Promesas del este
2007 

7.4
60,270
Thriller. Drama
El misterioso Nikolai es el chófer de una poderosa familia de la mafia rusa en Londres, un clan liderado por el veterano y frío Semyon y por su hijo Kirill, un tipo inestable muy cercano a Nikolai. Un día en el restaurante de Semyon se presenta Anna, una comadrona de hospital muy afectada por la muerte en el parto de una adolescente rusa. Anna ha decidido buscar a la familia de la chica sirviéndose del diario que ésta dejó escrito en ruso. (FILMAFFINITY) [+]
13 de octubre de 2007
13 de octubre de 2007
74 de 103 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora que he llamado vuestra atención, “Promesas del Este” tiene un puñado de cosas buenas y realmente no tiene muchas cosas malas. Tiene momentos puntuales muy buenos y otros tantos aburridillos. Tiene una interesante actuación de Vigo Mortensen y una buena dirección de Cronemberg.
“Promesas del este” es algo irregular. Me sobran muchas cosas pero no me llegan a molestar. Me imagino que lo que menos me cuaja es la valentía de una comadrona enfrentándose a la mafia rusa. Es que no trago. Chirría bastante.
No me entusiasma su final, creo que Cronemberg o su guionista Steven Knight, no supo terminar la historia.
“Promesas del Este” cuenta con una gran fotografía y una buena banda sonora. Cuenta con escenas Cronemberg llenas de sangre y muy explícitas con las que mi compañera de visionado no pudo reprimir taparse los ojos y decirme que le avisara cuando terminara de salir el jarabe rojo.
El doblaje es penoso, pero me empiezo a acostumbrar a tener que aguantar estas imposiciones.
“Promesas del este” es algo irregular. Me sobran muchas cosas pero no me llegan a molestar. Me imagino que lo que menos me cuaja es la valentía de una comadrona enfrentándose a la mafia rusa. Es que no trago. Chirría bastante.
No me entusiasma su final, creo que Cronemberg o su guionista Steven Knight, no supo terminar la historia.
“Promesas del Este” cuenta con una gran fotografía y una buena banda sonora. Cuenta con escenas Cronemberg llenas de sangre y muy explícitas con las que mi compañera de visionado no pudo reprimir taparse los ojos y decirme que le avisara cuando terminara de salir el jarabe rojo.
El doblaje es penoso, pero me empiezo a acostumbrar a tener que aguantar estas imposiciones.
12 de octubre de 2007
12 de octubre de 2007
73 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Hagan juego, señores
Plano nocturno y en escorzo del neón de una peluquería – [grúa abajo / humedad a ras de calle] – Entramos en el establecimiento y asistimos a un cordial intercambio de palabras (conversación) entre el cliente y su estilista – Un oscurísimo presentimiento se apodera de nosotros – Irrumpe en cuadro la violencia descarnada – A degüello, literalmente. – Ya tenemos el tono de la peli.
Un inicio brillante, magistral. Cronenberg juega al cine con las cartas boca arriba.
===
2) No se admiten más apuestas
Tras un primer cuarto de hora de enorme intensidad, todos los personajes quedan retratados (o apuntados, o quizás, señalados por aquello que trata de ocultarse en su interior y, sin embargo, se transparenta en cada uno de sus gestos):
El capo de la mafia: Semyon (Armin Mueller-Stahl, que nació, proféticamente, en un lugar de Alemania que ahora forma parte de Rusia). Vive atormentado por la posibilidad de que su único hijo sea ‘queer’.
El unigénito blandengue, fingiendo una brutalidad que le es ajena y necesaria: Kirill (Vincent Cassel). La sombra de su padre lo doblega. El alcohol es el sostén para esa crueldad que tanto esfuerzo le supone. El alcohol y…
El sobrio chico para todo: Nikolai (Viggo Mortensen). Impecable. Escueto y convincente. Protagoniza una de esas escenas que van a formar parte del macabro imaginario colectivo. Otra vez (después de ‘El hombre elefante’), ¡los baños públicos de Londres! Terror en carne viva. O bestialismo, supervivencia, dolor y desnudez.
La comadrona de la motocicleta: Anna (Naomi Watts). Hace de chica corriente, traumatizada por la pérdida de un bebé que no llegó a nacer, lo que la acerca a la joven madre, Tatiana, que muere en su hospital. Su historia es muy forzada. Encaja sólo regular. El personaje que interpreta no es lucido, lo lastra alguna incongruencia del guión (como bien dice Macarrones, ¿qué le pasa con la policía?). Una gran actriz en un papel que apenas daba para más.
