Cuernos
5.6
8,561
Fantástico. Intriga. Thriller
Merrin Williams (Juno Temple) ha muerto en extrañas circunstancias, y su novio, Ignatius 'Ig' Perrish (Daniel Radcliffe), es el único sospechoso. En el primer aniversario de la muerte de Merrin, Ig se pasa la noche borracho y haciendo cosas espantosas. Cuando se despierta, tiene una resaca tremenda… y cuernos que le están naciendo en la cabeza. Ig posee un nuevo poder macabro que intenta usar para descubrir al monstruo que mató a su ... [+]
20 de abril de 2015
20 de abril de 2015
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo la sensación de estar escribiendo esta crítica demasiado pronto, porque Horns, para bien o para mal, es una película que me parece que necesita cierto poso para tomar una decisión.
Me gustó la idea, y tenía ganas de verla desde que oí hablar de ella, pero luego supuso una considerable decepción. Horns es una película que no para de darse topetazos contra un muro de preguntas que ni siquiera acaba de responderse. De alguna manera tengo la impresión de que no entendí la película, y me sentí como cuando empiezas a ver rarezas de cine asiático que tienen más en mente lo metafórico que lo terrenal.
El reclamo de Horns está claro: al protagonista de la noche a la mañana le aparecen cuernos. ¿Cuál es el problema? Que eso acaba siendo algo realmente anecdótico y no forma parte de la película como tal, y Alexandre Aja decide progresar en su historia de una manera excesivamente seria. Prueba de ello son los coqueteos con el humor negro que tanto bien le hacen a la película pero que nunca llegan a hacerse "oficiales".
Con cuernos de por medio como quien lleva una camiseta lila, un irregular Daniel Radcliffe se mete en una historia de thriller/venganza que resulta interesante, quizá incluso demasiado teniendo en cuenta que el espectador se pasa más tiempo mirando los cuernos y pensando en las razones que prestando atención a la trama. Todo fluye hacia una parte excesivamente sobrenatural que acaba lanzando más interrogantes al espectador.
No es una mala película, pero cuando tu reclamo acaba siendo tan circunstancial tu percepción adquiere un tinte más negativo. Es tan simple como que la misma película sin lo de los cuernos hubiera sido igual de buena -o mala-.
Me gustó la idea, y tenía ganas de verla desde que oí hablar de ella, pero luego supuso una considerable decepción. Horns es una película que no para de darse topetazos contra un muro de preguntas que ni siquiera acaba de responderse. De alguna manera tengo la impresión de que no entendí la película, y me sentí como cuando empiezas a ver rarezas de cine asiático que tienen más en mente lo metafórico que lo terrenal.
El reclamo de Horns está claro: al protagonista de la noche a la mañana le aparecen cuernos. ¿Cuál es el problema? Que eso acaba siendo algo realmente anecdótico y no forma parte de la película como tal, y Alexandre Aja decide progresar en su historia de una manera excesivamente seria. Prueba de ello son los coqueteos con el humor negro que tanto bien le hacen a la película pero que nunca llegan a hacerse "oficiales".
Con cuernos de por medio como quien lleva una camiseta lila, un irregular Daniel Radcliffe se mete en una historia de thriller/venganza que resulta interesante, quizá incluso demasiado teniendo en cuenta que el espectador se pasa más tiempo mirando los cuernos y pensando en las razones que prestando atención a la trama. Todo fluye hacia una parte excesivamente sobrenatural que acaba lanzando más interrogantes al espectador.
No es una mala película, pero cuando tu reclamo acaba siendo tan circunstancial tu percepción adquiere un tinte más negativo. Es tan simple como que la misma película sin lo de los cuernos hubiera sido igual de buena -o mala-.
31 de octubre de 2014
31 de octubre de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un entrenido (por lo menos ) y extraño thriller sobre natural, sostenida en una aceptable interpretación del ex Harry Potter y una interesante historia que tiene sus buenos momentos, y un humor negro que aveces parece funcionar, en el fondo puede ser considerada como una metáfora de la doble moral humana, la distancia entre lo que hacen y lo que piensan, por eso esos minutos iniciales son los mas divertidos , luego el filme cae en un formato de una extraña venganza que logra algunas secuencias salvables, un poco largo de metraje y un par de giros argumentales finales mantienen el interés, también hay que anotar una buena fotografía y buenos efectos visuales. Un filme que por lo menos divierte. Por cierto Juno Temple esta bellísima. XD.
