Tomb Raider: Las aventuras de Lara Croft
5.4
15,422
Aventuras. Acción
Lara Croft, la independiente hija de un excéntrico aventurero que desapareció cuando ella era apenas una adolescente, se ha convertido en una joven de 21 años sin ningún propósito en la vida. Se abre paso por las caóticas calles del East London, el barrio de moda, como mensajera en bicicleta, un trabajo que apenas le da para pagar el alquiler. Decidida a forjar su propio camino, se niega a tomar las riendas del imperio empresarial de su ... [+]
25 de marzo de 2018
25 de marzo de 2018
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de haber padecido la lamentable adaptación cinematográfica de "Assassin's Creed" (2016) y otras chapuzas similares, es una gozada disfrutar de una película que no es sino un filme 100% de aventuras, que no necesita que el espectador conozca el videojuego, protagonizada por una joven (Alicia Vikander) con la que empatizas de inmediato y que trae a tu memoria recuerdos de Indiana Jones y de la saga de juegos "Uncharted". Una nueva Lara Croft que le da veinte vueltas a Angelina Jolie, que había convertido al personaje en una burla de sí misma.
Basada en el videojuego "Tomb Raider" (2013), este "remake" de la saga aprueba con nota altísima. El trabajo de Alicia Vikander es tremendo y la producción, sobresaliente. Son dos horas de acción trepidante, sin concesiones a la cursilería o a los "mensajes" profundos. Solo aventura, más aventura y supervivencia.
En resumen, una estupenda forma de pasar una tarde de fin de semana metido en el cine. Espero que si deciden adaptar también a la gran pantalla el segundo videojuego de la nueva saga ("Rise of the Tomb Rider") le encomienden el trabajo al mismo director y al mismo equipo... porque me muero de ganas de ver a Lara combatiendo con el puñetero oso del juego.
Basada en el videojuego "Tomb Raider" (2013), este "remake" de la saga aprueba con nota altísima. El trabajo de Alicia Vikander es tremendo y la producción, sobresaliente. Son dos horas de acción trepidante, sin concesiones a la cursilería o a los "mensajes" profundos. Solo aventura, más aventura y supervivencia.
En resumen, una estupenda forma de pasar una tarde de fin de semana metido en el cine. Espero que si deciden adaptar también a la gran pantalla el segundo videojuego de la nueva saga ("Rise of the Tomb Rider") le encomienden el trabajo al mismo director y al mismo equipo... porque me muero de ganas de ver a Lara combatiendo con el puñetero oso del juego.
2 de agosto de 2020
2 de agosto de 2020
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que conste: Alicia Vikander me parece una buena actriz y una mujer preciosa, pero no es Lara Croft en ninguno de los universos posibles.
Creo que la cinta esta coproducida por China y eso se nota en muchos aspectos, osea, que parece sacada del "Todo a Cien", sobre todo si la comparamos con sus dos predecesoras.
Tanto el presupuesto como el guion son chapuceros, escasos, ¿y con estos materiales quieren revivir una saga?, pues me temo que no.
Lara está más sumisa, más señorita, más blandita: poco queda del huracán de destrucción que encarnó Angelina en Tomb Raider 1 y sobre todo en Tomb Raider 2: la cuna de la vida.
Supongo que al mercado chino le incomoda una mujer tan caótica en su paraíso de quietud perpetua.
Los padres de Lara están llegando a tener el mismo estatus que los padres de Batman por la cantidad de veces que mueren.
El malo parece sacado de alguna italianada de los años 70, el mismo peinado, la misma cutrez.
Pero lo peor de todo es ver que han copiado escenas del videojuego plano por plano, no sé si por intentar hacer un guiño a los jugones o por simple vagancia.
Una peli más que caerá en el olvido.
Creo que la cinta esta coproducida por China y eso se nota en muchos aspectos, osea, que parece sacada del "Todo a Cien", sobre todo si la comparamos con sus dos predecesoras.
Tanto el presupuesto como el guion son chapuceros, escasos, ¿y con estos materiales quieren revivir una saga?, pues me temo que no.
Lara está más sumisa, más señorita, más blandita: poco queda del huracán de destrucción que encarnó Angelina en Tomb Raider 1 y sobre todo en Tomb Raider 2: la cuna de la vida.
