figurantes para engatusar al espectador entre brinco, salto, explosión y telaraña cutre de “El tren de la bruja” con la finalidad tal vez de disimular licencias narrativas o de libreto. Este, a ratos, batiburrillo de personajes no hace más que evidenciar que sobran nombres, sobran elementos y me falta más desarrollo del supuesto conflicto planteado. Se intenta hacer gala de forma continua de que “más” es mejor y al fin y a la postre todo se resume en un enfrentamiento en el que queda claro que algunos aquí estaban de “comparsita”.
Entre los palmeros de turno siguen figurando personajes de chichinabo procedentes de La Era de Cutrón tales como Visión y esa a la que llaman Bruja Escarlata la cual podría llamarse “Amparín la fantástica” que daría lo mismo. Su profundidad en esta aventura se limita a ponerse ojitos entre ellos y a que Visión le ha robado las prendas del armario a Pep Guardiola. Ojo de Halcón, la Viuda Negra y el resto de la plantilla se dedican a darse abrazos y a contar algún chiste, no vaya a ser que el “risómetro” se resienta. Mención especial al tratamiento de los personajes femeninos no solo de esta película sino de todo el UCM. Su contribución nunca va más allá de posturitas y alguna frase random.
Dentro de los nuevos fichajes encontramos un Spiderman adolescente y un gato grande llamado Pantera Negra. La dimensión de ambos personajes se resume en muchos saltos y algún chiste con gracia entre mucha verborrea sin sentido. En sus futuras películas individuales tendrán manga ancha para lucirse y para pulir detalles “chumescos” como el cantoso CGI en algunas de las escenas de acción.
Y hablando de acción. En algunos momentos tengo la sensación de que de los dos directores hay uno que sabe mover la cámara y otro que la agita como si se tratara de un mono titi sonámbulo con una borrachera de orujo encima, produciendo un mareo bastante desagradable.
Y llegamos a la pregunta del millón: ¿Por qué se enfrentan ambos personajes? Durante toda la proyección me devané los sesos en busca de una respuesta para esta cuestión. ¿Serán los TRONCOS? Y sí, he aquí la única razón posible para tal confrontación: el Capitán le robó los troncos a Stark en aquella ridícula escena de Vengadores 2 y esto le sentó muy mal al multimillonario. Tras 12 películas a las espaldas de este UCM no encuentro un precedente realmente sólido para creerme este enfrentamiento que me atufa a improvisado sobre la marcha, ya que no hay ni rastro del distanciamiento entre ambos personajes en ninguna de las Fases dando una sensación de que el desarrollo del conflicto entre los ambos y la dimensión de los mismos es prácticamente nulo. Así que, sí: deben de ser los TRONCOS.
CONTINUA EN SPOILER SIN SPOILER
Prácticamente un año después me toca volver a la escena del crimen, y es que no nos engañemos La Era de Ultrón (Cutrón para los amigos, General Grievous para sus creadores) era un homicidio del que sus máximos responsables salieron impunes a costa de echar a los perros al cabeza de turco que había más a mano. Tras aquella debacle de guión chusco y montaje bochornoso la única manera de llevarme a una sala para continuar torturando a mis neuronas es o con una pistola en la cabeza o engañado. Y sí, he ido engañado; es lo que tiene “apellido” de la película, y aun así he comprado el "Pack Cine Marvel" que venden en los multicines compuesto por: preservativos por si la fanaticada se viene muy arriba, chubasquero para protegerse de aquellos a los que se les olvida el preservativo y por último una cuchilla para cortarse las venas en caso extremo.
Y si, ha vuelto a pasar, no espero nada y aun así me decepcionan. Los fans de Marvel (que ahora son legión y que saludan con un "Hail Marvel"), esa gente más cansina que una banda de Minions de farándula, han conseguido que ahora las películas se midan en “risiclorianos”, y es que da igual que lo que tengas delante carezca del más mínimo sentido o dimensión que si te echas un puñado de carcajadas (aunque estas vengan de chistes más propios de una sitcom con risas enlatadas) vas a salir levitando de la sala. Y es que tampoco le voy a pedir a gente más pendiente de mirar cine que de ver cine y cuyo detector de una buena película es un “lo he flipado” intente ver más allá de su cubo de palomitas.
