Una Eva y dos Adanes
8.3
84,377
Comedia
Época de la Ley Seca (1920-1933). Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado ... [+]
4 de noviembre de 2017
4 de noviembre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una obra de arte, una comedia atemporal porque aunque han pasado ya cerca de sesenta años, y que se filmó en blanco y negro, es perfectamente actual, mucho más que unos cientos que se ha rodado en la última década y que no le llegan al primer fotograma.
Gags que se suceden de una forma genial e hilarante, diálogos que de puro absurdos se asemejan a inteligentes disertaciones científicas, situaciones comprometidas que se salvan de la forma más simple y sencilla, con una genialidad tras otra, una verdadera obra de arte firmada por el que muchos consideran el mejor comediante de la historia, don Billy Wilder.
Y que me dicen de Jack Lemmon y Tony Curtis, al que envidio esas escenas rodadas con el faisán y el champán con esa diosa de la seducción, con Marilyn Monroe, una criatura atemporal bajo cuyo embrujo caería cualquier hombre, todos los hombres, hasta el hombre más poderoso de la tierra.
Que la disfruten el que no la haya visto y escriba sobre su experiencia. Yo voy por la media docena y todavía la veré otras tantas veces más a lo largo de mi vida. Tiene, sin duda, su sitio en mi rincón de favoritas.
Matrícula de honor, 10.
Gags que se suceden de una forma genial e hilarante, diálogos que de puro absurdos se asemejan a inteligentes disertaciones científicas, situaciones comprometidas que se salvan de la forma más simple y sencilla, con una genialidad tras otra, una verdadera obra de arte firmada por el que muchos consideran el mejor comediante de la historia, don Billy Wilder.
Y que me dicen de Jack Lemmon y Tony Curtis, al que envidio esas escenas rodadas con el faisán y el champán con esa diosa de la seducción, con Marilyn Monroe, una criatura atemporal bajo cuyo embrujo caería cualquier hombre, todos los hombres, hasta el hombre más poderoso de la tierra.
Que la disfruten el que no la haya visto y escriba sobre su experiencia. Yo voy por la media docena y todavía la veré otras tantas veces más a lo largo de mi vida. Tiene, sin duda, su sitio en mi rincón de favoritas.
Matrícula de honor, 10.
14 de febrero de 2020
14 de febrero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mejor comedia de la historia del séptimo arte. Una obra total y absoluta en la que todo es perfecto (a pesar de la opinión del propio Wilder expresada en la última escena de la película) .
Sin duda, como decimos, estamos ante una obra total perfecta, en donde destaca una puesta en escena muy elaborada, un guión magnífico (como todos los de el guionista I.A.L.Diamond), unos intérpretes inspiradísimos, una fotografía en blanco y negro espléndida, un montaje vertiginoso, un ritmo que no sólo no desfallece en ningún momento, sino que va en claro aumento a lo largo de la cinta, una dirección de actores soberbia y un final...., como decirlo: perfecto.
Es mi comedia preferida, por multitud de razones:
- Recoge a la perfección el cine según Wilder. Es su mejor película (seguida de cerca por "El apartamento" y "Uno, dos, tres") y su mejor dirección (aunque sea sólo por dirigir la indirigible Marilyn Monroe. A modo de anécdota, sólo para el plano en el que Marilyn llama a una puerta, se asoma y dice: “Soy yo, Sugar”, se necesitaron 47 tomas).
- Es una cinta muy completa: no tiene puntos débiles. No sobra nada. Todo está perfectamente justificado. Cada fotograma es imprescindible para entender el siguiente. No hay escena sin ritmo ni chiste preciso. Para muestra la escena donde Lemmon agita las maracas entre frase y frase, elemento que incluyó Wilder para llenar los segundos que el público debía reírse de la frase anterior y callarse para oír perfectamente la siguiente.
