Corazón rebelde
6.7
13,867
Drama
Bad Blake (Jeff Bridges) es un cantante de música country que vive al margen de la sociedad, con varios fracasos matrimoniales a sus espaldas, miles de millas recorridas y que con frecuencia se refugia en el alcohol. Cuando parece que apenas hay salvación para él, aparece Jean (Maggie Gyllenhall), una reportera que descubrirá quién es el verdadero Bad, al hombre detrás del músico. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2010
4 de septiembre de 2010
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Un auténtico film donde te deja las emociones a flor de piel. Por un lado la vida Bad Blake (Jeff Bridges) un cantante de country que vive apartado de la sociedad acompañado siempre de su fiel cajetilla de tabaco y su botella de bourbon, fieles amigos los cuales hacen que su vida sea un auténtico asco.
Y por otro lado aparece Jean (Maggie Gyllenhall) un reportera que descubrirá el ser que hay dentro de ésta bestia sin domesticar.
Una historia sencilla y emotiva la cual no deja escapar una lagrima que otra.
Y por otro lado aparece Jean (Maggie Gyllenhall) un reportera que descubrirá el ser que hay dentro de ésta bestia sin domesticar.
Una historia sencilla y emotiva la cual no deja escapar una lagrima que otra.
25 de noviembre de 2010
25 de noviembre de 2010
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Bad Blake es una vieja gloria de la música Country que sobrevive a base de pequeños conciertos. Será cuando conozca a una joven periodista, cuando se enfrente a sus demonios e intente redimirse.
Crazy Heart revisa la tópica historia de las viejas glorias venidas a menos con problemas con la bebida, pero que intentan retomar el buen camino y enmendar sus actos pasados. De hecho esta historia no nos aporta nada nuevo, recorre todas las tópicas fases como si estuviera hecha siguiendo algún tipo de manual. ¿Qué la hace buena sin embargo? Nada más y nada menos que el señor Jeff Bridges...
Aún moviéndose en terrenos tan sumamente golosos para buscar la lagrima fácil, la historia sigue una línea elegante y directa hacia lo que quiere contarnos, no cae en ningún momento en la sobre dramatización, de hecho en muchas partes de la película tuve la sensación de que todo fue mejor de lo que cabría esperar en una historia como esta.
Es sobre todo gracias a unos tremendos trabajos interpretativos por lo que esta película sobresale, ya que en otras manos habría sido un telefilm más, con pretensiones de profundo drama.
Mención especial también a la musicalización de la película, la cual nos brinda impresionantes actuaciones y buenas canciones, no en vano obtuvo premios, como el Oscar, a la mejor canción original.
En definitiva una sencillísima y poco pretenciosa historia, que sin embargo nos regala al mejor Bridges.
Crazy Heart revisa la tópica historia de las viejas glorias venidas a menos con problemas con la bebida, pero que intentan retomar el buen camino y enmendar sus actos pasados. De hecho esta historia no nos aporta nada nuevo, recorre todas las tópicas fases como si estuviera hecha siguiendo algún tipo de manual. ¿Qué la hace buena sin embargo? Nada más y nada menos que el señor Jeff Bridges...
Aún moviéndose en terrenos tan sumamente golosos para buscar la lagrima fácil, la historia sigue una línea elegante y directa hacia lo que quiere contarnos, no cae en ningún momento en la sobre dramatización, de hecho en muchas partes de la película tuve la sensación de que todo fue mejor de lo que cabría esperar en una historia como esta.
Es sobre todo gracias a unos tremendos trabajos interpretativos por lo que esta película sobresale, ya que en otras manos habría sido un telefilm más, con pretensiones de profundo drama.
Mención especial también a la musicalización de la película, la cual nos brinda impresionantes actuaciones y buenas canciones, no en vano obtuvo premios, como el Oscar, a la mejor canción original.
En definitiva una sencillísima y poco pretenciosa historia, que sin embargo nos regala al mejor Bridges.
25 de marzo de 2011
25 de marzo de 2011
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Me parece que el director se apoya en un más que competente elenco de actores para convertir una historia que podría haber sido tópica en una película notable.
Jeff Bridges está inmenso (más que merecido el óscar) pero Maggie Gyllenhaal es capaz de darle la réplica de modo solvente y otros secundarios construyen personajes con peso específico, entre los que cabe destacar a Robert Duvall y a Colin Farrell (me gusta especialmente el personaje de éste último).
La banda sonora es excelente y la fotografía apoya muy bien el trasfondo de la historia. En concreo me parece muy atinada la elección de espacios abiertos y una estética que recuerda a los western clásicos.
