Haz click aquí para copiar la URL

Habitación en Roma

Drama. Romance Verano de 2008. Se inspira en el film 'En la cama', del chileno Matías Bize. En un hotel del centro de Roma se conocen una rusa y una española. Al día siguiente, Alba volverá a España y Natasha a Rusia. En la habitación del hotel se respira una atmósfera cargada de erotismo y sensualidad. Entre ellas nace un sentimiento nuevo que ambas aceptan. Durante doce horas, las dos mujeres se confían sus vidas, hablan de sus compromisos y del ... [+]
Críticas 141
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
7
3 de diciembre de 2012 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julio Medem es de los grandes y se distingue porque incluso en sus películas no tan espléndidas, mantiene un estilo personal y reconocible, por realizar su trabajo desde la imaginación y la inquietud estética y por generar interrogantes sobre cuestiones fundamentales.

Es “Room in Rome” una muestra de la Europa actual, en la que tres personajes de distintas procedencias adoptan el inglés (lengua no nativa en ninguno de los casos) para relacionarse y emplean la tecnología informática para cubrir el planeta sin necesidad de moverse de una habitación de hotel, en Roma, cuna del renacimiento del que probablemente deriva nuestro mundo actual.

Confinada la acción en un espacio en el que parecen dialogar la cultura helénica y el Renacimiento, el meollo de la trama trata sobre la fantasía del flechazo amoroso y sobre la necesidad de que un sí pronunciado con convencimiento de paso a una vida que sólo pueda ser perfecta. De trayectorias vitales que siguen los pasos marcados por raíles y de descarrilamientos derivados de desgracias personales.

Permanecen presentes en su siguiente creación tras la excelsa “Caótica Ana” el amor fraternal y el dolor irreparable de la pérdida, acompañados ahora por los contradictorios afectos y desafectos que surgen entre dos gemelas. Cuando, de repente, un fulgido que ojalá fuera eterno ilumina la felicidad completa e inmediata de los dos personajes principales.

“Room to Rome” es de las películas más teatrales del director vasco y de las menos difíciles para un espectador común. De argumento menos ramificado y fragmentario, más cercano a lo convencional. En ella, la actuación de Elena Anaya, recreada en sus miradas ilusionadas tanto como en el dolor más desgarrado, es sobresaliente.

En el debe choca mucho en un creador tan anticonvencional como Medem, la identificación de Italia con tópicos musicales tan manidos como “La traviata” o el “Volare” de Domenico Modugno. Si bien su aparición coincide con una escena emocionante.

No tan arrebatadora como “Caótica Ana” pero siempre creativa, interesante, bien interpretada y técnicamente atractiva. Sigue Medem
7
13 de junio de 2013 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay algo en esta película de mágico y algo que me da vergüenza ajena en algunos momentos.

Primeramente, las dos actrices están fabulosas, realmente dejas atrás los desnudos y en algunos momentos se convierten en arte, escenas eróticas pero sobre todo, poéticas.

No es lo mismo con las escenas habladas, a veces son muy buenas y a veces no encajan con el conjunto, a veces están muy bien dirigidas y a veces bastante mal…es decir, resulta ser una película un poco irregular en todos los aspectos.

Dos actrices y la homosexualidad, una homosexual y la otra por descubrir, descubrir el auténtico amor aunque eso signifique amar a alguien del mismo sexo.

La película analiza aspectos muy bonitos sobre el amor, la vida y otros aspectos muy profundos pero todo ello al desnudo completo.
Hay cosas que encajan al conjunto, esa manera profunda de la que se puede hablar en momentos tan íntimos en los que vive una pareja en la cama pero en este contexto, no me lo creo y el director tampoco lo hace muy creíble.

Tras ver el final, creo que el desorden emocional de una acaba pasando a la otra y arrastrándola a tal desorden pero al final de todo no me creo la filosofía de la historia.

Con sus cosas buenas y malas, es una película que me gusta y tiene cosas muy bonitas, como por ejemplo, la interpretación de Anaya.
3
8 de julio de 2013 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos chicas de buen ver se conocen en un hotel de Roma, acaban en la habitación de una de ellas, y se pasan la noche follando y diciendo tonterías. El amanecer exigirá decisiones...Se acabó. No hay nada más, aparte de los cuerpazos que se buscan, se encuentran, se rozan y acarician, mientras escuchas unas cosas dignas de una función de fin de curso de COU. Medem había sido un buen director (recuerdo con especial agrado Los amantes del Círculo Polar), pero desde que tuvo la desventurada idea de hacerle una película a la medida a Paz Vega, la espantosa Lucía y el sexo, ha ido de capa caída. La película sólo vale por la entrega de Yarovenko y, sobre todo, Elena Anaya, siempre brillante haga lo que haga. Se agradece que se pasen la película en bolas, pero tampoco es eso, Julio, por el amor de Dios, que te pasas de relamido y cursi en más de una ocasión. Esa escena de la flecha de Cupido, hacia el final... Pensé que me iba a dar un infarto, y ya no sabía si tirarme por la ventana o ir a comprar una pistola. Qué cosas hace la gente cuando está descentrada...
9
14 de mayo de 2014 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habitación en roma es una historia pequeña. Dos personas se conocen y por una noche se enamoran. En esa noche se concentra su existencia, unas horas de intimidad que desearían nunca acabasen. Habitación en roma es una historia pequeña pero a la vez grande, narra algo tan viejo como el “encuentro” entre dos seres humanos. La película refleja la fascinación por el otro, el deleite en esos momentos mágicos que no se repetirán. Sólo una noche conoces al amor de tu vida. Sólo una noche es la primera vez que descubres alguien tan subyugador y que por venturas del destino parece compartir tus sentimientos. Habitación en roma es una historia clásica contada desde la modernidad. El film es un canto a la vida, a la juventud, a la adolescencia, al amor-fascinación. ¿Acaso hay otro tipo de amor ? Después vienen los problemas, los desencuentros, las obligaciones, las facturas. Y tal vez si nos los cuenta Medem nos parezcan menos anodinos.

