2046
7.0
25,671
Romance. Drama. Ciencia ficción
Un escritor que creía escribir sobre el futuro, en realidad estaba escribiendo sobre el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de cuando en cuando con dirección al año 2046. Todos los que subían a él lo hacían con el mismo propósito: recobrar los recuerdos perdidos. Se decía que en 2046 nada cambiaba. Nadie sabía a ciencia cierta si eso era verdad, porque ninguno de los que viajaron regresó jamás. Con una excepción. Él estuvo ... [+]
14 de julio de 2005
14 de julio de 2005
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde pequeña he tenido tres grandes pasiones; el cine, la música y la fotografía. Wong Kar-Wai ha creado entre ellas lo que parece ser un equilibrio perfecto. Imágenes que se graban en la retina acompañadas de una música perfecta para cada escena. Poesía visual de meticulosidad casi enfermiza, abstenerse espectadores con falta de sensibilidad porque no entenderán nada.
30 de diciembre de 2005
30 de diciembre de 2005
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wong Kar Wai no hace cine, hace pintura en movimiento. Se podría coger cualquier fotograma de sus películas y colgarlos en las paredes de los más prestigioso museos de arte contemporáneo. Y 2046 no es una excepción en su filmografía. La película de Wai transpira belleza en cada una de sus escenas. La imagen conduce el relato, tan sólo con las miradas, las expresiones, los movimientos de los actores percibimos los sentimientos y todo el sentido de la historia. Es un filme que hipnotiza al espectador, que lo deslumbra cada vez que éste se fija en algún punto del encuadre. Por pequeño que sea el detalle en que el ojo de uno se fije, sales trastocado por su magia visual. Y sin duda rodearse de talentos de la talla de Gong Li, Zhang Ziyi, Faye Wong, Tony Leung, y la impecable fotografía de Christopher Doyle, con un montaje espléndido, donde se dota de un nuevo valor a la cámara lenta, ayudan a crear esta magia que envuelve el filme en todo su recorrido.
Mención aparte merece la habilidad de Wai para seleccionar la banda sonora de sus filmes, alternando bellas composiciones creadas para el propio film, con piezas clásicas de jazz, junto con canciones latinas de los 50 y principios de los 60, como es el caso de la preciosa canción “Siboney”, interpretada por Connie Francis.
Mención aparte merece la habilidad de Wai para seleccionar la banda sonora de sus filmes, alternando bellas composiciones creadas para el propio film, con piezas clásicas de jazz, junto con canciones latinas de los 50 y principios de los 60, como es el caso de la preciosa canción “Siboney”, interpretada por Connie Francis.
19 de febrero de 2009
19 de febrero de 2009
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una copia y mejora del mejor cine clásico de todos los tiempos es lo que Wai pretende y consigue. Tony Leung en el papel de Bogart en Casablanca es fabuloso. Gong Li, fabulosamente indescriptible.
"A mi también me gustan los finales felices, pero no se escribirlos".
"A mi también me gustan los finales felices, pero no se escribirlos".
25 de julio de 2011
25 de julio de 2011
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rarísima muestra del cine asiático, que aún viniendo avalada con una ristra de premios aburre, confunde y provoca un desinterés progresivo fruto de la estupefacción. Dependiendo de las inclinaciones, gustos y tendencias personales, uno hallará en este rocambolesco producto asiático motivos de sobra para el hastío, el tedio o la alabanza siniestra y extraña para quienes buscan la belleza y el arte en los motivos más enrevesados y abstrusos jamás concebidos por una mente humana.
3 de mayo de 2007
3 de mayo de 2007
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
2046 es un cinta elitista pero bella, realizada por un director que de ser tan fiel a sí mismo, quizá podría parecer pedante; lo cual molesta a no pocos, impacienta a otros y resulta sencillamente fascinante para algunos (entre los que me incluyo), porque 2046 más que una película, es una alegoria y hay que verla como tal: un gran poema visual que se me hace extravagante y hasta caprichoso, cuando no emfermizo; donde sus remembranzas que ya son su marca y su obsesión se repiten de manera brillante y minuciosa, un universo atemporal, donde las escenas -en una conjunción maravillosa entre personajes y escenografía- se convierten en representaciones, de sensaciones, de los diferentes estados del alma: la soledad, el desamor, la búsqueda infructuosa, la resignación, el cinismo, el vacío y la duda; donde los sueños, las pesadillas y la realidad se confunden y entreveran no sin cierta coherencia, la propia coherencia que ha desarrollado Wong Kar-Wai a lo largo de toda su filmografía y que quizá convierta a este filme en una verdadera obra maestra del estilo. Muy buena, pero no para todos.
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