El caso Sloane
7.0
13,808
Drama
Elizabeth Sloane (Jessica Chastain) es una implacable y ambiciosa lobbista que intenta que fructifique una legislación a favor del control de armas en Washington DC. Para ello intentará usar todos los recursos a su alcance. En las altas esferas del mundo político y empresarial Sloane tiene una reputación formidable. Conocida por su astucia y sus éxitos sin parangón, siempre ha hecho lo que fuera necesario para ganar. Pero cuando se ... [+]
21 de enero de 2018
21 de enero de 2018
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Tiene una buena intriga siempre y cuando uno sea bastante crédulo, porque trata con un personaje atípico, muy exagerado en sus actitudes y hechos, pero bien interpretado, es decir, la película entretiene si uno no es muy crítico.
El final es curioso y sorprende, pero no llega a ser una película de denuncia, cosa que se echa en falta.
El final es curioso y sorprende, pero no llega a ser una película de denuncia, cosa que se echa en falta.
29 de enero de 2018
29 de enero de 2018
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John Madden nos dirige una película con una trama muy política que nos pega al asiento desde el minuto uno hasta el final; gracias a una trama compleja pero que se desarrolla de una forma que no cuesta seguir el hilo; y que se hace plantear la veracidad del gobierno.
Y es que esta película se puede extrapolar a cualquier país, y como los gobiernos son manejados por unas personas que hay detrás; los cuales deciden a través de extorsiones y presiones como deben decidir cada político. Unos políticos que se dejan vender para ocultar sus miserias o por otros beneficios.
Esto es lo que nos presenta el film. Una mujer con una frialdad increíble y con una capacidad única para mover los hilos de la política en Washington. Esos movimientos hacen que se apoyen unas leyes u otras; y en este caso la ley que se quiere cambiar habla de problema de las armas en el país; y como consecuencia de un cierto cambio en la segunda enmienda de la Constitución.
La película hipnotiza. La trama te envuelve de una forma que uno siente las bofetadas que va dando cada escena gracias a una trama irreal; pero que podría ser perfectamente real. Y es que uno siente que esa segunda cara de los gobiernos existe; y en cierto modo da un poco de miedo el comprobar como personas a la sombra mueven un país simplemente a su antojo.
Sin lugar a dudas uno de los motivos del enorme éxito de este film es la impresionante actuación de la gran Jessica Chastain. Su trabajo le valió la nominación a los Globos de Oro, y no es para extrañar. Su interpretación es más que sobresaliente, regalando un personaje que hipnotiza. La actriz derrocha una fuerza impactante y regala un personaje que pisa con seguridad, y que derrocha frialdad para que las situaciones críticas y extremas puedan ser soportables.
Es una gran sorpresa cinematográfica. Uno puede sentir un poco de rechazo pensando que va a ver un film excesivamente político. Pero de verdad que nadie se eche atrás, ya que la historia está muy bien narrada y estructurada; haciendo que el disfrute esté garantizado.
En fin, "El caso Sloane" es una película muy recomendable de ver. Cuenta con numerosos factores para que uno descubra una gran película, la cual engancha desde el minuto uno hasta el final.
Y es que esta película se puede extrapolar a cualquier país, y como los gobiernos son manejados por unas personas que hay detrás; los cuales deciden a través de extorsiones y presiones como deben decidir cada político. Unos políticos que se dejan vender para ocultar sus miserias o por otros beneficios.
Esto es lo que nos presenta el film. Una mujer con una frialdad increíble y con una capacidad única para mover los hilos de la política en Washington. Esos movimientos hacen que se apoyen unas leyes u otras; y en este caso la ley que se quiere cambiar habla de problema de las armas en el país; y como consecuencia de un cierto cambio en la segunda enmienda de la Constitución.
La película hipnotiza. La trama te envuelve de una forma que uno siente las bofetadas que va dando cada escena gracias a una trama irreal; pero que podría ser perfectamente real. Y es que uno siente que esa segunda cara de los gobiernos existe; y en cierto modo da un poco de miedo el comprobar como personas a la sombra mueven un país simplemente a su antojo.
Sin lugar a dudas uno de los motivos del enorme éxito de este film es la impresionante actuación de la gran Jessica Chastain. Su trabajo le valió la nominación a los Globos de Oro, y no es para extrañar. Su interpretación es más que sobresaliente, regalando un personaje que hipnotiza. La actriz derrocha una fuerza impactante y regala un personaje que pisa con seguridad, y que derrocha frialdad para que las situaciones críticas y extremas puedan ser soportables.
Es una gran sorpresa cinematográfica. Uno puede sentir un poco de rechazo pensando que va a ver un film excesivamente político. Pero de verdad que nadie se eche atrás, ya que la historia está muy bien narrada y estructurada; haciendo que el disfrute esté garantizado.
En fin, "El caso Sloane" es una película muy recomendable de ver. Cuenta con numerosos factores para que uno descubra una gran película, la cual engancha desde el minuto uno hasta el final.
25 de marzo de 2018
25 de marzo de 2018
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Un lobbista, según las webs de las principales consultoras, es una persona encargada de ofrecer servicios de relaciones institucionales que se basan en “ayudar a cambiar agendas globales,modificar actitudes, forjar imágenes y extender la influencia de organizaciones e ideas”. Si se utiliza un lenguaje más coloquial un lobbista es la persona que utiliza distintas técnicas para influir a legisladores en favor de sus clientes. Esta es la profesión de la protagonista de El caso Sloane (John Madden, 2016). Un trabajo que para la mentalidad Europea es un desconocido, pero que dentro del liberalismo americano no es más que otra profesión. Eso sí, una profesión de moralidad dudosa, en la que Sloane no duda en utilizar técnicas muy agresivas que en ocasiones derivan en el espionaje puro y duro. Aunque la aparentemente infalible posición de Sloane también se verá en serios riesgos.
