V de venganza
7.5
133,079
Ciencia ficción. Acción. Thriller
En un futuro no muy lejano, Gran Bretaña se ha convertido en un país totalitario dirigido con mano de hierro por un tirano (John Hurt). Una tarde, tras el toque de queda, Evey (Natalie Portman) es rescatada en plena calle por un misterioso enmascarado cuyo nombre es "V" (Hugo Weaving). El extraño personaje le explica cuáles son sus planes para recuperar la libertad. En efecto, todas las acciones de V tendrán como objetivo hacer estallar ... [+]
3 de febrero de 2007
3 de febrero de 2007
101 de 169 usuarios han encontrado esta crítica útil
V de Vendetta es de esas películas que tratan temas complejos, en este caso el totalitarismo o la libertad, sin intentar profundizar en ellos. El verdadero interés está en desarrollar un entretenimiento ágil y vistoso más apto para la taquilla, pero no por ello necesariamente peor. Sin embargo, si los responsables de este largometraje hubiesen sido un poco más audaces, el resultado sería mucho más interesante.
Basada en un comic de David Lloyd y Alan Moore, esta historia trasladada al cine por los hermanos Wachowsky nos sitúa en un futuro dominado por el fascismo y el miedo, uno resultado del otro y viceversa. Con un suavizado parecido al 1984 de George Orwell, la Inglaterra de V de Vendetta se rige bajo el duro mando de un partido neofascista con su correspondiente caudillo vigilante, el canciller Adam Sutler (grueso parecido con Adolf Hitler). En medio de la represión surge V (Hugo Weaving), una ex rata de laboratorio del gobierno, culto, hábil en la retórica y en la esgrima, que está dispuesto a dinamitar, literalmente, el régimen. Rescata de las garras de unos ‘vigilantes’ a Evey Hammond (Natalie Portman) y a través de sus ojos conocemos a V y su mundo subterráneo, lleno de resentimiento e idealismo el primero, y de libros, cuadros y música el segundo. La trama discurre entonces entre la experiencia personal de Evey y la venganza contra el régimen de V, que es a la vez selectiva (asesina a aquellos que le torturaron) y colectiva (organiza un macro atentado que destruirá el parlamento)
Los distintos acontecimientos que tienen que ver con el presente y pasado de ambos personajes mantienen el interés durante casi todo el metraje. Esta película, por tanto, triunfa como entretenimiento ‘palomitero’, pero su falta de exigencia deja un sabor agridulce. Echo de menos un par de escenas en las que poder apreciar la crudeza de un régimen que inspira mucho más miedo a los personajes que al espectador. De haber sido así, la escena final de la muchedumbre de máscaras hubiera resultado más efectiva.
Basada en un comic de David Lloyd y Alan Moore, esta historia trasladada al cine por los hermanos Wachowsky nos sitúa en un futuro dominado por el fascismo y el miedo, uno resultado del otro y viceversa. Con un suavizado parecido al 1984 de George Orwell, la Inglaterra de V de Vendetta se rige bajo el duro mando de un partido neofascista con su correspondiente caudillo vigilante, el canciller Adam Sutler (grueso parecido con Adolf Hitler). En medio de la represión surge V (Hugo Weaving), una ex rata de laboratorio del gobierno, culto, hábil en la retórica y en la esgrima, que está dispuesto a dinamitar, literalmente, el régimen. Rescata de las garras de unos ‘vigilantes’ a Evey Hammond (Natalie Portman) y a través de sus ojos conocemos a V y su mundo subterráneo, lleno de resentimiento e idealismo el primero, y de libros, cuadros y música el segundo. La trama discurre entonces entre la experiencia personal de Evey y la venganza contra el régimen de V, que es a la vez selectiva (asesina a aquellos que le torturaron) y colectiva (organiza un macro atentado que destruirá el parlamento)
Los distintos acontecimientos que tienen que ver con el presente y pasado de ambos personajes mantienen el interés durante casi todo el metraje. Esta película, por tanto, triunfa como entretenimiento ‘palomitero’, pero su falta de exigencia deja un sabor agridulce. Echo de menos un par de escenas en las que poder apreciar la crudeza de un régimen que inspira mucho más miedo a los personajes que al espectador. De haber sido así, la escena final de la muchedumbre de máscaras hubiera resultado más efectiva.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La historia de la pareja lesbiana y su canto a la tolerancia; la muerte de V y el metro convertido en el vagón fúnebre que ha de cambiar las cosas; su romance con Evey; las fichas de dominó. Son momentos que cumplen su función sin dejar rastro. El conformismo derivado de la exigencia comercial de no arriesgarse más de la cuenta hace que V de Vendetta se quede a medio camino. Eso, y que James McTeigue no es Steven Spielberg.
