Carrie
7.0
58,357
Terror. Drama
Carrie White, una tímida adolescente que vive con su madre, una fanática religiosa, es objeto de las burlas constantes de sus compañeros de instituto. Cuando, en las duchas del gimnasio, la chica sufre un ataque de histeria al tener su primera menstruación, a una de sus compañeras se le ocurre gastarle una broma macabra durante la fiesta de graduación. Lo que todos ignoran es que Carrie posee poderes telequinésicos. Adaptación de la novela homónima de Stephen King. [+]
5 de noviembre de 2020
5 de noviembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La icónica película de Brian De Palma de 1976, una de las mejores adaptaciones cinematográficas de la obra Stephen King, posee un valor universal y, 44 años después de su estreno, continúa marcando significados potentes sobre los jóvenes conflictuados por el conservadurismo y el acoso escolar.
Por Nicolás Bianchi
Lo que a Carrie la enajena en el colegio es lo que ahora se llama bullying, mientras que lo que la frustra en su hogar es su madre, una fundamentalista cristiana que asocia al sexo con la perdición, y sus valores. El relato dramático de terror adquiere un cariz especialmente femenino ya que Carrie, a pesar de estar por terminar el secundario, recién comienza a menstruar, lo que la introduce en un nuevo mundo de conflictos.
Desde el punto de vista actoral, los trabajos de Sissy Spacek en el papel principal y de Piper Laurie como su madre son brillantes. Carrie, por más que haga que lo que hace, nunca deja de generar empatía. Su madre, por más que linde la caricatura, sostiene con sus revelaciones la construcción de su personalidad. Todo esto dentro de la olla a presión que De Palma lleva a fuego lento durante toda la película.
Carrie experimenta su primera menstruación en las duchas del colegio luego de un partido de volley. La relación de ella con su cuerpo es diferente a la de sus compañeras, que se pasean desnudas y con libertad. Carrie usa su largo pelo para taparse y no comprende lo que sucede cuando la sangre comienza a bajar por sus piernas, lo que genera burlas, principalmente de parte de Chris (Nancy Allen), la chica extrovertida y popular.
Como en un dominó, una idea que se repite en el cine de De Palma, una pieza que cae toca a la siguiente y así sucesivamente. El acoso hace reaccionar a las autoridades del colegio que sancionan a Chris, lo que la lleva a incrementar su furia contra Carrie y planear una nueva estrategia para humillarla junto a su novio Billy (John Travolta). Otra de las chicas, Sue (Amy Irving), le pide a su buen mozo amigo Tommy (William Katt) que invite a Carrie al baile de fin de año, con la idea de levantarle el ánimo luego de lo que sufrió. Las malas y las buenas intenciones pavimentan aquí el camino hacia el infierno.
El desarrollo de Carrie y su relación con su poder, la telequinesis, está también logrado con maestría. Cuando es humillada en los vestuarios la joven logra mover un cenicero con la mente o empujar a un niño de su bicicleta. Cuando es reprendida por su madre en su casa, primero rompe y luego reconstruye, aunque no del todo, un espejo sobre el que se proyecta una imagen de Cristo. Carrie, si bien no deja de ser creyente, toma conciencia de su poder. Todo juega en favor de la tensión que explota en la larga secuencia del baile.
Por Nicolás Bianchi
Lo que a Carrie la enajena en el colegio es lo que ahora se llama bullying, mientras que lo que la frustra en su hogar es su madre, una fundamentalista cristiana que asocia al sexo con la perdición, y sus valores. El relato dramático de terror adquiere un cariz especialmente femenino ya que Carrie, a pesar de estar por terminar el secundario, recién comienza a menstruar, lo que la introduce en un nuevo mundo de conflictos.
Desde el punto de vista actoral, los trabajos de Sissy Spacek en el papel principal y de Piper Laurie como su madre son brillantes. Carrie, por más que haga que lo que hace, nunca deja de generar empatía. Su madre, por más que linde la caricatura, sostiene con sus revelaciones la construcción de su personalidad. Todo esto dentro de la olla a presión que De Palma lleva a fuego lento durante toda la película.
Carrie experimenta su primera menstruación en las duchas del colegio luego de un partido de volley. La relación de ella con su cuerpo es diferente a la de sus compañeras, que se pasean desnudas y con libertad. Carrie usa su largo pelo para taparse y no comprende lo que sucede cuando la sangre comienza a bajar por sus piernas, lo que genera burlas, principalmente de parte de Chris (Nancy Allen), la chica extrovertida y popular.