Marvel ha creado una plantilla sencilla de rellenar proyecto tras proyecto, haciendo que sus proyectos parezcan clones. Sus directrices son más básicas que la lejía, se limitan a un guión de servilleta y a cuatro chistes para contentar a los palmeros. En esta ocasión al menos el guión no insulta la inteligencia del espectador pero si está plagado de casualidades que sirven al guionista para hacer y deshacer a su antojo una madeja narrativa llevada a la pantalla de forma moderadamente correcta por los hermanos Russo, los cuales en los últimos 2 años han recibido más vítores que Bergman y Tarkovski en toda su trayectoria. Pero lo que a un servidor le ha hastiado en demasía es la constante insistencia en intentar reventar el “risómetro”, aunque para ello tengas que cargarte una buena escena, llevando algunas situaciones épicas en la teoría a ridículas y anticlimáticas en la práctica.
Civil War, a la voy a llamar “Colegas del Capi versus Afiliados de Stark” por respeto al cómic con el que comparte nombre, es un fiel retrato del refrán “Quien mucho abarca poco aprieta”, y es que la película se pierde en bandazos continuos en busca de intentar introducir el máximo número de personajes posible para meter en un enfrentamiento descafeinado que no es más multitudinario que el clímax de Crepúsculo ni más emocionante que un combate de la WWE. Se busca, a veces con éxito y otras sin él, presentar de forma escalonada a un gran número de figurantes para engatusar al espectador entre brinco, salto, explosión y telaraña cutre de “El tren de la bruja” con la finalidad tal vez de disimular licencias narrativas o de libreto. Este, a ratos, batiburrillo de personajes no hace más que evidenciar que sobran nombres, sobran elementos y me falta más desarrollo del supuesto conflicto planteado. Se intenta hacer gala de forma continua de que “más” es mejor y al fin y a la postre todo se resume en un enfrentamiento en el que queda claro que algunos aquí estaban de “comparsita”.
Entre los palmeros de turno siguen figurando personajes de chichinabo procedentes de La Era de Cutrón tales como Visión y esa a la que llaman Bruja Escarlata la cual podría llamarse “Amparín la fantástica” que daría lo mismo. Su profundidad en esta aventura se limita a ponerse ojitos entre ellos y a que Visión le ha robado las prendas del armario a Pep Guardiola. Ojo de Halcón, la Viuda Negra y el resto de la plantilla se dedican a darse abrazos y a contar algún chiste, no vaya a ser que el “risómetro” se resienta. Mención especial al tratamiento de los personajes femeninos no solo de esta película sino de todo el UCM. Su contribución nunca va más allá de posturitas y alguna frase random.
Dentro de los nuevos fichajes encontramos un Spiderman adolescente y un gato grande llamado Pantera Negra. La dimensión de ambos personajes se resume en muchos saltos y algún chiste con gracia entre mucha verborrea sin sentido. En sus futuras películas individuales tendrán manga ancha para lucirse y para pulir detalles “chumescos” como el cantoso CGI en algunas de las escenas de acción.
Y hablando de acción. En algunos momentos tengo la sensación de que de los dos directores hay uno que sabe mover la cámara y otro que la agita como si se tratara de un mono titi sonámbulo con una borrachera de orujo encima, produciendo un mareo bastante desagradable.
Y llegamos a la pregunta del millón: ¿Por qué se enfrentan ambos personajes? Durante toda la proyección me devané los sesos en busca de una respuesta para esta cuestión. ¿Serán los TRONCOS? Y sí, he aquí la única razón posible para tal confrontación: el Capitán le robó los troncos a Stark en aquella ridícula escena de Vengadores 2 y esto le sentó muy mal al multimillonario. Tras 12 películas a las espaldas de este UCM no encuentro un precedente realmente sólido para creerme este enfrentamiento que me atufa a improvisado sobre la marcha, ya que no hay ni rastro del distanciamiento entre ambos personajes en ninguna de las Fases dando una sensación de que el desarrollo del conflicto entre los ambos y la dimensión de los mismos es prácticamente nulo. Así que, sí: deben de ser los TRONCOS.
CONTINUA EN SPOILER SIN SPOILER
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spoiler:
No me quiero olvidar (aunque a la película se le olvida constantemente) del villano. Otro más que añadir a la dudosa lista de villanos de “opereta” que no pintan absolutamente nada y en esta ocasión nos ha tocado ver a un actor de la talla de Daniel Brühl poner cara de circunstancias para acabar saliendo por la puerta de atrás después de haber interpretado a un pusilánime al que se le podría derrotar bailando (¿esto de que me suena?).
