Oppenheimer
7.4
44,945
Drama. Thriller
En tiempos de guerra, el brillante físico estadounidense Julius Robert Oppenheimer, al frente del 'Proyecto Manhattan', lidera los ensayos nucleares para construir la bomba atómica para su país. Impactado por su poder destructivo, Oppenheimer se cuestiona las consecuencias morales de su creación. Desde entonces y el resto de su vida, se opondría firmemente al uso de armas nucleares. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2023
29 de agosto de 2023
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces donde voy al cine y ya se lo que va a pasar, me voy a aburrir.
Una gran historia, un gran tema, tres horas de duración y un buen director, un reconocido director de Hollywood, pero ya se lo que pasa en este tipo de películas.
Grandes críticas, grandes actores y todo muy complejo, la película es tan “compleja” que aburre a un muerto.
Se ha pretendido contar demasiadas cosas pero se ha olvidado de todo, de los personajes, de las actuaciones, de la ambientación, de los mensajes y lo peor de todo, de la historia, está tan mal contada esta historia que no se puede seguir, es practicamente imposible de seguir el guión, conocer a los personajes, centrarte en el tema de la bomba y su construcción, solamente interesa todo el aspecto político que se desarrola después, pero aún así, es imposible seguirla.
La película pretende tener tensión gracias a una música que suena todo el rato en el fondo, pero aún así, la película no tiene tensión, no fluye, se atasca continuamente en pequeños detalles, en saltos del guión y en descripciones que son innecesarias para el argumento final.
La película se hace realmente aburrida, tiene un guión y una historia muy explosiva, nunca mejor dicho, pero el director quiere ser tan novedoso en el montaje y narración, que al final no sale nada, pero nada.
Uno termina de ver la película y no hay nada que se haya quedado grabado en la pupila, en la memoria, alguna sensación, lo único que recuerdo, es el aburrimiento.
Salí dos veces de la sala, y nunca suelo hacerlo, pero lo necesité para airearme.
Una gran historia, un gran tema, tres horas de duración y un buen director, un reconocido director de Hollywood, pero ya se lo que pasa en este tipo de películas.
Grandes críticas, grandes actores y todo muy complejo, la película es tan “compleja” que aburre a un muerto.
Se ha pretendido contar demasiadas cosas pero se ha olvidado de todo, de los personajes, de las actuaciones, de la ambientación, de los mensajes y lo peor de todo, de la historia, está tan mal contada esta historia que no se puede seguir, es practicamente imposible de seguir el guión, conocer a los personajes, centrarte en el tema de la bomba y su construcción, solamente interesa todo el aspecto político que se desarrola después, pero aún así, es imposible seguirla.
La película pretende tener tensión gracias a una música que suena todo el rato en el fondo, pero aún así, la película no tiene tensión, no fluye, se atasca continuamente en pequeños detalles, en saltos del guión y en descripciones que son innecesarias para el argumento final.
La película se hace realmente aburrida, tiene un guión y una historia muy explosiva, nunca mejor dicho, pero el director quiere ser tan novedoso en el montaje y narración, que al final no sale nada, pero nada.
Uno termina de ver la película y no hay nada que se haya quedado grabado en la pupila, en la memoria, alguna sensación, lo único que recuerdo, es el aburrimiento.
Salí dos veces de la sala, y nunca suelo hacerlo, pero lo necesité para airearme.
21 de julio de 2023
21 de julio de 2023
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oppenheimer es una película biográfica épica y emocionante que retrata la vida del renombrado físico teórico J. Robert Oppenheimer. La dirección de Christopher Nolan nos sumerge en la historia de este hombre y su participación en el Proyecto Manhattan, que culminó con la creación de la bomba atómica.
La actuación de Cillian Murphy en el papel de Oppenheimer es cautivadora. Él se sumerge por completo en el personaje y logra transmitir las complejidades y las luchas internas de este científico brillante y atormentado. El resto del reparto también destaca, con actores como Emily Blunt, Matt Damon y Florence Pugh, quienes dan vida a personajes importantes en la vida de Oppenheimer.
El guión es sólido y narra la historia de una manera cautivadora. Nos muestra las diferentes etapas de la vida de Oppenheimer, desde su juventud hasta su papel en el desarrollo de la bomba atómica y las consecuencias de sus acciones. La película también aborda temas éticos y morales, y plantea preguntas sobre el poder y la responsabilidad de los científicos.
