El precio de la codicia
6.6
21,496
Drama
Crónica de la vida de ocho trabajadores de un poderoso banco de inversión durante las 24 horas previas al inicio de la crisis financiera de 2008. Cuando Peter Sullivan (Zachary Quinto), un analista principiante, revela datos que podrían conducir la empresa a la ruina, se desencadena una catarata de decisiones tanto morales como financieras que producen un terremoto en la vida de los implicados en el inminente desastre. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2018
25 de noviembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menuda sorpresa me he llevado con esta película. Cuando decidí verla sinceramente no tenía ninguna expectativa en que me fuera a gustar; y lo que menos me imaginaba es que me iba a entusiasmar de tal forma que me quedara pegado al asiento frente a la pantalla.
Creo que es una película que no ha sido muy reconocida, y que para nada se le ha dado la suficiente fama que al menos se merece. Es una película de una gran calidad que te atrapa de una forma que no te suelta en ningún momento y te deja boquiabierto.
Creo que lo más impresionante es su increíble guión. Una trama que nos presenta a una empresa de gran renombre que es consciente de una situación financiera de gran riesgo. Es la famosa crisis de 2008 que golpeó a todo el mundo y que hizo que que la sociedad temblara.
La historia nos presenta esas 24 horas previas para que salte a la luz el gran problema, y las decisiones drásticas que deben tomar los empresarios. Unas personas sin escrúpulos que lo único que buscan es no perder dinero ni ganancias; y para ello se llevarán por delante a personas, otras empresas y sociedades.
Creo que nos expone claramente cómo algunas personas tienen el control del mundo. Ellos son los que deciden cómo debe funcionar el dinero a través de inversiones; y dichas decisiones influencian directamente en las personas de todo el mundo. Unas decisiones que nunca harán que pierdan ellos aunque sean errores suyos; ya que el que pierde es el trabajador.
El reparto es realmente impresionante. Un elenco de actores de gran nivel regalan unas actuaciones más que sobresalientes. Uno puede observar que los actores desparecen detrás de unos personajes que se encuentran frente a una bomba de situación; que cambiará el rumbo de las personas de manera inmediata.
Todos ellos encandilan y traspasan la pantalla con una facilita sorprendente; haciendo que una trama de gran complejidad resulte cercana y comprensible.
En fin, "Margin Call" es una película muy sorprendente que nos ofrece la cara "b" del mundo financiero. Como personas desconocidas mueven los hilos del mundo; y cómo sus malas decisiones afectan directa y negativamente a todo el mundo. Pero ellos son capaces de sacar siempre beneficios de esos errores que han cometido; y la población paga las consecuencias.
Creo que es una película que no ha sido muy reconocida, y que para nada se le ha dado la suficiente fama que al menos se merece. Es una película de una gran calidad que te atrapa de una forma que no te suelta en ningún momento y te deja boquiabierto.
Creo que lo más impresionante es su increíble guión. Una trama que nos presenta a una empresa de gran renombre que es consciente de una situación financiera de gran riesgo. Es la famosa crisis de 2008 que golpeó a todo el mundo y que hizo que que la sociedad temblara.
La historia nos presenta esas 24 horas previas para que salte a la luz el gran problema, y las decisiones drásticas que deben tomar los empresarios. Unas personas sin escrúpulos que lo único que buscan es no perder dinero ni ganancias; y para ello se llevarán por delante a personas, otras empresas y sociedades.
Creo que nos expone claramente cómo algunas personas tienen el control del mundo. Ellos son los que deciden cómo debe funcionar el dinero a través de inversiones; y dichas decisiones influencian directamente en las personas de todo el mundo. Unas decisiones que nunca harán que pierdan ellos aunque sean errores suyos; ya que el que pierde es el trabajador.
El reparto es realmente impresionante. Un elenco de actores de gran nivel regalan unas actuaciones más que sobresalientes. Uno puede observar que los actores desparecen detrás de unos personajes que se encuentran frente a una bomba de situación; que cambiará el rumbo de las personas de manera inmediata.