===
3) Gira la rueda
Avanza la película. La violencia más extrema siempre está latente. No podemos descuidarnos. Desde la primera secuencia, el ambiente de morbo enrarecido excreta un aire irrespirable. Aquí no hay erotismo, es todo pura humillación. Exhibición de carne en la carnicería. Cuestión de dominancia.
La cinta tiene algo de un Chabrol enloquecido, desquiciado. Un paso más hacia el horror con pinceladas de humor negro.
===
Plano nocturno y en escorzo del neón de una peluquería – [grúa abajo / humedad a ras de calle] – Entramos en el establecimiento y asistimos a un cordial intercambio de palabras (conversación) entre el cliente y su estilista – Un oscurísimo presentimiento se apodera de nosotros – Irrumpe en cuadro la violencia descarnada – A degüello, literalmente. – Ya tenemos el tono de la peli.
Un inicio brillante, magistral. Cronenberg juega al cine con las cartas boca arriba.
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2) No se admiten más apuestas
Tras un primer cuarto de hora de enorme intensidad, todos los personajes quedan retratados (o apuntados, o quizás, señalados por aquello que trata de ocultarse en su interior y, sin embargo, se transparenta en cada uno de sus gestos):
El capo de la mafia: Semyon (Armin Mueller-Stahl, que nació, proféticamente, en un lugar de Alemania que ahora forma parte de Rusia). Vive atormentado por la posibilidad de que su único hijo sea ‘queer’.
El unigénito blandengue, fingiendo una brutalidad que le es ajena y necesaria: Kirill (Vincent Cassel). La sombra de su padre lo doblega. El alcohol es el sostén para esa crueldad que tanto esfuerzo le supone. El alcohol y…
El sobrio chico para todo: Nikolai (Viggo Mortensen). Impecable. Escueto y convincente. Protagoniza una de esas escenas que van a formar parte del macabro imaginario colectivo. Otra vez (después de ‘El hombre elefante’), ¡los baños públicos de Londres! Terror en carne viva. O bestialismo, supervivencia, dolor y desnudez.
La comadrona de la motocicleta: Anna (Naomi Watts). Hace de chica corriente, traumatizada por la pérdida de un bebé que no llegó a nacer, lo que la acerca a la joven madre, Tatiana, que muere en su hospital. Su historia es muy forzada. Encaja sólo regular. El personaje que interpreta no es lucido, lo lastra alguna incongruencia del guión (como bien dice Macarrones, ¿qué le pasa con la policía?). Una gran actriz en un papel que apenas daba para más.
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3) Gira la rueda
Avanza la película. La violencia más extrema siempre está latente. No podemos descuidarnos. Desde la primera secuencia, el ambiente de morbo enrarecido excreta un aire irrespirable. Aquí no hay erotismo, es todo pura humillación. Exhibición de carne en la carnicería. Cuestión de dominancia.
La cinta tiene algo de un Chabrol enloquecido, desquiciado. Un paso más hacia el horror con pinceladas de humor negro.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
4) Sigue girando
En su tramo final, el guión es imperfecto. La intensidad se difumina. ¿Quién se cree que la policía vaya a tomar una muestra de sangre de Semyon y no se proteja al bebé que está en la clínica?
Para David Cronenberg, la textura del film es lo esencial; y se le desmadeja el hilo narrativo.
El beso final, leve y aséptico, al lado del sumidero de cadáveres, deja bien a las claras que, en ese mundo, no hay lugar para el amor.
===
5) La bola se detiene
Todo comienza con el ángel de la muerte en la peluquería. Lleva una navaja. Él no la usa. Pero su presencia nos dice que va a ser utilizada. Es la enseñanza que extraemos de la escena.
Luego, cuando el ángel de la muerte acompaña hasta los baños a Nikolai, sabemos que él no va a matarlo. Se ocuparán de ello los esbirros. Escalofriante.
El ángel de la muerte (o quizás la muerte misma) no se doblega ante nadie. Pero, al hablar con Semyon, un contrapicado lleno de elocuencia subraya la terrible jerarquía. El ángel de la muerte sólo se doblega ante el gran capo de la mafia. Vale decir, ante el diablo, la maldad.