Termina la película y me quedo esperando a que en una de las escenas postcréditos salga Kevin Feige a pedirme perdón por otra timada, pero mi gozo en un pozo. Lección aprendida: la próxima vez me quedaré en casa viendo la carta de ajuste que es más emocionante y menos previsible. ¿Es entretenida la película? También es entretenido arrancarse las uñas y seguro que no se le da tanto pábulo.
Conviene también analizar la contribución de esta película al Universo Compartido al que pertenece; y la realidad es que las piezas no cambian de casilla, todo sigue tal y como estaba hace ya varias películas. El fenómeno serial del que tanto saca pecho Feige (quien dijo estar trabajando en una adaptación de Civil War años antes de la publicación del cómic) se limita a un “universo compartido” únicamente referencial diseñado para que cada película pueda ser vista de forma independiente por el mayor número de espectadores sin pillarse los dedos y cuya única conexión entre películas se resume en pequeñas referencias entre ellas pero que no son ni vitales ni sustanciales de cara a un eje que solo se desarrolla en algunas escenas postcréditos. En esta ocasión todo sigue igual que al entrar en la sala, la frase de “Marvel tiene un plan” empieza a quedar en evidencia.
En definitiva; otra de tantas donde hay mucho ruido para tan pocas nueces y donde tal vez algunos quieran ver una reflexión sobre lo efímero de la existencia o sobre el ciclo de vida de la cucaracha, pero donde realmente hay héroes pegándose por tener unos cuantos troncos de leña para el invierno. Nos la vendieron como la final de la Champions y ha resultado ser una pachanga de barrio entre colegas. Queríamos ver un combate entre Muhammad Ali y Joe Frazier y nos han ofrecido una tangana de tíos en mallas.
Así pues “pasen y vean, pasen y vean” o mejor dicho “paguen y vean, paguen y vean” que hay que llegar a los 2.000 millones que las juergas de Robert Downey Jr rompiendo tarimas con Kevin Roldán y las licencias de los Mutantes y los 4 Fantásticos no son baratas. Dedíquele 1.000 tweets e insulte a quien no le haya gustado, no dude en recomendarla, en crear tendencias en busca de que rasque algún premio e intente justificarlo todo con un “es que es un éxito” (si tantas moscas comen mierda……).
Ya viene la legión. Los oigo subir la escalera. Ya aporrean mi puerta con sed de sangre (la que no hay en esta película). Utilizan a Joss Whedon como ariete, el que otrora fuera el mesías ahora es persona “non grata”. Maldición, no debí dejar la cuchilla del "Pack Cine Marvel" en la sala por si detrás venía Boyero a ver un drama rural húngaro y decidía ahorrarse la video-crítica. Ahora no tengo nada con lo que poner fin a mi vida antes de ser pasto de la turba enfurecida. A lo mejor mañana me despierto con una cabeza de caballo en la cama o en el fondo del mar con unos zapatos de cemento.
HASTA LUEGO TRONCOS.
Termina la película y me quedo esperando a que en una de las escenas postcréditos salga Kevin Feige a pedirme perdón por otra timada, pero mi gozo en un pozo. Lección aprendida: la próxima vez me quedaré en casa viendo la carta de ajuste que es más emocionante y menos previsible. ¿Es entretenida la película? También es entretenido arrancarse las uñas y seguro que no se le da tanto pábulo.
Conviene también analizar la contribución de esta película al Universo Compartido al que pertenece; y la realidad es que las piezas no cambian de casilla, todo sigue tal y como estaba hace ya varias películas. El fenómeno serial del que tanto saca pecho Feige (quien dijo estar trabajando en una adaptación de Civil War años antes de la publicación del cómic) se limita a un “universo compartido” únicamente referencial diseñado para que cada película pueda ser vista de forma independiente por el mayor número de espectadores sin pillarse los dedos y cuya única conexión entre películas se resume en pequeñas referencias entre ellas pero que no son ni vitales ni sustanciales de cara a un eje que solo se desarrolla en algunas escenas postcréditos. En esta ocasión todo sigue igual que al entrar en la sala, la frase de “Marvel tiene un plan” empieza a quedar en evidencia.