Se ha huido de soluciones convencionales, o políticamente correctas, y la historia plantea enfoques que dan de sí, especialmente si uno está pendiente de las letras de las canciones, algunas verdaderamente buenas (The weary kind, Falling and flying...) es una pena que en la versión DVD no les hayan puesto subtítulos, ni siquiera en inglés.
En resumen, no es una película redonda, pero está muy por encima de la media.
Jeff Bridges está inmenso (más que merecido el óscar) pero Maggie Gyllenhaal es capaz de darle la réplica de modo solvente y otros secundarios construyen personajes con peso específico, entre los que cabe destacar a Robert Duvall y a Colin Farrell (me gusta especialmente el personaje de éste último).
La banda sonora es excelente y la fotografía apoya muy bien el trasfondo de la historia. En concreo me parece muy atinada la elección de espacios abiertos y una estética que recuerda a los western clásicos.
Se ha huido de soluciones convencionales, o políticamente correctas, y la historia plantea enfoques que dan de sí, especialmente si uno está pendiente de las letras de las canciones, algunas verdaderamente buenas (The weary kind, Falling and flying...) es una pena que en la versión DVD no les hayan puesto subtítulos, ni siquiera en inglés.
En resumen, no es una película redonda, pero está muy por encima de la media.
31 de mayo de 2011
31 de mayo de 2011
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Dicen muchos aquí que la historia es un poco la de siempre, la de un viejo cantante maltratado por la vida, alcohólico, etc. ¿Y qué? Las historias son casi todas viejas. Por eso se puede escribir hoy una Fedra, una Antígona o lo que sea. Lo esencial es cómo está contada.
Y está muy bien contada, con ritmo, con interés.
Y está aún mejor interpretada, sobre esto el acuerdo es unánime. Jeff Bridges parece que no actúa y eso es lo mejor que se puede decir de un actor.
La historia no es predecible. Podrían haber buscado un final dulzón o uno trágico. Pero se queda en una cosa sencilla.
A quien, además, le guste el country la delicia será aún mayor.
Y está muy bien contada, con ritmo, con interés.
Y está aún mejor interpretada, sobre esto el acuerdo es unánime. Jeff Bridges parece que no actúa y eso es lo mejor que se puede decir de un actor.
La historia no es predecible. Podrían haber buscado un final dulzón o uno trágico. Pero se queda en una cosa sencilla.
A quien, además, le guste el country la delicia será aún mayor.
28 de junio de 2011
28 de junio de 2011
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Si resumo ahora mismo el argumento de Corazón rebelde, a nadie se le va a escapar que es una típica historia de redención de un personaje que ha caído a los abismos. No vamos desencaminados, pero eso no tiene por qué ser algo malo. Las historias de redención, si están bien planteadas y contadas, pueden ser magníficamente inspiradoras. Como ésta. Y si el protagonista es Jeff Bridges, pues tiene que ser a la fuerza un peliculón. Como ésta. con Oscar incluido.
Hay que ver esta película por muchas razones, pero la principal es Jeff Bridges. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver a un actor llenar la pantalla con su sola presencia. Eso sólo está al alcance de unos pocos, y Jeff Bridges es uno de ellos. El Oscar es indiscutible, además de esos que dices: "¡Ya era hora!". Bridges aborda un papel muy difícil, tanto en lo emocional como en lo técnico: además de hacernos creer su papel de borrachuzo que está de vuelta de todo pero con un talento magnífico, toca la guitarra y canta, y lo hace espléndidamente. Es un papel completísimo, repleto de matices.
A ello le sumamos un plantel de secundarios estupendos, como Maggie Gyllenhaal y Robert Duvall. La dirección de Scott Cooper es correcta, muy adecuada y sin querer destacar sobre lo verdaderamente importante, los actores.
Corazón rebelde es una magnífica película que, a pesar de algún tópico y su sabor tan americano, engancha y conmueve por su sencillez y sinceridad. Grandísima película.
Hay que ver esta película por muchas razones, pero la principal es Jeff Bridges. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver a un actor llenar la pantalla con su sola presencia. Eso sólo está al alcance de unos pocos, y Jeff Bridges es uno de ellos. El Oscar es indiscutible, además de esos que dices: "¡Ya era hora!". Bridges aborda un papel muy difícil, tanto en lo emocional como en lo técnico: además de hacernos creer su papel de borrachuzo que está de vuelta de todo pero con un talento magnífico, toca la guitarra y canta, y lo hace espléndidamente. Es un papel completísimo, repleto de matices.
A ello le sumamos un plantel de secundarios estupendos, como Maggie Gyllenhaal y Robert Duvall. La dirección de Scott Cooper es correcta, muy adecuada y sin querer destacar sobre lo verdaderamente importante, los actores.
Corazón rebelde es una magnífica película que, a pesar de algún tópico y su sabor tan americano, engancha y conmueve por su sencillez y sinceridad. Grandísima película.
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