17 de abril de 2006
17 de abril de 2006
265 de 499 usuarios han encontrado esta crítica útil
Absurdo pegote que mezcla varios argumentos, entre ellos el de la novela 1984.
Dejo mi comentario a este tostón en el spoiler, no sea que desvele nada de la majestuosa intriga. Recomendable, con vehemencia y aspavientos, a todos los que encontraron filosofía en Matrix y a los que gusten de frases memorables como la ingeniosa "los ideales son a prueba de balas".
Dejo mi comentario a este tostón en el spoiler, no sea que desvele nada de la majestuosa intriga. Recomendable, con vehemencia y aspavientos, a todos los que encontraron filosofía en Matrix y a los que gusten de frases memorables como la ingeniosa "los ideales son a prueba de balas".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El pegote comienza con que la Portman vive en Londres, en un futuro cercano en el que está prohibida la homosexualidad, el libre pensamiento y salir de noche. Pero ella es muy atrevida y sale de noche, no se llega a saber porqué, encontrándose con dos polis muy malos que la quieren violar. En eso aparece un tío con la careta de Iñigo de Mendoza que recita frases sin sentido, y la salva. El tipo de la careta vive en la Batcueva, redecorada por Paco Clavel, y tiene tiempo para desescombrar toda una línea de metro, robar a los malos sin que estos se enteren, poner bombas mezcladas con fuegos artificiales, y salír en la tele para pegar la brasa con su verborrea decimonónica ininteligible.
Pero también es un amo de su casa, y además de hacerle el desayuno a la Portman la tiene vaya usted a saber cuanto tiempo secuestrada y torturándola, pero con cariño. A la Natalie le va el rollo sadomaso, porque se enamora de él; pero no por las torturas, sino por el pico de oro del muchacho que no calla ni debajo del agua.
Mientras, salen más personajes como el del telediario que es requetemalo, el malo supremo que es un tío que vive dentro de una tele, un poli que busca al ciudadano X, y un tipo de cara rara con la misma voz que el prota, que tiene en su casa cosas prohibidas y es homosexual. Al del telediario lo mata el de la careta, entrando en su casa porque la poli es tan tonta que no anula la tarjeta de la Portman, que anda en busca y captura; el que vive en la tele sólo sale de ahí para hacer un vídeo que ponen a todas horas, y para que le vuelen los sesos; el poli sufre de la ostia para averiguar, con todos los informes y facilidades policiales, lo mismo que el de la careta sin ayudas; y el feo homosexual se cisca en el malo supremo, pasando de que tenga en casa de todo como para condenarlo a muerte diez veces.
Mientras tanto, se nos explica que en un sitio se hacían sabe Dios qué experimentos, y que de allí se escapó el Iñigo de Mendoza como Terminator en la primera peli.
Total, que el chico se carga a tropecientos tíos armados hasta los dientes, con sólo unos cuchillos y su verborrea insoportable, después de haber matado uno a uno a todos los que le hicieron cosas malas cuando era crío, que son tan memos que en veinte años no se han ido de la ciudad.
