Avatar
7.2
168,285
Ciencia ficción. Aventuras. Bélico. Acción. Fantástico. Romance
Año 2154. Jake Sully (Sam Worthington), un ex-marine condenado a vivir en una silla de ruedas, sigue siendo, a pesar de ello, un auténtico guerrero. Precisamente por ello ha sido designado para ir a Pandora, donde algunas empresas están extrayendo un mineral extraño que podría resolver la crisis energética de la Tierra. Para contrarrestar la toxicidad de la atmósfera de Pandora, se ha creado el programa Avatar, gracias al cual los seres ... [+]
3 de junio de 2010
3 de junio de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así es, después de ver esta peli, sin mencionar el peso de las gafas 3D que eso falta por mejorar, decir que es de lo mejorcito en cine, comprobando una vez mas el avance tecnológico en este sector. Es muy bonita, la historia fantástica, flojeando en algún momento (como en todas) pero en los escenarios "se sale". Como bien digo, comienza la nueva era del cine: Cine 3D; Y que comience, ya se plantean los fabricantes de equipos multimedia este factor tan fascinante como el cine 3D y esta película será recordada como la pionera para las nuevas tecnologías, pronto veremos 3D en casa y disfrutaremos tanto o mas que con esta película. No piensen que promociono nada, pero es verdad, el cine 2D desaparece y con esta peli se ha dado un gran salto para el mundo del cine
2 de julio de 2010
2 de julio de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Avatar una película que tarda 12 años en hacerse y con una espectación ansiosa resulta ser una gran porquería. Si nos detenemos a pensar nos daremos cuenta de que el guión no vale para nada (parece hecho por un niño de 10 años) y que lo único que asombra al espectador es sencillamente unos gráficos bien realizados. Actores pésimos que no entregan absolutamente nada a sus personajes. Cameron sólo nos ha deslumbrado con imágenes, más vacías que el pueblo azotado por la ambición humana que pretende mostrarnos. Me da mucha pena que un director como él, que ha creado la maravilla de Titanic caiga por el abismo de Pandora. Es lamentable que un trabajo de tantos años se vaya a la mierda en dos horas.
19 de julio de 2010
19 de julio de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy dividido con esta película:
Por un lado, el guión es pésimo; se trata de una historia que ya se ha visto en varias otras películas, como el Último Samurái y Pocahontas; unos personajes muy repetitivos, igualmente ya vistos antes; y finalmente, unas actuaciones muy simples; es más, antes de ver la película, cuando oí de Avatar, pensé que se trataba de ese mono japonés que controla los elementos de la Tierra, no de unos Pitufos súper crecidos.
Pero, por otro lado, los efectos especiales hacen que esta película valga el boleto en el cine, pero tiene que ser en 3D; los escenarios impresionantes, la imagen tan detallada de los na'vi, los explosiones, el sonido, etcétera.
Conclusión: es una mala película, pero James Cameron sabe cubrir con increíbles efectos especiales. Pero para los que saben de cine, ya se saben la frase: "Aunque la mona se vista de seda, mona se queda".
Por un lado, el guión es pésimo; se trata de una historia que ya se ha visto en varias otras películas, como el Último Samurái y Pocahontas; unos personajes muy repetitivos, igualmente ya vistos antes; y finalmente, unas actuaciones muy simples; es más, antes de ver la película, cuando oí de Avatar, pensé que se trataba de ese mono japonés que controla los elementos de la Tierra, no de unos Pitufos súper crecidos.
Pero, por otro lado, los efectos especiales hacen que esta película valga el boleto en el cine, pero tiene que ser en 3D; los escenarios impresionantes, la imagen tan detallada de los na'vi, los explosiones, el sonido, etcétera.
Conclusión: es una mala película, pero James Cameron sabe cubrir con increíbles efectos especiales. Pero para los que saben de cine, ya se saben la frase: "Aunque la mona se vista de seda, mona se queda".
24 de agosto de 2010
24 de agosto de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo peor que se me ocurre comentar sobre Avatar es que al salir del cine hacía frío y estaba nublado. Esto dicho así puede parecer bastante absurdo, pero no lo es tanto si pensamos en el contraste de pisar la calle en esas condiciones, y recordar la apabullante orgía de colores, sensaciones y efectos visuales que hemos vivido las dos horas y media anteriores. Resulta cruel y debería avisarse en los títulos finales. Claro que, entonces, quizá habría que quitar el nombre de alguno de los tres mil millones de técnicos acreditados, y eso no sería justo; pues, parafraseando a Churchill, “nunca tantos debieron tanto a tantos”.
