Luna de papel
7.6
6,304
Comedia. Drama
Estados Unidos, años 30. Durante la época de la Gran Depresión y la Ley Seca, un estafador de poca monta que intenta vender biblias a las viudas, se hace cargo a regañadientes del cuidado de la hija de una antigua amante. La niña no sólo aprende rápidamente todos los trucos del oficio de su protector, sino que incluso le ayuda, en algunas ocasiones, a salir de apuros. Una comedia dramática con excelentes críticas, especialmente en Estados Unidos. (FILMAFFINITY) [+]
27 de febrero de 2009
27 de febrero de 2009
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de Bogdanovich tienen un sentido del humor muy válido; con algo de ternura podría decirse. Son películas sentimentales, románticas... "Todos rieron" es para mi uno de sus mayores logros y define su estilo muy bien. Pero por ejemplo en "Máscara", sin caer en el melodrama trágico del que huye, es un drama en toda regla pero sin falsos sentimentalismos. "Luna de papel" es otra muestra de su buen cine, la trama corre en un escenario muy diferente a las anteriores. Es una película de correrías en los caminos, del pícaro con su lazarillo, contando andanzas de un hombre y una niña para salir adelante y que, a veces, resulta que la niña es más valiente que ese mayor al que sigue con fidelidad.
Uno de los mejores trabajos de Ryan O´Neal, acompañado de su hija Tatum, que encima ella ganó el Oscar. Historia enclavada en una triste época americana. Ryan O´neal volvió a convencer en Barry Lyndon y luego en El conductor, haciendo de especialista en huidas automovilísticas para atracadores y perseguido por el poli flaco: Bruce Dern, un monstruo.
Uno de los mejores trabajos de Ryan O´Neal, acompañado de su hija Tatum, que encima ella ganó el Oscar. Historia enclavada en una triste época americana. Ryan O´neal volvió a convencer en Barry Lyndon y luego en El conductor, haciendo de especialista en huidas automovilísticas para atracadores y perseguido por el poli flaco: Bruce Dern, un monstruo.
19 de noviembre de 2016
19 de noviembre de 2016
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado 43 años y sigue pareciéndome tan fresca como la primera vez que la vi. Esta película figura entre mis favoritas, existe en ella algo que te conmueve, te enriquece, y atrapa igual que cualquier exquisito placer de la vida.
Deliciosa Tatum ¨ O'Neal, merendándose a su padre. Es una de las pocas películas que he nominado con un diez porque si no es perfecta, roza la perfección. Guión cargado de guiños al espectador, una dirección brillante y talentosa de Bogdaovich, y en cuanto a las interpretaciones y la fotografía.... más que sobresalientes,
Un regalo del séptimo arte.
Deliciosa Tatum ¨ O'Neal, merendándose a su padre. Es una de las pocas películas que he nominado con un diez porque si no es perfecta, roza la perfección. Guión cargado de guiños al espectador, una dirección brillante y talentosa de Bogdaovich, y en cuanto a las interpretaciones y la fotografía.... más que sobresalientes,
Un regalo del séptimo arte.
21 de septiembre de 2019
21 de septiembre de 2019
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deliciosa comedia costumbrista del genial Peter Bogdanovich ambientada en la gran depresión americana, donde un avispado timador asiste al entierro de una vieja amiga y se queda, sin pensarlo, al cuidado de su hija, que nunca sabremos si es suya o no, aunque lo parece.
Gran actuación de Ryan O'Neal y su hija Tatum, que logró el Oscar por su actuación siendo la actriz más joven en lograrlo. Cinta llena de sentimiento, de inteligencia, de diálogos brillantes, con un retrato de la sociedad en plena depresión económica, de miseria, y de momentos inolvidables.
Esto sí es cine, del que ya no se hace, limpio, con un guión brillante y una interpretaciones, sobre todo la de Tatum, inolvidables. De cómo esa niña se convirtió en mujer, cayó en las drogas y en la depresión, ya casada con el irascible campeón de tenis americano John McEnroe, hablaré en otra ocasión.