Un demonio lynchiano, secundario e inquietante. No se os ocurra entrar en la peluquería. Manteneos lejos de los baños.
===
6) Negro, par y pasa
Negro: adj. Dicho de la novela o del cine: Que se desarrolla en un ambiente criminal y violento, muy violento.
Par: f. pl. Placenta del útero. Su desprendimiento puede causar una hemorragia letal para la madre o el bebé.
Pasa: f. Canalizo entre bajos por el cual pueden pasar los barcos. Y los cadáveres.
===
7) Después de la partida
- Lo previsible: El espectador anticipa lo que va a suceder. Intuimos la realidad de Nikolai, la traición de Semyon, los vericuetos de la historia. La intriga está en el cuándo y en el cómo, no en el qué.
- En la crítica de GoVegetarian encontraréis un acertado análisis del problema del acento ruso en la película. En efecto, la lectura en off (inglés rusificado) del diario de Tatiana, es indefendible.
****************
Cine dentro del cine
****************
A mi diestra, al lado del pasillo, Macarrones. Nada que reseñar. Su comportamiento fue modélico.
Delante de mí, en lo que debía ser la segunda fila del cine, una pareja de orientales. Llegaron tarde, se hundieron: no asomaban sus cabezas por encima del respaldo. ¿Qué hacían? No lo sé. No puedo estar seguro. Sólo sé que visitaron varias veces los lavabos, en plena proyección. Eso sí, por separado. Entrar en ‘Promesas del Este’ para dedicarse al grato intercambio de fluidos se me antoja inconcebible. Además, el chico llevaba la funda de un instrumento (tal vez, una guitarra) y no paraba de abrirla y de hurgar en ella. No quiero imaginarme el aterrador instrumental que guardaba en ese cofre sospechoso. Brrrrr. Alguien dirá que David Cronenberg es un enfermo, pero como bien ilustra nuestra parejita de orientales, la realidad supera a la ficción.
En su tramo final, el guión es imperfecto. La intensidad se difumina. ¿Quién se cree que la policía vaya a tomar una muestra de sangre de Semyon y no se proteja al bebé que está en la clínica?
Para David Cronenberg, la textura del film es lo esencial; y se le desmadeja el hilo narrativo.
El beso final, leve y aséptico, al lado del sumidero de cadáveres, deja bien a las claras que, en ese mundo, no hay lugar para el amor.
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5) La bola se detiene
Todo comienza con el ángel de la muerte en la peluquería. Lleva una navaja. Él no la usa. Pero su presencia nos dice que va a ser utilizada. Es la enseñanza que extraemos de la escena.
Luego, cuando el ángel de la muerte acompaña hasta los baños a Nikolai, sabemos que él no va a matarlo. Se ocuparán de ello los esbirros. Escalofriante.
El ángel de la muerte (o quizás la muerte misma) no se doblega ante nadie. Pero, al hablar con Semyon, un contrapicado lleno de elocuencia subraya la terrible jerarquía. El ángel de la muerte sólo se doblega ante el gran capo de la mafia. Vale decir, ante el diablo, la maldad.
Un demonio lynchiano, secundario e inquietante. No se os ocurra entrar en la peluquería. Manteneos lejos de los baños.
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6) Negro, par y pasa
Negro: adj. Dicho de la novela o del cine: Que se desarrolla en un ambiente criminal y violento, muy violento.
Par: f. pl. Placenta del útero. Su desprendimiento puede causar una hemorragia letal para la madre o el bebé.
Pasa: f. Canalizo entre bajos por el cual pueden pasar los barcos. Y los cadáveres.
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7) Después de la partida
- Lo previsible: El espectador anticipa lo que va a suceder. Intuimos la realidad de Nikolai, la traición de Semyon, los vericuetos de la historia. La intriga está en el cuándo y en el cómo, no en el qué.
- En la crítica de GoVegetarian encontraréis un acertado análisis del problema del acento ruso en la película. En efecto, la lectura en off (inglés rusificado) del diario de Tatiana, es indefendible.
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Cine dentro del cine
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A mi diestra, al lado del pasillo, Macarrones. Nada que reseñar. Su comportamiento fue modélico.