Supongo que al mercado chino le incomoda una mujer tan caótica en su paraíso de quietud perpetua.
Los padres de Lara están llegando a tener el mismo estatus que los padres de Batman por la cantidad de veces que mueren.
El malo parece sacado de alguna italianada de los años 70, el mismo peinado, la misma cutrez.
Pero lo peor de todo es ver que han copiado escenas del videojuego plano por plano, no sé si por intentar hacer un guiño a los jugones o por simple vagancia.
Una peli más que caerá en el olvido.
18 de marzo de 2018
18 de marzo de 2018
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el lanzamiento de una nueva edición del muy popular videojuego realizado en 2013, se pensó que era un buen momento para relanzar una saga cinematográfica que entregó dos mediocres películas que alcanzaron cierta notoriedad al ser protagonizadas por la superestrella Angelina Jolie en la cúspide de su fama, pero que se mantuvo en la baja línea de las películas adaptadas de videojuegos.
Ahora para este relanzamiento se ha puesto en la silla de director al noruego Roar Uthaug, realizador de la muy interesante ‘La ola’, y en el rol principal ahora se convocó a una actriz con prestigio y ganadora de un Oscar, Alicia Vikander, quien se pone en la piel de Lara Crof y entrega a un personaje menos sensual, más vulnerable y con algunos pocos más matices, en una película desequilibrada, con pocas escenas de acción y que se preocupa demasiado en duplicar los planos vistos en el videojuego, seguramente con la intención de conseguir el apoyo de los fanáticos.
Ambientada en la época actual, Lara Croft es una chica que trabaja como mensajera en bicicleta y que además practica artes marciales, las cuales apenas puede pagar tras varios años de pasar dificultades económicas, hasta que por fin se decide a firmar los papeles que la acreditan como la heredera de Richard (Dominic West), su padre, confirmando al mismo tiempo su posible muerte tras llevar varios años desaparecido.
Esto la llevará a descubrir el desconocido mundo en el que se movía su padre, al encontrar papeles con una gran información respecto a investigaciones que él había realizado y le obsesionaban, lo que lleva a Lara a tomar la decisión en ir tras la huella de su padre y descubrir de una vez el misterio de su desaparición.
Para ello Lara deberá viajar a una isla supuestamente desierta y lejana y es aquí donde recién la historia se pone en movimiento, el problema es que para entonces han pasado cerca de 40 minutos de los 120 que componen el metraje final, por lo que esa acción dilatada le resta bastante a una película que supone ser de aventuras, pero que tiene muchas lagunas que llegan a aburrir, pero poniéndose apenas un escalón por encima de las anteriores películas.
Entonces sucederán algunas secuencias con algo de emoción, con una Alicia Vikander que pone el cuerpo para sacar adelante a un personaje con no mucha tela de donde cortar, intentando dotarlo de matices, mostrándola en general más humana y es ahí donde está película encuentra su mayor virtud, la cual se diluye entre secuencias de acción que se prolongan de más, carentes de ritmo y emoción, reconfirmando que los videojuegos y el cine siguen sin poder encontrar una óptima complicidad.
http://tantocine.com/tomb-raider-las-aventuras-de-lara-croft-de-roar-uthaug/
Ahora para este relanzamiento se ha puesto en la silla de director al noruego Roar Uthaug, realizador de la muy interesante ‘La ola’, y en el rol principal ahora se convocó a una actriz con prestigio y ganadora de un Oscar, Alicia Vikander, quien se pone en la piel de Lara Crof y entrega a un personaje menos sensual, más vulnerable y con algunos pocos más matices, en una película desequilibrada, con pocas escenas de acción y que se preocupa demasiado en duplicar los planos vistos en el videojuego, seguramente con la intención de conseguir el apoyo de los fanáticos.
Ambientada en la época actual, Lara Croft es una chica que trabaja como mensajera en bicicleta y que además practica artes marciales, las cuales apenas puede pagar tras varios años de pasar dificultades económicas, hasta que por fin se decide a firmar los papeles que la acreditan como la heredera de Richard (Dominic West), su padre, confirmando al mismo tiempo su posible muerte tras llevar varios años desaparecido.
Esto la llevará a descubrir el desconocido mundo en el que se movía su padre, al encontrar papeles con una gran información respecto a investigaciones que él había realizado y le obsesionaban, lo que lleva a Lara a tomar la decisión en ir tras la huella de su padre y descubrir de una vez el misterio de su desaparición.