El guión es una apuesta fuerte. La cámara no sale prácticamente de la habitación en roma. El encuentro podría haberse producido en cualquier ciudad del mundo. ¿Por qué Roma ? ¿Acaso no queda claro que Roma es una ciudad romántica pero a la vez cuna de la civilización occidental ? Queda la pregunta de por qué dos chicas. Si eres un varón heterosexual como Medem supongo que prefieres ver a dos mujeres, pero si la presentación de tu film ya es de por sí bastante cruda evitar el elemento masculino disminuye la conflictividad. Lo masculino es agresivo, lo femenino es acogedor. Lo masculino es basto, lo femenino es sutil. Lo masculino es rechazado en la figura del camarero que pretende formar parte de un trío, inclusive es rechazado en la forma fálica de la botella como juguete sexual. Medem se decanta por la femineidad como expresión refinada de la belleza. Esa es la voluntad del film.

La puesta en escena aunque claustrofóbica es prodigiosa. Medem cuida los mínimos detalles estéticos para que su película se convierta en un cuadro de pintura rodado. Se cuida la escena. Se cuida la fotografía. Se cuidan los encuadres y movimientos de cámara. Habitación en roma es poesía cinematográfica. Un depurado trabajo estilístico que no tiene nada de amaneramiento, que recuerda por los golpes de luz y los colores saturados el impresionismo. En ese sentido, por el modo de tratar el cine como si fuera pintura, Medem recuerda a Vicente Minelli, precisamente retratando la vida de Van Gogh.

Esas dos personas sin un compromiso establecido se muestran la una a la otra. En unas horas tienen que resumir su vida. En ese tiempo deben condensar sus traumas y sus anhelos. Medem que escribe el guión, hace un esfuerzo por sostener el film, no solo por medio de algunas referencias intelectuales sino a través de un poco de drama psicoterapéutico. Esta es quizá la parte más floja del film, pero acaso no somos así los seres humanos, imperfectos y algo estereotipados a la hora de reflejar nuestras inquietudes. El modo en el que Medem desarrolla el guión es por un lado convencional y por otro un poco increíble. Hay algo que nos hace dudar de las historias que cuentan los personajes. El estilo onírico propio de Medem se presta a este juego de la inverosimilitud, que no solo se produce entre los seres humanos, sino que plantea de manera filosófica que lo creíble no tiene porqué ser verídico. De algún modo lo que allí sucede resulta increíble, demasiado bonito para ser cierto, como un sueño del que se teme despertar.

La película tiene un tono teatral, pero ese es quizá el precio de medir tan milimétricamente todos los elementos, la perdida de espontaneidad. Ello no resta valor al film, la teatralidad le acerca al estilo clásico. El trabajo con las actrices es minucioso. Una dura introspección por medio del método, un despejar las dudas y mostrar con convicción el rostro humano. Las actrices se desnudan, no sólo de cuerpo sino de alma. La desnudez, que por otro lado es un componente natural dada la situación, representa la ausencia de barreras y subterfugios entre esos dos seres humanos. La desnudez y el lesbianismo son simples elementos de la historia, que habla de lo más íntimo, lo más profundo. Habitación en roma es una historia pequeña, aunque tal vez narra los momentos más importantes que pueda vivir cualquier ser humano, aquellos en los que el mundo ha dejado de girar y sólo importa lo que está ocurriendo entre ese otro y yo.
6
22 de mayo de 2014 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Artificiosa, intrascendente y provocativa con alevosa intención, esta película de Medem se desliza por el camino de la nimiedad sin disimulo, de la proliferación de pieles desnudas que invocan un morbo primario y cuentan con la complicidad de un juego erótico que quiere parecer trasunto de intelectualidad pero que más bien muestra su propia vacuidad y su obviedad pretenciosa.
También su argumento sucumbe bajo el peso desmesurado del exhibicionismo y de su, por momentos, evidente falta de sinceridad.
Pero lo que abruma, lo que realmente abruma, es la exasperante carencia de interés del largometraje.
Sólo hacia el final, como por arte de magia, el espectador puede encontrar un escenario que ubica la realidad en sus justos términos y que redime a la película de muchos de sus males.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para