- Es la mejor y más compleja interpretación de Marilyn Monroe. En esta cinta demostró lo buena actriz que era. Sólo hace falta recordarla tocando el ukelele o seduciendo al bueno de Curtis para entender el porqué esta cinta es tan mítica. Por cierto, el Comité de Crítica del Estado supeditó la aprobación de la exhibición del film a que se suprimieran 30 metros de película correspondientes a la escena de amor a bordo del yate entre Curtis y Monroe.
- Marilyn jamás ha estado tan guapa: la escena de la seducción o la de la mítica canción "I Wanna Be Loved By You" tocando con su orquesta y con un vestido que insinúa todo su cuerpo, no tienen precio y demuestran porqué todo un presidente de los EEUU puede perder la cabeza por unas faldas.
- Contiene algunas de las mejores escenas de la historia del cine: la susodicha escena de la seducción de Monroe a Curtis en el yate ("besar a Marilyn es como besar a Hitler", bromeó Curtis después), la escena de la juerga nocturna en el vagón del tren, la escena antes de subir al tren, la persecución en el hotel de Miami, las escenas en la habitación del hotel entre Curtis y Lemmon, etc.
- Algunos diálogos y frases son antológicos e irrepetibles:“Jerry: ¡Tengo cosas que contarte! Joe: ¿Qué ha pasado?Jerry: Estoy prometido. Joe: Enhorabuena. ¿Quién es la afortunada?Jerry: ¡Soy yo!”
- Jack Lemmon estuvo, como siempre, magnífico, y suyas son las escenas más cómicas del film.
- Tony Curtis, que hizo una interpretación inspirada en el gran Cary Grant, no le va a la zaga. Además, debió ser el hombre más envidiado del mundo tras el estreno de esta cinta. A pesar de esto, Curtis siempre sintió que su trabajo fue minusvalorado, por ejemplo, al no ser nominado a los Oscar como su «partenaire». Su carrera fue siempre una constante lucha por la consagración, que nunca alcanzó realmente en comparación con otros actores de su generación. Aceptar el papel de Joe/Josephine para un hombre que vivía de su fama de «playboy» fue todo un riesgo, "un verdadero desafío para mi virilidad", según sus propias palabras. Ya desde el primer día descubrió el verdadero motivo que llevó a Sinatra a rechazar el papel de Joe/Josephine.
- Los demás actores están que se salen (mención especial para Joe E. Brown y su persecución al pobre Lemmon).
- El rodarla en blanco y negro cuando el color ya hacía tiempo que se había impuesto es otra gran brillante idea de Wilder (y no sólo para que no se notara tanto que los dos actores se habían disfrazado de mujeres. "Necesitábamos rodarla en blanco y negro para que no se notara el maquillaje de Curtis y Lemmon y por dónde se habían afeitado”, argumentó el director). Wilder demostró que el color no era sinónimo de calidad, y que podían seguir haciéndose obras maestras en blanco y negro (y si no que se lo digan a Spielberg...).
El cine según Wilder. Imprescindible. Porque Wilder sí era perfecto.
Sin duda, como decimos, estamos ante una obra total perfecta, en donde destaca una puesta en escena muy elaborada, un guión magnífico (como todos los de el guionista I.A.L.Diamond), unos intérpretes inspiradísimos, una fotografía en blanco y negro espléndida, un montaje vertiginoso, un ritmo que no sólo no desfallece en ningún momento, sino que va en claro aumento a lo largo de la cinta, una dirección de actores soberbia y un final...., como decirlo: perfecto.
Es mi comedia preferida, por multitud de razones:
- Recoge a la perfección el cine según Wilder. Es su mejor película (seguida de cerca por "El apartamento" y "Uno, dos, tres") y su mejor dirección (aunque sea sólo por dirigir la indirigible Marilyn Monroe. A modo de anécdota, sólo para el plano en el que Marilyn llama a una puerta, se asoma y dice: “Soy yo, Sugar”, se necesitaron 47 tomas).