La cinematografía es impresionante, con escenas impactantes y estéticamente hermosas. Nolan utiliza su habilidad para crear momentos visuales memorables y capturar la intensidad de las situaciones. La banda sonora, a cargo de Hans Zimmer, complementa perfectamente la narrativa y añade más profundidad a las escenas.
Sin embargo, la película puede resultar un poco larga en algunas partes, lo que puede afectar el ritmo de la historia. Además, algunas subtramas podrían haberse explorado con más detalle para dar una visión más completa de la vida de Oppenheimer.
En general, Oppenheimer es una película épica y emocionante que ofrece una mirada fascinante a la vida de J. Robert Oppenheimer. Con una gran actuación de Cillian Murphy, una dirección sólida y una cinematografía impresionante, es una película que vale la pena ver para aquellos interesados en la historia y la ciencia.
La actuación de Cillian Murphy en el papel de Oppenheimer es cautivadora. Él se sumerge por completo en el personaje y logra transmitir las complejidades y las luchas internas de este científico brillante y atormentado. El resto del reparto también destaca, con actores como Emily Blunt, Matt Damon y Florence Pugh, quienes dan vida a personajes importantes en la vida de Oppenheimer.
El guión es sólido y narra la historia de una manera cautivadora. Nos muestra las diferentes etapas de la vida de Oppenheimer, desde su juventud hasta su papel en el desarrollo de la bomba atómica y las consecuencias de sus acciones. La película también aborda temas éticos y morales, y plantea preguntas sobre el poder y la responsabilidad de los científicos.
La cinematografía es impresionante, con escenas impactantes y estéticamente hermosas. Nolan utiliza su habilidad para crear momentos visuales memorables y capturar la intensidad de las situaciones. La banda sonora, a cargo de Hans Zimmer, complementa perfectamente la narrativa y añade más profundidad a las escenas.
Sin embargo, la película puede resultar un poco larga en algunas partes, lo que puede afectar el ritmo de la historia. Además, algunas subtramas podrían haberse explorado con más detalle para dar una visión más completa de la vida de Oppenheimer.
En general, Oppenheimer es una película épica y emocionante que ofrece una mirada fascinante a la vida de J. Robert Oppenheimer. Con una gran actuación de Cillian Murphy, una dirección sólida y una cinematografía impresionante, es una película que vale la pena ver para aquellos interesados en la historia y la ciencia.
25 de julio de 2023
25 de julio de 2023
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nolan vuelve a lo grande. Sí, soy de esos que, fuera del espectáculo visual que fue Tenet, nunca llegó a entenderla. Es interesante conocer la historia de un personaje tan importante en la historia reciente, para muchos desconocido. Los primeros minutos me costó un poco concienciarme de que Cillian Murphy no era Thomas Shelby, y es que ha sido cosa mía, porque es mucho más que eso, un actorazo. Brillante también Robert John Downey Jr., había quienes decían que solo sabía hacer papeles de rico, guapo, condescendiente.
Parece que todas las películas hechas anteriormente por Nolan estaban escogidas a propósito para acabar haciendo este trabajo. En Oppenheimer podemos encontrar un poco de todos los temas que gustan y preocupan al británico: engaño, tiempo, justicia...
La música funciona a la perfección, y la historia se puede seguir sin problema, a pesar de ser un tema complejo y técnico como es el de una bomba atómica, mezclado además con saltos temporales y diferentes juicios. Con estar un poco atento, se sigue fácil; es verdad que hay una hora intermedia en la que falta un poco de acción. Considero que menos de 3 horas de duración habrían sido suficientes para conseguir un resultado igual, o quién sabe, incluso mejor. Mención especial para la escena de explosión en "Los Álamos", probablemente una de las mejores escenas de cine del año.
En resumen, gran película. Quizás tenga que verla de nuevo para valorarla aún más. Se habla mucho del estreno a la par con Barbie; pues bien, después de haberla visto también, es un insulto que se hable de las dos a la vez. Aunque traten temas muy diferentes, no hay color; Barbie ni se acerca al nivel de Oppenheimer.
Parece que todas las películas hechas anteriormente por Nolan estaban escogidas a propósito para acabar haciendo este trabajo. En Oppenheimer podemos encontrar un poco de todos los temas que gustan y preocupan al británico: engaño, tiempo, justicia...