Delante de mí, en lo que debía ser la segunda fila del cine, una pareja de orientales. Llegaron tarde, se hundieron: no asomaban sus cabezas por encima del respaldo. ¿Qué hacían? No lo sé. No puedo estar seguro. Sólo sé que visitaron varias veces los lavabos, en plena proyección. Eso sí, por separado. Entrar en ‘Promesas del Este’ para dedicarse al grato intercambio de fluidos se me antoja inconcebible. Además, el chico llevaba la funda de un instrumento (tal vez, una guitarra) y no paraba de abrirla y de hurgar en ella. No quiero imaginarme el aterrador instrumental que guardaba en ese cofre sospechoso. Brrrrr. Alguien dirá que David Cronenberg es un enfermo, pero como bien ilustra nuestra parejita de orientales, la realidad supera a la ficción.
24 de marzo de 2008
24 de marzo de 2008
38 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las “promesas” que nos intenta vender Cronenberg sobre la película las cumple sobradamente.
Cronenberg nos sumerge en el mundo de la mafia rusa establecida en Londres.
El diario de una joven del Este, Tatiana, llega a las manos de Anna, comadrona del hospital. Preocupándose por el futuro de la criatura que pare Tatiana, busca en el diario respuestas sobre su familia y orígenes, pero para ello necesitará que alguien se lo traduzca.
A partir de este hecho se desencadena la historia. Pasaremos de puntillas por el tipo de negocios de los que viven las mafias rusas dejando a un lado la sensiblería y mostrándolo de un modo natural. El tipo de vida que lleva cada uno depende del contexto en el que te has visto envuelto desde tu nacimiento.
Una de las cosas que me ha llamado la atención es el color que inunda la fotografía. Normalmente, cuando se ha retratado a la mafia en el cine, los colores son sobrios: marrones, negros, grises… aunque aparezca algún color más vivo, se muestra con una tonalidad apagada. En Promesas del Este hay mucho color, incluso tratándose de la nublada ciudad de Londres.
La otra cosa que me ha llamado la atención para bien es Viggo Mortensen. He descubierto un actorazo, nunca había reparado en él de semejante manera. Viggo (Nikolai) realiza una interpretación más allá de un guión y un diálogo. Es su postura, su forma de hablar, mirar y caminar. ¡Ese hombre es ruso! Increíble la escena en los baños. ¿Cómo puede una persona totalmente desnuda tener la misma compostura e infundir el mismo respeto que con un traje, corbata y guantes de cuero? Maravillada me hallo todavía. Además, la escena me tuvo en vilo y pegando botes. Destacable también el buen gusto que tiene Cronenberg para introducir detalles desagradables a la vista sensible. Es el arte de la sangre.
Por otro lado, la relación que se establece entre Anna y Nikolai es magnética. Existe una gran complicidad y atracción entre los personajes enseñándonos además, una relación de amor que el cine es poco convencional. No hay nada pero se palpa todo.
Es interesante también observar la atracción que Kirill (Vincent Cassel) siente por Nikolai. En ciertos momentos, se intuye por parte de Kirill, un entendimiento más allá de la amistad y que por motivos obvios no sacará nunca a la luz.
Anna, Naomi Wats, sencillamente está sobresaliente. A lo largo de la película vamos desentrañando sus vivencias y sentimientos pero siempre desde un segundo plano, no se centra en ello pero se menciona dándole una profundidad al personaje que Naomi sabe manejar.
Por tanto, debo decir que personalmente es una película magnífica donde las interpretaciones tan creíbles y las relaciones entre los personajes nos sumergen de lleno en un tipo de organización que tiene sus propias leyes, creencias y estructura social. (Los tatuajes y su significado me parece fascinante).
Cronenberg nos sumerge en el mundo de la mafia rusa establecida en Londres.
El diario de una joven del Este, Tatiana, llega a las manos de Anna, comadrona del hospital. Preocupándose por el futuro de la criatura que pare Tatiana, busca en el diario respuestas sobre su familia y orígenes, pero para ello necesitará que alguien se lo traduzca.
A partir de este hecho se desencadena la historia. Pasaremos de puntillas por el tipo de negocios de los que viven las mafias rusas dejando a un lado la sensiblería y mostrándolo de un modo natural. El tipo de vida que lleva cada uno depende del contexto en el que te has visto envuelto desde tu nacimiento.
