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La aldea malditaMediometraje

Drama Castilla La Vieja, 1900. En una aldea asolada por la sequía, un labrador que malvive con su mujer y su hijo, decide dejar sus tierras, sobre la que parece pesar una maldición, y probar fortuna en la ciudad. (FILMAFFINITY)
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6
6 de diciembre de 2023 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película muda reseñable de la filmografía patria. Los primeros 15 minutos, que transcurren en la aldea rural castellana de principios del siglo XX, ofrecen ese tono documental de desolación realista y de miserias rurales y resultan prometedores (recordando a "Las Hurdes" de Buñuel).
Después la película abandona incomprensiblemente la aldea y se sitúa en otro escenario de explotación agraria en un caserío de Segovia; en este punto la película pasa al melodrama forzado, maniqueo y machista resaltando la historia de honor (y deshonra) del protagonista contra su esposa. La cosa deja de funcionar, todo se vuelve peyorativo, absurdo e incomprensible (con la mentalidad actual).
Parecía que iba a ser un drama mudo realista sobre el campo castellano y sus miserias y, la cosa camina hacia otros derroteros.
Interesante cuanto menos y de obligado visionado para un amante del cine.
8
18 de diciembre de 2010
12 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película data de 1930, pero pongan un poco de imaginación, añadan color por allí, efectos especiales por allá...y ¡voilà! Estamos en el año 2010, porque perfectamente podía estar ambientada en nuestra época. La situación actual de Castilla no dista demasiado de aquellos años, cualquier pueblo de hoy en día en Soria o Guadalajara podría haber cumplido perfectamente como localización.

Las políticas siguen empujando a la población a emigrar a la periferia, mientras los castellanos sufrimos el más absoluto abandono y lo que es más lamentable: con la complicidad de los castellanos que siguen votando a los de siempre que tanto han demostrado que no quieren a su tierra: "Tú, tierra de Castilla muy desgraciada y maldita eres, al sufrir, que un tan noble reino como eres, sea gobernado por quienes no te tienen aprecio".

Esta película debería exponerse en cada uno de los pueblos y ciudades de nuestra tierra, no podemos seguir consintiendo que se nos mangonee de esta manera.

Por otro lado, la película tiene una segunda lectura, el profundo machismo de la época, que también sale a relucir en el abuelo y el marido.

Lo dicho, totalmente recomendable, sobre todo si perteneces al pueblo castellano.
8
13 de enero de 2021 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por el aragonés de La Almunia de Doña Godina, Florián Rey, puede que sea una de las primeras películas del cine español.

Película muda, con texto esporádico, pero con una música suave, que se adapta muy bien a las imágenes, nos muestra el éxodo de una población castellana a la ciudad tras el 3er año con la cosecha perdida.

La película se centra más en una familia que se disgrega por causas de fuerza mayor y se vuelven a unir en la ciudad pero con el honor perdido.

El honor de aquellas gentes es lo que en esta cinta se quiere destacar, por encima de todo y de todos, el honor de las gentes castellanas, que sobrepasa lo humano y lo divino. Una historia muy dura de aquella España de principios de siglo XX, pero contada con una claridad brutal, pese a ser una película muda. Le doy un 8 porque me ha sorprendido muy gratamente.
8
6 de mayo de 2024 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
109/04(05/05/24) Poderoso y aclamado drama mediometraje silente , considerado cima del cine mudo español. Escrita y dirigida en 1930 por el aragonés de La Almunia de Doña Godina, Florián Rey. Drama rural costumbrista refleja una realidad universal y atemporal, como es el eterno éxodo de las gentes de los pueblos de campesinos a las ciudades urbanitas en busca de un mejor futuro, era entonces una exposición real y lo es hoy día 94 años después de su estreno, de ahí el apelativo la ‘España Vaciada’. Se dice que es la primera gran actuación de los actores españoles en pantalla, hasta entonces el cine mudo español no tenía ensayos, aquí si los hubo, y de ahí la fuerza emocional que transmiten, siempre desde la óptica del histrionismo proveniente del cine mudo que debían expresar todo desde no poder hablar. Por ello quedan muy bien las actuaciones de Carmen Viance como una mujer repudiada, Pedro Larrañaga como el hombre deshonrado que busca dar consuelo a su padre, y el abuelo Víctor Pastor, como el anciano sabio. Como muy buena es la ambientación, filmándose en la provincia de Segovia en los pueblos de Ayllón, Pedraza, Sepúlveda y Segovia, como notable el vestuario tan propio.