En definitiva; otra de tantas donde hay mucho ruido para tan pocas nueces y donde tal vez algunos quieran ver una reflexión sobre lo efímero de la existencia o sobre el ciclo de vida de la cucaracha, pero donde realmente hay héroes pegándose por tener unos cuantos troncos de leña para el invierno. Nos la vendieron como la final de la Champions y ha resultado ser una pachanga de barrio entre colegas. Queríamos ver un combate entre Muhammad Ali y Joe Frazier y nos han ofrecido una tangana de tíos en mallas.
Así pues “pasen y vean, pasen y vean” o mejor dicho “paguen y vean, paguen y vean” que hay que llegar a los 2.000 millones que las juergas de Robert Downey Jr rompiendo tarimas con Kevin Roldán y las licencias de los Mutantes y los 4 Fantásticos no son baratas. Dedíquele 1.000 tweets e insulte a quien no le haya gustado, no dude en recomendarla, en crear tendencias en busca de que rasque algún premio e intente justificarlo todo con un “es que es un éxito” (si tantas moscas comen mierda……).
Ya viene la legión. Los oigo subir la escalera. Ya aporrean mi puerta con sed de sangre (la que no hay en esta película). Utilizan a Joss Whedon como ariete, el que otrora fuera el mesías ahora es persona “non grata”. Maldición, no debí dejar la cuchilla del "Pack Cine Marvel" en la sala por si detrás venía Boyero a ver un drama rural húngaro y decidía ahorrarse la video-crítica. Ahora no tengo nada con lo que poner fin a mi vida antes de ser pasto de la turba enfurecida. A lo mejor mañana me despierto con una cabeza de caballo en la cama o en el fondo del mar con unos zapatos de cemento.
HASTA LUEGO TRONCOS.
29 de abril de 2016
29 de abril de 2016
28 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cuestión de legalidad en las intervenciones de Los Vengadores divide a sus componentes. Ironman está con la legalidad, no se puede ir por libre como quiere el Capitán América, porque entonces se corre el riesgo de convertirse en justicieros, y los justicieros terminan por cometer daños colaterales y así aparecen víctimas inocentes.
Ese es el drama, ¿de parte de quién está usted? El espectador creo, sinceramente, que no toma partido porque hay tal retahíla de superhéroes invitados que no sabes pronunciarte. Puedes apoyar a uno que te cae más simpático y a otro, también majete, que resulta que está en el otro bando. Por tanto toca atender a cada uno su historia y asistir a su presentación sin tomar partido; pero eso sí: todos corren, saltan y vuelan.
¿Para quién es por tanto esta película? Para los seguidores del Capitán América y del universo Marvel, ahora bien, ¿qué falla en esta Civil War? Lo relativo a ¿cuál es el plan?
Hay explosiones, persecuciones y peleas de lo más llamativas, pero no se ve el plan malévolo, y hasta ahí puedo decir en abierto. Yo estoy de parte del capi, no se puede jugar exclusivamente con la legalidad contra un enemigo siempre traicionero. Es como si te pones a jugar a las cartas con contrincantes que tienen las cartas marcadas, siempre tienes la de perder, esa es la forma de pensar del capi. Por otra parte, si se convierten en un ejército dirigido por los políticos de turno, terminarían siendo Cascos Azules y así, perderían su idiosincrasia. Que otros estén con Ironman, también es correcto, desde luego.
El argumento mezcla estos sentimientos contrarios con dramas personales e historias que vienen de lejos, llega un momento que todo tío que se le ve andando por ahí, va a meterse también por medio con algún mal rollo. Llegará la acción, muy vistosa, ahora bien: si no eres de Los Vengadores, si no has mamado a los superhéroes, evidentemente, esta no es tu película.
Ese es el drama, ¿de parte de quién está usted? El espectador creo, sinceramente, que no toma partido porque hay tal retahíla de superhéroes invitados que no sabes pronunciarte. Puedes apoyar a uno que te cae más simpático y a otro, también majete, que resulta que está en el otro bando. Por tanto toca atender a cada uno su historia y asistir a su presentación sin tomar partido; pero eso sí: todos corren, saltan y vuelan.
¿Para quién es por tanto esta película? Para los seguidores del Capitán América y del universo Marvel, ahora bien, ¿qué falla en esta Civil War? Lo relativo a ¿cuál es el plan?