Tras todas estas aventuras tan coherentes y reales, miles de personas van en manifestación con la careta que les envió sin dejar pistas el del verbo fácil, que se comprende que las llevó él solito a la mensajería y no tuvo que firmar ni que pagar, ni aún menos quitarse la máscara.
Al final, el plasta la palma y la Portman lo entierra junto con el parlamento británico en una bella y metafórica explosión con música de Tchaikovsky y fuegos artificiales.
Para entonces, yo ya estoy medio dormido, con mala leche, empachado de palomitas y conguitos, y con un buen puñado de euros menos que me podría haber gastado en algo más útil como, por ejemplo, un edema de bario.
Pero también es un amo de su casa, y además de hacerle el desayuno a la Portman la tiene vaya usted a saber cuanto tiempo secuestrada y torturándola, pero con cariño. A la Natalie le va el rollo sadomaso, porque se enamora de él; pero no por las torturas, sino por el pico de oro del muchacho que no calla ni debajo del agua.
Mientras, salen más personajes como el del telediario que es requetemalo, el malo supremo que es un tío que vive dentro de una tele, un poli que busca al ciudadano X, y un tipo de cara rara con la misma voz que el prota, que tiene en su casa cosas prohibidas y es homosexual. Al del telediario lo mata el de la careta, entrando en su casa porque la poli es tan tonta que no anula la tarjeta de la Portman, que anda en busca y captura; el que vive en la tele sólo sale de ahí para hacer un vídeo que ponen a todas horas, y para que le vuelen los sesos; el poli sufre de la ostia para averiguar, con todos los informes y facilidades policiales, lo mismo que el de la careta sin ayudas; y el feo homosexual se cisca en el malo supremo, pasando de que tenga en casa de todo como para condenarlo a muerte diez veces.
Mientras tanto, se nos explica que en un sitio se hacían sabe Dios qué experimentos, y que de allí se escapó el Iñigo de Mendoza como Terminator en la primera peli.
Total, que el chico se carga a tropecientos tíos armados hasta los dientes, con sólo unos cuchillos y su verborrea insoportable, después de haber matado uno a uno a todos los que le hicieron cosas malas cuando era crío, que son tan memos que en veinte años no se han ido de la ciudad.
Tras todas estas aventuras tan coherentes y reales, miles de personas van en manifestación con la careta que les envió sin dejar pistas el del verbo fácil, que se comprende que las llevó él solito a la mensajería y no tuvo que firmar ni que pagar, ni aún menos quitarse la máscara.
Al final, el plasta la palma y la Portman lo entierra junto con el parlamento británico en una bella y metafórica explosión con música de Tchaikovsky y fuegos artificiales.
Para entonces, yo ya estoy medio dormido, con mala leche, empachado de palomitas y conguitos, y con un buen puñado de euros menos que me podría haber gastado en algo más útil como, por ejemplo, un edema de bario.
31 de marzo de 2007
31 de marzo de 2007
156 de 281 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mendieta es un jugador que plantea los lanzamientos de penalty a modo de duelo del lejano Oeste. Mantiene la mirada fija en el portero hasta el último instante para definir hacia un lado u otro en función del movimiento del arquero. Todo fría y milimétricamente calculado.
Pues eso me parece V de Vendetta. Y es que el director, que está más pendiente del espectador, que de su "propia" obra, estima que el camino más sencillo para llegar al público es darle lo que quiere. Y no le falta razón, pero yo como soy un listín, y no precisamente de los telefónicos, pues no me dejo querer.
Héroe anti-sistema. Chica guapa. Frasecitas molonas. Efectos chachipirulis. Crítica descarnadamente telettubesca. Todo perfectamente articulado.
Yo también me considero un héroe cuando me tiro un pedo en el ascensor para que el que se suba a continuación sepa a que huelen mis reivindicaciones. Por no hablar de la inventiva que tengo con las frasecitas: 'los ideales son a prueba de pajas" es mi lema. En cuanto a efectos visuales, tengo un arqueo de cejas brutalmente sugestivo. Y la chica... llevo meses bregando con la validadora nº 3 de Filmaffinity, pero nada.