Con toda esta divagación vengo decir que el film más caro de la historia -por ahora- satisface las tremendas expectativas creadas, y acaba resultando una experiencia, si no religiosa, sí al menos gozosa y reconciliadora con las películas como vehículos de entretenimiento. En efecto, la magia del cine o como quiera que se le llame a eso, se produce con creces en Avatar, el espectacular regreso de James Cameron tras aquella cintita del barco, que vista hoy por comparación, parece de arte y ensayo.
Avatar se asienta en una historia que no necesita ser original porque nos habla de esquemas clásicos -el héroe que se redime y encabeza una revolución-, y que dentro de su aparente simplicidad esconde multitud de referencias. Si pensamos en el plano cinematográfico, remite a films como El mago de Oz, Pocahontas, Matrix, Bailando con Na´v… digo… con lobos, El gran combate, Distrito 9 o la propia Aliens -con la presencia de Sigourney Weaver y el arma-exo esqueleto blindado-. A nivel biológico, la película defiende una postura profundamente ecologista y rayana en la teoría Gaia; y como metáfora histórica, supone una denuncia tanto de la colonización americana de Norte a Sur -con el expolio a los indios-, como a las ansias militaristas de USA pretéritas -Vietnam-, presentes -Irak, Afganistán-, o -por desgracia- futuras.
Probablemente la única pega que se le pueda poner al film de Cameron sea la de su mayor virtud: el hecho de que sus efectos especiales rayen a tamaña altura, puesto que así, y una vez en harina, acabamos aceptando con toda naturalidad a humanoides azules de tres metros y ojos gatunos, como si nos los fuéramos a encontrar luego en el metro. Y es que sus increíbles avances en la captura de movimiento generada por ordenador suponen un salto evolutivo de primer orden y hacen soñar con un mundo lleno de posibilidades. Como la de contemplar, dentro de poco, a Bogart y Marilyn juntos en una película, o a Heath Ledger volviendo a ser el Joker en nuevos Batman por venir. Casi nada.
Con toda esta divagación vengo decir que el film más caro de la historia -por ahora- satisface las tremendas expectativas creadas, y acaba resultando una experiencia, si no religiosa, sí al menos gozosa y reconciliadora con las películas como vehículos de entretenimiento. En efecto, la magia del cine o como quiera que se le llame a eso, se produce con creces en Avatar, el espectacular regreso de James Cameron tras aquella cintita del barco, que vista hoy por comparación, parece de arte y ensayo.
Avatar se asienta en una historia que no necesita ser original porque nos habla de esquemas clásicos -el héroe que se redime y encabeza una revolución-, y que dentro de su aparente simplicidad esconde multitud de referencias. Si pensamos en el plano cinematográfico, remite a films como El mago de Oz, Pocahontas, Matrix, Bailando con Na´v… digo… con lobos, El gran combate, Distrito 9 o la propia Aliens -con la presencia de Sigourney Weaver y el arma-exo esqueleto blindado-. A nivel biológico, la película defiende una postura profundamente ecologista y rayana en la teoría Gaia; y como metáfora histórica, supone una denuncia tanto de la colonización americana de Norte a Sur -con el expolio a los indios-, como a las ansias militaristas de USA pretéritas -Vietnam-, presentes -Irak, Afganistán-, o -por desgracia- futuras.
Probablemente la única pega que se le pueda poner al film de Cameron sea la de su mayor virtud: el hecho de que sus efectos especiales rayen a tamaña altura, puesto que así, y una vez en harina, acabamos aceptando con toda naturalidad a humanoides azules de tres metros y ojos gatunos, como si nos los fuéramos a encontrar luego en el metro. Y es que sus increíbles avances en la captura de movimiento generada por ordenador suponen un salto evolutivo de primer orden y hacen soñar con un mundo lleno de posibilidades. Como la de contemplar, dentro de poco, a Bogart y Marilyn juntos en una película, o a Heath Ledger volviendo a ser el Joker en nuevos Batman por venir. Casi nada.
10 de septiembre de 2010
10 de septiembre de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demasiado larga, demasiado avurrida. Hace que te den ganas de salir del cine, de marcharte a casa sin importar lo que has pagado por la entrada. Y por muchos efectos especiales impresionantes y mucho mensaje que transmita (que ahí está, no lo niego) la película es mala, te pasas las 3 horas calculando cuando falta por salir. Es más aún, como puedes hacer una película en la que intentas dar a entender a la gente como destruyen culturas, naturaleza, etc. y gastarte 500 millones de dólares? Estoy más que seguro que esos índigenas que se han quedado sin casa estarian más contentos si les repartieran esos millones que gastandoselos en una peliculita. El filme en si es una falacia en todos los sentidos. Aún y así los hay que dicen que es la mejor película que han visto en su vida, cuestión de gustos, pero para mi del 3 no pasa.
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