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Stranger ThingsSerie

Serie de TV. Thriller. Terror. Fantástico. Drama Serie de TV (2016). 8 episodios. Homenaje a los clásicos misterios sobrenaturales de los años 80, "Stranger Things" es la historia de un niño que desaparece en el pequeño pueblo de Hawkins, Indiana, sin dejar rastro en 1983. En su búsqueda desesperada, tanto sus amigos y familiares como el sheriff local se ven envueltos en un enigma extraordinario: experimentos ultrasecretos, fuerzas paranormales terroríficas y una niña muy, muy rara... ... [+]
Críticas 215
Críticas ordenadas por utilidad
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4
8 de julio de 2020 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solo se explica esa media de 7,9 si el 90% de los que hayan votado sean adolescentes o pre-adolescentes porque si no, no me lo explico.
Serie, para mi gusto, demasiado infantil. No sé como a alguien de 30, 40 o más años puede parecerle tan maravillosa. Como no sea por el tema de la nostalgia ochentera... y eso, la verdad, está más visto que el tebeo.
Una serie discretamente entretenida ( a ratos soporífera también) para ver y olvidar.
7
17 de agosto de 2016 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho revuelo está generando la serie producida por Netflix, mayoritariamente voces que abogan por el regreso total de los 80 gracias a esta producción en forma de serie. Quizá os sintáis un poco contrariados con lo que leeréis a continuación pero desde siempre intentamos dar nuestra opinión más sincera.

Objetivamente la serie cumple las expectativas si lo que queremos es un regreso a ‘Los Goonies’, ‘Cuenta conmigo’ o ‘E.T. el extraterrestre’, por citar algunas influencias. Si eres amante de este tipo de cine te va a encandilar ya que la serie es un refrito de Spielberg, Richard Donner y Stephen King. Chicos con bici, sucesos paranormales, un pequeño pueblo… estos son los ingredientes que se nos presentan a lo largo de los capítulos que componen ‘Stranger Things’.

No es oro todo lo que reluce, y es que aunque a esta serie se la está tildando de ‘la mejor en años’, a un servidor no le ha terminado de enamorar, para que engañarnos. Cuando salió el póster reconozco que mis expectativas eran bastante altas. Una vez llegó el primer de semana y la masa pudo disfrutar de la serie al completo, un servidor buceó por las redes para ver las opiniones del fandom (ya sabemos como es: te encumbra o te entierra). ‘Obra maestra’, ‘Lo que no fue Super 8’, ‘Es el Spielberg de los 80’ y un eterno etcétera.

