Como un torrente
1958 

7.4
2,365
Drama
Después de la guerra, Dave Hirsh regresa a su pueblo, donde vive su hermano mayor, bien situado y preocupado de su status social. A Dave le acompaña una mujer que acaba de conocer y luego hace amistad con un jugador. Al presentar a una maestra una novela que ha escrito, Dave se enamora de ella. (FILMAFFINITY)
15 de junio de 2018
15 de junio de 2018
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólido y algo dilatado melodrama, de uno de los grandes de Hollywood, Vincente Minnelli, que narra con ese poso de amargura tan característico de él, la vida de un licenciado del ejército que regresa a su pueblo natal, una pequeña ciudad de provincias, en el que todos sus habitantes se conocen y en la cual rigen unas estrictas normas de conducta moral, que todos se cuidan mucho de fingir acatar, al menos en apariencia.
A este licenciado,( Frank Sinatra ), nos lo presentan como un talentoso escritor sin suerte, que frustrado y decepcionado, ahoga sus penas en alcohol y prostitutas. Pero tiene una virtud. Odia la hipocresía por encima de todo, con lo cual chocará desde el principio, con los burgueses parientes que tiene en la ciudad, su hermano y su cuñada.
Éstos, por el qué dirán, tratarán de introducir a Frank en su selecta sociedad, donde conocerá a una hermosa mujer de la cual se enamorará y por la que tratará de amoldarse a " las buenas costumbres".
Pero a la ciudad no ha ido sólo. Le acompaña una prostituta, algo simple e inculta que, sin embargo, le quiere con todas sus fuerzas y sin condición.
Vincente Minnelli, nos hace aquí, una gran composición de personajes. Nos habla de la hipocresía, doble moral, convencionalismos, cobardías a que están atados muchos personajes en detrimento de su felicidad. También nos hablan de los otros. Los personajes que como Frank Sinatra, cínico y bebedor, Shirley MacLaine, prostituta y despreciada o Dean Martin, jugador y marginado, viven la vida con total sinceridad, pero pagan el precio del ostracismo y marginación al que les somete el resto de la sociedad.
Sin embargo, aún a pesar de que considero ésta, como una buena película, creo que está lejos de ser una de las grandes de su director. El guión se dilata mucho contándonos cosas intrascendentes, pero luego en asuntos básicos, nos lo presenta a trompicones. ( Spoiler ).
A este licenciado,( Frank Sinatra ), nos lo presentan como un talentoso escritor sin suerte, que frustrado y decepcionado, ahoga sus penas en alcohol y prostitutas. Pero tiene una virtud. Odia la hipocresía por encima de todo, con lo cual chocará desde el principio, con los burgueses parientes que tiene en la ciudad, su hermano y su cuñada.
Éstos, por el qué dirán, tratarán de introducir a Frank en su selecta sociedad, donde conocerá a una hermosa mujer de la cual se enamorará y por la que tratará de amoldarse a " las buenas costumbres".
Pero a la ciudad no ha ido sólo. Le acompaña una prostituta, algo simple e inculta que, sin embargo, le quiere con todas sus fuerzas y sin condición.
Vincente Minnelli, nos hace aquí, una gran composición de personajes. Nos habla de la hipocresía, doble moral, convencionalismos, cobardías a que están atados muchos personajes en detrimento de su felicidad. También nos hablan de los otros. Los personajes que como Frank Sinatra, cínico y bebedor, Shirley MacLaine, prostituta y despreciada o Dean Martin, jugador y marginado, viven la vida con total sinceridad, pero pagan el precio del ostracismo y marginación al que les somete el resto de la sociedad.
Sin embargo, aún a pesar de que considero ésta, como una buena película, creo que está lejos de ser una de las grandes de su director. El guión se dilata mucho contándonos cosas intrascendentes, pero luego en asuntos básicos, nos lo presenta a trompicones. ( Spoiler ).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por ejemplo. La prostituta está incondicionalmente enamorada de él. ¿ Por qué?, ¿ por que ha sido amable con ella en una noche de borrachera?.
Él, se enamora apasionadamente de la burguesa crítica literaria, en una sola velada. ¿ Por qué?, ¿ por que le dice que sus novelas son buenas?.
