Tomorrowland
5.6
19,308
Ciencia ficción. Aventuras
Unidos por el mismo destino, una adolescente inteligente y optimista, llena de curiosidad científica, y un antiguo niño prodigio inventor, hastiado por las desilusiones, se embarcan en una peligrosa misión para desenterrar los secretos de un enigmático lugar localizado en algún lugar del tiempo y el espacio, conocido en la memoria colectiva como “Tomorrowland”, y así salvar a la humanidad.
1 de febrero de 2017
1 de febrero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ciencia ficción de Disney que no me ha gustado nada, yo no la iba a ver pero tenía curiosidad ya que se grabó en Valencia algunas partes de la película y encima está en Netflix. Pues allá que me dispongo a verla y empieza contando una trama interesante y bastante futurista, a los 20 minutos nos presenta a la protagonista que descubre una serie de cosas etc, etc… bien, la película dura 2 horas, pues cuando llegan al nudo de la película queda media hora y en esa media hora te muestran el nudo y el desenlace rápidamente entre explosiones y efectos especiales, muy bien hechos, y acaba siendo una trama que tiene potencial pero muy mal aprovechada, como he leído en otros sitios es como un “Minority report” para todos los públicos. No vale la pena que la veáis.
https://juantfilms.com/2017/02/01/tomorrowland/
https://juantfilms.com/2017/02/01/tomorrowland/
20 de febrero de 2017
20 de febrero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta adaptación de una atracción Disney llevada a cabo por Brad Bird con guión de Jeff Jensen (un escritor de la revista Entertaiment Weekly) y Damon Lindelof (el melodramático escritor de la ya muy envejecida Lost) tiene la cualidad nada frecuente de presentar un tipo de excentricidad que mezcla el pathos de la América de los 50 con una especie de utopismo á la Albert Rivera: el futuro sería hermoso si lo imaginaran Walt Disney y tres o cuatro visionarios más.
Para convencernos de ellos, y no explorar las paradojas que la propia figura del sujeto empírico Disney (a fin de cuentas, es una mastodóntica producción corporativa), de lo que se trata es de que George Clooney sea un inventor cansado, Hugh Laurie un supervillano que ha estropeado esta Arcadia y una robot (a la que da vida, Raffey Cassidy) salva el desaguisado.
Está todo rodado con una asombrosa falta de convicción, un aburridisimo diseño de producción y que delata lo que sucede cuando pones a un tipo especializado en dibujos animados en la mesa de los adultos: el más absoluto bochorno para complejizar la discusion.
Y confundir la ingenuidad sobreactuada con el optimismo antropológico: nada extraño. La película consigue hacer aburridos todos sus artficios y tiene el mérito de ser especialmente cutre en su reivindicación del genio como motor de lo humano.
Para convencernos de ellos, y no explorar las paradojas que la propia figura del sujeto empírico Disney (a fin de cuentas, es una mastodóntica producción corporativa), de lo que se trata es de que George Clooney sea un inventor cansado, Hugh Laurie un supervillano que ha estropeado esta Arcadia y una robot (a la que da vida, Raffey Cassidy) salva el desaguisado.
Está todo rodado con una asombrosa falta de convicción, un aburridisimo diseño de producción y que delata lo que sucede cuando pones a un tipo especializado en dibujos animados en la mesa de los adultos: el más absoluto bochorno para complejizar la discusion.
Y confundir la ingenuidad sobreactuada con el optimismo antropológico: nada extraño. La película consigue hacer aburridos todos sus artficios y tiene el mérito de ser especialmente cutre en su reivindicación del genio como motor de lo humano.
7 de septiembre de 2019
7 de septiembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tomorrowland. El Mundo del Mañana (2015).
El actor más atractivo de la Tierra, George Clooney, junto al doctor más conocido de la Tv (con permiso de El Gran Wyoming), Hugh Laurie, se unen al joven reparto protagonista de esta película fresca y optimista cuyo diseño de producción, su vestuario, sus efectos especiales, y sobre todo, la enorme imaginación que su realizador, coguionista y coproductor Brad Bird, (responsable de las dos partes de Los Increíbles), emplea sin medida en la fábula que conforma la cinta que nos ocupa. Recomendable para los que quieran ver otro tipo de cine fantástico.
Raúl Cabral.
El actor más atractivo de la Tierra, George Clooney, junto al doctor más conocido de la Tv (con permiso de El Gran Wyoming), Hugh Laurie, se unen al joven reparto protagonista de esta película fresca y optimista cuyo diseño de producción, su vestuario, sus efectos especiales, y sobre todo, la enorme imaginación que su realizador, coguionista y coproductor Brad Bird, (responsable de las dos partes de Los Increíbles), emplea sin medida en la fábula que conforma la cinta que nos ocupa. Recomendable para los que quieran ver otro tipo de cine fantástico.