Es una cruda historia donde en su primera parte se hace una semblanza semi-documental sobre la dureza de la vida en los pueblos rurales a principios del SXX, exhibiendo con rigor brutal como los pueblos ante el infortunio del clima (había cambio climático entonces?) muchos se veían obligados a emigrar a las urbes, esto visto mediante un grupo de carretas cargando los pocos enseres que pueden transportar los empobrecidos agricultores; la segunda parte entra en el melodrama descarnado, tocando temas tan arraigados en los pueblos de provincias como el honor, el machismo, la religión, el heteropatriarcado, los lazos familiares, las frustraciones, la prostitución, la imposibilidad del perdón. Obra de las que conmueve por lo incisivo de su historia, por lo bien delineados que están los protagonistas, mostrando un halo punzante de desesperanza. Todo ello desarrollado con temple, con serenidad, con emotividad, pero sin hacerse pesada, su escaso metraje que no llega a una hora ayuda a que la narración nunca se estanque. Una narración claro sentido penetrante, azuzada por su realización cargada de expresionismo

La primera versión del filme de 1929, rodada por Florián Rey y cofinanciada con Pedro Larrañaga y Ruiz-Gómez (costó 22.000 pesetas), se trataba de una versión muda. Sin embargo, en 1930 ya existía la técnica sonora, y tras realizar una serie de pases previos entre allegados, estos le instaron a sonorizarla. Y así lo hizo. En los Estudios Tobis franceses se produjo la sonorización y el filme pudo estrenarse en Francia (Sala Pleyel, París el 18 de octubre de 1930), como en España (Cine San Miguel, Madrid el 8 de diciembre de 1930) como película sonora. La versión sonora nunca ha sido encontrada, mientras la muda ha permanecido muchos años en los archivos y fue restaurada a comienzos de los años ochenta por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). Remasterizada por Juan Mariné y música del compositor José Nieto. Se estrenó en la inauguración de la 31 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) de 1986, en una proyección especial con la participación de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Valladolid dirigida por el propio José Nieto. La 67 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) presentó la copia restaurada de ‘La aldea maldita' con doce minutos de metraje inédito y música en directo compuesta e interpretada por el músico Raül Refree, la proyección tuvo lugar el día 28 de octubre en el Centro Cultural Miguel Delibes. el 21 Festival de Música Española de Cádiz presentó la proyección de “La aldea maldita” restaurada, con música original de Juan Carlos Garvayo, con el propio compositor al piano y Agustín Diassera a la percusión, el 18 de noviembre de 2023 en el Edificio Constitución 1812, Aulario “La bomba”. Esta es la que he visto yo, dodne la melodía de acompañamiento resulta neurálgica en su melancolía.

El argumento gira en torno a Luján, pequeño pueblo castellano donde sus habitantes siempre han vivido de las cosechas. Las fuertes tormentas que han caído durante los últimos tres años han impedido la labranza de la tierra. La gente del pueblo, ya en la miseria, decide probar suerte fuera y todos marchan, excepto Juan Castilla (Pedro Larrañaga), que entra en prisión tras protagonizar un conflicto con Lucas (Modesto Rivas), el cacique local. También se quedan en el pueblo el padre de Juan (Ricardo Núñez), ciego, y su pequeño hijo. Sin embargo, su mujer, Acacia (Carmen Viance), decide emigrar. La película se divide en dos partes claramente diferenciadas. En la segunda mitad, y tres años después vemos cómo Juan ha conseguido trabajo como capataz en una finca de Segovia; si bien Acacia, su mujer, ha tenido que, muy a su pesar, tomar la vía de vender su cuerpo.