Todos ellos encandilan y traspasan la pantalla con una facilita sorprendente; haciendo que una trama de gran complejidad resulte cercana y comprensible.
En fin, "Margin Call" es una película muy sorprendente que nos ofrece la cara "b" del mundo financiero. Como personas desconocidas mueven los hilos del mundo; y cómo sus malas decisiones afectan directa y negativamente a todo el mundo. Pero ellos son capaces de sacar siempre beneficios de esos errores que han cometido; y la población paga las consecuencias.
25 de noviembre de 2022
25 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece mentira, pero han pasado ya casi quince años desde que la gran crisis de 2008 convulsionara el mundo llevándose por delante muchas economías nacionales, empresariales y familiares y, lo que es casi peor, abriendo los ojos a mucha gente sobre lo endebles y volátiles que son las bases en las que se asientan los sistemas financieros globales. Mucha gente se arruinó, casi todos nos tuvimos que apretar el cinturón, pero flota desde entonces la sensación de que la economía mundial tiene mucho de ficción, de teatro, de gente jugando con números que no se corresponden con un valor real y que, en cualquier momento, alguien se dará cuenta y todo se vendrá abajo otra vez. Pero si nos preguntan qué provocó la crisis, sólo unos pocos sabrían explicarla (y eso si les dan pizarra y tiempo), muchos sólo intuyen qué hay detrás de los conceptos que todos hemos venido oyendo desde entonces: Lehman Brothers, prima de riesgo, subprime, bonos indexados y demás y la gran mayoría ni eso.
En el cine hay tres obras que, para mí, han abordado el tema con cierta rigurosidad e interés divulgativo, es decir, tratando de ir más allá de la típica cinta social de gente sufre mucho o que lo ha perdido todo. “Too big to fail” describe a alto nivel, desde la perspectiva de las altas esferas políticas y financieras de EEUU, las horas inmediatamente anteriores y posteriores a la caída de Lehman Brothers, el efecto dominó sobre las economías mundiales y la paradoja de que los sistemas capitalistas y liberales, que defienden la libertad total de los mercados, su crueldad y su total independencia de los estados, tuvieran que aceptar que hay entidades demasiado importantes y con ramificaciones en los más profundo del tejido económico mundial como para dejarlas a merced del destino, siendo necesario ayudarlas con recursos públicos llegado el caso. “Inside Job” es un documental con alguna cara famosa que sí que entra en profundidad sobre las causas de la crisis y aprovecha las capacidades del formato para explicar conceptos de manera casi académica con animaciones y powerpoints, siendo la vez que más cerca he estado yo de entender el tema. Finalmente, “La gran apuesta” se podría considerar como una guionización y escenificación de la obra anterior, que gana en comprensibilidad, hace intuitivas y accesibles algunas situacione, pero a costa de perder profundidad. Amenas a la vez que interesantes, el conjunto de estas tres producciones me parece la manera perfecta de iniciarse en las bases de los sistemas financieros de hoy en día así como para entender sus riesgos y debilidades.
“Margin call” podría ser perfectamente la cuarta pata de esa serie, aunque está más orientada a la parte dramática y emocional que la divulgativa. Algo fría y desconectada del público, personalmente me gustó porque tiene el aliciente de que adopta la perspectiva de los “malos”, un banco de inversiones, cuando son conscientes de la dimensión del lío en el que ellos mismos se han metido con sus políticas y estrategias de riesgo y dinero fácil. Surge entonces un clima de sálvese quien pueda en el que aflora el lado más mezquino de cada uno, sin reparos para seguir cayendo más y más bajo en su inmoralidad, sin aceptar sin más el daño que han provocado en la gente que confió en ellos, y aferrándose hasta el último momento a lo que mejor saben hacer: seguir exprimiendo a sus inversores y buscar chivos expiatorios que carguen con el mochuelo. Incluso las pocas actitudes medio decentes son casi fruto del no tener nada que perder.