Raúl Cabral.
24 de febrero de 2020
24 de febrero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La década de los ochenta acabó hace tiempo. Y las películas de aquella época desprenden ahora un regusto de emotividad, de agradable recuerdo de esas tardes en las que grupos de niños encontraban barcos piratas dentro de cuevas y todo estaba barnizado a conciencia con una capa de bondad y ternura. Pero ya no estamos en los ochenta. Y las tardes ya no las ocupan esas historias de aventuras con personajes que parecían inolvidables y que no deberían escapar del terreno de la memoria. Sin embargo, Disney pretende que las revivamos. Aunque pasó por alto dos obviedades: hace tiempo que crecimos, en tanto que los jóvenes de ahora no comulgarán tan fácilmente con ese halo de candidez y una trama que se deshila al alcanzar su punto álgido.
'Tomorrowland' es un oasis construido por las grandes mentes de la humanidad para desarrollar sus avances tecnológicos fuera de las redes de la política y a salvo de las guerras y las penurias que azotan al mundo. Pero es un espacio vallado, oculto para el resto del planeta y solo abierto a aquellos que sueñan que lo imposible se puede lograr con esfuerzo y buena voluntad. Los afortunados llamados a viajar a ese paraíso reciben insignias con las que cruzar a esa dimensión y explotar en ella su inventiva. Mientras tanto, la Tierra se desmorona y los hombres tienen los días contados. Pero una niña tratará de revertir ese futuro apocalíptico y sembrar la semilla de la esperanza.
El director Brad Bird, artífice de éxitos como 'Los increíbles' o 'Ratatouille', demuestra su capacidad para crear escenarios evocadores de gran impacto visual y filmar secuencias majestuosas, como la acontecida en la Torre Eiffel, que traten de dejar boquiabierto al público. No obstante, esa brillante apuesta visual se viene abajo cuando no la sustenta una narrativa sólida. En el caso que nos ocupa, el cineasta estadounidense presenta un prólogo alargado y lleno de interrogantes, gracias a los que el desarrollo sobrevive hasta mediado el metraje. Pero una vez despejadas las incógnitas, el interés decae ante persecuciones vacías, personajes sin alma y con motivaciones ingenuas, y un intercambio de protagonistas que hiere el devenir del argumento. Por si fuera poco, Bird no indaga en el interior de la ciudad futurista, sino que solo traza ligeros esbozos, dejando de lado el enorme potencial -tanto artístico como argumental- de esa parte de la historia. El resultado escuece por los saltos temporales y entelequia científica en los que se perderán los más pequeños, y por ese ánimo de sermonear e inundar la mente con multitud de mensajes optimistas que repelerá al espectador adulto.
En el filme de aventuras y acción en el que acaba convirtiéndose 'Tomorrowland', George Clooney encabeza el reparto pese a que su papel de amargado ex niño prodigio sature y haga muy complicado sacar algo de provecho de una comicidad tan paupérrima. Peor papeleta le tocó a Britt Robertson, que encarna a una joven predestinada a salvar al mundo, pero cuya única intervención se resuelve en un segundo de lucidez. Su protagonismo en más de la mitad de la película es enteramente recortable, y esos minutos podrían haber sido aprovechados para profundizar en los anhelos de los demás personajes -sobre todo, del interpretado por Hugh Laurie- y deleitar con ese futuro esperanzador al que quién sabe si llegaremos.
Diario de Navarra / La séptima mirada
'Tomorrowland' es un oasis construido por las grandes mentes de la humanidad para desarrollar sus avances tecnológicos fuera de las redes de la política y a salvo de las guerras y las penurias que azotan al mundo. Pero es un espacio vallado, oculto para el resto del planeta y solo abierto a aquellos que sueñan que lo imposible se puede lograr con esfuerzo y buena voluntad. Los afortunados llamados a viajar a ese paraíso reciben insignias con las que cruzar a esa dimensión y explotar en ella su inventiva. Mientras tanto, la Tierra se desmorona y los hombres tienen los días contados. Pero una niña tratará de revertir ese futuro apocalíptico y sembrar la semilla de la esperanza.
El director Brad Bird, artífice de éxitos como 'Los increíbles' o 'Ratatouille', demuestra su capacidad para crear escenarios evocadores de gran impacto visual y filmar secuencias majestuosas, como la acontecida en la Torre Eiffel, que traten de dejar boquiabierto al público. No obstante, esa brillante apuesta visual se viene abajo cuando no la sustenta una narrativa sólida. En el caso que nos ocupa, el cineasta estadounidense presenta un prólogo alargado y lleno de interrogantes, gracias a los que el desarrollo sobrevive hasta mediado el metraje. Pero una vez despejadas las incógnitas, el interés decae ante persecuciones vacías, personajes sin alma y con motivaciones ingenuas, y un intercambio de protagonistas que hiere el devenir del argumento. Por si fuera poco, Bird no indaga en el interior de la ciudad futurista, sino que solo traza ligeros esbozos, dejando de lado el enorme potencial -tanto artístico como argumental- de esa parte de la historia. El resultado escuece por los saltos temporales y entelequia científica en los que se perderán los más pequeños, y por ese ánimo de sermonear e inundar la mente con multitud de mensajes optimistas que repelerá al espectador adulto.
