La carretera
6.6
55,853
Drama
El planeta ha sido arrasado por un misterioso cataclismo y, en medio de la desolación, un padre y su hijo se dirigen hacia la costa en busca de un lugar seguro donde asentarse. Durante el viaje se cruzarán con otros supervivientes: unos se han vuelto locos, otros se han convertido en caníbales. Adaptación de una novela de Cormac McCarthy, autor de "No es país para viejos". (FILMAFFINITY)
18 de enero de 2010
18 de enero de 2010
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un motivo por el que sólo otorgo 6 estrellas a esta película a la que todos otorgan un par más. Y el motivo es su desmedido exceso de sufrimiento. Asistimos a casi dos horas de una desolación tan tremenda, de unos diálogos tan sumamente depresivos, de una jodedumbre tan espesa que atrofian el alma y entumecen el corazón.
En efecto, un mayor equilibrio en los sentimientos que transmite la película probablemente habría colaborado a catalizar una pena mucho más contundente, ya que el continuo tono de "ya hagamos lo que hagamos estamos perdidos" acaba por tornar el asunto casi previsible (tendencia irrefrenable a lo más trágico posible).
Culpa mía es el no haber leído el libro en el que está basada, pero sinceramente esperaba mucho más de la historia. Alguna explicacioncita de vez en cuando tampoco viene mal. A uno de vez en cuando le gusta, si no es mucho pedir, saber por qué ocurren las cosas, qué consecuencias pueden tener en el desarrollo de los hechos, y por qué se quedan las historias a medias.
El espectador podrá disfrutar, no obstante, de una fotografía que sí transmite una desesperación y un "ultimismo" inquietantes, con unos colores apagados que desconciertan ante la perpectiva de que puedan dominar algún día el mundo. Y el juego de actores sirve perfectamente al propósito de la película.
Pero lo mismo va a ser el propósito de la película lo que no me ha convencido...
En efecto, un mayor equilibrio en los sentimientos que transmite la película probablemente habría colaborado a catalizar una pena mucho más contundente, ya que el continuo tono de "ya hagamos lo que hagamos estamos perdidos" acaba por tornar el asunto casi previsible (tendencia irrefrenable a lo más trágico posible).
Culpa mía es el no haber leído el libro en el que está basada, pero sinceramente esperaba mucho más de la historia. Alguna explicacioncita de vez en cuando tampoco viene mal. A uno de vez en cuando le gusta, si no es mucho pedir, saber por qué ocurren las cosas, qué consecuencias pueden tener en el desarrollo de los hechos, y por qué se quedan las historias a medias.
El espectador podrá disfrutar, no obstante, de una fotografía que sí transmite una desesperación y un "ultimismo" inquietantes, con unos colores apagados que desconciertan ante la perpectiva de que puedan dominar algún día el mundo. Y el juego de actores sirve perfectamente al propósito de la película.
Pero lo mismo va a ser el propósito de la película lo que no me ha convencido...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aragorn ha muerto. El pobre niño se queda todo un día dando vueltas por la playa, sin saber qué hacer. De repente se le acerca un hombre que le convence para que le acompañe. Algo más tarde llega su familia. Y resulta que llevaban días siguiendo al niño y al padre.
(¿De veras no habrían podido socorrerle antes, si llevaban días siguiendoles?)
-FIN-
(¿De veras no habrían podido socorrerle antes, si llevaban días siguiendoles?)
-FIN-
25 de enero de 2011
25 de enero de 2011
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno va a ver una película, sea de la índole que sea, como mínimo espera ver una película, no un bodrio llevado al cine.
Desde el primer momento, el salto brusco de flashback nos introduce en la trama, pero aproximadamente 3 minutos depués te percatas de que la "trama" no existe, me explico:
Estamos en un mundo devastado, pero lo ÚNICO que sabes es que ha habido incendios en algún sitio...
Te consuelas a ti mismo pensando que aunque no hay una mierda de introducción quizá la el nudo de la historia sea notable y el final espectacular. Pero la peli continua y y solo ves al niño, o mejor dicho ñoño, y al padre decidiendo si se matan o no se matan y un par de situaciones comprometidas que pasan sin pena ni gloria. Cuando te pispas de que además de la introducción el argumento es paupérrimo pones todas tus esperanzas en un final apoteósico, algo digno de recordar y que pueda justificar las buenas críticas que ha recibido el film.
Ver spoiler...
El 2 se lo doy por su ambientación, bastante creible y por Viggo Mortensen que no lo hace mal, aunque le faltan diálogos.
Desde el primer momento, el salto brusco de flashback nos introduce en la trama, pero aproximadamente 3 minutos depués te percatas de que la "trama" no existe, me explico:
Estamos en un mundo devastado, pero lo ÚNICO que sabes es que ha habido incendios en algún sitio...