Para ello Lara deberá viajar a una isla supuestamente desierta y lejana y es aquí donde recién la historia se pone en movimiento, el problema es que para entonces han pasado cerca de 40 minutos de los 120 que componen el metraje final, por lo que esa acción dilatada le resta bastante a una película que supone ser de aventuras, pero que tiene muchas lagunas que llegan a aburrir, pero poniéndose apenas un escalón por encima de las anteriores películas.
Entonces sucederán algunas secuencias con algo de emoción, con una Alicia Vikander que pone el cuerpo para sacar adelante a un personaje con no mucha tela de donde cortar, intentando dotarlo de matices, mostrándola en general más humana y es ahí donde está película encuentra su mayor virtud, la cual se diluye entre secuencias de acción que se prolongan de más, carentes de ritmo y emoción, reconfirmando que los videojuegos y el cine siguen sin poder encontrar una óptima complicidad.
http://tantocine.com/tomb-raider-las-aventuras-de-lara-croft-de-roar-uthaug/
19 de marzo de 2018
19 de marzo de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Roar Uthaug, su director, se pone a los mandos de un filme que nos presenta a una Lara Croft (Alicia Vikander) de 21 años, que busca su lugar en Londres y que no tiene ni oficio ni beneficio. Su padre (Dominic West), es un hombre de negocios muy importante que decidió emprender un viaje a una remota isla de Japón y jamás volvió. Siete años después de aquel suceso, Lara, que renuncia a darlo por muerto y obtener la herencia de su legado, emprende una búsqueda que nos recordará a sus acciones en la famosa saga de videojuegos.
Alicia Vikander dota a Lara Croft de una juventud e inexperiencia que no habíamos explorado. Un renacer como arqueóloga y aventurera que la llevará a conocerse a sí misma. La excusa está en la leyenda de Himiko, que traerá la destrucción del mundo en caso de que su tumba se abra. No falta el malo de turno (Walton Goggins), ni tampoco el ayudante fiel (Daniel Wu), pero esto es TOMB RAIDER, y Lara Croft es Alicia Vikander. Y así será hasta que ella quiera, porque la verdad es que el papel le va que ni pintado.
La primera hora conocemos a una Lara despistada, en un mundo que parece no ser el mundo, y la hora siguiente nos descubre sus aventuras. Convencionales y poco sorprendentes, aunque con mucha acción, quizás asentando la base de una saga que haga renacer la figura de Lara Croft de nuevo, tras las poco afortunadas películas de Angelina Jolie. TOMB RAIDER representa una excusa para acudir al cine para fans de la saga de videojuegos y también para los aficionados a la buena acción.
En definitiva, TOMB RAIDER no es una mala película, está sostenida únicamente por una Alicia Vikander muy entregada al papel y tiene los típicos clichés de género. Con un guion nada sorprendente y quizás menos acción de la que se esperaba, con pocos conflictos morales. Quizás las próximas sean mejores porque, desde luego, tiene pinta de que esto no se acaba aquí. Echadle un vistazo.
Alicia Vikander dota a Lara Croft de una juventud e inexperiencia que no habíamos explorado. Un renacer como arqueóloga y aventurera que la llevará a conocerse a sí misma. La excusa está en la leyenda de Himiko, que traerá la destrucción del mundo en caso de que su tumba se abra. No falta el malo de turno (Walton Goggins), ni tampoco el ayudante fiel (Daniel Wu), pero esto es TOMB RAIDER, y Lara Croft es Alicia Vikander. Y así será hasta que ella quiera, porque la verdad es que el papel le va que ni pintado.
La primera hora conocemos a una Lara despistada, en un mundo que parece no ser el mundo, y la hora siguiente nos descubre sus aventuras. Convencionales y poco sorprendentes, aunque con mucha acción, quizás asentando la base de una saga que haga renacer la figura de Lara Croft de nuevo, tras las poco afortunadas películas de Angelina Jolie. TOMB RAIDER representa una excusa para acudir al cine para fans de la saga de videojuegos y también para los aficionados a la buena acción.