Con grandes actores, bien dirigidos y diálogos bien escritos, consigue conectar escenas de una bajeza humana memorable, con personajes supuestamente ficticios (pero perfectamente reconocibles por las noticias y que seguro que coinciden con personalidades conocidas del día a día de cada uno) podridos por el dinero. La película puede resentirse a la hora de enganchar al espectador porque no toca un tema fácil de explicar ni agradable de ver, pero ofrece una perspectiva interesante y pocas veces explotada.
En el cine hay tres obras que, para mí, han abordado el tema con cierta rigurosidad e interés divulgativo, es decir, tratando de ir más allá de la típica cinta social de gente sufre mucho o que lo ha perdido todo. “Too big to fail” describe a alto nivel, desde la perspectiva de las altas esferas políticas y financieras de EEUU, las horas inmediatamente anteriores y posteriores a la caída de Lehman Brothers, el efecto dominó sobre las economías mundiales y la paradoja de que los sistemas capitalistas y liberales, que defienden la libertad total de los mercados, su crueldad y su total independencia de los estados, tuvieran que aceptar que hay entidades demasiado importantes y con ramificaciones en los más profundo del tejido económico mundial como para dejarlas a merced del destino, siendo necesario ayudarlas con recursos públicos llegado el caso. “Inside Job” es un documental con alguna cara famosa que sí que entra en profundidad sobre las causas de la crisis y aprovecha las capacidades del formato para explicar conceptos de manera casi académica con animaciones y powerpoints, siendo la vez que más cerca he estado yo de entender el tema. Finalmente, “La gran apuesta” se podría considerar como una guionización y escenificación de la obra anterior, que gana en comprensibilidad, hace intuitivas y accesibles algunas situacione, pero a costa de perder profundidad. Amenas a la vez que interesantes, el conjunto de estas tres producciones me parece la manera perfecta de iniciarse en las bases de los sistemas financieros de hoy en día así como para entender sus riesgos y debilidades.
“Margin call” podría ser perfectamente la cuarta pata de esa serie, aunque está más orientada a la parte dramática y emocional que la divulgativa. Algo fría y desconectada del público, personalmente me gustó porque tiene el aliciente de que adopta la perspectiva de los “malos”, un banco de inversiones, cuando son conscientes de la dimensión del lío en el que ellos mismos se han metido con sus políticas y estrategias de riesgo y dinero fácil. Surge entonces un clima de sálvese quien pueda en el que aflora el lado más mezquino de cada uno, sin reparos para seguir cayendo más y más bajo en su inmoralidad, sin aceptar sin más el daño que han provocado en la gente que confió en ellos, y aferrándose hasta el último momento a lo que mejor saben hacer: seguir exprimiendo a sus inversores y buscar chivos expiatorios que carguen con el mochuelo. Incluso las pocas actitudes medio decentes son casi fruto del no tener nada que perder.
Con grandes actores, bien dirigidos y diálogos bien escritos, consigue conectar escenas de una bajeza humana memorable, con personajes supuestamente ficticios (pero perfectamente reconocibles por las noticias y que seguro que coinciden con personalidades conocidas del día a día de cada uno) podridos por el dinero. La película puede resentirse a la hora de enganchar al espectador porque no toca un tema fácil de explicar ni agradable de ver, pero ofrece una perspectiva interesante y pocas veces explotada.
30 de marzo de 2024
30 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El señor Chandor es un artesano del cine , este film tiene sabor a vieja escuela, el ritmo es siempre sosegado, natural, sin filigranas; certero y rotundo. Lo que se va desarrollando es lo que hay y punto, no hay pretensiones, exageraciones ni cosas absurdas. Cada actor encaja y cumple, con equilibrio y precisión. En definitiva, me parece una pieza redonda, clásica e imperecedera
5 de marzo de 2012
5 de marzo de 2012
12 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como devorador de cine de todo tipo, estoy empezando a cansarme del tipo de película en el que se puede enmarcar "Margin call".
