Hay mucha pasión en esta película. Se nota. Cada secuencia tiene el candor del cine palpitante. Siempre habrá filmes perfectos, rodados con oficio. Sabes que no te van a enseñar nada nuevo pero devuelven el precio de la entrada. Entre Lobos no es uno de esos.
Es una película rodada con las entrañas, desde la fe en una historia que ha de ser contada. Hay coraje detrás de cada plano y ganas de verdad. Es el aliento de Rossellini, del cine inaudito.
Strómboli en Sierra Morena.

Esto huele a Goya. En cierta forma, lo merece. La vida feral de Marcos en Sierra Morena es tema que, bien contado, ha de seducir al público y complacer a la crítica.

No quiero negar los méritos de la película: bella fotografía, paciente dirección del sr. Olivares sobre niños y animales, montaje astuto que saca el mejor partido de lo rodado...

Pero me quedo con ganas de más. La anécdota "memoriahistoricista" que intenta dar cuerpo a la trama no deja de ser una falsedad que enturbia la pura historia del abandono de Marcos. Y, prudentemente, el sr. Olivares ha preferido no afrontar el auténtico drama real: el encaje de un niño feral en la sociedad humana que, como todos sabemos y Marcos mejor que nadie, es más cruel que la de los lobos.

Pero, estimado filmaffinitista, no me malinterpretes: te recomiendo calurosamente que veas esta película (a ser posible, en la gran pantalla).

Sierra Morena: Tierra de Lobos. Allí habitó Marcos Rodríguez Pantoja, y así nos lo cuenta… Menos lobos, Rodríguez.

Yo no soy nadie para poner en tela de juicio a este señor y su narración, pero… si todavía los animalitos se echasen a cantar de vez en cuando alguna alegre tonada, pero no, se supone que la cosa va en serio.

No falta detalle: musiquita lacrimógena para los momentos duros y las despedidas, un repelente niño que sobreactúa a granel, ternura a borbotones irrisoriamente retratada, cámaras lentas y suuuperlentas para cuando el chiquillo o los animalitos hacen ejercicio, un hurón (o algo así) que sale al rescate del niño luchando contra los elementos como si esto fuesen las pato-aventuras, un primer plano del mismo bicho mirando con gesto desolado las penurias del zagal (muy gracioso esto, fijarse bien), un tierno viejito, un malo con cara de malo, y hasta el padre del portero. Y una cosa que me encanta:
La gente en las pelis no se muere normal. Esperan a decir justo lo que quieren decir y, una vez consumado el discurso y estando seguros de que ha subido el volumen de la música triste, entonces sí. Justo después de soltar la bomba informativa, o lo que sea, cascan. Todo muy natural.

Lo mejor de la peli es que hay pocos diálogos, lo cual, sin duda, se hace aburrido, pero tiene la estimable ventaja de que te ahorra escuchar un montón de sandeces.

La peli tiene su punto. Es como estar viendo El hombre y la Tierra pero sin narrador engolado y con buena fotografía.

Esperaba una pelicula creíble (para eso está basada en hechos reales, digo yo), pero vamos, me ha parecido una mescolanza de tópicos comerciales, detallitos de "paisaje bonito" e "historia dramática" con un único objetivo: tocar la vena sensible del espectador...los típicos clichés de película familiar de Navidad (con animalitos), una pena por la historia real tan interesante...Con la que, por otro lado, el argumento tiene que ver bien poquito.

No entiendo las buenas críticas de esta película.
Será porque es española y para este tipo de películas tenemos el listón muy bajo. Una película desde el principio previsible con una banda sonora vergonzosa.
Lo único que se salva a ratos es la actuación del niño y la de los lobos. Poco más.
En fin, una pérdida de tiempo y dinero.
3/10