Entrañable y recomendada para todos los públicos. No ha envejecido y hacía mucho tiempo que no la veía, aunque al volver a verla la recordaba casi a la perfección, y la desempolvé gracias al consejo de dos cracks de esta página, ALIENTO Y LEUGIM, a los que muestro mi reconocimiento por su gusto y sensibilidad.
Sobresaliente, 9.
Gran actuación de Ryan O'Neal y su hija Tatum, que logró el Oscar por su actuación siendo la actriz más joven en lograrlo. Cinta llena de sentimiento, de inteligencia, de diálogos brillantes, con un retrato de la sociedad en plena depresión económica, de miseria, y de momentos inolvidables.
Esto sí es cine, del que ya no se hace, limpio, con un guión brillante y una interpretaciones, sobre todo la de Tatum, inolvidables. De cómo esa niña se convirtió en mujer, cayó en las drogas y en la depresión, ya casada con el irascible campeón de tenis americano John McEnroe, hablaré en otra ocasión.
Entrañable y recomendada para todos los públicos. No ha envejecido y hacía mucho tiempo que no la veía, aunque al volver a verla la recordaba casi a la perfección, y la desempolvé gracias al consejo de dos cracks de esta página, ALIENTO Y LEUGIM, a los que muestro mi reconocimiento por su gusto y sensibilidad.
Sobresaliente, 9.
27 de febrero de 2011
27 de febrero de 2011
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El padre (O´Neal) es un aventurero timador que conoce a su hija (Tatum) en el entierro de una mujer con la que había tenido relaciones. No se sabe con certeza si él es realmente el padre. La niña resulta ser una peste, que, para colmo, está totalmente decidida a irse con él. Se hacen partners por necesidad, y lentamente va surgiendo un cierto lazo entre ellos.
Este film se realizó en el estilo de las antiguas películas familiares americanas, y es interesante sobre todo por la manera en que ofrece una imagen del campo en plena crisis. Muy bien interpretada por el padre y la hija O´Neal, contine además varios personajes secundarios elaborados a la pefección. Sobre todo Kahn es extraordinaria en su papel de guarra. Preciosa fotografía en blanco y negro de Laszlo Kovacs. Para la banda sonora se utilizó cancines de los años 1930-40. Tatum obtuvo un Oscar por su interpretación.
Este film se realizó en el estilo de las antiguas películas familiares americanas, y es interesante sobre todo por la manera en que ofrece una imagen del campo en plena crisis. Muy bien interpretada por el padre y la hija O´Neal, contine además varios personajes secundarios elaborados a la pefección. Sobre todo Kahn es extraordinaria en su papel de guarra. Preciosa fotografía en blanco y negro de Laszlo Kovacs. Para la banda sonora se utilizó cancines de los años 1930-40. Tatum obtuvo un Oscar por su interpretación.
2 de septiembre de 2014
2 de septiembre de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo hay una palabra para definir Paper Moon (Luna de Papel, 1974) y es ternura. La película forma parte junto a The Last Picture Show (La última película, 1971) y What’s Up Doc? (¿Qué me pasa doctor?, 1972) de La trilogía más interesante dentro de la filmografía de su director, Peter Bogdanovich, uno de los directores más importantes de los años setenta.
Algunas malas lenguas afirman que Bogdanovich debe gran parte de los mejores momentos de estas tres películas a la que por aquel entonces era su mujer, Polly Plat. Ambos formaban una pareja cinéfila hasta la médula, y esa pasión por el cine se plasmaba en las películaas de Bogdanovich. Desde luego no parece casualidad que una vez la pareja se disvolvió, la trayectoria de Bogdanovich fue cuesta abajo y sin frenos.