Pues eso me parece V de Vendetta. Y es que el director, que está más pendiente del espectador, que de su "propia" obra, estima que el camino más sencillo para llegar al público es darle lo que quiere. Y no le falta razón, pero yo como soy un listín, y no precisamente de los telefónicos, pues no me dejo querer.
Héroe anti-sistema. Chica guapa. Frasecitas molonas. Efectos chachipirulis. Crítica descarnadamente telettubesca. Todo perfectamente articulado.
Yo también me considero un héroe cuando me tiro un pedo en el ascensor para que el que se suba a continuación sepa a que huelen mis reivindicaciones. Por no hablar de la inventiva que tengo con las frasecitas: 'los ideales son a prueba de pajas" es mi lema. En cuanto a efectos visuales, tengo un arqueo de cejas brutalmente sugestivo. Y la chica... llevo meses bregando con la validadora nº 3 de Filmaffinity, pero nada.
13 de junio de 2007
13 de junio de 2007
86 de 143 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se debería prohibir doblar las películas. V de Vendetta no es nada en español. V tiene una voz prodigiosa y la de Natalie Portman es preciosa.
Siendo un anti fan de Mrs. Portman, uno se queda con la boca abierta. Ella está estupenda.
Una película debe ser un todo aunque sea adaptación de un libro o cómic. V lo es con creces. Que me disculpen los amantes de El Señor de Los Tornillos.
Argumento polémico pero divertido. Tampoco es tan trangresor. Desde los 80, estamos saturados de historias simples y políticamente correctas. Ya está bien de tratar de demarcar la línea entre el bien y el mal, como si ésta existiera realmente.
V es un malnacido revolucionario. Natalie es una mujer normal en una sociedad autoritaria y mediatizada tipo 1984. Cuántas mujeres no se sentirían atraídas por un hombre como V? Es misterioso, romántico y paternalista en una época, la nuestra, donde la "igualdad" entre sexos ha sido mal entendida por los hombres para desdicha de las mujeres.
Una película sorprendente que ha pasado sin pena ni gloria. Debido al doblaje? Debido a ser un poquito anti sistema? Quizás porque preferimos ver la tercera parte de Piratas del Caribe que pensar qué tipo de sociedad queremos para el futuro?
Chapó! En la línea de la excelente Children of Men.
Siendo un anti fan de Mrs. Portman, uno se queda con la boca abierta. Ella está estupenda.
Una película debe ser un todo aunque sea adaptación de un libro o cómic. V lo es con creces. Que me disculpen los amantes de El Señor de Los Tornillos.
Argumento polémico pero divertido. Tampoco es tan trangresor. Desde los 80, estamos saturados de historias simples y políticamente correctas. Ya está bien de tratar de demarcar la línea entre el bien y el mal, como si ésta existiera realmente.
V es un malnacido revolucionario. Natalie es una mujer normal en una sociedad autoritaria y mediatizada tipo 1984. Cuántas mujeres no se sentirían atraídas por un hombre como V? Es misterioso, romántico y paternalista en una época, la nuestra, donde la "igualdad" entre sexos ha sido mal entendida por los hombres para desdicha de las mujeres.
Una película sorprendente que ha pasado sin pena ni gloria. Debido al doblaje? Debido a ser un poquito anti sistema? Quizás porque preferimos ver la tercera parte de Piratas del Caribe que pensar qué tipo de sociedad queremos para el futuro?
Chapó! En la línea de la excelente Children of Men.
