El retrato de Dorian Gray
5.0
17,141
Drama. Thriller
Dorian Gray (Ben Barnes) es un joven aristócrata muy atractivo que, después de haber pasado una solitaria adolescencia en el campo, regresa a Londres, donde ha heredado una mansión. Atraído por la vida nocturna, se sumerge en ella de la mano de Lord Henry Wottom (Colin Firth), que lo conduce a los antros más recónditos y sórdidos de la ciudad. Al joven le fascina el estilo de vida decadente y amoral de Wotton. Por otra parte, su ... [+]
7 de enero de 2011
7 de enero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una adaptación de Oscar, de Oscar Wilde (la historia), que no le llega ni a la suela de los zapatos a la adaptación de Albert Lewin realizada en 1945.
Unos renderizados de escenarios en Londres que dejan bastante que desear ya que se nota como no son reales siendo precisamente lo que intentan.
Oliver Parker (supercañeras, un marido ideal) dirige una película que desde luego viendo su historial podría haber filmado el mismísimo "Alan Smithee" para ahorrarse pasar por tan amargo trago que le ha propinado la critica.
Cierto es que pese a no ser una adaptación a la altura del resto realizadas arrasó en taquilla (teniendo en cuenta que "Campamento flipy" estaba esas semanas entre la competencia).
Durante gran parte de la película vamos a ver las orgías de Dorian acompañar una serie de diálogos vacíos que podrían desembocar en una pregunta del tipo "¿Era realmente necesario cometer este crimen?".
Recomendable para los que sufran de insomnio.
Unos renderizados de escenarios en Londres que dejan bastante que desear ya que se nota como no son reales siendo precisamente lo que intentan.
Oliver Parker (supercañeras, un marido ideal) dirige una película que desde luego viendo su historial podría haber filmado el mismísimo "Alan Smithee" para ahorrarse pasar por tan amargo trago que le ha propinado la critica.
Cierto es que pese a no ser una adaptación a la altura del resto realizadas arrasó en taquilla (teniendo en cuenta que "Campamento flipy" estaba esas semanas entre la competencia).
Durante gran parte de la película vamos a ver las orgías de Dorian acompañar una serie de diálogos vacíos que podrían desembocar en una pregunta del tipo "¿Era realmente necesario cometer este crimen?".
Recomendable para los que sufran de insomnio.
13 de abril de 2011
13 de abril de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El retrato de Dorian Gray" daba la sensación desde la lejanía del pasillo de ser un gran cuadro. Un buen reparto, exquisita fotografía y buena recreación de ese marco victoriano atemporal. No obstante, conforme mas nos acercamos, vemos brochazos donde antes había delicadeza, bofetada en el rostro antes que seducción.
O. Wilde nos regaló una obra brillante, repleta de inteligencia, con su habitual nivel de escritura, es decir altísimo. Con todo, en esta original forma de concebir el peso de la belleza y el temor al paso del tiempo, siempre me ha parecido que ese gran libro peca un poco de pedante, escaso peaje por disfrutarlo, simplemente, decir con ello que hay cosas que me parece que no está mal que se hayan querido adaptar.
Los tiempos cambian y el propio Wilde no se hubiera sentido incómodo de que se mostrase mucho más abiertamente el deseo sexual reprimido de Basil por su modelo, a la par que esa extraña y casi obsesiva fijación de Dorian por el placer. Pero las escenas de las orgías, una vez superado el primer impacto, más bien aburren, demasiado light para ser sensual, excesivamente evidente para ser sutil.
A salvar al siempre eficaz Colin Firth, taimado como Lord Henry, muy bien ese extraño giro entre los dos amigos. En la novela original, tras la brillante presentación, Henry pierde protagonismo, la idea de enfrentar a estos dos epicúreos es un descarado camino no transitado por Wilde, pero me parece jugoso.
Lástima que no se pueda salvar el resto. Ben Barnes no lo hace mal, pero este papel era muy complicado y da la sensación de que quedan demasiadas aristas sin mirar. Se nos ha presentado a un Dorian más para todos los públicos, menos frío en su casi divina fortuna de desventurado Fausto condenado a permnecer oculto en la parte más inaccesible de la mansión...
Se ve con facilidad y de la misma forma se olvida. Y eso no puede permitirse adaptando algo de un genio como Wilde y con este casting. Parker deberá esperar al próximo intento.
O. Wilde nos regaló una obra brillante, repleta de inteligencia, con su habitual nivel de escritura, es decir altísimo. Con todo, en esta original forma de concebir el peso de la belleza y el temor al paso del tiempo, siempre me ha parecido que ese gran libro peca un poco de pedante, escaso peaje por disfrutarlo, simplemente, decir con ello que hay cosas que me parece que no está mal que se hayan querido adaptar.