6 de junio de 2015
6 de junio de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, rara es. “Horns” no es la típica película de “mi novia ha aparecido muerta y me culpan de asesinato”. Tienes que mezclar las clásicas películas donde en el fin del mundo, en un pueblo perdido, alguien investiga una muerte; con películas estilo “Little Nicky“, “El día de la bestia“, “El laberinto del Fauno” y cosas así.
No quiero decir que “Horns” sea una película de coña o de fantasía; Ignatus `Ig´ Perris (Daniel Radcliffe) sufre demasiado la muerte de Merrin Williams (Juno Temple), como para pensar siquiera eso, pero no sé si acaba de encajar bien la idea de aunar el drama y el misterio o el thriller policíaco, con los cuernos nada metafóricos que le crecen a Ig en la cabeza, a la vez que desarrolla la habilidad de sacar las verdades más truculentas de la gente. Ig usa su nuevo poder para resolver el asesinato, dando lugar a situaciones dantescas, muy propias de su director, Alexandre Aja. Y esto no tiene porqué ser necesariamente malo, puesto que el resultado es una película muy especial, y que desde luego, no deja indiferente.
El problema sin embargo de la cinta no se encuentra en esa mezcla de mundo terrenal e inframundo, ni siquiera es un problema de guión (recordemos que es una adaptación de la novela del mismo nombre de Joe Hill). Quizás, lo que hace a “Horns” ganarse el apelativo de rara es la dirección. Esos flash-back tan largos (sobre todo en las escenas de la niñez), esas pausas excesivas, esas escenas lentas, esas secuencias raras que pretenden introducirnos en la vida de pesadilla que está sufriendo Ig pero que, debido a los parones de ritmo del film, no consiguen acabar de encajar. Todo genera un tufillo de comedia negra o de sátira pseudoreligiosa que, o bien te encanta, o bien la detestas.
[...]
Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
No quiero decir que “Horns” sea una película de coña o de fantasía; Ignatus `Ig´ Perris (Daniel Radcliffe) sufre demasiado la muerte de Merrin Williams (Juno Temple), como para pensar siquiera eso, pero no sé si acaba de encajar bien la idea de aunar el drama y el misterio o el thriller policíaco, con los cuernos nada metafóricos que le crecen a Ig en la cabeza, a la vez que desarrolla la habilidad de sacar las verdades más truculentas de la gente. Ig usa su nuevo poder para resolver el asesinato, dando lugar a situaciones dantescas, muy propias de su director, Alexandre Aja. Y esto no tiene porqué ser necesariamente malo, puesto que el resultado es una película muy especial, y que desde luego, no deja indiferente.
El problema sin embargo de la cinta no se encuentra en esa mezcla de mundo terrenal e inframundo, ni siquiera es un problema de guión (recordemos que es una adaptación de la novela del mismo nombre de Joe Hill). Quizás, lo que hace a “Horns” ganarse el apelativo de rara es la dirección. Esos flash-back tan largos (sobre todo en las escenas de la niñez), esas pausas excesivas, esas escenas lentas, esas secuencias raras que pretenden introducirnos en la vida de pesadilla que está sufriendo Ig pero que, debido a los parones de ritmo del film, no consiguen acabar de encajar. Todo genera un tufillo de comedia negra o de sátira pseudoreligiosa que, o bien te encanta, o bien la detestas.
[...]
Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
8 de junio de 2015
8 de junio de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película interesante, curiosa y diferente pero que demuestra que una historia buena novelada no siempre funciona en pantallas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Horns es una película original, se caracteriza por mezclar géneros de manera bastante elegante pero en mi opinión se queda a medias y no llegas a comprar la historia.
Ig es el principal sospechoso del asesinato del amor de su vida y todo el pueblo se le echa encima acusándole de la muerte de su novia. Derrotado y rabioso, una mañana despierta con unos cuernos incipientes y poderes maléficos de convicción ajena. Poco a poco la trama se desarrollará para descubrir que nadie es tan bueno como parece y que el demonio no siempre fue tan malo. A parte de algunas escenas con efectos muy flojos como los flashbacks que parecen de telefilme presenta algunos guiños gamberros y acertados como las revelaciones más ocultas de los habitantes de la ciudad. El final es un poco exagerado de esos de WTF, además de largo y seguro que a más de uno no le dejará buen sabor de boca.