Te consuelas a ti mismo pensando que aunque no hay una mierda de introducción quizá la el nudo de la historia sea notable y el final espectacular. Pero la peli continua y y solo ves al niño, o mejor dicho ñoño, y al padre decidiendo si se matan o no se matan y un par de situaciones comprometidas que pasan sin pena ni gloria. Cuando te pispas de que además de la introducción el argumento es paupérrimo pones todas tus esperanzas en un final apoteósico, algo digno de recordar y que pueda justificar las buenas críticas que ha recibido el film.
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El 2 se lo doy por su ambientación, bastante creible y por Viggo Mortensen que no lo hace mal, aunque le faltan diálogos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero NO, en el final no pasa NADA, el padre muere y el niño se va con una familia de moribundos que los iban siguiendo.
Uno se espera que se suiciden y mueran juntos, que lleguen al mundo del chachi piruli y vivan felices o incluso que se reencuentren con la madre cuya muerte no queda aclarada en ningún momento. Hay quien dice que los finales lo mejor es que sean sorprendentes, y por lo general es cierto, pero este final no te lo esperas simplemente porque no concibes en tu cinéfila mente que una película pueda ser tan mala.
Uno se espera que se suiciden y mueran juntos, que lleguen al mundo del chachi piruli y vivan felices o incluso que se reencuentren con la madre cuya muerte no queda aclarada en ningún momento. Hay quien dice que los finales lo mejor es que sean sorprendentes, y por lo general es cierto, pero este final no te lo esperas simplemente porque no concibes en tu cinéfila mente que una película pueda ser tan mala.
6 de febrero de 2010
6 de febrero de 2010
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el desenlace de "No es País para Viejos", Cormac McCarthy ya lo anunciaba en boca del protagonista. Todo se está yendo a la mierda. El mundo está cada vez peor.
Era un anuncio, un presagio en forma de final.
En su siguiente novela, McCarthy en una coherencia casi suicida, toma prestado de si mismo, ese desenlace, esa idea turbadora con la que firmó el último capítulo de "No es País para Viejos", y lo transforma en presente. No onírico, ni fantástico, sino terrenal, orgánico, y sobre todo tremendamente físico.
Ya no es un anuncio, ni una ensoñación. Es el presente. El mundo se ha ido a la mierda. Y McCarthy ni siquiera pierde el tiempo explicando los porqués, ni intenta vender posibles causas, ni delibera sobre hipótesis de porque pudo pasar. Ha pasado, eso es lo que importa. Y ahí están un padre y un hijo en mitad de nada. Camino a ninguna parte. Dirigiéndose siempre al sur. Siempre.
Y ya está. Ese es el mundo que hay. Y esos son las posibilidades que concede a quienes caminan sobre él.
John Hillcoat hace un esfuerzo muy notable por dotar de credibilidad el mundo de McCarthy, de manera física, orgánica, visual. Mientras Viggo Mortensen hace un espléndido trabajo, en una película que debe cargar a cuestas durante casi todo el metraje. Aunque cuando alguien le acompaña en la escena siempre lo hace de manera notable como Charlize Theron o Robert Duvall. Mencionar tambien la fotografía de Aguirresarobe, llena de fuerza y credibilidad, acompañada de una muy certera ambientación.
Era un anuncio, un presagio en forma de final.
En su siguiente novela, McCarthy en una coherencia casi suicida, toma prestado de si mismo, ese desenlace, esa idea turbadora con la que firmó el último capítulo de "No es País para Viejos", y lo transforma en presente. No onírico, ni fantástico, sino terrenal, orgánico, y sobre todo tremendamente físico.
Ya no es un anuncio, ni una ensoñación. Es el presente. El mundo se ha ido a la mierda. Y McCarthy ni siquiera pierde el tiempo explicando los porqués, ni intenta vender posibles causas, ni delibera sobre hipótesis de porque pudo pasar. Ha pasado, eso es lo que importa. Y ahí están un padre y un hijo en mitad de nada. Camino a ninguna parte. Dirigiéndose siempre al sur. Siempre.
Y ya está. Ese es el mundo que hay. Y esos son las posibilidades que concede a quienes caminan sobre él.