- Es una cinta muy completa: no tiene puntos débiles. No sobra nada. Todo está perfectamente justificado. Cada fotograma es imprescindible para entender el siguiente. No hay escena sin ritmo ni chiste preciso. Para muestra la escena donde Lemmon agita las maracas entre frase y frase, elemento que incluyó Wilder para llenar los segundos que el público debía reírse de la frase anterior y callarse para oír perfectamente la siguiente.
- Es la mejor y más compleja interpretación de Marilyn Monroe. En esta cinta demostró lo buena actriz que era. Sólo hace falta recordarla tocando el ukelele o seduciendo al bueno de Curtis para entender el porqué esta cinta es tan mítica. Por cierto, el Comité de Crítica del Estado supeditó la aprobación de la exhibición del film a que se suprimieran 30 metros de película correspondientes a la escena de amor a bordo del yate entre Curtis y Monroe.
- Marilyn jamás ha estado tan guapa: la escena de la seducción o la de la mítica canción "I Wanna Be Loved By You" tocando con su orquesta y con un vestido que insinúa todo su cuerpo, no tienen precio y demuestran porqué todo un presidente de los EEUU puede perder la cabeza por unas faldas.
- Contiene algunas de las mejores escenas de la historia del cine: la susodicha escena de la seducción de Monroe a Curtis en el yate ("besar a Marilyn es como besar a Hitler", bromeó Curtis después), la escena de la juerga nocturna en el vagón del tren, la escena antes de subir al tren, la persecución en el hotel de Miami, las escenas en la habitación del hotel entre Curtis y Lemmon, etc.
- Algunos diálogos y frases son antológicos e irrepetibles:“Jerry: ¡Tengo cosas que contarte! Joe: ¿Qué ha pasado?Jerry: Estoy prometido. Joe: Enhorabuena. ¿Quién es la afortunada?Jerry: ¡Soy yo!”
- Jack Lemmon estuvo, como siempre, magnífico, y suyas son las escenas más cómicas del film.
- Tony Curtis, que hizo una interpretación inspirada en el gran Cary Grant, no le va a la zaga. Además, debió ser el hombre más envidiado del mundo tras el estreno de esta cinta. A pesar de esto, Curtis siempre sintió que su trabajo fue minusvalorado, por ejemplo, al no ser nominado a los Oscar como su «partenaire». Su carrera fue siempre una constante lucha por la consagración, que nunca alcanzó realmente en comparación con otros actores de su generación. Aceptar el papel de Joe/Josephine para un hombre que vivía de su fama de «playboy» fue todo un riesgo, "un verdadero desafío para mi virilidad", según sus propias palabras. Ya desde el primer día descubrió el verdadero motivo que llevó a Sinatra a rechazar el papel de Joe/Josephine.
- Los demás actores están que se salen (mención especial para Joe E. Brown y su persecución al pobre Lemmon).
- El rodarla en blanco y negro cuando el color ya hacía tiempo que se había impuesto es otra gran brillante idea de Wilder (y no sólo para que no se notara tanto que los dos actores se habían disfrazado de mujeres. "Necesitábamos rodarla en blanco y negro para que no se notara el maquillaje de Curtis y Lemmon y por dónde se habían afeitado”, argumentó el director). Wilder demostró que el color no era sinónimo de calidad, y que podían seguir haciéndose obras maestras en blanco y negro (y si no que se lo digan a Spielberg...).
El cine según Wilder. Imprescindible. Porque Wilder sí era perfecto.
15 de marzo de 2006
15 de marzo de 2006
31 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
Billy Wilder es uno de los mejores directores que ha existido a lo largo y ancho de la historia del cine, ésta es una de sus películas más comerciales, comerciadas, plagiadas y versioneadas. Por tanto, actualmente sus gags no tienen el brillo que tuvieron, por todos los lados hemos visto versiones de los mismos. Ello hace que la película resulte previsible y más bien monótona. Pero aún así, a quién nos entusiasma los diálogos de Curtis y Lemmon, en sus grandes comedias, debemos recomendar, sin duda, esta película. Ya que mezclar a Wilder, Lemmon y Curtis siempre es estimulante.