Puntos a tope: no he visto una película igual y eso siempre es de agradecer.
Puntos flojeros: flashbacks de todo a cien, Harry Popoter con escotes, sobredosis sin final feliz.
Conclusión: Da pena que una buena idea se quede floja, pero recomendable por lo menos para sorprenderte.
Ig es el principal sospechoso del asesinato del amor de su vida y todo el pueblo se le echa encima acusándole de la muerte de su novia. Derrotado y rabioso, una mañana despierta con unos cuernos incipientes y poderes maléficos de convicción ajena. Poco a poco la trama se desarrollará para descubrir que nadie es tan bueno como parece y que el demonio no siempre fue tan malo. A parte de algunas escenas con efectos muy flojos como los flashbacks que parecen de telefilme presenta algunos guiños gamberros y acertados como las revelaciones más ocultas de los habitantes de la ciudad. El final es un poco exagerado de esos de WTF, además de largo y seguro que a más de uno no le dejará buen sabor de boca.
Puntos a tope: no he visto una película igual y eso siempre es de agradecer.
Puntos flojeros: flashbacks de todo a cien, Harry Popoter con escotes, sobredosis sin final feliz.
Conclusión: Da pena que una buena idea se quede floja, pero recomendable por lo menos para sorprenderte.
9 de junio de 2015
9 de junio de 2015
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alexandre Aja es, en esencia, un cineasta con alma gamberra. La indisimulada (y muy inteligente) sátira de terror latente en 'Las colinas tienen ojos' (2006) o el inolvidable desparrame orgiástico de gore y tetas de 'Piraña 3D' (2010) dan buena fe de ello. Muy probablemente no estemos ante un genio incontestable, pero sería injusto obviar las virtudes que posee su filmografía para el buen aficionado al cine de género con conocimiento de causa. Bien es cierto, también, que su carrera podría tildarse con toda facilidad de irregular; de hecho, 'Horns' (2013) no será recordada como una de sus mejores películas, y aunque no es tampoco unas traspié del calibre de 'Reflejos (Mirrors)' (2008), casi con total seguridad su peor trabajo hasta la fecha, no es equiparable a los otros títulos anteriormente mencionados o a su segunda cinta, 'Alta tensión' (2003), que fue la que le catapultó a la fama. Aun con todo, Horns sí que quizá suponga un pequeño punto de inflexión en el cine del francés, ya que nunca antes se había mostrado tan grave, tan (a su modo) profundo y reflexivo, aunque no olvide su carácter bizarro en momentos puntuales.
Hilando con el final del párrafo anterior, cabe destacar que 'Horns', perteneciente al género fantástico en líneas generales, pronto se revela como lo que realmente es, o sea, una historia de amor adolescente enclavada en una búsqueda de venganza sobrenatural llevada a cabo por el personaje de Daniel Radcliffe, Ig, quien busca desesperadamente resolver el misterio del asesinato de su novia un año después del trágico suceso y siendo él mismo el único sospechoso, consecuentemente repudiado en su pueblo. Ésa es la trama de la película, añadiendo más personajes, ocasionales flash-backs a caballo entre la revelación, el descubrimiento y el desconcierto, y, por supuesto, unos cuernos demoníacos que le comienzan a salir en la frente al pobre de Ig tras una noche alocada y etílica. ¿Castigo o bendición? El espectador ya dará con la respuesta por su cuenta mientras Ig es consciente de los peligrosos y singulares poderes que le otorga su recién estrenada cornamenta (descubrir los oscuros pensamientos de sus amigos, vecinos y familiares, la capacidad de controlar voluntades ajenas, etc.). Aja plantea así una particular investigación criminal que disfraza una venganza personal con más sentimientos que violencia, siendo al final la película más mansa y menos truculenta de su director. Apenas dos destellos de gore en todo el metraje nos hacen recordar el lado más salvaje de Aja, quien obviamente ha buscado hacer otra cosa adaptando la novela de Joe Hill.