Hay explosiones, persecuciones y peleas de lo más llamativas, pero no se ve el plan malévolo, y hasta ahí puedo decir en abierto. Yo estoy de parte del capi, no se puede jugar exclusivamente con la legalidad contra un enemigo siempre traicionero. Es como si te pones a jugar a las cartas con contrincantes que tienen las cartas marcadas, siempre tienes la de perder, esa es la forma de pensar del capi. Por otra parte, si se convierten en un ejército dirigido por los políticos de turno, terminarían siendo Cascos Azules y así, perderían su idiosincrasia. Que otros estén con Ironman, también es correcto, desde luego.
El argumento mezcla estos sentimientos contrarios con dramas personales e historias que vienen de lejos, llega un momento que todo tío que se le ve andando por ahí, va a meterse también por medio con algún mal rollo. Llegará la acción, muy vistosa, ahora bien: si no eres de Los Vengadores, si no has mamado a los superhéroes, evidentemente, esta no es tu película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ante la posibilidad de presentar un grupo heterogéneo de súper villanos más poderosos que el Soldado de Invierno: Bucky Barnnes, la película recula malamente y opta por un enfrentamiento entre súper héroes. Es una ocasión grave desperdiciada de haber enlazado con la maquinaria de Hydra, de haberla continuado con una trama realmente oscura.
El enemigo que nos presentan, un desconocido que perdió a toda su familia, desarrolla el deseo de venganza y crea un entramado que condiciona muchos hilos para que confluya todo en un enfrentamiento final entre los superhéroes. No lo he visto tan poderoso como para ocasionar dos horas y media de guion; y más si tenemos en cuenta que ese enfrentamiento viene dado primeramente por un motivo político y no a causa de los planes de esa venganza particular, circunstancia que hace que la planificación del argumento no sea muy sólida.
Por cierto: el capitán tenía razón: Los Vengadores no son Cascos Azules.
El enemigo que nos presentan, un desconocido que perdió a toda su familia, desarrolla el deseo de venganza y crea un entramado que condiciona muchos hilos para que confluya todo en un enfrentamiento final entre los superhéroes. No lo he visto tan poderoso como para ocasionar dos horas y media de guion; y más si tenemos en cuenta que ese enfrentamiento viene dado primeramente por un motivo político y no a causa de los planes de esa venganza particular, circunstancia que hace que la planificación del argumento no sea muy sólida.
Por cierto: el capitán tenía razón: Los Vengadores no son Cascos Azules.
4 de mayo de 2016
4 de mayo de 2016
25 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo creí que los hermanos Russo en la dirección de civil war tomarían el rumbo del soldado del invierno pero la verdad es que civil war no se distingue mucho de los trabajos de joss whedon .
La acción es fenomenal, las peleas son geniales aunque pierden peso y tensión cuando le encajan tantos chistes, sabes de antemano que todo saldrá bien porque nadie pelea con todo en realidad, pero si es un espectáculo bien hecho.
Es malo divertir ??.. pues no, es mas a mi me parece lo mejor que ofrece disney/marvel ya que cualquier comentario que sale de Tony y Peter es realmente gracioso, pero los demás actores no tienen el carisma de Robert Downey Jr. ni el personaje de Tom Holland para lanzar chascarrillos.
A fin de cuentas esta película cumple con su propósito que es entretener y divertir porque tampoco es que hayan prometido un guión solido, actuaciones memorables o un drama serio o profundo.
La primera de los vengadores es por lo que veo aun insuperable en lo que a emoción se trata y el soldado del invierno sigue siendo una mejor película que la actual civil war
La acción es fenomenal, las peleas son geniales aunque pierden peso y tensión cuando le encajan tantos chistes, sabes de antemano que todo saldrá bien porque nadie pelea con todo en realidad, pero si es un espectáculo bien hecho.
Es malo divertir ??.. pues no, es mas a mi me parece lo mejor que ofrece disney/marvel ya que cualquier comentario que sale de Tony y Peter es realmente gracioso, pero los demás actores no tienen el carisma de Robert Downey Jr. ni el personaje de Tom Holland para lanzar chascarrillos.
A fin de cuentas esta película cumple con su propósito que es entretener y divertir porque tampoco es que hayan prometido un guión solido, actuaciones memorables o un drama serio o profundo.
La primera de los vengadores es por lo que veo aun insuperable en lo que a emoción se trata y el soldado del invierno sigue siendo una mejor película que la actual civil war
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