En definitiva, TOMB RAIDER no es una mala película, está sostenida únicamente por una Alicia Vikander muy entregada al papel y tiene los típicos clichés de género. Con un guion nada sorprendente y quizás menos acción de la que se esperaba, con pocos conflictos morales. Quizás las próximas sean mejores porque, desde luego, tiene pinta de que esto no se acaba aquí. Echadle un vistazo.
27 de agosto de 2018
27 de agosto de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía bastante curiosidad por conocer si las malas críticas que había leído (siempre hablando del 3D) tenían su justificación.
Vayamos por partes:
• Volumen. La película comienza bien. El impacto de ponerte las gafas y meter el disco dejando atrás un menú de inicio bastante soso y anodino, ayuda a que los primeros minutos del metraje sean positivos. El problema principal es que una vez acostumbrado a ese nivel de 3D, la sensación de estar viendo una película tridimensional va disipándose poco a poco. No hay un estímulo constante y necesario que te permita disfrutar y apreciar el 3D a lo largo de todo el metraje. Sin ese estímulo entramos en una fase de caída libre que se hace cada vez más evidente tras el paso de los minutos.
Únicamente se salvan algunos primeros planos en los que sí se distingue cómo las caras de los actores sobresalen del marco del televisor, pero son momentos tan puntuales que no ayudan al resultado final.
• Profundidad. Muy irregular. La película va de más a menos. Al principio se aprecia claramente que las escenas transcurren unos metros más allá del cristal de la cámara, pero luego lamentablemente ves como el director realiza tomas a ras de suelo en las que no se consigue el efecto deseado. Y es una pena porque a lo largo de la película hay numerosas persecuciones en las que la cámara se sitúa detrás de la propia Lara corriendo a través de un bosque, encima de una bicicleta... etc., que no se explotan como debiera.
Hay una escena en concreto que acontece en el agua (mención especial al magistral documental Delfines y ballenas de Jean-Jacques Mantello) en la que sí se capta esa "deseada profundidad" cuando la cámara se coloca a ras de agua en la superficie, pero es que las comparaciones son odiosas. No se acerca ni de lejos a lo que sí se logra en el citado documental.
Ciertos planos aéreos sí que dotan a la película de ese efecto ventana tan atractivo, pero luego otros echan por tierra lo conseguido hasta ese momento. Es un quiero y no puedo. Un ahora sí y un ahora no.
Comentar, para terminar, que a lo largo del metraje hay bastantes tomas situadas en lo alto de precipicios (barrancos, acantilados, cañones...) pero la sensación de altura o vértigo es nula.
• Diferenciación entre planos. Cuando falla la profundidad y el volumen no acompaña, no dando sensación en gran parte del metraje de estar viendo una película 3D, uno de los puntos más perjudicados suele ser este. Imágenes borrosas (el enfoque de la cámara se centra en la acción o elemento principal y esto provoca que tanto lo que se sitúa delante como detrás de ello no se aprecie nítidamente), poca utilización del recurso de "cámara al hombro", cero explotación a las distintas localizaciones de la película.
• Pop-ups. Siendo breve, no hay elementos que sobresalgan súbitamente de la pantalla ni objetos o cosas que se nos sitúen a pocos centímetros de la nariz.
Hay una escena en la que uno de los actores alarga el brazo apuntando a otro con un arma y esta se ve totalmente difuminada. Mejor ocasión que esa para aprovechar este punto hay pocas.
Entrando en aspectos técnicos, la película cuenta con una relación de aspecto 2.39:1, lo que significa bandas negras arriba/abajo restando la consabida inmersión.
En cuanto a presencia o no de crosstalk (contornos dobles en según qué situaciones de relativa luminosidad), sí que noté muy levemente algún que otro reflejo en un par de escenas oscuras, pero a decir la verdad su aparición es prácticamente inexistente y la mayoría ni lo notarán.
Créditos finales iniciales (nada más acabar la película) con un vistoso 3D que acaban convirtiéndose, tras acabar la secuencia animada pertinente, en los básicos 2D de siempre.
Gran calidad de imagen.
Por todo ello mi valoración es clara. Es un 3D que suspende. Su efecto es tan tenue que en el último tercio de la película por su propia inercia se desvanece. A estas alturas debemos de exigir muchísimo más.
