Mi gran noche
5.0
17,651
Comedia
A José lo envía la ETT a un pabellón industrial de las afueras de Madrid para trabajar en la grabación de una gala especial de Nochevieja. Cientos de figurantes como él llevan semana y media encerrados y desesperados mientras fingen celebrar con alegría la falsa venida del Año Nuevo. Alphonso, la estrella musical, es capaz de todo para asegurarse que su actuación tendrá la máxima audiencia. Adanne, su antagonista, joven cantante latino, ... [+]
24 de octubre de 2015
24 de octubre de 2015
34 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llena de referencias, homenajes, copias o como gusteis llamarle de otras peliculas, pero hechas sin ninguna gracia y atisbo de inteligencia.
Estamos ante una comedia coral, en la que ninguna trama tiene interés y originalidad, resulta todo muy patético y me da pena, porque considero que De la Iglesia, es uno de los directores más inteligentes y talentosos de este país.
Desde luego los "grandes" directores del cine Español, se estan luciendo este año, Amenabar, Medem........
Estamos ante una comedia coral, en la que ninguna trama tiene interés y originalidad, resulta todo muy patético y me da pena, porque considero que De la Iglesia, es uno de los directores más inteligentes y talentosos de este país.
Desde luego los "grandes" directores del cine Español, se estan luciendo este año, Amenabar, Medem........
25 de octubre de 2015
25 de octubre de 2015
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque no tengo el privilegio de conocer a Álex me cuesta mucho criticar negativamente sus películas.
Es como decirle a alguien que te cae bien y que respetas por su manera valiente de hacer cine que la fórmula se está agotando.
De su cine siempre me ha gustado el humor negro cáustico, sus apuestas por actores que otros directores hubiesen ignorado, el punto bizarro y desquiciado de sus historias, las pinceladas (a veces brochazos) de crítica social y sobre todo el hecho de que nunca haya tenido miedo de la etiqueta “friki”.
Cuando repaso mentalmente “Mi gran noche” me doy cuenta que muchos ingredientes de los que antes he mencionado están presentes... Pero no funcionan.
Es como si la magia que surgiera de forma “espontánea” del ADN del director se hubiera convertido en un producto de diseño debido a un exceso de autoconsciencia.
Salvo alguna que otra perla de guión (a veces metida con calzador, como a quien se le ocurre una buena cita y no quiere desaprovecharla aunque no venga mucho a cuento) los diálogos son mucho menos mordaces y ocurrentes de lo que pretenden. El frenético ritmo impreso tampoco disimula esta carencia.
Respecto a los actores (y amiguetes), hay una enorme variedad de caras y talentos. De nuevo vuelve a apostarse por un reparto coral y eso es como hacer malabares con muchos ítems, hay que saber. Y qué pasa cuando no se domina la técnica, pues que acabas obteniendo un montón de personajes planos, monigotes en algunos casos, que dejan totalmente indiferente al espectador.
Sólo Raphael consigue destacar por encima del conjunto por lo...insólito que resulta verle “actuar”. Lo único que se me ocurre comparable sería el villano de José Luis Moreno en “Torrente 2”.
Y la crítica social... Está. Pero es muy, muy obvia.
En definitiva Álex, estamos a una campanada de la medianoche nuclear. Tú decides.
Es como decirle a alguien que te cae bien y que respetas por su manera valiente de hacer cine que la fórmula se está agotando.
De su cine siempre me ha gustado el humor negro cáustico, sus apuestas por actores que otros directores hubiesen ignorado, el punto bizarro y desquiciado de sus historias, las pinceladas (a veces brochazos) de crítica social y sobre todo el hecho de que nunca haya tenido miedo de la etiqueta “friki”.
Cuando repaso mentalmente “Mi gran noche” me doy cuenta que muchos ingredientes de los que antes he mencionado están presentes... Pero no funcionan.
Es como si la magia que surgiera de forma “espontánea” del ADN del director se hubiera convertido en un producto de diseño debido a un exceso de autoconsciencia.