Él, juega a hacer de padre con su sobrina y afirma quererla mucho. ¿Por qué?, si en la película apenas ha cruzado dos frases con ella.
Durante su infancia parece que ha estado en un pensionado porque su hermano y su cuñada no querían tenerle en casa. Entonces, ¿por qué se preocupan de fingir alegría cuando regresa ?. Si antes no les importaba lo que pensaban en el pueblo,¿por qué les importa ahora?.
Cuando Frank Sinatra es rechazado por la burguesa, decide casarse con la prostituta. ¿ Por qué?, ¿ por pura compasión?, o ¿ cree que el que le quieran a uno incondicionalmente es motivo para el matrimonio?. Él, no la quiere en absoluto o sea que mal vamos.
Por éstas y otras razones, aunque pienso que bien merece la pena ver esta cinta, ya que mueve a muchas reflexiones, no creo que la parte emocional de ella, esté bien resuelta. A mí por lo menos no me conmovió.
Él, se enamora apasionadamente de la burguesa crítica literaria, en una sola velada. ¿ Por qué?, ¿ por que le dice que sus novelas son buenas?.
Él, juega a hacer de padre con su sobrina y afirma quererla mucho. ¿Por qué?, si en la película apenas ha cruzado dos frases con ella.
Durante su infancia parece que ha estado en un pensionado porque su hermano y su cuñada no querían tenerle en casa. Entonces, ¿por qué se preocupan de fingir alegría cuando regresa ?. Si antes no les importaba lo que pensaban en el pueblo,¿por qué les importa ahora?.
Cuando Frank Sinatra es rechazado por la burguesa, decide casarse con la prostituta. ¿ Por qué?, ¿ por pura compasión?, o ¿ cree que el que le quieran a uno incondicionalmente es motivo para el matrimonio?. Él, no la quiere en absoluto o sea que mal vamos.
Por éstas y otras razones, aunque pienso que bien merece la pena ver esta cinta, ya que mueve a muchas reflexiones, no creo que la parte emocional de ella, esté bien resuelta. A mí por lo menos no me conmovió.
21 de diciembre de 2024
21 de diciembre de 2024
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
[38:26 – 38:32]
¿Qué cabe en un intervalo de apenas cinco segundos?
Ginnie (Shirley MacLaine), en primer plano, parpadea. Dice: “Yo voy con quien quiero.” Su rostro adopta mil matices. Como escribiera Luis Alberto Sánchez al describir a Macedonio Fernández, “hablaba con pausas de silencio oral y elocuencia de miradas. Las palabras subrayaban a los ojos.” O quizás sea justo lo contrario. O tal vez los ojos subrayen y desmientan a un tiempo las palabras.
Esperanza, candor, alegría, tristeza, seducción, miedo ante las vanas ilusiones… todo lo agrio y dulce que cabe en una vida.
Se suele acusar a los personajes de esta cinta con todo tipo de improperios; como si fueran un saco hipócrita de vicios; se suele perdonar en ellos más el vicio honesto, la franqueza, que el vicio soterrado. Sin embargo, son solo seres grises. Ginnie es, por contraste (y vestuario), el foco de la luz. Pasa de la estridencia colorida al blanco inmaculado, pero es siempre dueña de la luz.
La escena final, tan ponderada por el pastor de la polvorosa, debería estudiarse en las escuelas.
Gracias por el cinematógrafo, gracias por la fotografía en movimiento. Gracias por el primer plano, que detiene el instante; y nos entrega con su abrazo el infinito.
¿Qué cabe en un intervalo de apenas cinco segundos?
Ginnie (Shirley MacLaine), en primer plano, parpadea. Dice: “Yo voy con quien quiero.” Su rostro adopta mil matices. Como escribiera Luis Alberto Sánchez al describir a Macedonio Fernández, “hablaba con pausas de silencio oral y elocuencia de miradas. Las palabras subrayaban a los ojos.” O quizás sea justo lo contrario. O tal vez los ojos subrayen y desmientan a un tiempo las palabras.
Esperanza, candor, alegría, tristeza, seducción, miedo ante las vanas ilusiones… todo lo agrio y dulce que cabe en una vida.