Dejo a elección de cada uno el optar por la versión 3D o comprar en cambio el disco UHD. En mi caso, salvo casos muy extremos, siempre me inclino por la copia tridimensional (tal y como he hecho), pero en este caso podría estar más justificada la edición 4K para aquellos que tengan dudas.
Mi nota:
3D - 4/10
Película - 6,5/10
Vayamos por partes:
• Volumen. La película comienza bien. El impacto de ponerte las gafas y meter el disco dejando atrás un menú de inicio bastante soso y anodino, ayuda a que los primeros minutos del metraje sean positivos. El problema principal es que una vez acostumbrado a ese nivel de 3D, la sensación de estar viendo una película tridimensional va disipándose poco a poco. No hay un estímulo constante y necesario que te permita disfrutar y apreciar el 3D a lo largo de todo el metraje. Sin ese estímulo entramos en una fase de caída libre que se hace cada vez más evidente tras el paso de los minutos.
Únicamente se salvan algunos primeros planos en los que sí se distingue cómo las caras de los actores sobresalen del marco del televisor, pero son momentos tan puntuales que no ayudan al resultado final.
• Profundidad. Muy irregular. La película va de más a menos. Al principio se aprecia claramente que las escenas transcurren unos metros más allá del cristal de la cámara, pero luego lamentablemente ves como el director realiza tomas a ras de suelo en las que no se consigue el efecto deseado. Y es una pena porque a lo largo de la película hay numerosas persecuciones en las que la cámara se sitúa detrás de la propia Lara corriendo a través de un bosque, encima de una bicicleta... etc., que no se explotan como debiera.
Hay una escena en concreto que acontece en el agua (mención especial al magistral documental Delfines y ballenas de Jean-Jacques Mantello) en la que sí se capta esa "deseada profundidad" cuando la cámara se coloca a ras de agua en la superficie, pero es que las comparaciones son odiosas. No se acerca ni de lejos a lo que sí se logra en el citado documental.
Ciertos planos aéreos sí que dotan a la película de ese efecto ventana tan atractivo, pero luego otros echan por tierra lo conseguido hasta ese momento. Es un quiero y no puedo. Un ahora sí y un ahora no.
Comentar, para terminar, que a lo largo del metraje hay bastantes tomas situadas en lo alto de precipicios (barrancos, acantilados, cañones...) pero la sensación de altura o vértigo es nula.
• Diferenciación entre planos. Cuando falla la profundidad y el volumen no acompaña, no dando sensación en gran parte del metraje de estar viendo una película 3D, uno de los puntos más perjudicados suele ser este. Imágenes borrosas (el enfoque de la cámara se centra en la acción o elemento principal y esto provoca que tanto lo que se sitúa delante como detrás de ello no se aprecie nítidamente), poca utilización del recurso de "cámara al hombro", cero explotación a las distintas localizaciones de la película.
• Pop-ups. Siendo breve, no hay elementos que sobresalgan súbitamente de la pantalla ni objetos o cosas que se nos sitúen a pocos centímetros de la nariz.
Hay una escena en la que uno de los actores alarga el brazo apuntando a otro con un arma y esta se ve totalmente difuminada. Mejor ocasión que esa para aprovechar este punto hay pocas.
Entrando en aspectos técnicos, la película cuenta con una relación de aspecto 2.39:1, lo que significa bandas negras arriba/abajo restando la consabida inmersión.
En cuanto a presencia o no de crosstalk (contornos dobles en según qué situaciones de relativa luminosidad), sí que noté muy levemente algún que otro reflejo en un par de escenas oscuras, pero a decir la verdad su aparición es prácticamente inexistente y la mayoría ni lo notarán.
Créditos finales iniciales (nada más acabar la película) con un vistoso 3D que acaban convirtiéndose, tras acabar la secuencia animada pertinente, en los básicos 2D de siempre.
Gran calidad de imagen.
Por todo ello mi valoración es clara. Es un 3D que suspende. Su efecto es tan tenue que en el último tercio de la película por su propia inercia se desvanece. A estas alturas debemos de exigir muchísimo más.
Dejo a elección de cada uno el optar por la versión 3D o comprar en cambio el disco UHD. En mi caso, salvo casos muy extremos, siempre me inclino por la copia tridimensional (tal y como he hecho), pero en este caso podría estar más justificada la edición 4K para aquellos que tengan dudas.
Mi nota:
3D - 4/10
Película - 6,5/10
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