Una de las cosas que me ha llamado la atención es el color que inunda la fotografía. Normalmente, cuando se ha retratado a la mafia en el cine, los colores son sobrios: marrones, negros, grises… aunque aparezca algún color más vivo, se muestra con una tonalidad apagada. En Promesas del Este hay mucho color, incluso tratándose de la nublada ciudad de Londres.
La otra cosa que me ha llamado la atención para bien es Viggo Mortensen. He descubierto un actorazo, nunca había reparado en él de semejante manera. Viggo (Nikolai) realiza una interpretación más allá de un guión y un diálogo. Es su postura, su forma de hablar, mirar y caminar. ¡Ese hombre es ruso! Increíble la escena en los baños. ¿Cómo puede una persona totalmente desnuda tener la misma compostura e infundir el mismo respeto que con un traje, corbata y guantes de cuero? Maravillada me hallo todavía. Además, la escena me tuvo en vilo y pegando botes. Destacable también el buen gusto que tiene Cronenberg para introducir detalles desagradables a la vista sensible. Es el arte de la sangre.
Por otro lado, la relación que se establece entre Anna y Nikolai es magnética. Existe una gran complicidad y atracción entre los personajes enseñándonos además, una relación de amor que el cine es poco convencional. No hay nada pero se palpa todo.
Es interesante también observar la atracción que Kirill (Vincent Cassel) siente por Nikolai. En ciertos momentos, se intuye por parte de Kirill, un entendimiento más allá de la amistad y que por motivos obvios no sacará nunca a la luz.
Anna, Naomi Wats, sencillamente está sobresaliente. A lo largo de la película vamos desentrañando sus vivencias y sentimientos pero siempre desde un segundo plano, no se centra en ello pero se menciona dándole una profundidad al personaje que Naomi sabe manejar.
Por tanto, debo decir que personalmente es una película magnífica donde las interpretaciones tan creíbles y las relaciones entre los personajes nos sumergen de lleno en un tipo de organización que tiene sus propias leyes, creencias y estructura social. (Los tatuajes y su significado me parece fascinante).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Paradójicamente, a pesar de que Nikolai sea un infiltrado, su compostura es perfecta para convertirse en el “rey”, mucho más que Kirill que es un mindundi sin ningún carisma. Se podría decir que Nikolai tiene madera de capo mafioso.
Hay que ver, lo sencilla que es y lo mucho que me ha gustado.....
“Adiós, Anna Ivannova” ¡¡¡¡Pero qué bonita es, coño!!!!!
Hay que ver, lo sencilla que es y lo mucho que me ha gustado.....
“Adiós, Anna Ivannova” ¡¡¡¡Pero qué bonita es, coño!!!!!
27 de octubre de 2011
27 de octubre de 2011
39 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras una larga carrera cinematográfica, David Cronenberg se decide a abordar un tema complicado, la mafia y sus tragedias.
El resultado es brillante, confieso que es una de las mejores películas sobre este tema que he visto.
En este caso se trata de la mafia rusa que opera en Londres, pero el aroma a clásicos como "El padrino" o "Uno de los nuestros" se percibe durante todo el film.
¿Y por qué suelen resultar tan interesantes las películas sobre mafia?. Tal vez sea porque son como la vida misma.
En todos los trabajos y situaciones existen intrigas, traiciones, tensión y violencia contenida o explícita. la diferencia es que en tu trabajo, si al final pierdes la partida, lo más que te puede pasar es que te echen a la calle.
En el mundo de la mafia, si resultas perdedor, acabas torturado y muerto. Ésto le da también a este tipo de películas un aire de tragedia griega que completa el círculo de su tremendo magnetismo.
Vaya esta modesta crítica en homenaje a esta obra maestra de Cronenberg.
Gacias.
El resultado es brillante, confieso que es una de las mejores películas sobre este tema que he visto.
En este caso se trata de la mafia rusa que opera en Londres, pero el aroma a clásicos como "El padrino" o "Uno de los nuestros" se percibe durante todo el film.
¿Y por qué suelen resultar tan interesantes las películas sobre mafia?. Tal vez sea porque son como la vida misma.
En todos los trabajos y situaciones existen intrigas, traiciones, tensión y violencia contenida o explícita. la diferencia es que en tu trabajo, si al final pierdes la partida, lo más que te puede pasar es que te echen a la calle.
En el mundo de la mafia, si resultas perdedor, acabas torturado y muerto. Ésto le da también a este tipo de películas un aire de tragedia griega que completa el círculo de su tremendo magnetismo.