Pero más allá de estos rumores de los que nunca llegaremos a saber el fondo de la verdad, lo cierto es que Luna de Papel es una de las mejores Road Movies que nos ha dado el séptimo arte. Porque, efectivamente, la película pertenece a este subgénero. La película, que adapta, mediante guión de Alvin Sargent, una novela de Joe David Brown nos cuenta la historia de un auténtico pillo interpretado por Ryan O’Neall que por casualidades de la vida, conoce al personaje interpretado por la pequeña Tatum O’Neall (como puede verse por los apellidos, ambos son padre e hija). Ambos formarán una pareja de pequeños pícaros, que emplearán todo tipo de trucos para conseguir dinero con el que seguir adelante.
Porque la película se ambienta en los años treinta, y cogiendo como marco la América más rural y depresiva. De hecho, estos ingredientes tendrán una función bastante importante en la película, como un importante telón de fondo. Así, a lo largo de la película somos testigos de la terrible depresión ecónomica que azotaba los Estados Unidos en aquellos momentos (resonancias terribles del crack del 1929) pero también de la prohibición del alcohol, con la famosa ley seca. En este aspecto hay que destacar que la película se hace eco de estas cuestiones pero no con un trazo grueso, sino con una vena sutil y llena de sensibilidad. Por ejemplo, Bogdanovich no subraya sobremanera las familias pobres, víctimas de la crisis, sino que nos muestra una escena preciosa, que tiene lugar en el momento en que observamos a la pequeña joven, perdonar el pago de la biblia cuando observa los numerosos miembros que forman la familia o con algunos planos que nos muestran las enormes carretas repletas de familias que debían abandonar sus tierras con tal de poder buscar un futuro más próspero.
La película gira pues en torno a las diversas acciones que cometen nuestros protagonistas, que andan sin rumbo fijo, deambulando entre multitud de pueblos con tal poder conseguir estafar a una nueva víctima. Las diversas acciones que nos muestra Luna de Papel y los conflictos con los que se enfrentan sus personajes sirven de óbice para que la película haga evolucionar a sus personajes. Pero sin duda, más allá del desarrollo de la película, lo que destaca en Luna de Papel es su brillante sensibilidad.
Personajes tan teóricamente poco atrayentes como los que forman la pareja principal, consiguen sin embargo emocionar debido al tratamiento tan cuidado que realiza Bogdanovich sobre ellos. Ryan O’Neall nos presenta un personaje que ya desde las primeras de cambio muestra sus pocos escrúpulos al público, cuando trata de engañar a la pobre niña. Sin embargo, el personaje acabará padeciendo un proceso de Quijotización, adquiriendo la sensibilidad y gracia de la niña a la que acabará adoptando finalmente como si fuera su hija. Por su parte, la niña interpretada por Tatum O’Neall es un tierno carácter que busca un futuro que parece que la vida le ha negado con la muerte de su madre. Desamparada y totalmente sola, Ryan O’Neall acabará adoptándola como compañera de hurtos, enseñándole sus mejores trucos
La fotografía, a cargo de Lazslo Kovacs aporta una belleza plástica de primer nivel. Rodada en Blanco y negro, la película muestra con profusión de detalles unos años treinta que viven y laten a cada segundo de metraje. La puesta en escena de Bogdanovich aporta una esencia característica a la película El director emplea una gran variedad de planos que utiliza de manera inteligente para describir cada secuencia. Por ejemplo somos testigos de los primeros planos generales que nos muestran la soledad de la niña interpretada por Tatum O’Neall.con el enterramiento mostrado siempre con este recurso, que nos define a los pocos asistentes al entierro en un entorno totalmente aislado. O los memorables primeros planos colocados en el capó del coche y apuntando a la carretera que están montados siempre que nuestros protagonistas se aventuran en un nuevo desafío.
http://neokunst.wordpress.com/2014/09/02/luna-de-papel-1973/
Algunas malas lenguas afirman que Bogdanovich debe gran parte de los mejores momentos de estas tres películas a la que por aquel entonces era su mujer, Polly Plat. Ambos formaban una pareja cinéfila hasta la médula, y esa pasión por el cine se plasmaba en las películaas de Bogdanovich. Desde luego no parece casualidad que una vez la pareja se disvolvió, la trayectoria de Bogdanovich fue cuesta abajo y sin frenos.
