Ya se ha dicho mucho aquí, y bien, sobre esta gran película.
El núcleo es, una vez más, un juicio y ya se sabe que a poco que se haga bien ya interesa, pero aquí es un juez el juzgado.
Otro filón es la presencia de la madre muerta y la relación del juez con sus tres hijos varones. Sencillamente magnífica evolución del guión.
A esto se une la interpretación de Duwall, pero también de Downey y la de casi todos.
Es verdad que parte del metraje sobra, pero solo en parte. Lo que parece superfluo, como por ejemplo, la estancia de la hija de Hank en casa de su abuelo, sirve para hacer ver que este no es un ogro.

No sabia que tipo de película me iba a encontrar, sabiendo que era un drama y sobre todo por su excesivo metraje, aunque debo reconocer que la pareja protagonista me gusta mucho. Tanto el Sr Juez Robert Duvall tanto como el letrado Robert Downey Jr hacen unos papeles asombrosos y sobre todo muy creíbles. La trama está mil veces vista pero atrapa desde el primer minuto. Los secundarios no lo hacen nada mal, resaltando a la bella Vera Farmiga, Vicent D´Oonofrio y al gran Billy Bob Thornton muy comedido en su papel de abogado de la acusación. Lo dicho estamos ante una película muy recomendable y entretenida. Un muy buen drama judicial que merece la pena su visionado, aunque no apoerte nada nuevo al género.

Una película sensacional, en donde vemos a un actor acostumbrado a papeles secundarios, enfrentándose con acierto a ser protagonista. Y estoy hablando, como no, de Robert Duvall. Lo vimos en la trilogía de el Padrino, en Apocalipse Now Redux, (actor fetiche de Fancis Ford Coppola) y de tantas otras películas.

Unas veces, por cortas, criticamos las películas porque son planas y con personajes poco dibujados y sin fondo. Otras veces de largas si intentan ahondar un poco más. De lo segundo quizás peca un poco esta con sus 140 minutos, pero creo que es necesario para poder empatizar con los personajes.
La verdad es que la trama no es sorprendente, es más, es predecible pero a mí personalmente me ha tocado la fibra.
Robert D. Jr y Robert Duvall están estupendos y siempre disfruto con Vincent D'Onofrio.

Vulgar. Esa es la palabra. Me cuesta entender que esta película con hechuras de TV movie haya tenido esta repercusión; deduzco que será por el mano a mano de los protagonistas. Respecto a esto, lo tengo claro: Duvall ha sido, es y será una leyenda de la interpretación, y Downey Jr ha sido, es y será Tony Stark. Si este es su plan para retomar su carrera después de su etapa Marvel, se equivoca porque su personaje es igual de g*, igual de chulo e igual... de todo. Aunque han tenido la decencia de cortarle la perilla, he sido incapaz de creerme su personaje, un abogado de la gran ciudad que tras una apariencia de desdén y cinismo oculta un corazón de oro: yo solo veía al hombre de lata. ¿Eso destruye la película?: no creo que sea su principal problema, sino que el propio guión es un melodrama muy clasicón rodado de manera muy académica (es decir, de forma plana y anodina), de modo que si me dicen que es una película de los años 80 me lo habría creído sin chistar. En definitiva, obra prescindible.