El resto de la crítica en: https://cinefilia.wordpress.com/2016/07/30/stranger-things/
7
19 de agosto de 2016 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo último de Netflix es una joyita nostálgica plagada de referencias, a cuál más sugestiva. Porque “Stranger Things” bebe directamente, y a tragos generosos, de “Super 8” (ídem, 2011), la cual, a su vez, constituía un cautivador compendio de manierismos. El majestuoso recurso a los sintetizadores para su banda sonora —especialmente en los créditos iniciales, anacrónica delicia— la vincula con “It Follows” (ídem, 2014), otra maravilla reciente que, a su manera, también reivindicaba los ochenta.
Argumentalmente supone un homenaje combinado, y en absoluto velado, a dos autores que alcanzaron su cénit creativo hace treinta años. Por un lado, al Stephen King de “It”. Se habla, precisamente al calor de la buena acogida prodigada a “Stranger Things”, de una adaptación próxima y con hechuras muy similares. Por otro, al Steven Spielberg de “E.T.: The Extra-Terrestrial” (E.T., el extraterrestre, 1982). La subtrama del acogimiento, u ocultación, de la extraña y superpoderosa “Eleven” parece una recreación, casi plano por plano, de la icónica cinta de Spielberg.
El “revival” ochentero no es casualidad; la propia “Narcos” (ídem, 2015), asimismo de Netflix, se inscribe de lleno en dicha deriva. Haciendo un ejercicio de sociología un poco a vuelapluma, podría aventurarse que el consumidor tipo de esta clase de productos nació y creció a lo largo de esa década. Ante semejante nicho ecológico de espectadores potenciales, lo raro hubiera sido no ponerles un cebo tan apetitoso como la evocación —eso sí, muy estilizada— de su propia infancia. Conque, acostumbrémonos: guste o no, y mientras dure la veta, vamos a seguir viendo cosas en la línea de “Stranger Things” y sus antedichos referentes —aunque he obviado la remisión a “The Goonies” (Los Goonies, 1985) por trillada, evidentemente forma parte destacada de ellos—. De hecho, este mismo verano, y con toda la barata polémica de género que ha arrastrado, encontramos otro ejemplo palmario de lo cual en el remake de “The Ghostbusters” (Los cazafantasmas, 1984). En cualquier caso, si los estándares de calidad se mantienen, la tendencia no tiene, en sí, nada de rechazable.
Elucubraciones aparte, “Stranger Things” es una serie que da lo que promete, y con creces: junto a la consabida mirada a un pasado convertido en “locus amoenus”, entretenimiento a raudales y una factura impecable, consolidándose esta última como muy reconocible marca de la casa.
Cierto que su trama va de más a menos y que su fascinante primera mitad se ve algo deslucida por una resolución un tanto convencional —mal bastante corriente, de un tiempo a esta parte, en producciones de todo pelaje—, pero el conjunto es definitivamente encantador. Que los niños protagonistas, contra todo pronóstico, no se hagan cargantes contribuye, y no poco, al disfrute del hallazgo.
Todo apunta a que habrá una segunda temporada que, mucho me temo, acabará de estropear lo que tan bien pintaba —especialmente, insisto, hasta su quinto episodio, más o menos—. Ojalá no sea así y nos quedemos con el buen sabor de boca que nos ha dejado esta primera entrega. Pero la voracidad de los productores por muy poco no iguala a la del "seriéfago". Encontrada la gallina de los huevos de oro, no descansarán hasta esquilmarla.
8
21 de agosto de 2016 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La magia radica en evocar al imaginario colectivo común y añadirle los suficientes planos tangibles e imaginarios con una cuidada estética visual, sonora y argumental. El rompecabezas temático parte de la premisa de que todo está interrelacionado y no juega a ocultar las cartas con las que parten los guionistas, si no que las aprovecha, las expone y las va dosificando sin guardarse, cuan 'coitus interruptus', todo para el final, su comedida dosificación pausada y pensada ofrece atractivo al espectador. Las interpretaciones no dejan de brillar con pequeñas joyas recuperadas y grandes brillos nacientes, con una Winona recreada en si misma para goce del público. Los guiños a una generación, no solo son argumentales, si no que son emotivos, desde E.T., pasando por Quédate conmigo, Poltergeist o La historia interminable, nos recreamos en esos homenajes, en esas sensaciones que erizan la piel a los grandes niños de los '80. Estéticamente bella, cuidada y creíble, no solo nos ubica en esa realidad, si no que verificamos sus sonidos, sus vestimentas y sus posibles realidades, sumergiéndonos en la viabilidad de lo vivido, en lo tangible de lo etéreo y en lo abrupto de su realidad.
9
8 de septiembre de 2016 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me va a costar expresar mi veredicto, ya que hay una gran mezcla de sensaciones. Intentaré hacer que se entienda lo mejor posible.

Sin más dilación, allá vamos.
No me pondré pesado sobre los temas que todo el mundo sabe: bebe del cine de ciencia ficción/aventuras de los 80 (E.T., los Goonies, Alien) e incluso toma la esencia del género "terror" de aquellos tiempos. Es totalmente cierto, no es exageración, y es una gozada para los sentidos. Sobre todo para los que vivieron en la década; no puedo meterme en ese saco, sin embargo yo crecí, en parte, viendo los filmes de esos años, así que el resultado es más o menos parecido.