La música funciona a la perfección, y la historia se puede seguir sin problema, a pesar de ser un tema complejo y técnico como es el de una bomba atómica, mezclado además con saltos temporales y diferentes juicios. Con estar un poco atento, se sigue fácil; es verdad que hay una hora intermedia en la que falta un poco de acción. Considero que menos de 3 horas de duración habrían sido suficientes para conseguir un resultado igual, o quién sabe, incluso mejor. Mención especial para la escena de explosión en "Los Álamos", probablemente una de las mejores escenas de cine del año.
En resumen, gran película. Quizás tenga que verla de nuevo para valorarla aún más. Se habla mucho del estreno a la par con Barbie; pues bien, después de haberla visto también, es un insulto que se hable de las dos a la vez. Aunque traten temas muy diferentes, no hay color; Barbie ni se acerca al nivel de Oppenheimer.
25 de julio de 2023
25 de julio de 2023
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Oppenheimer» es una película excelente, posiblemente lo mejor que haya rodado Christopher Nolan desde «Origen» («Inception», 2010), si no su obra maestra hasta la fecha. Con ella viene a reivindicar —y no es la primera vez ni, me temo, la última— el «blockbuster» adulto: no por profundo menos taquillero y siempre en pantalla grande, en un tiempo en que éstas parecen parasitadas por los «leggins» y los anabolizantes de los universos Marvel, DC, etcétera. Que en la semana de su estreno la mayoría de los flashes haya sido para «Barbie» (ídem, 2023) da cuenta de la urgencia de dicha reivindicación.
Con la exuberancia visual y sonora —estridencia casi—, la narrativa desestructurada y el montaje sincopado marca de la casa, el cineasta británico agrega capas a su aproximación al padre de la bomba atómica —en sí mismo un tema lo bastante controvertido— para convertir un a priori convencional «biopic» en una estimulante mezcla de thriller de espías y film de juicios que, no en vano, trasluce la influencia de Oliver Stone y su extraordinaria conspiranoia «JFK: Caso abierto» («J.F.K.», 1991).
Diríase que a los 52 años Nolan ha llegado a la conclusión —muy sabia, por otra parte— de que ya no tiene que demostrar nada, a diferencia de «Interstellar» (ídem, 2014) y «Tenet» (ídem, 2020), con las que aspiraba, respectivamente, a hacer su propia «2001, una odisea del espacio» («2001: A Space Odissey», 1968) y a llevar a la gente de regreso a las salas tras el parón en seco que supuso el coronavirus. Proyectos, como se ve, ambiciosos en exceso y, quizá precisamente por ello, no del todo exitosos. Ahora bien, entremedias «Dunkerque» («Dunkirk», 2017) había anunciado el saludable cambio de registro.
La vida de J. Robert Oppenheimer no se prestaba —insisto— a grandes alharacas, salvo, claro está, la recreación de la primera prueba nuclear llevada a cabo en Nuevo México, un bomboncito para alguien agraciado con el talento —y los presupuestos— de Christopher Nolan. De ahí lo arriesgado de un envite del que Oppenheimer sale airosa en todas y cada una de sus muchas aristas, incluida la del metraje: tres horas que cualquier plataforma de contenidos habría troceado en una miniserie y que, no obstante, se pasan en un suspiro.
El lujoso reparto de que suelen adornarse sus producciones raya aquí en el «All Star», a tal punto que hacer una relación exhaustiva de sus integrantes constituiría objeto de un artículo entero. Lo encabeza un Cillian Murphy deslumbrante. A su mirada gélida y rostro ofídico les sienta como un traje a medida la ambigüedad del personaje: comunista, pero sin carnet; brillantísimo científico, pero responsable de una eventual extinción de la raza humana, y para siempre atormentado por el remordimiento de los cientos de miles de víctimas de Hiroshima y Nagasaki.
Como un guante le queda también a Matt Damon —bigotazo mediante— el de militarote rezongón; lo mismo el de taimado senador a Robert Downey Jr. Emily Blunt cumple con creces en un papel en absoluto agradecido. Y Florence Pugh, de nuevo y pese a la brevedad de su participación, se apodera de cada plano compartido merced a un carisma como no se ha visto en mucho tiempo.
Con la exuberancia visual y sonora —estridencia casi—, la narrativa desestructurada y el montaje sincopado marca de la casa, el cineasta británico agrega capas a su aproximación al padre de la bomba atómica —en sí mismo un tema lo bastante controvertido— para convertir un a priori convencional «biopic» en una estimulante mezcla de thriller de espías y film de juicios que, no en vano, trasluce la influencia de Oliver Stone y su extraordinaria conspiranoia «JFK: Caso abierto» («J.F.K.», 1991).