John Hillcoat hace un esfuerzo muy notable por dotar de credibilidad el mundo de McCarthy, de manera física, orgánica, visual. Mientras Viggo Mortensen hace un espléndido trabajo, en una película que debe cargar a cuestas durante casi todo el metraje. Aunque cuando alguien le acompaña en la escena siempre lo hace de manera notable como Charlize Theron o Robert Duvall. Mencionar tambien la fotografía de Aguirresarobe, llena de fuerza y credibilidad, acompañada de una muy certera ambientación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
McCarthy no engaña a nadie durante la novela, y Hillcoat tampoco. Ese es el problema (si es que lo hubiera). El espectador acostumbrado a trucos sacados de la manga, a giros inesperados de guión, a finales sorpresa, verá como avanza la película sin que ninguna de esas cosas ocurra, como una rueda que gira lentamente pero inexorable hacia un final, que ya se había anunciado desde el principio. Un camino sin retorno. Un viaje en medio de nada. Siempre al sur. Y McCarthy no miente, ¿qué hay en mitad de nada? Nada. Esa es la prinicipal virtud (y defecto) de una gran película.
12 de febrero de 2010
12 de febrero de 2010
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mundo conocido se muere arrasado por una catástrofe cuyo origen el director no se molesta en explicar porque solo es el escenario, el paisaje en el que se desarrollan otras catástrofes que, pese a ser internas, la magnifica interpretación de Viggo Mortensen, quien lleva todo el peso de la historia, consigue hacer tan visuales y desoladoras como los árboles quemados, las casas abandonadas o la ausencia de vida animal.
Nos cuenta como tras “el día después” los humanos se plantean distintas estrategias para enfrentarse a esa situación de caos absoluto. Consigue hacerlo de manera muy acertada porque no juzga las decisiones. El protagonista elige luchar, caminar, buscar una salida, avanzar… Y eso es lo que le inculca a su hijo, esperanza, algo que le resulta muy difícil de mantener porque a lo largo de su recorrido lo que encuentran es demoledor. No justifica a los que deciden suicidarse, incluida su mujer, pero lo entiende. No se para a pensar porque otros eligen sobrevivir practicando el canibalismo. Solo camina y lucha por proteger la salud física de su hijo, pero sobre todo la emocional, la mental.
Nunca le endulza la realidad, ni intenta engañarle. Es increíble como pese a la tormenta que tiene lugar en su mente de adulto ante las atrocidades que ve, su deterioro físico, su creciente incapacidad para diferenciar el bien y el mal, no deja que su hijo se rinda, ni comparta esa visión catastrofista que empieza a dominarle.
La película carece de sentimentalismo. Es asfixiante, inquietante, muy dura… y sin embargo ofrece destellos de luz en esa oscuridad en que se ha transformado el mundo: El vuelo de un insecto, leve indicio de que la vida puede volver a brotar; la mano de un niño que, pese a su pánico, tiende a un anciano o la capacidad de conmoverte ante la situación de otro, pese a que la tuya propia sea trágica, y desear ayudar.
“The road” es, sobre todo, un viaje hacia nuestra conciencia, hacia la esencia misma de nuestra condición humana… Es un viaje del que vuelves afectado….
Nos cuenta como tras “el día después” los humanos se plantean distintas estrategias para enfrentarse a esa situación de caos absoluto. Consigue hacerlo de manera muy acertada porque no juzga las decisiones. El protagonista elige luchar, caminar, buscar una salida, avanzar… Y eso es lo que le inculca a su hijo, esperanza, algo que le resulta muy difícil de mantener porque a lo largo de su recorrido lo que encuentran es demoledor. No justifica a los que deciden suicidarse, incluida su mujer, pero lo entiende. No se para a pensar porque otros eligen sobrevivir practicando el canibalismo. Solo camina y lucha por proteger la salud física de su hijo, pero sobre todo la emocional, la mental.
Nunca le endulza la realidad, ni intenta engañarle. Es increíble como pese a la tormenta que tiene lugar en su mente de adulto ante las atrocidades que ve, su deterioro físico, su creciente incapacidad para diferenciar el bien y el mal, no deja que su hijo se rinda, ni comparta esa visión catastrofista que empieza a dominarle.
La película carece de sentimentalismo. Es asfixiante, inquietante, muy dura… y sin embargo ofrece destellos de luz en esa oscuridad en que se ha transformado el mundo: El vuelo de un insecto, leve indicio de que la vida puede volver a brotar; la mano de un niño que, pese a su pánico, tiende a un anciano o la capacidad de conmoverte ante la situación de otro, pese a que la tuya propia sea trágica, y desear ayudar.
“The road” es, sobre todo, un viaje hacia nuestra conciencia, hacia la esencia misma de nuestra condición humana… Es un viaje del que vuelves afectado….
18 de febrero de 2010
18 de febrero de 2010
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un 10 sin dudarlo. Se trata de una obra maestra, no sólo de la ciencia ficcion sinó del cine en general. Por fin una película de ritmo pausado, centrada en desarrollar sus personajes y alejada de los clichés habituales a los que Hollywood nos tiene tan acostumbrados y empachados.
Señores, esta película demuestra que el cine sigue vivo.....
Señores, esta película demuestra que el cine sigue vivo.....
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