En el filme de aventuras y acción en el que acaba convirtiéndose 'Tomorrowland', George Clooney encabeza el reparto pese a que su papel de amargado ex niño prodigio sature y haga muy complicado sacar algo de provecho de una comicidad tan paupérrima. Peor papeleta le tocó a Britt Robertson, que encarna a una joven predestinada a salvar al mundo, pero cuya única intervención se resuelve en un segundo de lucidez. Su protagonismo en más de la mitad de la película es enteramente recortable, y esos minutos podrían haber sido aprovechados para profundizar en los anhelos de los demás personajes -sobre todo, del interpretado por Hugh Laurie- y deleitar con ese futuro esperanzador al que quién sabe si llegaremos.
Diario de Navarra / La séptima mirada
27 de noviembre de 2023
27 de noviembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De las películas de aventuras juveniles más inteligentes de los últimos años y, sin duda, de los últimos éxitos en los que ha participado Disney (no tengo claro si es un producto Disney o con participación Disney). Se le puede achacar algo de ingenuidad en su planteamiento y en algunos momentos de su desarrollo, pero “Tomorrowland” conecta exitosamente con el lado infantil del espectador a la vez, ese “clic” mental que desactiva los cortafuegos necesarios para sumergirte en historias fantásticas y hacerte vivir espectaculares aventuras orientadas a públicos de todas las edades, tanto con argumentos de corte adulto ejecutadas con enfoques infantiles como con tramas más juveniles con perspectivas más maduras.
Dicho así, puede sonar un poco a producto con ideas poco claras y, seguramente, a más de uno se le vendrán a la cabeza productos con esas premisas que acabaron en batiburrillos de digestión cuestionable, pero “Tomorrowland” sabe manejar perfectamente los recursos artísicos para ofrecer un resultado trepidante en la ejecución y equilibrado en lo argumental. La película va bien de efectos especiales (nada revolucionario, pero superiores a la media) y de reparto, destacando un George Clooney lleno de esa desbordante energía que le caracteriza cuando no se dirige él mismo y el siempre carismático Hugh Laurie de secundario extraordinario. Las protagonistas femeninas destacan sobre todo por unos papeles serios y bien escritos, antes de la fiebre woke, demostrando que es perfectamente posible hacer películas inteligentes protagonizadas por chicas superinteligentes o por niñas guerreras, siempre que formen parte de la historia principal, se comporten de manera natural o que tengan algo que contar, no que ellas sean la historia principal y el activismo su único discurso.
No sé. La ví y me pareció una ciencia-ficción sólida, entretenida y con buenas intenciones. Me gustó lo que contaba y cómo lo contaba. La volví a ver y me pareció incluso mejor, igual de entretenida, pero con detalles que pasan desapercibidos en un primer visionado o con más tiempo para centrarme en la ambientación de ciertas localizaciones. Es una película que siempre tengo a mano como opción familiar de buen gusto.
Dicho así, puede sonar un poco a producto con ideas poco claras y, seguramente, a más de uno se le vendrán a la cabeza productos con esas premisas que acabaron en batiburrillos de digestión cuestionable, pero “Tomorrowland” sabe manejar perfectamente los recursos artísicos para ofrecer un resultado trepidante en la ejecución y equilibrado en lo argumental. La película va bien de efectos especiales (nada revolucionario, pero superiores a la media) y de reparto, destacando un George Clooney lleno de esa desbordante energía que le caracteriza cuando no se dirige él mismo y el siempre carismático Hugh Laurie de secundario extraordinario. Las protagonistas femeninas destacan sobre todo por unos papeles serios y bien escritos, antes de la fiebre woke, demostrando que es perfectamente posible hacer películas inteligentes protagonizadas por chicas superinteligentes o por niñas guerreras, siempre que formen parte de la historia principal, se comporten de manera natural o que tengan algo que contar, no que ellas sean la historia principal y el activismo su único discurso.
No sé. La ví y me pareció una ciencia-ficción sólida, entretenida y con buenas intenciones. Me gustó lo que contaba y cómo lo contaba. La volví a ver y me pareció incluso mejor, igual de entretenida, pero con detalles que pasan desapercibidos en un primer visionado o con más tiempo para centrarme en la ambientación de ciertas localizaciones. Es una película que siempre tengo a mano como opción familiar de buen gusto.
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