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Plácido

Comedia En una pequeña ciudad provinciana, a unas burguesas ociosas se les ocurre la idea de organizar una campaña navideña cuyo lema es: "Siente a un pobre a su mesa". Se trata de que los más necesitados compartan la cena de Nochebuena con familias acomodadas y disfruten del calor y el afecto que no tienen. Plácido ha sido contratado para participar con su motocarro en la cabalgata, pero surge un problema que le impide centrarse en su trabajo: ... [+]
Críticas 131
Críticas ordenadas por utilidad
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7
29 de diciembre de 2014 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un retrato de la hipocresía ¿cristiana? de entonces, ahora y siempre. Se trata de una crítica a este punto en concreto. Me gusta saborear el aroma documental de las películas de entonces. Es como viajar en el tiempo. Casi se puede oler el aroma a leña quemada que brotaba de las chimeneas de los de siempre. Un momento, el llanto desconsolado de esa viuda recién casada. La actuación de Cassen es antológica. Nadie mejor para este papel, y no hay papel mejor para él.
10
24 de diciembre de 2019 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los cuentos o las películas ambientadas en la Navidad suelen apelar a los buenos sentimientos y a la esperanza de que el ser humano es capaz de cambiar para bien. Baste poner como ejemplos el "Cuento de Navidad", de Charles Dickens, o "¡Qué bello es vivir!", de Frank Capra. Estos tópicos serán dinamitados por Luis García Berlanga en "Plácido".

Valiéndose de un humor negrísimo, el director valenciano no va a dejar títere con cabeza. La crítica a la hipocresía con la que las personas pudientes siguen la campaña estatal de sentar a un pobre a su mesa el día de Nochebuena, es un torpedo dirigido a las clases sociales más afines al régimen franquista y al régimen mismo. Pero el que espere que los pobres y, por extensión, las clases bajas van a ser retratadas con complacencia, se equivoca de película. Nadie se apiada de nadie y si en algún momento brota la solidaridad o la bondad, se hace con desgana o por un interés egoísta.

Este latigazo a la sociedad española de la época y al ser humano en general, Berlanga lo disfraza con una apariencia de ligera comedia costumbrista mediante la cual es capaz de llegar con su crítica a todos los públicos. Y esta creo que es la principal virtud de "Plácido", ya que no quiero ni imaginarme la carga ideológica o maniquea que esta película tendría en manos de otro director.

También es muy destacable, aparte de las magníficas interpretaciones de esa galería de estupendos secundarios del cine español que pueblan "Plácido" y que interpretan en esta película a personajes tan realistas y reconocibles que parecen recordarnos a gente que conocemos realmente, la ambientación en una ciudad de provincias que podría ser cualquier ciudad española de los años 60, en la que se palpa ya no solo una miseria material sino también moral.

Que "Plácido" fuese en su día capaz de pasar la censura, no hace más que confirmar la ceguera de los censores para interpretarla. Porque como resume el triste villancico que suena al final de la película, el mundo que refleja es un mundo en el que no hay caridad ni nunca la habrá.
7
24 de enero de 2022 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de esta crítica creo que es una frase de Joaquín Reyes que pronunciaba con acento ruso. Le leí hace poco en una entrevista y decía algo así como que un humorista puede pasarse de moda con los cambios generacionales y alguien que tiene el don de hacer reír a los demás puede perder ese don, a algunos actores y humoristas, me vienen a la cabeza dos dúos famosos, pierden su don y dejan de ser graciosos. Aunque creo que Reyes se refería a Enrique Jardiel Poncela, escritor y guionista hoy prácticamente olvidado.
Sirva esta introducción para resaltar el fino humor de Luis García Berlanga y Rafael Azcona, al que le gustaba el juego que daban los carricoches, que después de sesenta años sigue resultando una genialidad en su genero y probablemente tan crítico, ácido e incisivo como cuando se estrenó.

El guion fue una idea basada en una campaña real de la época en la que se rodó en la que el Gobierno de entonces propuso sentar a un pobre a cenar en navidad. Esta feliz idea dio para una película de las mas notables de nuestro cine. El titulo fue censurado por la censura y no se pudo llamar: "Ponga un pobre en su mesa"

La titularon Plácido, como su protagonista, un debutante Cassen que hizo el papel de su vida, acompañado de unos secundarios de primer nivel. José Luis López Vázquez esta genial en el papel de nuevo rico que pretende medrar, pero que aun es pobre. Manuel Alexandre con esa cojera es también una de sus mejores interpretaciones. Todos estan increíbles en está maravillosa comedia negra.

El guion es una genialidad y la puesta en escena una clase magistral de cine, la manera en la que Berlanga abusa del plano secuencia, es poesía pura, consigue que todos los actores se muevan y hablen a la vez pero de una manera tan coordinada que parece una coreografía de baile.

Pero aunque es una comedia, es dura, es critica, deja un nudo en el estómago, una desazón, un pinchazo en el corazón cada vez que en la película se refieren a un pobre como "el pobre", en lugar de por su nombre. Se deshumaniza a los indigentes, se le priva de personalidad propia, tan solo son paupérrimos, no son como nosotros, son cosas.
10
26 de enero de 2023 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra maestra rotunda de Berlanga que no es más que una feroz sátira sobre la maquinaria burocrática y sobre la hipocresía y falsa caridad cristiana de la sociedad burguesa de la época ("ponga un pobre en su mesa").

El mordaz tándem Berlanga/Azcona escriben esta película coral de ambiente navideño en la que conviven el humor negro con lo grotesco a través de unos brillantes diálogos y de unas divertidísimas situaciones que revelan lo tragicómico del asunto.

Expuesta visualmente a través de maravillosos planos-secuencia llenos de precisión (algo característico en el cine berlanguiano), "Plácido" cuenta con un extenso y extraordinario reparto en el que sobresalen Manuel Alexandre, Agustín González y sobre todo unos geniales Cassen y José Luis López Vázquez.

La inolvidable música de Miguel Asins Arbó ayuda a sublimar un conjunto intachable y que con toda justicia merece junto con "El Verdugo" (1963) y "Viridiana" (1961) figurar en lo más alto de la cinematografía española de todos los tiempos.
9
5 de septiembre de 2024 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Filme mítico del gran Berlanga. Retrato perfecto de una sociedad terminando la década de los 50 en Manresa. Postguerra, miseria, brillantina, sociedad clasista, personajes hiperbólicos, situaciones encadenadas con una maestría que deslulmbra, ... Aquí es donde los infinitos planos secuencia se convirtieron en marca de la casa. Cada vez que la veo, quedo fascinado... ¿Cómo demonios lo hacía para coreografiar a la perfección semejantes escenas?? Múltiples personajes entrando y saliendo de plano, sin parar de hablar unos con otros. La cámara deslizándose sibilinamente, y un ritmo que a veces puede provocar hasta ansiedad. Hay momentos en que no hay un segundo de descanso con este vaivén de diálogos ... Los planos secuencia en esta cinta son como un baile, como un vals. Reflejo de una España dura pero nostálgica al mismo tiempo. Obra maestra.
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