Florian Rey refleja con brío emocional elementos claramente extraídos del cine soviético, donde el gran exponente era el letón Eisenstein ello mezclado con otros del cine alemán, ello gracias a la gran labor en cinematografía de Alberto Arroyo, tomando del cine incipiente agitprop de la URSS las tomas de la población apesadumbrada cual masa pétrea, las secuencias en la Iglesia con las plegarias pidiendo lluvia, las tomas de nubes infinitas surcando los cielos de modo inquietante, cual presagio de la maldición titular, o la secuencia del éxodo cuasi-bíblico hacia la supuesta Tierra Prometida en la gran ciudad, con las carretas llevando apretadas lo poco que tienen en una huida hacia adelante con futuro incierto. Está presente la envidia de los pobres hacia los que tiene más, como si estos fueran culpables de su desdicha, esto expuesto cuando Juan ataca a Lucas. También es cortante la secuencia en que el marido protagonista Juan observa afligido a su esposa desde la cárcel como esta marcha de allí con un hatillo de ropa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
…Del expresionismo gótico alemán queda el manejo hábil de claroscuros evocando sombras siempre presentes, agrios primeros planos extraen lo mejor de las actuaciones, planos generales descriptivos, está el tramo en el castillo en ruinas, el abuelo ciego habla a Acacia sobre el honor familiar previendo lo que será de ella, ella ante las palabras que le duelen por lo premonitorias sale de su lado, y el ciego intenta tocar a Acacia, ella ya no está, a modo alegórico tampoco sus palabras han llegada a la mujer. Sobre todo el plano plagiado de “Nosferatu” de Murnau en que una mano en forma de sombra agarra el corazón de un personaje mientras tiene pesadillas. Narrativamente aguda la secuencia en que Juan lee una noticia importante para su familia, y a continuación lo dobla de modo violento a modo de expresar que pasa del tema.

En la segunda parte se sumerge en las macilentas consecuencias a que nos llevan cuando se juntan la pobreza y la baja autoestima, con Acacia es a la prostitución, choca con sentimientos de posesión machista, la esposa es del hombre y debe ser sumisa a él. Entrelazado a sentimientos de amor al padre (ciego, algo muy dado a lo largo de la literatura, los invidentes tienen sexto sentido intuyen lo que los demás no), por ello el ‘sacrificio’ del marido llevando a la fuerza a la mujer a su casa para complacer a su padre, haciéndolo creer vive con una familia feliz. Aunque la crueldad más malsana ha hecho Juan prohíba a Acacia que ni toque, ni mire a su hijito, con ello provoque secuencias de acidez calan en el espectador por su adustez en como la actriz nos hace sentir dolor áspero ante tal tabú. Juan vive su particular calvario interior sustentando en su interior la batalla entre al amor a Acacia y su imposible compatibilidad con el desprecio siente por ella por el ‘deshonor’ ha cometido. Todo en crescendo dramático que desemboca en un final satisfactorio en su poder de conmover.

El de Motrico (Guipuzcua) Pedro Larrañaga y Ruiz-Gómez fue marido de la figura española de la escena, María Fernanda Ladrón de Guevara, padres del galán Carlos Larrañaga y abuelo de Amparo Larrañaga, Luis Merlo y Pedro Larrañaga (marido de Maribel Verdú).

Spoiler:

Momentos recordables (aparte de los mencionados): La tremebunda secuencia de unos niños de un colegio apedrean (alegoría de las lapidaciones de adúlteras en la Biblia) a Acacia ya demente, por creerla una bruja; El trémulo rush final, vemos a Acacia ida junto a una cuna vacía meciéndola pidiendo silencio a los presentes para no despertar al bebe (¿?). Juan la ve y rompe su coraza, pide a su hijito le dé un beso a su madre (hasta entonces prohibido). Acacia entonces mira a Juan, a este Lucas le dice es bueno perdonar. Acacia se gira y se pone a llorar. Seguramente hubiera quedado mejor un abrazo a su hijito, pero también queda notable esta coda.

Aunque se ha tachado de comunista el film, por ende a Rey, tiene detalles contradicen esto: Acacia actúa de modo egoísta y, deja al hijo con el ciego abuelo, no quedando bien una madre. También el rico del pueblo. Lucas, atacado por Juan, deviene en un tipo comprensible con el hostil protagonista, hasta perdonarlo por su agresión.

Florián Rey, periodista y actor, quien comienza su andadura en la dirección cinematográfica tras rodar a las órdenes de José Buchs, había fundado en 1924 Goya Films junto a Juan de Orduña. En el año 1929 rueda su primera película sonora, "Fútbol, amor y toros", que resulta un fiasco por los problemas técnicos que aún presentaba la sonorización. Rey prepara entonces y en una semana el guión de "La aldea maldita" (1930), obra con la que se consagra, y para muchos nunca llega superar, y desde ahí consigue convertirse en uno de los máximos exponentes del cine mudo en España.

