Reconozco que me daba mucha pereza acudir a esta cuarta cita con estos piratas de Disneyworld, una franquicia que estira la sorpresa de la primera entrega sin ningún pudor y que cuenta con una taquilla fiel a las "monerías" de Sparrow al que habría que aplicar aquel refrán de: "lo poco agrada y lo mucho empalaga". No obstante de Ron Howard siempre se puede esperar la sorpresa y la incorporación del siempre contundente Ian McShane junto con el maestro Rush, podía deparar algunos minutos interesantes. Por otro lado cuando las expectativas no son muy altas siempre agradecemos lo que nos den, aunque sean solo efectos especiales.
Pues ni aún así. Larga, muy larga y aburrida no aporta nada ni al genero de piratas ni a la evolución de los personajes, siendo el máximo culpable un guión de mínimos plagado de acción sin emoción. Tenemos la sensación de asistir a una prolongación excesiva de las entregas anteriores y ya nada nos sorprende. Bueno sí, me sigue sorprendiendo como una actriz "del montón" (lo digo en el buen sentido) como Pe, ha llegado a codearse con la élite. A lo mejor ha sido arrastrada hasta allí por mareas misteriosas.
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Sí, bueno. Me ha costado volver al cine después de la tercera, cuatro años después. Nuevo director (el aclamado Rob Marshall de "Chicago"), omisiones de personajes como la pareja de Orlando Bloom y Keira que fueron gran parte del tirón de entregas anteriores u la humorística pareja de Pintel y Ragetti; y nuevo argumento. Se agradece que este al menos no de la oportunidad de pensar demasiado, y que tenga un claro final, volviendo a los orígenes de la franquicia (o el origen, pues solo la madición de la perla negra tenía un final cerrado en cierto modo). ¿Qué nos parece la incursión de Marshall al mundo de los filibusteros? Ante todo, se nota la diferencia entre Verbinski y el nuevo director, puesto que se aprecia en ciertos momentos algo de confusión. ¿Qué nos parece Jack Sparrow? Sin duda vuelve a la carga, con sus ingeniosos juegos de palabras, sus andares, su extravagancia, y su humor. ¿Humor he dicho? Sí bueno, se ve que esta película carece de un gran porcentaje de humor de las anteriores, pero sigue teniendo algunos momentos de solemne ingeniosidad. ¿Y el malo de esta entrega? Barbanegra, el temido capitán que busca la codiciada Fuente de la Juventud y padre además de la hermosa Penélope Cruz, bucanera tipical spanish que se convertirá en la traicionera amada del capitán Sparrow y en todo caso, el enlace con el ansiado tesoro. ¿Y Geoffrey Rush? Sin duda, sublime. Su histriónica aparición lo convierten en digno de alabanza, y en esta ocasión jugará a dos bandas, por un lado intentando ayudar a Jackie y por otro lado en saldar una cuenta pendiente con Barbanegra. ¿Efectos especiales? La película no goza de momentos de espectaculares digitalizaciones, pero no los necesita. ¿Qué película necesita una gran gama de efectos visuales y demostrar el poderío informático de empresa como Industrail Light & Magic si no tiene una historia entretenida? Y hablando de historia, el guión resulta cumplidor, con secuencias que se aprecian y otras carentes de ingenio, vacias, opacas.
Si algo se echa de menos, es una gran batalla naval.
En conclusión, un digno renacimiento de la saga de piratas y fantasía maritimas más rentable de la historia, una película que bien parece un reboot, que cumple en sus buenos momentos. ¿Digna de ver? Me parece que sí se deja ver.

El éxito de las anteriores y la marca registrada de Piratas del Caribe hacen que esta película sea un intento de ganar dinero mas que hacer una película entretenida. Creo que es la peor de la saga, en ello tiene parte de culpa la señora Penélope, dónde su interpretación deja mucho que desear. Siempre he creido que un actor español que haga una película en otro idioma, debería doblarse a si mismo, y éste es otro punto negativo. Se exceden un poquito con la banda sonora. No obstante, si te gustan las anteriores te gustará esta.

El misterio que rodea a la muerte, la fuente de la juventud como tesoro, la saga ya no se encuentra en estado de gracia, pero tiene mérito que Depp se siga disfrazando de Sparrow sin hacer el ridículo, porque sigue siendo descarada y permite escapar a la fantasía, rituales que, si no se ponen a prueba, permiten disfrutar, negociaciones y competencias propias de piratas, aventuras en alta mar y en parajes increíbles, la profecía queda en segundo plano ante los engaños, es soportable aunque no tiene nada de especial, se salva de las complicadas estrategias de las anteriores, pero queda minimizada por la falta de criaturas espectaculares.

La magia pone un rumbo suave, es llevadera pero forzada en muchos personajes, las trampas y alianzas tienen un extraño encanto que siempre me invade, la acción está coordinada pero en cuanto reúne a los bandos en el templo se hunde, emplea trucos baratos de piratas.

Jack Sparrow vuelve por cuarta vez a surcar los mares acompañado de un nuevo capitán llamado Rob Marshall que sigue al milímetro el rumbo dejado por Gore Verbinsky, acción, acción y más acción sin respiro, eso sí, como en las tres ocasiones anteriores sacrificando la historia, algo enrevesada y liosa que al final acaba resultando simplona. El resto, pues eso, estilo Bruckheimer cien por cien, con un buen reparto, buenos efectos, buena fotografía, un guión que cumple lo justito y un Johnny Depp que se lo pasa pipa haciendo el pirata.