Como en un dominó, una idea que se repite en el cine de De Palma, una pieza que cae toca a la siguiente y así sucesivamente. El acoso hace reaccionar a las autoridades del colegio que sancionan a Chris, lo que la lleva a incrementar su furia contra Carrie y planear una nueva estrategia para humillarla junto a su novio Billy (John Travolta). Otra de las chicas, Sue (Amy Irving), le pide a su buen mozo amigo Tommy (William Katt) que invite a Carrie al baile de fin de año, con la idea de levantarle el ánimo luego de lo que sufrió. Las malas y las buenas intenciones pavimentan aquí el camino hacia el infierno.
El desarrollo de Carrie y su relación con su poder, la telequinesis, está también logrado con maestría. Cuando es humillada en los vestuarios la joven logra mover un cenicero con la mente o empujar a un niño de su bicicleta. Cuando es reprendida por su madre en su casa, primero rompe y luego reconstruye, aunque no del todo, un espejo sobre el que se proyecta una imagen de Cristo. Carrie, si bien no deja de ser creyente, toma conciencia de su poder. Todo juega en favor de la tensión que explota en la larga secuencia del baile.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Allí el juego visual se caracteriza por el uso de las luces con las que está decorado el gimnasio donde se realiza el festejo, que se proyectan sobre los rostros de los protagonistas a modo de semáforo o alarma. Verde, azul y rojo oscilan mientras todo parece marchar bien para Carrie. Finalmente será todo rojo, como la sangre del principio. Primero en la escuela y luego en su hogar Carrie y sus poderes resuelven un relato sólido, que no ha perdido vigencia ni esplendor con el paso del tiempo.
Además de su realización, sin dudas una de las mejores obras dentro del género de terror, la película goza de vigencia por su abordaje. Lo que vive, experimenta y provoca Carrie no es algo tan diferente a los llamados tiroteos masivos que cada tanto suceden en las escuelas o universidades estadounidenses. De la misma manera el fundamentalismo cristiano está y sigue expuesto en un país en el que todos, todo el tiempo, le agradecen a Dios.
Además de su realización, sin dudas una de las mejores obras dentro del género de terror, la película goza de vigencia por su abordaje. Lo que vive, experimenta y provoca Carrie no es algo tan diferente a los llamados tiroteos masivos que cada tanto suceden en las escuelas o universidades estadounidenses. De la misma manera el fundamentalismo cristiano está y sigue expuesto en un país en el que todos, todo el tiempo, le agradecen a Dios.
23 de febrero de 2024
23 de febrero de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sangre (fácil). Corazón salvaje. American Graffiti. Freddy Kruger. Las brujas de Eastwick. Las muchachas en flor (A la sombra de).
Versión LSD pop psicodélica lisérgica alucinada barroca mesmérica hechizada bestia y hermosa y de vueltas de tuerca pasada (todas las primeras escenas hoy serían impensables e imposibles -de rodar/imaginar siquiera-, en cincuenta años es increíble todo los que hemos perdido/retrocedido en cuanto a libertades de todo tipo y no solo artístico sexuales) en la que se realiza una oda (diabólica cachonda) a lo femenino exaltado delirante despelotado febril y enfermizo donde el amor y el deseo y el demonio y el sexo conectan directamente con la locura y la perdición de los hombres, el armagedón y el acabose, la muerte entre las flores, de hecho los dos seres masculinos que aquí cuentan algo son dos meros títeres en manos de ellas, sin personalidad o voluntad propias, unos mandados, chicos de los recados, yo recibía órdenes, hacía lo que me decían, obran al dictado de las mujeres (qué raro y también extraño además de inaudito y hasta insólito), matriarcado, no tienen capacidad de decisión ninguna, se intentan resistir tan tímidamente, pero rápidamente son sometidos sin remisión ni compasión por el gineceo tan dominante, un mundo femenino que tiene a una víctima o protagonista como centro de todo (de cómic o tebeo superhéroe), Carrie y el volcán, y las fuerzas gravitatorias, y la vorágine o la espiral, un descenso al Maelström, tabula rasa, buen salvaje, de la que tiran dos parejas de mujeres en las dos partes opuestas de la moral y la vida, la madre Piper Laurie (excelsa, excesiva y atractiva) más Nancy Allen (bruja piruja como salida de Boogie Nights o de Scarface) versus la bella Amy Irving y la crujiente profesora Betty Buckley, así como los dos pasmarotes o pringados también están, por añadidura o por descontado, a los dos lados de frontera del bien y del mal, el gran héroe americano nada menos, ahí queda eso, y John Travolta apuntando maneras, otro que tal baila.