Salvo alguna que otra perla de guión (a veces metida con calzador, como a quien se le ocurre una buena cita y no quiere desaprovecharla aunque no venga mucho a cuento) los diálogos son mucho menos mordaces y ocurrentes de lo que pretenden. El frenético ritmo impreso tampoco disimula esta carencia.
Respecto a los actores (y amiguetes), hay una enorme variedad de caras y talentos. De nuevo vuelve a apostarse por un reparto coral y eso es como hacer malabares con muchos ítems, hay que saber. Y qué pasa cuando no se domina la técnica, pues que acabas obteniendo un montón de personajes planos, monigotes en algunos casos, que dejan totalmente indiferente al espectador.
Sólo Raphael consigue destacar por encima del conjunto por lo...insólito que resulta verle “actuar”. Lo único que se me ocurre comparable sería el villano de José Luis Moreno en “Torrente 2”.
Y la crítica social... Está. Pero es muy, muy obvia.
En definitiva Álex, estamos a una campanada de la medianoche nuclear. Tú decides.
21 de septiembre de 2015
21 de septiembre de 2015
19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Álex de la Iglesia ya es sinónimo de desfase. Y una vez asimilado eso, que para algunos será un handicap y para otros un privilegio, resulta mucho más relajado enfrentarse a sus películas, siempre corales, siempre histriónicas, siempre pasadas de rosca. Llevamos ya suficientes películas siguiendo ese patrón como para exigirle lo contrario. Pedirle encima un ejercicio de contención en una trama que nos muestra la producción entre bambalinas de un programa de variedades de Nochevieja es todo un sinsentido.
El director bilbaíno aprovecha todo el tirón de una gala navideña, de las luchas de poder en el mundo del espectáculo, para brindarnos un continuo de situaciones absurdas y surrealistas. Sin descanso ni tregua. En demasiados momentos, sin mesura. De ahí que Mi gran noche no suponga una comedia redonda, como casi nunca lo son las de la factoría De la Iglesia. Llega un momento en que el descontrol toma las riendas y todo el despliegue de gran producción y gran elenco se va al garete. Pero tenemos asumido que el realizador comparte la mentalidad de nuestras abuelas: más vale que sobre que no que falte.
Por eso, el desfile de grandes estrellas que se prestan a sus locuras resulta finalmente de lo más satisfactorio. Sólo por ver a Mario Casas encarnando a la versión cañí de Chayanne o a Blanca Suárez reconvertida en una especie de ninfómana gafe ya merece la pena el visionado. Y es que Álex de la Iglesia sí consigue sacar el lado gamberro de nuestros actores, hazaña en la que fracasó estrepitosamente Almodóvar y sus amantes pasajeros. Otro gran aliciente es convertir a Raphael en el malo malísimo de la historia, tal como hiciera Santiago Segura con José Luis Moreno, jugando a la ambigüedad que desprenden en la vida real persona y personaje (fantástico ese “No conozco a ningún Julio Iglesias”). Pero el auténtico descubrimiento de Mi gran noche está en el robaescenas de la película, el que eclipsa al mismísimo divo de la canción en el escenario. Jaime Ordóñez y su psicópata fan son el gran reclamo de la cinta, el motivo por el que este otro desfase de De la iglesia se convierte a su vez en una grata sorpresa.
El director bilbaíno aprovecha todo el tirón de una gala navideña, de las luchas de poder en el mundo del espectáculo, para brindarnos un continuo de situaciones absurdas y surrealistas. Sin descanso ni tregua. En demasiados momentos, sin mesura. De ahí que Mi gran noche no suponga una comedia redonda, como casi nunca lo son las de la factoría De la Iglesia. Llega un momento en que el descontrol toma las riendas y todo el despliegue de gran producción y gran elenco se va al garete. Pero tenemos asumido que el realizador comparte la mentalidad de nuestras abuelas: más vale que sobre que no que falte.