Se suele acusar a los personajes de esta cinta con todo tipo de improperios; como si fueran un saco hipócrita de vicios; se suele perdonar en ellos más el vicio honesto, la franqueza, que el vicio soterrado. Sin embargo, son solo seres grises. Ginnie es, por contraste (y vestuario), el foco de la luz. Pasa de la estridencia colorida al blanco inmaculado, pero es siempre dueña de la luz.
La escena final, tan ponderada por el pastor de la polvorosa, debería estudiarse en las escuelas.
Gracias por el cinematógrafo, gracias por la fotografía en movimiento. Gracias por el primer plano, que detiene el instante; y nos entrega con su abrazo el infinito.
6 de abril de 2009
6 de abril de 2009
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos individuos son hipócritas. No todos. Y de eso trata la cuestión, enfrentamientos familiares y de amistad por culpa de comentarios de vecinos, por prejuicios y todas esas cosas que se dan en la vida. La película está bien, es buena, y seguro que al espectador que le gusten los melodramas quedará más que satisfecho, pero en absoluto es una película destacable, a excepción de valorar la actuación de Shirley.
Tiene actuaciones sobresalientes: Frank Sinatra, Dean Martin con su whisky y sus partidas de poker, y la dulce Shirley, enamorada. Ya sabemos el pedazo de actriz que es Shirley, ya sea en el drama, en la comedia, en el cine negro... Es una historia sobre el regreso de un hombre a su pueblo intentando encontrar su sitio en el mundo. Y lo que hay es lo dicho: Prejuicios, rencores y en especial, amores cruzados, que son los que desencadenarán el drama. Ese es el apartado a destacar: Lo importante que es el amor, el sentirse amado, venga de donde venga.
Verla y juzgar.
Tiene actuaciones sobresalientes: Frank Sinatra, Dean Martin con su whisky y sus partidas de poker, y la dulce Shirley, enamorada. Ya sabemos el pedazo de actriz que es Shirley, ya sea en el drama, en la comedia, en el cine negro... Es una historia sobre el regreso de un hombre a su pueblo intentando encontrar su sitio en el mundo. Y lo que hay es lo dicho: Prejuicios, rencores y en especial, amores cruzados, que son los que desencadenarán el drama. Ese es el apartado a destacar: Lo importante que es el amor, el sentirse amado, venga de donde venga.
Verla y juzgar.
10 de noviembre de 2014
10 de noviembre de 2014
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Minnelli era uno de esos tipos que, en materia de cine, sabían hacerlo todo. Y muy bien. Minnelli fue siempre un cineasta, seguro, eficaz y brillante. Sobre el que no es preciso opinar en exceso, pues todo el mundo está de acuerdo. No es un autor difícil, ni tiene problemas de incomprensión a ningún nivel. A Minnelli, se le asocia al musical, aunque ha hecho magníficas comedias, y no menos buenos melodramas como éste que nos ocupa. Pero por encima de todo, era el cineasta del color, colores vivos, rojos, azules, verdes y amarillos, chillones a veces. Gozaba utilizando el color dramáticamente, siempre preocupado por el cromatismo.
“Como un torrente” es un hermoso y turbio melodrama, muestra desde el principio los espacios de tensión que se forman entre teoría y práctica, entre bellas palabras y conductas mezquinas, entre lo instalado y lo inestable. El cineasta va más allá del vulgar enfrentamiento de personajes opuestos: un pequeño núcleo urbano en “Scope y Metrocolor” se convierte en un campo de batalla donde dos posturas distintas ante la vida ajustarán sus diferencias. Destaca por la astucia de su construcción, impidiendo que la diversidad de personajes ahogue el flujo narrativo. El pretexto tomado por Minnelli de un “best-seller” de James Jones, narra el regreso del escritor Dave Hirsh (Frank Sinatra), tras su paso por el ejército a su ciudad natal.
Tras instalarse en un hotel frente a la joyería que regenta su hermano Frank (Arthur Kennedy), un tipo totalmente diferente a él. Después de pedir un par de botellas de whisky, saca de su bolsa de viaje unos libros usados de Faulkner, Steimbeck y Hemingway, quedando dibujado su personaje. Luego conocerá a Gwen French (Martha Hyer), profesora de literatura en el instituto que se siente humillada al imaginar que tiene que competir con una prostituta analfabeta, pero de gran corazón, Ginny (una deliciosa Shirley McLaine), enamorada de Dave, escritor vital pero estancado que trata de olvidar sus dudas personales divirtiéndose con el póker y el alcohol junto a su amigo Bama (Dean Martin), bebedor y pendenciero que no acostumbra a quitarse el sombrero.