Diríase que a los 52 años Nolan ha llegado a la conclusión —muy sabia, por otra parte— de que ya no tiene que demostrar nada, a diferencia de «Interstellar» (ídem, 2014) y «Tenet» (ídem, 2020), con las que aspiraba, respectivamente, a hacer su propia «2001, una odisea del espacio» («2001: A Space Odissey», 1968) y a llevar a la gente de regreso a las salas tras el parón en seco que supuso el coronavirus. Proyectos, como se ve, ambiciosos en exceso y, quizá precisamente por ello, no del todo exitosos. Ahora bien, entremedias «Dunkerque» («Dunkirk», 2017) había anunciado el saludable cambio de registro.
La vida de J. Robert Oppenheimer no se prestaba —insisto— a grandes alharacas, salvo, claro está, la recreación de la primera prueba nuclear llevada a cabo en Nuevo México, un bomboncito para alguien agraciado con el talento —y los presupuestos— de Christopher Nolan. De ahí lo arriesgado de un envite del que Oppenheimer sale airosa en todas y cada una de sus muchas aristas, incluida la del metraje: tres horas que cualquier plataforma de contenidos habría troceado en una miniserie y que, no obstante, se pasan en un suspiro.
El lujoso reparto de que suelen adornarse sus producciones raya aquí en el «All Star», a tal punto que hacer una relación exhaustiva de sus integrantes constituiría objeto de un artículo entero. Lo encabeza un Cillian Murphy deslumbrante. A su mirada gélida y rostro ofídico les sienta como un traje a medida la ambigüedad del personaje: comunista, pero sin carnet; brillantísimo científico, pero responsable de una eventual extinción de la raza humana, y para siempre atormentado por el remordimiento de los cientos de miles de víctimas de Hiroshima y Nagasaki.
Como un guante le queda también a Matt Damon —bigotazo mediante— el de militarote rezongón; lo mismo el de taimado senador a Robert Downey Jr. Emily Blunt cumple con creces en un papel en absoluto agradecido. Y Florence Pugh, de nuevo y pese a la brevedad de su participación, se apodera de cada plano compartido merced a un carisma como no se ha visto en mucho tiempo.
27 de julio de 2023
27 de julio de 2023
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su búsqueda de lograr obras maestras y trascender en la historia del cine, Nolan vuelve a dar en la diana, como ya lo hizo en INTERSTELAR, EL CABALLERO OSCURO y ORIGEN, sin ir más lejos.
Tras la decepcionante TENET, que tuvo el gran valor de ser pionera en estrenar en salas aún con medidas anti COVID vigentes, Nolan vuelve a tocar la tecla justa en una película muy larga a la que no le sobra ni un solo minuto.
Visualmente impactante, magníficamente narrada, todo lo que cuenta el director nos interesa, es capaz de transmitirlo mediante diálogos inteligentes, elipses prodigiosas y unas actuaciones maravillosas de actores tan prestigiosos que extraña que aparezcan apenas minutos: Gary Oldman, Ramy Malek, Florence Pugh, Josh Hartnett, apenas aparecen un puñado de minutos en pantalla, con una presencia apabullante y con papeles tan importantes como muy breves.
Destacan sobremanera los tres protagonistas principales: un magnético y creíble Murphy, un esplendoroso Robert Downey Jr. (huele a Oscar) y una sensacional Emily Blunt.
El cine estaba lleno, una sala muy grande. Qué maravilla. Gracias, Nolan, eres un referente, sin duda.
Tras la decepcionante TENET, que tuvo el gran valor de ser pionera en estrenar en salas aún con medidas anti COVID vigentes, Nolan vuelve a tocar la tecla justa en una película muy larga a la que no le sobra ni un solo minuto.
Visualmente impactante, magníficamente narrada, todo lo que cuenta el director nos interesa, es capaz de transmitirlo mediante diálogos inteligentes, elipses prodigiosas y unas actuaciones maravillosas de actores tan prestigiosos que extraña que aparezcan apenas minutos: Gary Oldman, Ramy Malek, Florence Pugh, Josh Hartnett, apenas aparecen un puñado de minutos en pantalla, con una presencia apabullante y con papeles tan importantes como muy breves.
Destacan sobremanera los tres protagonistas principales: un magnético y creíble Murphy, un esplendoroso Robert Downey Jr. (huele a Oscar) y una sensacional Emily Blunt.
El cine estaba lleno, una sala muy grande. Qué maravilla. Gracias, Nolan, eres un referente, sin duda.
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