La lucha que se extiende durante casi dos horas, a todas luces innecesarias y demasiado largas, no es tanto la del bien contra el mal como la de la ligereza contra la profundidad, la del humor instantáneo contra la trascendencia. En estas peleas de opuestos Aja sale relativamente airoso, aunque sin éxito, y el cóctel que elabora con tanta disparidad de géneros acaba resultando un tanto aparatoso. Funciona muy bien la cara jocosa del film (los policías besándose, la batalla de reporteros), pero no tiene peso en el cómputo global, dominado por el lado más serio y autonsciente de la historia. Es ahí donde ofrece, por un lado, un relato de amor agradablemente diferente y original aunque consistentemente azucarado, y por otro la mencionada historia de investigación y venganza, éticamente resbaladiza, ya que cuesta discernir hasta qué punto se eleva la sátira religiosa y en qué términos simpatiza con el ojo por ojo. Probablemente sea un retrato de la dualidad del ser humano, pero como tal queda bastante difuso. Entre esta amalgama que cabría definir como fallida y olvidable, aunque medianamente entretenida e interesante, emerge al menos una figura brillante y sorprendente, con nombre y apellidos: Daniel Radcliffe, otrora Harry Potter con más ganas que oficio y talento, ya se destapó en la estimulante 'La mujer de negro' (James Watkins, 2012), y ahora entrega su mejor papel, un trabajo de irrefutable maduración interpretativa, sólido, creíble y, pese a los cuernos, cercano. Probablemente lo único que merece ser destacado en este film menor de un Alexandre Aja del que siempre se espera más.
www.asgeeks.es/movies/critica-de-horns-angel-del-infierno/
Hilando con el final del párrafo anterior, cabe destacar que 'Horns', perteneciente al género fantástico en líneas generales, pronto se revela como lo que realmente es, o sea, una historia de amor adolescente enclavada en una búsqueda de venganza sobrenatural llevada a cabo por el personaje de Daniel Radcliffe, Ig, quien busca desesperadamente resolver el misterio del asesinato de su novia un año después del trágico suceso y siendo él mismo el único sospechoso, consecuentemente repudiado en su pueblo. Ésa es la trama de la película, añadiendo más personajes, ocasionales flash-backs a caballo entre la revelación, el descubrimiento y el desconcierto, y, por supuesto, unos cuernos demoníacos que le comienzan a salir en la frente al pobre de Ig tras una noche alocada y etílica. ¿Castigo o bendición? El espectador ya dará con la respuesta por su cuenta mientras Ig es consciente de los peligrosos y singulares poderes que le otorga su recién estrenada cornamenta (descubrir los oscuros pensamientos de sus amigos, vecinos y familiares, la capacidad de controlar voluntades ajenas, etc.). Aja plantea así una particular investigación criminal que disfraza una venganza personal con más sentimientos que violencia, siendo al final la película más mansa y menos truculenta de su director. Apenas dos destellos de gore en todo el metraje nos hacen recordar el lado más salvaje de Aja, quien obviamente ha buscado hacer otra cosa adaptando la novela de Joe Hill.
La lucha que se extiende durante casi dos horas, a todas luces innecesarias y demasiado largas, no es tanto la del bien contra el mal como la de la ligereza contra la profundidad, la del humor instantáneo contra la trascendencia. En estas peleas de opuestos Aja sale relativamente airoso, aunque sin éxito, y el cóctel que elabora con tanta disparidad de géneros acaba resultando un tanto aparatoso. Funciona muy bien la cara jocosa del film (los policías besándose, la batalla de reporteros), pero no tiene peso en el cómputo global, dominado por el lado más serio y autonsciente de la historia. Es ahí donde ofrece, por un lado, un relato de amor agradablemente diferente y original aunque consistentemente azucarado, y por otro la mencionada historia de investigación y venganza, éticamente resbaladiza, ya que cuesta discernir hasta qué punto se eleva la sátira religiosa y en qué términos simpatiza con el ojo por ojo. Probablemente sea un retrato de la dualidad del ser humano, pero como tal queda bastante difuso. Entre esta amalgama que cabría definir como fallida y olvidable, aunque medianamente entretenida e interesante, emerge al menos una figura brillante y sorprendente, con nombre y apellidos: Daniel Radcliffe, otrora Harry Potter con más ganas que oficio y talento, ya se destapó en la estimulante 'La mujer de negro' (James Watkins, 2012), y ahora entrega su mejor papel, un trabajo de irrefutable maduración interpretativa, sólido, creíble y, pese a los cuernos, cercano. Probablemente lo único que merece ser destacado en este film menor de un Alexandre Aja del que siempre se espera más.
www.asgeeks.es/movies/critica-de-horns-angel-del-infierno/
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