Cuento de terror metafísico kitsch esotérico posmoderno sandunguero.
Se hace un canto a la Naturaleza o la biología que no conoce ni distingue, indiferente, frente a la cultura expresada a través de la familia, la religión o la sociedad donde todo es malo a pesar de que haya algo bueno ya que distingue, clasifica, aísla, margina, excluye, ofende, humilla etcétera.
La fe (mal o demasiado bien fanáticamente entendida) contra el cuerpo (o la materia corruptible, la negación, por tanto, del paso del tiempo, de la podredumbre, de lo humano) a ser posible bien comido, regado y servido, del delito. El grupo (mísero, la jauría humana) contra el individuo (desvalido, desprotegido). El sexo como desequilibrio, la mujer como peligrosa maravillosa anomalía loca.
Sissy está soberbia y De Palma en estado de gracia alterada rocambolesca hortera de un subido formalismo histérico pantagruélico que recurre a todo tipo de artimañas, trucos o ardides, ese arsenal, para recrear/ensanchar/expandir/jugar su historia (hace vudú con ella) y lo logra aunque la parte final (masacre, ven y mira, explota, pechos fuera) de la fiesta a mí muy personalmente me horroriza a mayores no así el resto que más bien me encandila, Mandy, y hasta maravilla, a bríos voto.
Película sorora y no tan gachupina.
La última cena a las velas, todo el comienzo desnudo, ella como la novia ensangrentada, el castigo entrenamiento púber voyeur, Piper Laurie en camisón asolando, ciertos planos y encadenados, Donnie Darko.
Las carnicerías en los institutos yanquis (campos de concentración, experimentos del mal, La chaqueta metálica, la lucha de clases), vienen de lejos, están en la raíz de su alma o esencia y cultura, montar un puto grupo salvaje a la de nada, o de cómo matar o morir por quítame allá esas pajas y esos polvos y esos lodos, siempre.
Versión LSD pop psicodélica lisérgica alucinada barroca mesmérica hechizada bestia y hermosa y de vueltas de tuerca pasada (todas las primeras escenas hoy serían impensables e imposibles -de rodar/imaginar siquiera-, en cincuenta años es increíble todo los que hemos perdido/retrocedido en cuanto a libertades de todo tipo y no solo artístico sexuales) en la que se realiza una oda (diabólica cachonda) a lo femenino exaltado delirante despelotado febril y enfermizo donde el amor y el deseo y el demonio y el sexo conectan directamente con la locura y la perdición de los hombres, el armagedón y el acabose, la muerte entre las flores, de hecho los dos seres masculinos que aquí cuentan algo son dos meros títeres en manos de ellas, sin personalidad o voluntad propias, unos mandados, chicos de los recados, yo recibía órdenes, hacía lo que me decían, obran al dictado de las mujeres (qué raro y también extraño además de inaudito y hasta insólito), matriarcado, no tienen capacidad de decisión ninguna, se intentan resistir tan tímidamente, pero rápidamente son sometidos sin remisión ni compasión por el gineceo tan dominante, un mundo femenino que tiene a una víctima o protagonista como centro de todo (de cómic o tebeo superhéroe), Carrie y el volcán, y las fuerzas gravitatorias, y la vorágine o la espiral, un descenso al Maelström, tabula rasa, buen salvaje, de la que tiran dos parejas de mujeres en las dos partes opuestas de la moral y la vida, la madre Piper Laurie (excelsa, excesiva y atractiva) más Nancy Allen (bruja piruja como salida de Boogie Nights o de Scarface) versus la bella Amy Irving y la crujiente profesora Betty Buckley, así como los dos pasmarotes o pringados también están, por añadidura o por descontado, a los dos lados de frontera del bien y del mal, el gran héroe americano nada menos, ahí queda eso, y John Travolta apuntando maneras, otro que tal baila.
Cuento de terror metafísico kitsch esotérico posmoderno sandunguero.
Se hace un canto a la Naturaleza o la biología que no conoce ni distingue, indiferente, frente a la cultura expresada a través de la familia, la religión o la sociedad donde todo es malo a pesar de que haya algo bueno ya que distingue, clasifica, aísla, margina, excluye, ofende, humilla etcétera.
La fe (mal o demasiado bien fanáticamente entendida) contra el cuerpo (o la materia corruptible, la negación, por tanto, del paso del tiempo, de la podredumbre, de lo humano) a ser posible bien comido, regado y servido, del delito. El grupo (mísero, la jauría humana) contra el individuo (desvalido, desprotegido). El sexo como desequilibrio, la mujer como peligrosa maravillosa anomalía loca.