Y el tipo que me refiero es el siguiente:
Cojamos un tema de actualidad (crisis, redes sociales, paro), contratemos buenos actores para poner sus caras en el cartel. Como ya tenemos al público y a la crítica ganados con las caras de los actores en el cartel, y queremos estafar a los espectadores, simplemente pongamos a los personajes a hablar unos con otros. Ya tenemos los elementos clave: temática, casting y un guión vacío. Ahora, a hacer caja porque la crítica no tendrá narices de poner a parir a un elenco de actores respetables para no quedar mal, aunque lo único que hagan sea repetir sus frases con lentitud, y mirar por la ventana el paisaje de Nueva York (para que comprendamos la trascendencia global de la crisis, como si no la conociéramos ya todos).
En cuanto al público, da igual, ya han pagado su entrada. Cuando nos demos cuenta de que esta película es más aburrida que el debate sobre el estado de la nación, ya será tarde.
¿De verdad alguien se puede divertir con esto?
¿De verdad nos puede interesar lo que habla esta gente?
¿En serio se puede empatizar con el "sufrimiento" de estos brokers causantes de la peor crisis de la historia?
Venga ya, hombre. Esto es un bodrio con todas la letras, y no me avergüenzo de decirlo.
Ya tenemos como mínimo 3 films de temática social actual para enganchar al público, que resultan ser tremendos bodrios con altas cotas de aburrimiento (aunque pocos nos atrevamos a decirlo en voz alta):
"La red social", "The company men", y ahora "Margin call".
Y el tipo que me refiero es el siguiente:
Cojamos un tema de actualidad (crisis, redes sociales, paro), contratemos buenos actores para poner sus caras en el cartel. Como ya tenemos al público y a la crítica ganados con las caras de los actores en el cartel, y queremos estafar a los espectadores, simplemente pongamos a los personajes a hablar unos con otros. Ya tenemos los elementos clave: temática, casting y un guión vacío. Ahora, a hacer caja porque la crítica no tendrá narices de poner a parir a un elenco de actores respetables para no quedar mal, aunque lo único que hagan sea repetir sus frases con lentitud, y mirar por la ventana el paisaje de Nueva York (para que comprendamos la trascendencia global de la crisis, como si no la conociéramos ya todos).
En cuanto al público, da igual, ya han pagado su entrada. Cuando nos demos cuenta de que esta película es más aburrida que el debate sobre el estado de la nación, ya será tarde.
¿De verdad alguien se puede divertir con esto?
¿De verdad nos puede interesar lo que habla esta gente?
¿En serio se puede empatizar con el "sufrimiento" de estos brokers causantes de la peor crisis de la historia?
Venga ya, hombre. Esto es un bodrio con todas la letras, y no me avergüenzo de decirlo.
Ya tenemos como mínimo 3 films de temática social actual para enganchar al público, que resultan ser tremendos bodrios con altas cotas de aburrimiento (aunque pocos nos atrevamos a decirlo en voz alta):
"La red social", "The company men", y ahora "Margin call".
11 de noviembre de 2011
11 de noviembre de 2011
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es lentísima. Cuando por fin acaba, miro el reloj pensando que habrá durado 2 horaa y media ¡sorpresa! no llega a las dos horas. ¡Qué reparto desperdiciado!
En el plano formal, se apunta a la última moda (la penúltima era hacer girar la cámara alrededor de los actores como en un tíovivo), planos cortísimos; vemos un ojo y la nariz del actor, pero no el perfil completo. Este manierismo no aporta absoutamente nada.
En el plano formal, se apunta a la última moda (la penúltima era hacer girar la cámara alrededor de los actores como en un tíovivo), planos cortísimos; vemos un ojo y la nariz del actor, pero no el perfil completo. Este manierismo no aporta absoutamente nada.
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