Vaya esta modesta crítica en homenaje a esta obra maestra de Cronenberg.
Gacias.
11 de enero de 2008
11 de enero de 2008
100 de 172 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, si al final le voy a coger gusto a esto de estar en contra de la mayoría. Pero es que no puedo evitar ponerle a esta película un suspenso, porque es un despropósito, probablemente automáticamente aclamada por estar dirigida por Cronenberg y estrenarse tras el éxito de "Una historia de violencia". En mi opinión, claro, pero de eso va esto.
Calificar la actuación de Mortensen de buena me parece un atentado terrorista a cualquier profesional que se precie. Su composición del personaje básicamente se limita a susurrar, balbucear palabras (como Alatriste pero en ruso) y poner cara y pose de palo durante todo el metraje. Mirad que no sé ruso, pero algo me dice que el chapurreo de Mortensen es de vergüenza ajena.
El guión es de una simpleza asombrosa. Tan solo tenemos cuatro protagonistas en danza, la película dura dos horas, y noto una superficialidad asombrosa en ellos. Además en las nombradas dos horas pasan muy poquitas cosas, si lo pensáis, y muy poco interesantes. Historias y personajes sin oficio ni beneficio que deambulan sin aportar nada a la película. Y en esto incluyo al extraño y unidimensional personaje de Naomi Watts, que hasta me da la impresión de que sobra. Todo trata sobre la trama de la niña, insulsa a más no poder, hasta que en el tramo final empiezan a explotar las subtramas que ya nunca se cerrarán. Uno de los finales más sencillos y anticlimáticos que recuerdo, como para salir del paso. Mirad en "spoilers".
Hay muy poquitas escenas recordables en la película, culpa del guión y una realización sorprendentemente desganada. Tras verla, apenas si puedo recordar la carnicería de Mortensen y la paliza en bolas. Vuelvo a repetir que todo es de una simpleza y una desgana alarmantes.
Es curioso, con lo mediocre que me ha parecido, que tenga tan buenas críticas. Sólo un poco mejor que un telefilm. A lo mejor es porque la gente la ha visto doblada y se disimula la horrible, horrible, horrible actuación de Mortensen (ninguna novedad).
Espero con ansia vuestros votos negativos.
mail: alvarokesher de Gmail
Calificar la actuación de Mortensen de buena me parece un atentado terrorista a cualquier profesional que se precie. Su composición del personaje básicamente se limita a susurrar, balbucear palabras (como Alatriste pero en ruso) y poner cara y pose de palo durante todo el metraje. Mirad que no sé ruso, pero algo me dice que el chapurreo de Mortensen es de vergüenza ajena.
El guión es de una simpleza asombrosa. Tan solo tenemos cuatro protagonistas en danza, la película dura dos horas, y noto una superficialidad asombrosa en ellos. Además en las nombradas dos horas pasan muy poquitas cosas, si lo pensáis, y muy poco interesantes. Historias y personajes sin oficio ni beneficio que deambulan sin aportar nada a la película. Y en esto incluyo al extraño y unidimensional personaje de Naomi Watts, que hasta me da la impresión de que sobra. Todo trata sobre la trama de la niña, insulsa a más no poder, hasta que en el tramo final empiezan a explotar las subtramas que ya nunca se cerrarán. Uno de los finales más sencillos y anticlimáticos que recuerdo, como para salir del paso. Mirad en "spoilers".
Hay muy poquitas escenas recordables en la película, culpa del guión y una realización sorprendentemente desganada. Tras verla, apenas si puedo recordar la carnicería de Mortensen y la paliza en bolas. Vuelvo a repetir que todo es de una simpleza y una desgana alarmantes.
Es curioso, con lo mediocre que me ha parecido, que tenga tan buenas críticas. Sólo un poco mejor que un telefilm. A lo mejor es porque la gente la ha visto doblada y se disimula la horrible, horrible, horrible actuación de Mortensen (ninguna novedad).
Espero con ansia vuestros votos negativos.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En diez minuticos nos enteramos de que Mortensen es agente doble, de que el patriarca va a ir a la cárcel, de que Naomi y Viggo se quieren un poquito, de que Viggo termina de jefe de la mafia y de que ella se queda con la niña. ¡Olé! Pasan más cosas que en todo el resto de la película.
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