Hay muchos adjetivos que pueden definir este producto: entretenido, nostálgico, emotivo, adictivo... No obstante, para mí la palabra que mejor se acerca, es atractivo. No, no por la cara bonita de los personajes. Es una historia atractiva, cuenta con personajes atractivos y un ambiente muy atractivo. Te sientes atraído en todo momento, desde el minuto 1. Para jóvenes y adultos, hombres y mujeres.

Yo la disfruté enormemente. 8 capítulos en los cuales no hay tiempo para pensar en otra cosa que en las desventuras de nuestros protagonistas; todo lo ajeno a ello, tendrá de esperar a que acaben.
En sí, las hechos de la serie son una gran referencia a la época en la que se ambienta, como ya he dicho. Lo que se traduce en que tanto personajes (el sheriff del pueblo tranquilo, la panda de niños "frikis", la hermana mayor a la que le gusta al chico guay, el villano con el atuendo del momento) como situaciones, serán algo que nos sonará. ¿Eso le quita un ápice de originalidad, o hace que se sienta únicamente como un calco de las películas de aquella década? Para nada.

Porque cada personaje está recreado a la perfección. Solo cogen prestada la idea, y a partir de ahí son desarrollados unos individuos geniales. Se ahonda mucho en ellos y obtienen gran profundidad. Uno de los mejores aciertos es que, mayoritariamente, son muy humanos; con eso me refiero a que no son perfectos en sus acciones, lo intenten o no. Es una maravilla ver las relaciones entre ellos, sus diferentes reacciones ante las adversidades, cómo van evolucionando, de una manera muy bien escrita.

Yo no sabía absolutamente nada del argumento, por lo que descubrirlo fue una experiencia irresistible. Recomiendo que, si no la has visto aún y no sabes de qué va, no leas nada. Simplemente, ponte a verla ya.

Adoro a todos los personajes. Eleven, o El, ha sido para mí la gran sorpresa. La tierna niña, rodeada al principio de misterio, cuyas acciones siempre repercutían en mí. Me ha encantado la idea, cómo se ha escrito y cómo se ha llevado a cabo. Un regalo para los sentidos significaban, en mi caso, muchas de sus apariciones. Posiblemente el mejor personaje. El sheriff, al cual todos tomamos en un principio por un don nadie, tiene mucho juego que dar y el resultado me tiene enamorado: se consolida como uno de los más profundos personajes, un auténtico "puto amo". Este grupo de amigos, aunque simple, me ha gustado muchísimo y son el alma total. El "sin dientes" Dustin es sublime y de lo mejorcito, un milagro; Mike nos encanta a todos; y Lucas, a pesar de que no confíe en Eleven, acaba ganándose nuestra confianza. Hasta la hermana, que se veía tan repelente junto al Steve ese. Jonathan Byers es uno de los que me han gustado también, siendo el más atípico a mi ver, porque a pesar de ser el "raro" de turno tiene mucho más que ofrecernos; y su madre, otro personaje de peso aunque no tenga la mejor evolución.
Aquellos que salen poco tiempo, como el profe de ciencias o Benny, han sido muy de mi agrado.
Hay varias tramas conectadas que giran al rededor de unos acontecimientos, y todas son igual de interesantes. El guión mantiene el suspense cada segundo de la obra, y sin necesidad de grandes actos legendarios te atrapa, el mundo recreado te envuelve y, cuando estás convertido en un partícipe más de los hechos, no puedes esperar a ver qué pasa después.
Trata temas complejos con gran habilidad, tales como: la amistad; el amor de una madre y la dificultad de tratar a los jóvenes en estas etapas tan problemáticas; la pérdida de los seres queridos y sus fases; incluso los celos, la locura, las distintas dimensiones paralelas, o la irresponsabilidad humana. Desborda sentimientos de todo tipo, como la tristeza, el miedo, incertidumbre, alegría. Todo eso y más, de una manera que ya quisieran las pelis de hoy en día.
De hecho, hay reflexiones en particular que darían una patada a la blanda realidad muchos adolescentes (tanto en masculino como en femenino).