Los tiempos cambian y el propio Wilde no se hubiera sentido incómodo de que se mostrase mucho más abiertamente el deseo sexual reprimido de Basil por su modelo, a la par que esa extraña y casi obsesiva fijación de Dorian por el placer. Pero las escenas de las orgías, una vez superado el primer impacto, más bien aburren, demasiado light para ser sensual, excesivamente evidente para ser sutil.
A salvar al siempre eficaz Colin Firth, taimado como Lord Henry, muy bien ese extraño giro entre los dos amigos. En la novela original, tras la brillante presentación, Henry pierde protagonismo, la idea de enfrentar a estos dos epicúreos es un descarado camino no transitado por Wilde, pero me parece jugoso.
Lástima que no se pueda salvar el resto. Ben Barnes no lo hace mal, pero este papel era muy complicado y da la sensación de que quedan demasiadas aristas sin mirar. Se nos ha presentado a un Dorian más para todos los públicos, menos frío en su casi divina fortuna de desventurado Fausto condenado a permnecer oculto en la parte más inaccesible de la mansión...
Se ve con facilidad y de la misma forma se olvida. Y eso no puede permitirse adaptando algo de un genio como Wilde y con este casting. Parker deberá esperar al próximo intento.
31 de agosto de 2011
31 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he leído el libro ni he visto ninguna de las adaptaciones anteriores, la única referencia que tengo de Dorian Gray es su aparición en la liga de los hombres extraordinarios lo cual no ayuda mucho para conocer al personaje.
Partiendo de esta base estaba totalmente libre de prejuicios y de armas para poder enjuiciar la película desde el punto de vista de la obra original.
Pues a pesar de todo no me ha gustado.
No me asusté, no lloré, ni me reí. En fin que me quedé como estaba antes de verla.
El protagonista no me encaja en el papel al igual que las mujeres relacionadas con el tampoco me pegan con un aristócrata guapo y adinerado de la época. Quizá algún bellezón le habría dado un puntito a la película, por ver algo decente mas que nada.
Salvo a Colin Firth porque a él si lo veo mas encajado en ese papel de vividor aunque a veces se queda un poquito a medias.
En cuanto al retrato, yo no lo habría sacado tantas veces. Me parece mejor haberle dado un poquito mas de suspense sin enseñarlo tanto.
A pesar de todo no acaba de aburrirte del todo y tiene algunas partes medianamente decentes que hace que el rato no este completamente perdido.
Partiendo de esta base estaba totalmente libre de prejuicios y de armas para poder enjuiciar la película desde el punto de vista de la obra original.
Pues a pesar de todo no me ha gustado.
No me asusté, no lloré, ni me reí. En fin que me quedé como estaba antes de verla.
El protagonista no me encaja en el papel al igual que las mujeres relacionadas con el tampoco me pegan con un aristócrata guapo y adinerado de la época. Quizá algún bellezón le habría dado un puntito a la película, por ver algo decente mas que nada.
Salvo a Colin Firth porque a él si lo veo mas encajado en ese papel de vividor aunque a veces se queda un poquito a medias.
En cuanto al retrato, yo no lo habría sacado tantas veces. Me parece mejor haberle dado un poquito mas de suspense sin enseñarlo tanto.
A pesar de todo no acaba de aburrirte del todo y tiene algunas partes medianamente decentes que hace que el rato no este completamente perdido.
14 de octubre de 2011
14 de octubre de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he visto la adaptación de Albert Lewin por tanto no puedo comparar ambas versiones pero si he hecho lo que creo que, en este caso, se debería hacer primero que es leer la novela. Oscar Wilde fue acusado de “indecencia grave” por prácticas homosexuales y condenado a dos años de cárcel en el Reino Unido, lugar que, tras cumplir la condena, abandonó para siempre asqueado de la sociedad de su época.
Teniendo en mente este dato, la historia en principio puede confundir. Si te quedas en la superficie parece una crítica feroz a la filosofía hedonista: Vivir por y para el placer, por muy atractivo que resulte, tiene un coste elevado.
Un análisis más a fondo deja claro el verdadero mensaje de la novela: Lo que plantea es que existen una serie de normas y convencionalismos sociales que hay que respetar y quien no lo hace debe atenerse a las consecuencias. Será condenado al rechazo de su clase, al ostracismo más brutal.