En 1942 el mismo director dirigió una nueva versión homónima de esta película.

Film de imprescindible visionado para todo cinéfilo español, no es una obra maestra, pero si un film muy sugerente en sus dos partes. Gloria Ucrania!!!
25 de febrero de 2023 Sé el primero en valorar esta crítica
"La aldea maldita" (1930), es una película dirigida por Florián Rey en 1929 y estrenada al año siguiente, que está considerada por muchos como la primera obra maestra del cine mudo español, si bien quien escribe considera que se trata de la obra maestra del periodo de transición entre el mudo y el sonoro en que hubo multitud de problemas de sonorización, cuatro años que en España transcurren entre 1928 y 1932. Se trata película moderna para su tiempo, con escasez de presupuesto y gran creatividad por parte de su director. En el filme, rodado y ambientado en Castilla La Vieja, se van a presentar los contrapuntos vistos casi como cielo e infierno, que van a ser pueblo y ciudad para el matrimonio protagonista.

El argumento gira en torno a Luján, un pequeño pueblo castellano donde sus habitantes siempre han vivido de las cosechas. Pero las fuertes tormentas que han caído durante los últimos tres años han impedido la labranza de la tierra. La gente del pueblo, ya en la miseria, decide probar suerte fuera y todos marchan, excepto Juan Castilla (Pedro Larrañaga), quien entra en prisión tras protagonizar un conflicto con Lucas (Modesto Rivas), el cacique local. También se quedan en el pueblo el padre de Juan (Ricardo Núñez) , ciego, y su pequeño hijo. Sin embargo, su mujer, Acacia (Carmen Viance), también decide emigrar. La película se divide en dos partes claramente diferenciadas. En la segunda mitad, y tres años después vemos cómo Juan ha conseguido trabajo como capataz en una finca de Segovia; si bien Acacia, su mujer, ha tenido que, muy a su pesar, tomar la vía de vender su cuerpo. Juan encuentra a Acacia en un bar con otro hombre y la obliga a volver a Luján, donde hasta un grupo de muchachos la juzgará apedreándola. Pero Juan le impone dos condiciones: una es que no se acerque a su hijo, y la otra, que se marche en cuanto muera su padre, pues únicamente la trae de vuelta para que éste crea que la familia permanece unida y conserva el honor. Pero el entorno hará enloquecer a Acacia.

En cuanto a su director, Florián Rey, periodista y actor, quien comienza su andadura en la dirección cinematográfica tras rodar a las órdenes de José Buchs, había fundado en 1924 Goya Films junto a Juan de Orduña. En el año 1929 rueda su primera película sonora, "Fútbol, amor y toros", que resulta un fiasco por los problemas técnicos que aún presentaba la sonorización.. Rey prepara entonces y en una semana el guión de "La aldea maldita" (1930), obra con la que se consagra, y que para muchos nunca lleg a superar, y desde ahí consigue convertirse en uno de los máximos exponentes del cine mudo en España.

La fotografía de Alberto Arroyo, presenta una apariencia de documental costumbrista al mismo tiempo que borda de realidad la sobria estructura narrativa y el tono dramático de la historia.

Por último recordar que el norteño Pedro Larrañaga y Ruiz-Gómez fue marido de la también importantísima como él, figura española de la escena, María Fernanda Ladrón de Guevara, padres del siempre solvente galán Carlos Larrañaga y abuelo de Amparo Larrañaga, Luis Merlo y Pedro Larrañaga (marido de Maribel Verdú). En la crítica sobre la versión sonora, más.

Pero no nos olvidemos de que esta película es un mediometraje, formato más extendido en el campo del documental, se sonoriza en Francia, cuesta veintidós mil pesetas de la época, que paga Larrañaga, y que se presenta al público comercial sonorizada. Lo curioso es que las copias que se conservan son las mudas. Antológica es esta película como antológico es el maltrato que se ha dispensado a las primeras décadas de nuestro cine.

Una obra maestra en toda regla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo Mejor: el tema principal en torno al cual gira el argumento de esta película es el honor, y también se habla de valores como la religión, la familia o la moral, muy arraigados en la sociedad de la época.
Lo Peor: la escena donde Acacia mece la cuna vacía. Es lo peor, porque se nos agarra un nudo en el corazón y se nos escapan las lágrimas, al darnos cuenta de la sociedad de aquellos años tan difíciles y negros de nuestra tierra.
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