29 de marzo de 2008
29 de marzo de 2008
21 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se si sea una brecha generacional o que, pero a mí el humor de los cincuentas más que hacerme reír me hace dormir. No entiendo como es que esta película está tan bien evaluada si es tan mediocre. Exceptuando los grandes atributos de Marilyn Monroe (me refiero evidentemente a su capacidad pulmonar que no a su mediocridad actoral) y la actuación aceptable de Tony Curtis y Jack Lemmon, el resto de la película me resulta de lo más convencional. El guión es mediocre y predecible hasta la aburrición.
Por otra parte, el papel de Monroe es un insulto a la inteligencia en general y a la mujer en particular. La Barbie que repite una y otra vez no es más que una rubia, (evidentemente de bote), bien dotada y tonta como una muñeca de plástico (aunque en esa época el plástico sólo lo llevaban en el cerebro). Ese papel simple, poco trabajado, unidimensional, utilitario, estético pero también ideológico (precisamente por su inexistente capacidad de raciocinio), deja ver los gustos de la época y el porque una mujer así se hizo un icono de la feminidad (o mejor dicho, de la mujer clase mediera y burguesa). Entendible que los hombres de esas décadas, e incluso de las de ahora, busquen una tontita bonita de esas características, me imagino que para poder controlar, golpear, someter y dominar. Me imagino que dentro de cada macho, conservador, violador y/o maltratador ronda el fantasma de una Marilyn Monroe. Yo por mi parte, prefiero mil veces a Sophia Loren, tanto como actriz como por sus dotes femeninas... a cada quién sus fantasías.
Por otra parte, el papel de Monroe es un insulto a la inteligencia en general y a la mujer en particular. La Barbie que repite una y otra vez no es más que una rubia, (evidentemente de bote), bien dotada y tonta como una muñeca de plástico (aunque en esa época el plástico sólo lo llevaban en el cerebro). Ese papel simple, poco trabajado, unidimensional, utilitario, estético pero también ideológico (precisamente por su inexistente capacidad de raciocinio), deja ver los gustos de la época y el porque una mujer así se hizo un icono de la feminidad (o mejor dicho, de la mujer clase mediera y burguesa). Entendible que los hombres de esas décadas, e incluso de las de ahora, busquen una tontita bonita de esas características, me imagino que para poder controlar, golpear, someter y dominar. Me imagino que dentro de cada macho, conservador, violador y/o maltratador ronda el fantasma de una Marilyn Monroe. Yo por mi parte, prefiero mil veces a Sophia Loren, tanto como actriz como por sus dotes femeninas... a cada quién sus fantasías.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por otra parte, ver a dos tipos vestidos de mujer corriendo de un lado a otro y repitiendo clichés del cine mudo (tipo el gordo y el flaco) mientras unos gangsters inverosímiles los persiguen sin nunca atraparlos, es para llorar y no de risa. Afortunadamente es posible pasar el rato dejándose seducir por el placer estético de ver a la Monroe en esos vestidos y cantando esas canciones que llegan a la cúspide de la sensualidad (pero por favor que no hable que da pena), sólo así la película es factible de tragar.
11 de diciembre de 2005
11 de diciembre de 2005
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mejor comedia de Billy Wilder y quizás su mejor película. Un guión increíblemente original, que firman Wilder y I.A.L. Diamond, para el lucimiento de Tony Curtis y Jack Lemmon y para el que reservan a Marilyn Monroe el que sería el papel más a su medida, el de ingenua. Una historia de gangster en el Chicago de los años veinte, sirve de justificación para la más loca persecución que se ha llevado a la pantalla. Si su médico le ha recetado antidepresivos, sustitúyalos por ésta película. Una pena que todos los Oscar se los llevara Ben-Hur. El tiempo da y quita razones.
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