Sissy está soberbia y De Palma en estado de gracia alterada rocambolesca hortera de un subido formalismo histérico pantagruélico que recurre a todo tipo de artimañas, trucos o ardides, ese arsenal, para recrear/ensanchar/expandir/jugar su historia (hace vudú con ella) y lo logra aunque la parte final (masacre, ven y mira, explota, pechos fuera) de la fiesta a mí muy personalmente me horroriza a mayores no así el resto que más bien me encandila, Mandy, y hasta maravilla, a bríos voto.
Película sorora y no tan gachupina.
La última cena a las velas, todo el comienzo desnudo, ella como la novia ensangrentada, el castigo entrenamiento púber voyeur, Piper Laurie en camisón asolando, ciertos planos y encadenados, Donnie Darko.
Las carnicerías en los institutos yanquis (campos de concentración, experimentos del mal, La chaqueta metálica, la lucha de clases), vienen de lejos, están en la raíz de su alma o esencia y cultura, montar un puto grupo salvaje a la de nada, o de cómo matar o morir por quítame allá esas pajas y esos polvos y esos lodos, siempre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y la madre es penetrada por multitud de utensilios duros y puntiagudos que entran en sus carnes morenas como en la mantequilla para matarla entre sucesivos orgasmos crísticos no clítoris, abrumada, gemidos, alaridos mediante, de placer dolor como manda Dios.
25 de octubre de 2010
25 de octubre de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de la primera novela del prolífico Stephen King y uno de los más recordados títulos de la extensa filmografía de Brian De Palma.
"Carrie" supone un acierto tanto como película de terror como filme enmarcado en el drama: es la historia de una adolescente, Carrie White, con serios problemas de relaciones sociales debido a su carácter introvertido, producto de la educación administrada por una madre enferma de fanatismo religioso. Hasta ahí, la cinta podría haber reflejado perfectamente la situación actual de muchos jóvenes que son víctimas del rechazo y las burlas de sus compañeros de clase, pero el filme entra dentro del género de terror con la inclusión de un elemento fantástico: Carrie tiene unos terribles poderes telequinéticos, originados y alimentados por esa vida de sufrimiento interior, que de vez en cuando encuentran una vía de escape en la ira de Carrie y serán la causa de un terrorífico final de fiesta.
El verdadero logro de De Palma se encuentra en la puesta en escena, mostrándonos una Carrie que padece y sufre y se deja vapulear por todo y por todos, logrando que el espectador sienta compasión por ella y preparándolo para un clímax rodado con auténtica mano maestra. De Palma deja en el aire una insoportable inquietud que va creciendo conforme avanza la película, hasta estallar en la ya mítica secuencia de la fiesta de baile. En casi todo su metraje, la película no da sobresaltos ni se utilizan sustos o recursos parecidos a los de otras películas del género, sino que desarrolla la trama de manera lineal, muy uniforme, con lo que se consigue una atmósfera idónea para el clímax.
"Carrie" supone el debut en la gran pantalla de Sissy Spacek, haciendo un papel inolvidable para cualquier amante del género, así como una destacada Piper Laurie como la impagable madre fanática que ve el pecado en todos los rincones y es la culpable inconsciente de los terribles poderes de su hija.
Absolutamente recomendable.
"Carrie" supone un acierto tanto como película de terror como filme enmarcado en el drama: es la historia de una adolescente, Carrie White, con serios problemas de relaciones sociales debido a su carácter introvertido, producto de la educación administrada por una madre enferma de fanatismo religioso. Hasta ahí, la cinta podría haber reflejado perfectamente la situación actual de muchos jóvenes que son víctimas del rechazo y las burlas de sus compañeros de clase, pero el filme entra dentro del género de terror con la inclusión de un elemento fantástico: Carrie tiene unos terribles poderes telequinéticos, originados y alimentados por esa vida de sufrimiento interior, que de vez en cuando encuentran una vía de escape en la ira de Carrie y serán la causa de un terrorífico final de fiesta.
El verdadero logro de De Palma se encuentra en la puesta en escena, mostrándonos una Carrie que padece y sufre y se deja vapulear por todo y por todos, logrando que el espectador sienta compasión por ella y preparándolo para un clímax rodado con auténtica mano maestra. De Palma deja en el aire una insoportable inquietud que va creciendo conforme avanza la película, hasta estallar en la ya mítica secuencia de la fiesta de baile. En casi todo su metraje, la película no da sobresaltos ni se utilizan sustos o recursos parecidos a los de otras películas del género, sino que desarrolla la trama de manera lineal, muy uniforme, con lo que se consigue una atmósfera idónea para el clímax.