Peca por ser previsible en líneas generales, pero siendo una referencia, es común que muchos matices se vean venir. Por otro lado, hay pequeños giros y sorpresas inesperados que aportan mucho al disfrute.

Los hermanos han dirigido su serie con una técnica impecable. El resultado nos muestra que no hace falta excesivo uso de los efectos por ordenador para crear sensación de terror; con un buen guión y unos directores en estado de gracia se puede. El suspense conseguido es magnífico, usando técnicas clásicas que funcionan a la perfección, minimizando las apariciones de las criaturas extrañas, aumentando así el grado de agobio generado por lo desconocido.
Por supuesto, siempre se nos concede un ritmo que encaja cual guante y nos hace imposible aburrirnos. Sumado a la intriga que genera la historia, se puede terminar en menos de 24 horas, como fue mi caso.
Deberían aprender a partir de ahora los directores de películas o series de miedo, que así, las cosas salen bien.
(SIGO EN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dotada de un montaje muy bueno, recurre a los flashbacks, usados sin ralentizar ni detener el desarrollo de la acción ya que contribuyen al desarrollo de la misma, aportándonos la historia de ciertos personajes y pistas sobre qué demonios está pasando ahí.
La fotografía, el vestuario, la música, son magníficos indiscutiblemente; el apartado técnico es sobresaliente. Todo esto ayuda la recreación del ambiente perfecto y necesario que nos da un empujoncito a la hora de introducirnos en este mundo propuesto. La gente de los 80, asumo, lo disfrutará como nadie.

Las actuaciones tienen un nivel muy alto, destacando varios: la madre interpretada por Winona Ryder, totalmente creíble en todas sus reacciones y actos; David Harbour realiza un trabajo excelente como sheriff de poca que ha de adaptarse a la situación; los tres chavales (Finn Wolfhard, Caleb McLaughlin y el inimitable Gaten Matarazzo) roban la pantalla; Charlie Heaton nos deleita con su personaje. Pero alguien debe de ser nombrada por encima de estos y es Millie Bobby Brown, quien a pesar de su corta edad, cautiva al espectador. Sí, me ha encantado.

Ahora, llegamos a la parte dura. Por mucho que la haya disfrutado, está lejos de ser perfecta. Duele sacar a relucir los puntos negativos de algo cuando mola, pero hay que hacerlo.
A cada uno le puedes sacar explicaciones rebuscadas. Lo que no es posible negar, es las repercusiones de estas lagunas en la obra, a la cual hacen cojear en algunos momentos.

El principal de todos es, llegados a los puntos culminantes, la falta de credibilidad. Los niños actúan de maneras (a veces) absurdas, o las situaciones son bastante descabelladas y tienen poco sentido. Y no hablo de la apariciones de monstruos o de universos oscuros, para nada (eso es necesario en este género) sino actos de los personajes en los cuales no indagaré para no desvelar partes del argumento.
Aun así, me lo como, no me importa. Porque estamos ante ciencia-ficción, no ante The Wire. Si se toman ciertas licencias para que el argumento pueda continuar, que así sea. Tampoco es que estos actos molesten demasiado.
Algunos personajes quedan relevados a terceros y cuartos planos abandonándolos completamente, dando la sensación de que los escritores se han olvidado de ellos o algo por el estilo.
Es cierto que la historia de amor adolescente no tiene tanto atractivo como el resto, siendo la historia que más abusa de los tópicos.
El final, plantea muchas dudas. No sobre la trama, sino sobre el destino de los involucrados.

Contando estos puntos mencionados, la conclusión sigue siendo la misma: genial.
Una historia endiabladamente entretenida, llena de suspense a la antigua, con un argumento interesante bien traído a la pequeña pantalla por parte del equipo completo, y Eleven, ¿quién no va a disfrutar esto?
Espero con ansia la siguiente temporada, si es que la hay (ojalá).
9/10.

Si te ha gustado la crítica, encontrarás más en: http://lalistadealex.blogspot.com.es/
¡Gracias!
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