Pero más allá de estos rumores de los que nunca llegaremos a saber el fondo de la verdad, lo cierto es que Luna de Papel es una de las mejores Road Movies que nos ha dado el séptimo arte. Porque, efectivamente, la película pertenece a este subgénero. La película, que adapta, mediante guión de Alvin Sargent, una novela de Joe David Brown nos cuenta la historia de un auténtico pillo interpretado por Ryan O’Neall que por casualidades de la vida, conoce al personaje interpretado por la pequeña Tatum O’Neall (como puede verse por los apellidos, ambos son padre e hija). Ambos formarán una pareja de pequeños pícaros, que emplearán todo tipo de trucos para conseguir dinero con el que seguir adelante.
Porque la película se ambienta en los años treinta, y cogiendo como marco la América más rural y depresiva. De hecho, estos ingredientes tendrán una función bastante importante en la película, como un importante telón de fondo. Así, a lo largo de la película somos testigos de la terrible depresión ecónomica que azotaba los Estados Unidos en aquellos momentos (resonancias terribles del crack del 1929) pero también de la prohibición del alcohol, con la famosa ley seca. En este aspecto hay que destacar que la película se hace eco de estas cuestiones pero no con un trazo grueso, sino con una vena sutil y llena de sensibilidad. Por ejemplo, Bogdanovich no subraya sobremanera las familias pobres, víctimas de la crisis, sino que nos muestra una escena preciosa, que tiene lugar en el momento en que observamos a la pequeña joven, perdonar el pago de la biblia cuando observa los numerosos miembros que forman la familia o con algunos planos que nos muestran las enormes carretas repletas de familias que debían abandonar sus tierras con tal de poder buscar un futuro más próspero.
La película gira pues en torno a las diversas acciones que cometen nuestros protagonistas, que andan sin rumbo fijo, deambulando entre multitud de pueblos con tal poder conseguir estafar a una nueva víctima. Las diversas acciones que nos muestra Luna de Papel y los conflictos con los que se enfrentan sus personajes sirven de óbice para que la película haga evolucionar a sus personajes. Pero sin duda, más allá del desarrollo de la película, lo que destaca en Luna de Papel es su brillante sensibilidad.
Personajes tan teóricamente poco atrayentes como los que forman la pareja principal, consiguen sin embargo emocionar debido al tratamiento tan cuidado que realiza Bogdanovich sobre ellos. Ryan O’Neall nos presenta un personaje que ya desde las primeras de cambio muestra sus pocos escrúpulos al público, cuando trata de engañar a la pobre niña. Sin embargo, el personaje acabará padeciendo un proceso de Quijotización, adquiriendo la sensibilidad y gracia de la niña a la que acabará adoptando finalmente como si fuera su hija. Por su parte, la niña interpretada por Tatum O’Neall es un tierno carácter que busca un futuro que parece que la vida le ha negado con la muerte de su madre. Desamparada y totalmente sola, Ryan O’Neall acabará adoptándola como compañera de hurtos, enseñándole sus mejores trucos
La fotografía, a cargo de Lazslo Kovacs aporta una belleza plástica de primer nivel. Rodada en Blanco y negro, la película muestra con profusión de detalles unos años treinta que viven y laten a cada segundo de metraje. La puesta en escena de Bogdanovich aporta una esencia característica a la película El director emplea una gran variedad de planos que utiliza de manera inteligente para describir cada secuencia. Por ejemplo somos testigos de los primeros planos generales que nos muestran la soledad de la niña interpretada por Tatum O’Neall.con el enterramiento mostrado siempre con este recurso, que nos define a los pocos asistentes al entierro en un entorno totalmente aislado. O los memorables primeros planos colocados en el capó del coche y apuntando a la carretera que están montados siempre que nuestros protagonistas se aventuran en un nuevo desafío.
http://neokunst.wordpress.com/2014/09/02/luna-de-papel-1973/
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