Por eso, el desfile de grandes estrellas que se prestan a sus locuras resulta finalmente de lo más satisfactorio. Sólo por ver a Mario Casas encarnando a la versión cañí de Chayanne o a Blanca Suárez reconvertida en una especie de ninfómana gafe ya merece la pena el visionado. Y es que Álex de la Iglesia sí consigue sacar el lado gamberro de nuestros actores, hazaña en la que fracasó estrepitosamente Almodóvar y sus amantes pasajeros. Otro gran aliciente es convertir a Raphael en el malo malísimo de la historia, tal como hiciera Santiago Segura con José Luis Moreno, jugando a la ambigüedad que desprenden en la vida real persona y personaje (fantástico ese “No conozco a ningún Julio Iglesias”). Pero el auténtico descubrimiento de Mi gran noche está en el robaescenas de la película, el que eclipsa al mismísimo divo de la canción en el escenario. Jaime Ordóñez y su psicópata fan son el gran reclamo de la cinta, el motivo por el que este otro desfase de De la iglesia se convierte a su vez en una grata sorpresa.
2 de enero de 2016
2 de enero de 2016
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una pena que este director este últimamente tan mediocre y falto de carisma.
Normalmente cuando alguien me pregunta cúal es tu director favorito español, siempre respondo Álex de la Iglesia, luego suelto cosas como que es (fué mejor dicho) nuestro pequeño Tarantino ibérico, un tipo poseedor de un rompedor e inteligente humor negro muy nuestro, por ejemplo, películas que no gustaron casi nada como "Perdita Durango" o "Balada triste de Trompeta" a mi si que me gustan y mucho, en definitiva un fiel admirador suyo. Lamentablemente no puedo seguir diciendo lo mismo y mucho menos defenderlo a capa y espada, a mi esta película me parece una gran cagada, ni gran noche ni leches, una gran cagada que solo interesa porque sale Blanca Suárez que está tremenda (enseña poco o nada de todas maneras), y es que poco más que añadir, me habré reído dos veces contadas de forma intermitente.
En resumen y para no ponerla a parir, no hay por donde cogerla. Ojalá vuelva algún día el Álex que tanto me gustó.
Normalmente cuando alguien me pregunta cúal es tu director favorito español, siempre respondo Álex de la Iglesia, luego suelto cosas como que es (fué mejor dicho) nuestro pequeño Tarantino ibérico, un tipo poseedor de un rompedor e inteligente humor negro muy nuestro, por ejemplo, películas que no gustaron casi nada como "Perdita Durango" o "Balada triste de Trompeta" a mi si que me gustan y mucho, en definitiva un fiel admirador suyo. Lamentablemente no puedo seguir diciendo lo mismo y mucho menos defenderlo a capa y espada, a mi esta película me parece una gran cagada, ni gran noche ni leches, una gran cagada que solo interesa porque sale Blanca Suárez que está tremenda (enseña poco o nada de todas maneras), y es que poco más que añadir, me habré reído dos veces contadas de forma intermitente.
En resumen y para no ponerla a parir, no hay por donde cogerla. Ojalá vuelva algún día el Álex que tanto me gustó.
5 de noviembre de 2015
5 de noviembre de 2015
45 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué película más novedosa y original!!, Qué actores y qué registros!!, Quienes son? Alguien los conoce? Hay uno que me suena del anuncio de Navidad, puede ser? Otro es el mayor carpetero- mojabragas del panorama, ese es el nuevo Pozzi!, hijo del de la famosa frase TUS MUERTOS??.
Coño si sale también Torrente!!
Habiendo tantos buenos actores poniendo cafés y este director sigue con su trozo del pastel, pastel pasado y carrera tocada y hundida. La cuarta mierda seguida en menos de 6 años...
Coño si sale también Torrente!!
Habiendo tantos buenos actores poniendo cafés y este director sigue con su trozo del pastel, pastel pasado y carrera tocada y hundida. La cuarta mierda seguida en menos de 6 años...
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