RocknRolla

Guy Ritchie demuestra en cada película que estrena que tiene un estilo muy propio (o apropiado un poco de otros..ejem, ejem) y unas características que lo definen y lo hacen reconocible. Es un tipo muy molón, vaya.
Pero puede caer en el error de repetirse más que el ajo, y de que los espectadores sufran continuos flashbacks que los lleven a otras de sus películas. Empezando por unos personajes que podrían ser perfectamente intercambiables y transportables de una película a otra y no desencajarían, ya que son casi idénticos unos a otros. El estereotipo de gangster londinense lo tiene ya bastante trillado el amigo, así como toda la fauna que lo rodea.

Por no hablar del comodín que usa mucha gente para criticar a Guy, que es la comparación con Tarantino. Pero ese bailecito me recuerda demasiado a uno que protagonizaron John Travolta y Uma Thurman en cierta película...Por no hablar de la manera de narrar la historia (ya rizando el rizo).

En definitiva la película me gusta por su ritmo, la música (rock a volumen atronador, música clásica para los espacios más pijos y cool de la ciudad y psicoledia para la estrella del rock), así como la maestría y precisión al relacionar y mezclar a los personajes y las distintas situaciones. Y sobretodo por los geniales asesinos rusos desde que entran en acción, que protagonizan los momentos más desternillantes de la cinta.

Guy Ritchie, a esta invito yo.

El amigo Ritchie ha vuelto, o al menos eso debieron pensar sus incondicionales. A priori las expectativas hacían presagiar una cinta digna del autor de títulos como "Snatch" o "Lock & Stock", y en cierto modo no varía demasiado su registro en un fallido intento de volver a los orígenes que tan buena fama le dieron.

No obstante, en "RocknRolla" hay algo que falla, algo que hace que pierda la frescura de sus primeras obras y nos devuelva a la cruda realidad de un director cuarentón en clara decadencia que intenta reinventarse.
La película abusa de personajes, de giros de cámara más propios de un videoclip y de una trama que no tiene por donde cogerla.

Su alocado comienzo es premonitorio de algo que nunca llega a suceder, a pesar de que la introdución es paupérrima en la que el narrador intenta explicar en un minuto toda la trama, te quedas con las ganas de ver algo más, algo nuevo, y sin embargo sólo redunda en situaciones y escenas que suenan a déjà vu. Una cosa es percibir influencias de la mejor época de Tarantino y otra es copiar a "Pulp Fiction". El continuo ir y venir de actores y personajes hace difícil el seguimiento de la historia. ¿De qué va la peli?, ¿quién es el protagonista?. Al final resulta que la mitad de los personajes son innecesarios y la otra mitad son desaprovechados. Véase el papel de Jeremy Piven, un actorazo que hace un papel intrascendental. ¿Y qué me dicen de la chica? Aparte de poner la cara bonita y el toque sensual aporta bien poquito a una historia de la que sobra, como otros tantos personajes.

Además, al igual que los personajes, muchas de las situaciones son poco creíbles, como las escenas de las persecuciones con los rusos o en las que uno de los roqueros que vende más discos de Gran Bretaña pasa totalmente desapercibido en pubs y colas de garitos de su propia discográfico en las que le toman por un yonki cualquiera.

Puedo contar por segundos los momentos en la que la película me dió realmente esperanzas, el resto se basa en escenas de acción gratuitas y sin sentido, humor sin gracia y planos rápidos con mucha música intentando solapar un guión deficiente. Quizá cuando la erección que les produjo a los fans del ex de Madonna el estreno deje de hacer mella en sus cerebros y la sangre vuelva a su curso natural, podrán darse cuenta de la mediocridad de un film del que se esperaba mucho más. Basta con decir que "Leónidas" es de lo que más se puede resaltar para apreciar que el resto es más de lo mismo pero de baja calidad.

Parecía inconcebible que tras dos rotundos éxitos como "Lock & Stock" y "Snatch. Cerdos y diamantes" Guy Ritchie hiciera esa bazofia llamada "Barridos por la marea". Ha sido una larga espera que algún usuario llamó acertadamente "El síndrome Madonna" y que dejó aletargado y casi inútil para el cine a este gran cineasta llamado Guy Ritchie.

No es "RocknRolla" tan buena como sus dos primeras películas, pero vaya, ya está bien. Ritchie vuelve a sus orígenes, a los estafadores de poca monta, a las casualidades y coincidencias desafortunadas y al ritmo frenético que deja sin aire a los protagonistas y al espectador. Ritchie pensaba que podía ser un RocknRolla estando casado con Madonna, quería el lote completo y casi muere de sobredosis de fama por estar con una mujer fatal.

Ritchie está liberado y coincide su separación con un film que da que hablar, que entretiene y que perdura -pese a lo que digan algunos críticos- porque "RocknRolla" tiene personajes que hacen que este film sea sencillamente cojonudo. Uno Dos (Gerard Butler) es un personaje descarado y divertido, un mafiosillo de poca monta de los que agrada ver en pantalla, pero es Archie (Mark Strong) el que se come la pantalla, el perfecto matón de Lenny Cole (Tom Wilkinson), el mafioso con más contactos de Londres.

Ya era hora Ritchie, la espera ha sido larga. Esperemos que su trayectoria sea ascendente y que no regrese a las cavernas cinematográficas.

El esperado regreso de Guy Ritchie a sus orígenes nos depara un peliculón donde destaca sobretodo un guión ocurrente, chisposo y lleno de momentos para el recuerdo.
Aparte de eso, las actuaciones geniales, destacando la de un Gerard Butler que es un crack y va a más, y ya tiene ofertas a docenas, y la de Tom Wilkinson, un veterano del cine británico.
Personalmente no olvidaré las localizaciones y los diálogos, dan el golpe. Y si se puede, mejor verla en versión original, que uno se siente dentro de los ambientes ocultos de Londres.
Nada más, recomendada con entusiasmo.

Después de asombrar a todo el mundo con su peculiar estilo (por mucho que digan que se parece a Tarantino yo ese parecido no lo veo) con sus dos primeras películas, Guy Ritchie defraudó con “Barridos por la marea” y jugó con el espectador en la inédita por este país (que raro, ¿verdad?) “Revolver”; Guy Ritchie vuelve a sus orígenes como todos esperábamos, por la puerta grande, con la divertidísima “ROCKnROLLA”.

Tras unos minutos de presentación con una voz en off muy bien escrita, Guy Ritchie empieza a presentarnos a sus peculiares e incontables personajes, de nuevo bien escritos, y unas localizaciones buenísimas, con una música muy bien elegida y poderosa. La trama, enrevesada y llena de giros, esta vez gira en torno a un cuadro, el cual no llegamos a ver en toda la película (como el maletín de “Pulp Fiction).

En el apartado técnico Guy Ritchie siempre destaca, desde los créditos iniciales, realmente espectaculares, hasta el final, durante la película se suceden planos novedosos (impresionante la persecución con los rusos) y una puesta en escena espectacular.

En el apartado actoral no están los habituales de Guy Ritchie como Vinnie Jones o Jasón Statham (aunque hubiese sido genial), pero si están tres pesos pesados como son el veterano Tom Wilkinson, el siempre correcto Mark Strong y el cada vez más conocido Gerard Butler (Leonidas en “300”), la cosa cambia. El resto del reparto están muy bien, aunque tienen menos peso sus papeles.