"Carrie" supone el debut en la gran pantalla de Sissy Spacek, haciendo un papel inolvidable para cualquier amante del género, así como una destacada Piper Laurie como la impagable madre fanática que ve el pecado en todos los rincones y es la culpable inconsciente de los terribles poderes de su hija.
Absolutamente recomendable.
23 de febrero de 2011
23 de febrero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comenzaré con algunas sombras de la película, como por ejemplo; la nefasta actuación de algunos protagonistas de reparto, y que decir de las imágenes estilo video clip en la secuencia de la fiesta de graduación, mala idea aunque quisiera utilizarse como innovadora y original.
Las verdaderas luces de este drama psicológico de terror son las actrices Sissy Spacek y Piper Laurie; madre e hija en la obra, exageradamente creíbles. La escena en que la mama maltrata a Carrie pone los pelos de punta. La mirada de la niña telequinésica es escalofriante. Todo ello con un guión interesante y un final esplendido; del cual tomó buena nota la película “Viernes 13”
A pesar de esos pequeños fallos ya mencionados que hicieron que este filme no fuese una obra maestra, no dejen de verla puesto que es muy recomendable.
Las verdaderas luces de este drama psicológico de terror son las actrices Sissy Spacek y Piper Laurie; madre e hija en la obra, exageradamente creíbles. La escena en que la mama maltrata a Carrie pone los pelos de punta. La mirada de la niña telequinésica es escalofriante. Todo ello con un guión interesante y un final esplendido; del cual tomó buena nota la película “Viernes 13”
A pesar de esos pequeños fallos ya mencionados que hicieron que este filme no fuese una obra maestra, no dejen de verla puesto que es muy recomendable.
3 de diciembre de 2012
3 de diciembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Carrie” es una famosa película del 76, dirigida por Brian de Palma. Es una adaptación de una novela del llamado maestro del terror Stephen King. La adaptación de De Palma sorprendió desde su estreno y a través de los años se ha convertido y consolidado como un filme de culto y uno de los referentes cinematográficos en la historia del cine de terror. De Palma, llevó a otro nivel la historia de King.
La película cuenta la historia de Carrie White, una joven retraída y tímida, quien vive con su excéntrica madre, una mujer extremadamente religiosa, una fundamentalista, que ha atormentado a Carrie durante toda su vida con sus normas e ideales. Carrie desconoce muchas cosas, y debido a su actitud y personalidad introvertida es ridiculizada por sus compañeros, especialmente por sus compañeras de clase. Carrie poco a poco, ante los desprecios y burlas de los estudiantes y las excentricidades de su madre, va descubriendo que tiene poderes de telequinesis cuando se llena de ira. Lo que empezará a utilizar como mecanismo de defensa, aún cuando no sepa controlarlos aún.
El filme tiene muchas virtudes técnicas y artísticas, además de la notable dirección de Brian de Palma, que supo atrapar y superar la esencia de la novela de King. Las interpretaciones son excelentes, destacando a la siempre destacada Sissy Spacek y a su madre, interpretada por Pipper Laurie. Todos estos elementos mezclados crean un definitivo clásico instantáneo.
En síntesis, un filme con un ritmo creciente, que se siempre va creciendo y nunca decae y remata en un final que ya todos conocemos y ha pasado a la historia del cine.
http://asbvirtualinfo.blogspot.com/2012/12/carrie-brian-de-palma.html
La película cuenta la historia de Carrie White, una joven retraída y tímida, quien vive con su excéntrica madre, una mujer extremadamente religiosa, una fundamentalista, que ha atormentado a Carrie durante toda su vida con sus normas e ideales. Carrie desconoce muchas cosas, y debido a su actitud y personalidad introvertida es ridiculizada por sus compañeros, especialmente por sus compañeras de clase. Carrie poco a poco, ante los desprecios y burlas de los estudiantes y las excentricidades de su madre, va descubriendo que tiene poderes de telequinesis cuando se llena de ira. Lo que empezará a utilizar como mecanismo de defensa, aún cuando no sepa controlarlos aún.
El filme tiene muchas virtudes técnicas y artísticas, además de la notable dirección de Brian de Palma, que supo atrapar y superar la esencia de la novela de King. Las interpretaciones son excelentes, destacando a la siempre destacada Sissy Spacek y a su madre, interpretada por Pipper Laurie. Todos estos elementos mezclados crean un definitivo clásico instantáneo.
En síntesis, un filme con un ritmo creciente, que se siempre va creciendo y nunca decae y remata en un final que ya todos conocemos y ha pasado a la historia del cine.
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