11 de octubre de 2008
11 de octubre de 2008
44 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
A "V de Vendetta" iba predispuesta al tedio, al bostezo e incluso, por qué no decirlo, a la mala leche. Supongo que por esperar lo mismo que anhelaban aquellos que salieron tan decepcionados del cine: un héroe de cómic, una niñata guapa que le diera la réplica y acción, mucha acción, todo ello envuelto en un pobre guión que dejara en pañales lo que pudiera haber sido un buen argumento y en millones de fuegos artificiales de diseño (perdón, quise decir efectos especiales). Pero, oh milagro, resulta que ésta vez los Wachowski no se han dedicado simplemente a hacer caja. Todos los que esperen un producto comercial, harán bien en invertir su dinero en algo distinto, porque no van por ahí los tiros, aunque también los haya. Para que nos entendamos, tiene poco y nada que ver con esos engendros rollo Marvel.
"V de Vendetta" está basado en el cómic de mi admirado Alan Moore y David Lloyd. Según la prensa especializada, Alan Moore quiso desvincularse del proyecto porque adaptaciones previas de su trabajo ("From Hell" y "La liga de los hombres extraordinarios") no dieron buen resultado. Añaden además las malas lenguas, que el Sr. Moore "no ha quedado nada satisfecho con la adaptación que, según él, es una apología del terrorismo, algo totalmente alejado de su ideario pacifista". Si se sustituyera el término "pacifista" por el de "anarquista", a lo mejor me lo creería.
En cualquier caso, yo no lo veo así. En contra de lo que la denominada "prensa especializada" afirma que piensa Alan Moore, yo no vi apología del terrorismo por ningún lado, sino una película plagada de mensajes que invitan a la reflexión y además, muy bien hecha.
Como curiosidades, decir que no han faltado reacciones gilipollescas de todo tipo: que si muestra simpatías hacia la homosexualidad, que si desacredita a la Iglesia Católica a causa de que uno de los personajes es un arzobispo pedófilo, que si tal, que si cual... Chorradas. A mí, comercial y todo, me ha gustado. Y mucho.
"V de Vendetta" está basado en el cómic de mi admirado Alan Moore y David Lloyd. Según la prensa especializada, Alan Moore quiso desvincularse del proyecto porque adaptaciones previas de su trabajo ("From Hell" y "La liga de los hombres extraordinarios") no dieron buen resultado. Añaden además las malas lenguas, que el Sr. Moore "no ha quedado nada satisfecho con la adaptación que, según él, es una apología del terrorismo, algo totalmente alejado de su ideario pacifista". Si se sustituyera el término "pacifista" por el de "anarquista", a lo mejor me lo creería.
En cualquier caso, yo no lo veo así. En contra de lo que la denominada "prensa especializada" afirma que piensa Alan Moore, yo no vi apología del terrorismo por ningún lado, sino una película plagada de mensajes que invitan a la reflexión y además, muy bien hecha.
Como curiosidades, decir que no han faltado reacciones gilipollescas de todo tipo: que si muestra simpatías hacia la homosexualidad, que si desacredita a la Iglesia Católica a causa de que uno de los personajes es un arzobispo pedófilo, que si tal, que si cual... Chorradas. A mí, comercial y todo, me ha gustado. Y mucho.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En definitiva, tenemos un gobierno totalitario, manipulador, verdugo, asesino y torturador que aterroriza a las masas para lograr que éstas cedan sus libertades en pos de la seguridad (¿a alguien le suena?. Por mucho que os suene, el cómic original es de la década de los 80, así que muy mal debe ir el mundo para que justo ahora adquiera tanta vigencia). Y por otro lado tenemos un tipo a quien ese mismo gobierno torturó, que se erige en vengador y utiliza sus mismas armas (la manipulación, el asesinato y la tortura) para combatirlo. Cierto es que los fines que persigue el tipo en cuestión, son nobles. Cierto es que los fines que persigue el gobierno, son malvados. La pregunta es: ¿no son acaso iguales los medios? ¿están justificados en función de la nobleza del fin que se persiga?. Quien se limite a ver en "V" a un héroe, en mi opinión es muy corto de miras. Igual que quien deduzca que el film hace apología del terrorismo. La idea que se transmite es mucho más compleja que todo eso.
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