Primera vez que comento por el horror que me ha producido esta serie.

Crecí leyendo estos libros, me apasionaron y disfrute con los personajes y tramas. Como lector es una aberración lo que han hecho con la obra. Esto no es la rueda del tiempo, esto es un crimen. Podrían haberse inventado otra historia y decir que esta basada en el universo de los libros pero no pueden pretender que esto sea una adaptación cuando han tergiversado una obra de esta manera.

¿No te has leído los libros? Sigue siendo una basura, estarás más descolocado porque no te explican la historia, no profundizan en los personajes como para que empatices con ellos y el ritmo de la serie es terrible. Hay tiempo para diálogos absurdos y aburridos y la mierda está del woke de hoy en día, pero no hay tiempo para elaborar la trama y adaptar una obra.

Leí en una entrevista que el director decía ser fan de la saga. Vergüenza debería darle pronunciar esas palabras.

¿Dónde queda la visión del autor y sus personajes?
Está serie no es la rueda del tiempo, es otra cosa. Se podrían haber esforzado en trasladar la obra a la pantalla, pero decidieron esforzarse en inventarse otra cosa, una cosa sin alma ni profundidad. Una pena.

Con suerte se hundirá rápido la serie y en un futuro lejano alguien adquirirá los derechos para hacer honor a la obra.

La verdad es que ha sido duro verla. Guión naif, y una dirección terrible. Es difícil pensar una manera más aburrida y tópica de rodar una serie... pero completamente en línea con otras como Maldita, crónicas de Shannara (bastante similar en muchos aspectos) y cosas del estilo.
Rechina la forzadísima inclusión de todos los requisitos postmodernos, empoderamiento, multiculturalidad y patriarcado opresor, pero el que más gracia me hace es el de la multiculturalidad. Tras miles de años sigue habiendo blancos, negros, orientales... todos perfectamente definidos lo que me hace pensar que son una panda de racistas y que cada cual solo se lía con el de su color correspondiente... Vergüenza ajena.
Tontorrona, pero mucho, no he podido terminarla.

Como diría Bender, el dinero se lo habrán gastado en casinos y furcias, porque la impresión de cutrez absoluta que deja la serie (solo he visto el primer episodio, y me ha quitado por completo las ganas de seguir) es difícil de conciliar con esa idea promocional de superproducción de fantasía épica destinada a suceder a "Juego de Tronos".

El espantoso guion consigue -y mira que es difícil- hacer confuso el planteamiento de una premisa argumental tan trillada como "mago bueno, sabio y poderoso tutela a joven señalado por una profecía y emprenden un peligroso viaje iniciático mientras son perseguidos por unos tipos feos y malos". Solo vemos a unos aldeanos pijulines sufriendo por sus conflictillos de teleserie juvenil hasta que una tía con cara de sota y su samurai guardaespaldas llegan al pueblo justo a tiempo de masacrar con sus poderes mágicos a una colección de hombres-bestia del Caos del Warhammer: luego la bruja se lleva a los cuatro paletillos para salvarlos del ejército de monstruos que se acerca (y al resto del pueblo que le den) porque los huevazos del guionista. Ah, sí, antes hemos visto a un pelotón de caballería feminazi supercuqui persiguiendo a dos machos sucios y peludos para quitarle la magia a uno de ellos porque los hombres no saben canalizarla o no sé qué mierda.

Se está defendiendo la serie con dos argumentos tan manidos como:
A) "en los siguientes episodios mejora". Es posible, no digo que no... pero con la saturación de ofertas que hay, si una serie con ciertas pretensiones y presupuesto no es capaz de retener al público desde la primera entrega lo tiene muy mal.
B) "en los libros se explica todo". Vale, pero es que no he leído los libros ni tengo por qué hacerlo, la serie debe ser capaz de sostenerse por sí misma. Además, Robert Jordan era un juntaletras segundón capaz de hacer aburrido a Conan el Bárbaro.

Los protagonistas son una panda de pollabobas sin personalidad que valga la pena reseñar, pero tengo que hacer una mención especial al Tonto del Jersey.

Momento favorito del episodio: hay dos, Rosamunda usando su magia superimportante y megatrascendental para calentar el agua del baño que comparte con su guardaespaldas (no preguntes), y cuando el guardaespaldas oye gritar a los monstruos que se acercan al pueblo y con eso le basta para calcular que son trescientos.

Lo malo del episodio: lo poco veraz del diseño de producción, he visto jornadas de rol en vivo más creíbles.

Lo peor del episodio: toda la tralla inclusiwoke que meten obsesivamente. Que en un villorrio de mierda perdido en las montañas haya tanta diversidad étnica rechina de mala manera.

Es la primera vez que me animo a dejar por escrito una crítica, tal es el grado de enervación que me ha producido esta infame adaptación de la obra de Robert Jordan. Esta serie es un insulto a la inteligencia, un ataque al buen gusto, una degradación inmisericorde de la saga del autor. No hablo de que se pasen por el forro de los coj***s la historia de los libros, es que todos los cambios que introducen son para mal (quizá se salva el de la introducción de Tom). La dirección es pésima, los diálogos; horrendos, ¿el guión? un despropósito.

De los actores mejor ni hablar, sólo se salva Rosamund Pike. Lo que han hecho con Mat, Egwene y Perrin no tiene nombre. Con el material de la Rueda del Tiempo podrían haber elaborado una serie histórica, pero han optado por estafarnos y dejarnos una infamia que será recordada como el paradigma de qué no hacer cuando adaptas una saga de fantasía.

Esta serie, como muchas otras de la misma línea, apuesta sus recursos a impresionar visual y sonoramente al espectador, pero peca de enhebrar una historia débil, con actuaciones pésimas. De verdad esperaba algo más trabajado, con actores que supieran plasmar al personaje la intensidad interpretativa necesaria para hacerlos interesantes. Que la atmósfera de la película fuera atrapante y creíble. Que el espectador pudiera olvidarse de esta realidad y fuera testigo de otro mundo, pero no ha sido ese el caso, me ha parecido similar a otras que he visto, que al final termine abandonando.

En resumen, es otra serie más de “adolescentes” en un mundo de fantasía, donde los productores se preocupan básicamente de quedar bien con todos, forzando artificialmente el contexto de la historia, para hacerla más “inclusiva” y acorde a los tiempos, pero sólo consiguen cansar al espectador con ese uso “excesivo” de lo políticamente correcto.