El pecado de Dorian Grey no es abandonarse a una espiral de drogas, sexo y violencia, algo que los demás miembros de la clase alta practican igualmente, su pecado es decir en voz alta lo que debe permanecer oculto. Las apariencias deben respetarse, es un código no escrito, pero Dorian se permite pronunciar en voz alta que vendería su alma al diablo a cambio de la eterna juventud. Algo que todos ansían pero ninguno reconoce.
Los diálogos puede que no sean muy brillantes, pero desde mi punto de vista no es lo más importante ya que se trata de una historia muy visual. Las sucesivas imágenes de sexo, orgías, sangre, suciedad, etc., recrean perfectamente como el alma noble del joven se va volviendo negra y sucia y lo hacen sin necesidad de palabras.
Al actor principal no lo conozco, pero Colin Flirh, actor que hasta ahora no contaba precisamente con mis respetos, realiza una interpretación soberbia del cicerone que se encarga de corromper al joven puro que tanto envidia.
La película me ha gustado bastante y recomiendo que la vean y, sobre todo, que lean la novela.
Teniendo en mente este dato, la historia en principio puede confundir. Si te quedas en la superficie parece una crítica feroz a la filosofía hedonista: Vivir por y para el placer, por muy atractivo que resulte, tiene un coste elevado.
Un análisis más a fondo deja claro el verdadero mensaje de la novela: Lo que plantea es que existen una serie de normas y convencionalismos sociales que hay que respetar y quien no lo hace debe atenerse a las consecuencias. Será condenado al rechazo de su clase, al ostracismo más brutal.
El pecado de Dorian Grey no es abandonarse a una espiral de drogas, sexo y violencia, algo que los demás miembros de la clase alta practican igualmente, su pecado es decir en voz alta lo que debe permanecer oculto. Las apariencias deben respetarse, es un código no escrito, pero Dorian se permite pronunciar en voz alta que vendería su alma al diablo a cambio de la eterna juventud. Algo que todos ansían pero ninguno reconoce.
Los diálogos puede que no sean muy brillantes, pero desde mi punto de vista no es lo más importante ya que se trata de una historia muy visual. Las sucesivas imágenes de sexo, orgías, sangre, suciedad, etc., recrean perfectamente como el alma noble del joven se va volviendo negra y sucia y lo hacen sin necesidad de palabras.
Al actor principal no lo conozco, pero Colin Flirh, actor que hasta ahora no contaba precisamente con mis respetos, realiza una interpretación soberbia del cicerone que se encarga de corromper al joven puro que tanto envidia.
La película me ha gustado bastante y recomiendo que la vean y, sobre todo, que lean la novela.
2 de agosto de 2012
2 de agosto de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le falta garra y entusiasmo a esta película que pretende plasmar el relato tenebroso e inquietante de Oscar Wilde, donde se nos presenta a un hombre de belleza envidiable que firma un pacto con el demonio para mantenerse impecable con el paso del tiempo.
A pesar de contar con las bases de una trama firme, de la que pueden sacarse diversas lecturas, como la degradación del ser humano con el tiempo, el precio de la belleza y la esclavitud que supone, la adaptación se queda en lo superficial.
A pesar de ello, como ocurre con Dorian Gray la historia presenta un atractivo envolvente, que hace que permanezcamos atentos a la degradación que sufre el alma del personaje hasta pudrirse en su interior, bajo un envoltorio de belleza impoluto.
En su puesta en escena se echa en falta un tono más oscuro y perturbador, con una ambientación más cercana a la del cine gótico y de terror.
Una adaptación pobre, que de haberse tratado con mayor respeto hacia la obra original y desarrollada con mayor entusiasmo, hubiera resultado mucho más efectiva y atrayente.
No deja de ser correcta en todos sus apartados, pero acaba por resultar fría y sin alma.
A pesar de contar con las bases de una trama firme, de la que pueden sacarse diversas lecturas, como la degradación del ser humano con el tiempo, el precio de la belleza y la esclavitud que supone, la adaptación se queda en lo superficial.
A pesar de ello, como ocurre con Dorian Gray la historia presenta un atractivo envolvente, que hace que permanezcamos atentos a la degradación que sufre el alma del personaje hasta pudrirse en su interior, bajo un envoltorio de belleza impoluto.
En su puesta en escena se echa en falta un tono más oscuro y perturbador, con una ambientación más cercana a la del cine gótico y de terror.
Una adaptación pobre, que de haberse tratado con mayor respeto hacia la obra original y desarrollada con mayor entusiasmo, hubiera resultado mucho más efectiva y atrayente.
No deja de ser correcta en todos sus apartados, pero acaba por resultar fría y sin alma.
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