Me recomendaron la película, y en una tarde en la que no tenía plan la puse. Como habrán podido comprobar las personas que la han visto, tienes que aceptar una serie de factores alejados de la realidad. Sin embargo, un extraordinario final y determinadas escenas la convierten en un peliculón, de esos que no se te olvidan. Ah, y como es lógico, con hartón de llorar al final, es inevitable..

Un clásico por excelencia: ¿quién no ha visto alguna vez "Ghost"? Es una película de amor; amor que no resulta nada ñoño (algo de agradecer), con sus toques de humor, su intriga, su historia bonita... Buenas interpretaciones, pero... no sé, no puedo añadirla a la lista de mis películas favoritas. Le falta un algo que no se muy bien que es... Demi Moore está que se sale, muy buena actriz. Es interesante de ver.
Por cierto, qué música más bonita.

Sorprendido me hallo ante el descubrimiento de que aquel famoso “idem”, era en realidad “ditto”, cuyo origen también es latino, y no lo había oído nunca. Ver las películas en su versión original tiene estos pequeños regalos, que hacen ganar en sus revisiones.

Ejemplo de cómo una película se hace un hueco en la eternidad, ya que por más que pase el tiempo, aquello fue una unión de talentos y de causalidades que hizo que para todos ellos fuera su obra cúlmen, incluso para Whoopi, que ha hecho otras películas, pero solo se llevó el Óscar en “Ghost”. Y es que su papel es inconmensurable. Tal vez era la de mejor talento en la obra, todo hay que decirlo. Aunque ellos son muy bellos, y Demi Moore se marca un papel de chica inocente, que la verdad no va con su forma de ser de diva que la ha acompañado a lo largo de su carrera. Aquí, con esas ropas noventeras “anchotas” está para comérsela. Una pena que los talentos se desaprovechen por razones desavenidas.

Probablemente, la escena del jarrón se encuentra en el olimpo de las escenas de amor de todos los tiempos. La sensualidad que derrocha ese juego de manos con la arcilla es absolutamente magistral. Y, por si le faltara, la canción de “Righteous Brothers”, rescatada de los años 60 para esta obra, simplemente así, para ser inmortal. Cuando este mundo se acabe y otra civilización ocupe nuestro lugar, “Unchained melody” les hará recapacitar de lo que era capaz de hacer el ser humano.

Siempre te encuentras a "Ghost" muy arriba en cualquier ranking femenino de pastelazos románticos cinematográficos, luchando codo con codo con la "Titanic" de James Camaron y "Dirty Dancing" por el lugar de honor. Lo cierto es que la película es básicamente eso, un puto pastel romanticón y edulcorado... pero con una idea muy cachonda del "limbo" en el que queda atrapado su protagonista, Patrick Swayze, tras su asesinato a manos de un presunto ladrón de poca monta. Su "adaptación al medio" y la relación que establece con la histriónica Whoppie Goldberg, en un papel hecho a medida de la cómica negra, para destapar la trama criminal de su amigo Tony Goldwyn es sin duda lo mejor de toda la película. Y engancha lo suficiente como para hacer algo soportable la empalagosa historia de amor entre Swayze y Moore.

Entretenida como para acabar viéndola entera pese al subidón de azúcar.

A principios de los noventa apareció esta película para convertirse en clásico, en una de esas películas que casi todo el mundo ha visto. Combina con gran acierto el romance con lo sobrenatural, así como una trama con algo de intriga.

Molly (Demi Moore) y Sam (Patrick Swayze) comienzan su vida juntos compartiendo miedos e ilusiones, pero Sam es asesinado una noche, acabando con la unión de ambos. A partir de aquí, el espíritu de Sam intentará seguir cerca de Molly, descubriendo involuntariamente todo lo que hay detrás de su muerte.

Los primeros minutos de la película son agradables, tal vez algo pasaditos de besuqueo; con una Demi Moore y un Patrick Swayze correctos (no tienen demasiado que expresar). Cuando la cosa se pone seria, Demi no sabe expresar dolor y Swayze no sabe expresar la mezcla de cosas que debería (impotencia, rabia, dolor...). Tony Glodwin interpreta muy bien al mejor amigo de la pareja, haciendo muy creíble su actuación*(1), mientras que Whoopi Goldberg interpreta el entrañable y simpático papel de Oda Mae Brown, una falsa vidente dedicada al negocio por tradición familiar. Ella es la que pone la nota de humor a la película con uno de los mejores papeles.

Según avanza la trama, esta se va poniendo más interesante y nos regala un par de momentos inolvidables, destacando el inolvidable final. Demi Moore sabe sacar a su personaje poco a poco según avanza la película, pero Patrick Swayze está sosete hasta el final. Pese a sus defectos, una de las películas inolvidables de los 90.