Minelli nos brinda una historia que desvela la hipocresía y la doble moral, la realidad de las apariencias en la grisura de lo cotidiano, las frustraciones personales de personajes antagónicos. Un film donde los gestos y los sobreentendidos desmienten a las palabras, formando un mosaico de seres que buscan un futuro mejor para sus mediocres vidas. Donde hay espacio para la poesía y el lirismo, con la excelente música de Elmer Bernstein y un gran trabajo del operador William Daniels, Minnelli nos regala el mejor de sus melodramas.
“Como un torrente” es un hermoso y turbio melodrama, muestra desde el principio los espacios de tensión que se forman entre teoría y práctica, entre bellas palabras y conductas mezquinas, entre lo instalado y lo inestable. El cineasta va más allá del vulgar enfrentamiento de personajes opuestos: un pequeño núcleo urbano en “Scope y Metrocolor” se convierte en un campo de batalla donde dos posturas distintas ante la vida ajustarán sus diferencias. Destaca por la astucia de su construcción, impidiendo que la diversidad de personajes ahogue el flujo narrativo. El pretexto tomado por Minnelli de un “best-seller” de James Jones, narra el regreso del escritor Dave Hirsh (Frank Sinatra), tras su paso por el ejército a su ciudad natal.
Tras instalarse en un hotel frente a la joyería que regenta su hermano Frank (Arthur Kennedy), un tipo totalmente diferente a él. Después de pedir un par de botellas de whisky, saca de su bolsa de viaje unos libros usados de Faulkner, Steimbeck y Hemingway, quedando dibujado su personaje. Luego conocerá a Gwen French (Martha Hyer), profesora de literatura en el instituto que se siente humillada al imaginar que tiene que competir con una prostituta analfabeta, pero de gran corazón, Ginny (una deliciosa Shirley McLaine), enamorada de Dave, escritor vital pero estancado que trata de olvidar sus dudas personales divirtiéndose con el póker y el alcohol junto a su amigo Bama (Dean Martin), bebedor y pendenciero que no acostumbra a quitarse el sombrero.
Minelli nos brinda una historia que desvela la hipocresía y la doble moral, la realidad de las apariencias en la grisura de lo cotidiano, las frustraciones personales de personajes antagónicos. Un film donde los gestos y los sobreentendidos desmienten a las palabras, formando un mosaico de seres que buscan un futuro mejor para sus mediocres vidas. Donde hay espacio para la poesía y el lirismo, con la excelente música de Elmer Bernstein y un gran trabajo del operador William Daniels, Minnelli nos regala el mejor de sus melodramas.
8 de mayo de 2019
8 de mayo de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si he visto la película demasiado relajado pero a mí no me ha parecido un drama, de hecho lo catalogo más en un género de comedia, la verdad. Es una historia muy bien cubierta por unos muy buenos actores. Dean Martin, un polivalente Frank Sinatra que por entonces, hacía lo que quería y le daba la real gana, siendo uno de los grandes de los 50, un más que aceptable Arthur Kennedy y una magnífica Shirley MacLaine. Además rodeados de un buen nivel de reparto.
Me parece, en muchos momentos, más una obra de teatro que una película. Hay muy pocos exteriores, solo al final, y la trama de centra casi toda dentro de.
La entrega se hace muy amena, va sin grandes alharacas, pero siguiendo un camino muy homogéneo y siempre con expectación y sin perder una mueca de sonrisa hasta el final donde aquí sí que se produce un giro absolutamente inesperado.
En suma, una película muy entretenida, pero mucho, con un guión que te engancha y unos actores top. Para mí casi de notable.
Me parece, en muchos momentos, más una obra de teatro que una película. Hay muy pocos exteriores, solo al final, y la trama de centra casi toda dentro de.
La entrega se hace muy amena, va sin grandes alharacas, pero siguiendo un camino muy homogéneo y siempre con expectación y sin perder una mueca de sonrisa hasta el final donde aquí sí que se produce un giro absolutamente inesperado.
En suma, una película muy entretenida, pero mucho, con un guión que te engancha y unos actores top. Para mí casi de notable.
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