Elizabeth Sloane es una de las mejores en su trabajo. La empresa para la que trabaja la tiene en un pedestal y sus colaboradores aguantan sus pullitas sin rechistar, sabiéndose delante de una de las lobbistas más infalibles de EE.UU. Sin embargo, cuando acepta un nuevo puesto para ayudar a que salga adelante una ley que endurezca el acceso a las armas, Sloane se verá en vuelta en una lucha de dimensiones bíblicas en la que no saldrá bien parada. Porque está claro que los métodos de Sloane son bastante opacos, pero ¿hasta que punto son necesarios para enfrentarse a uno de los lobbys con más dinero y poder de EE.UU? Seguramente con juego limpio Sloane no podría competir en igualdad de condiciones frente a las élites de Washington que miran más por su beneficio económico que por el bienestar de los ciudadanos. Las técnicas de Sloane no son más que un mal menor para evitar ese mal mayor que supone la corrupción en las esferas de poder.
Elizabeth Sloane es una de las mejores en su trabajo. La empresa para la que trabaja la tiene en un pedestal y sus colaboradores aguantan sus pullitas sin rechistar, sabiéndose delante de una de las lobbistas más infalibles de EE.UU. Sin embargo, cuando acepta un nuevo puesto para ayudar a que salga adelante una ley que endurezca el acceso a las armas, Sloane se verá en vuelta en una lucha de dimensiones bíblicas en la que no saldrá bien parada. Porque está claro que los métodos de Sloane son bastante opacos, pero ¿hasta que punto son necesarios para enfrentarse a uno de los lobbys con más dinero y poder de EE.UU? Seguramente con juego limpio Sloane no podría competir en igualdad de condiciones frente a las élites de Washington que miran más por su beneficio económico que por el bienestar de los ciudadanos. Las técnicas de Sloane no son más que un mal menor para evitar ese mal mayor que supone la corrupción en las esferas de poder.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En su último discurso frente al tribunal que la juzga, por una infracción administrativa derivada de pagar un viaje a un político, Sloane reconoce que su trabajo no es el más honrado, pero asegura que las élites políticas tienen unos niveles de corrupción muy superiores. Ella al fin y al cabo no es más que un peón de la cadena y son otros los que son untados con mordidas para seguir calentando los sillones del Senado.
El papel de Sloane es muy interesante por varios motivos. En primer lugar, cumple con dos de los rasgos que siempre se asocian a EE.UU: la competitividad y el individualismo. Sloane ha cumplido su sueño americano de llegar a ser una mujer poderosa, con un sueldo más que amplio, pero a base de llevar a la práctica el individualismo y la competitividad más extrema. Además ha tenido que renunciar a su vida personal en pos de su trabajo y ha tenido que adquirir una personalidad implacable y ambiciosa frente a sus compañeros de trabajo. No hay más que ver su forma de vestir, siempre con colores oscuros, sus uñas negras y su pelo extremadamente liso y perfecto para darse cuenta de que Sloane es una mujer inflexible en sus convicciones. Por otro lado, resulta interesante que un papel poderoso e independiente sea interpretado por una mujer. Son muchas las películas de este tipo que son interpretadas por hombres, como por ejemplo ocurría con El lobo de Wall Street, y por ello que aquí sea una mujer la que lleve el mando de la trama es interesante. Aunque Sloane no termina de ser una mujer libre, ya que durante toda la trama arrastra dos puntos débiles que uno no sabe si en caso de ser un hombre serían tan relevantes. Sloane tiene unos graves problemas de insomnio que trata a base de pastillas, muchas veces en cantidades exageradas, y además Sloane mantiene relaciones esporádicas con chicos de compañía. Unas relaciones aparentemente frías, pero que poco a poco se convertirán en sus únicos momentos de flaqueza, hasta el punto de poner en peligro su misión.
Elizabeth Sloane tiene muchas similitudes con el papel que interpretó recientemente Jessica Chastain en Molly`s Game, pero mientras en la cinta de Sorkin se intentaba contextualizar un poco los motivos que llevaban a Molly a actuar como actúa, en El caso Sloane apenas tenemos información de su pasado. Ella reconoce que aceptó el reto de conseguir una legislación para controlar el acceso a las armas por la adrenalina que le suponía alcanzar una de sus mejores victorias, pero no sabemos sus razones. No sabemos qué le hace comportarse como una cínica patológica, obsesionada con el trabajo, ya que tampoco es que se muestre muy feliz. De hecho en más de una ocasión la vemos huyendo de un acto para reponer fuerzas en los baños. Así que aunque en su discurso final admite haberse dado cuenta de que la regulación de las armas era un tema de justicia, seguimos sin saber cual ha sido la razón para que esta lobbista, que nunca ha tenido escrúpulos, empiece a tenerlos y sea capaz de dinamitar su sólida carrera. Mientras que su compañera Esme tiene un motivo claro para luchar por el control de las armas (vivió un tiroteo), Elizabeth parece carecer de pasado. Apenas menciona una vez a su madre y reconoce que no era una buena estudiante en la universidad. Los más poderosos de Washington parecen no ser los más inteligentes. En una secuencia demuestra su total ignorancia sobre Sócrates, al carecer éste de una aplicación práctica. Sloane solo quiere saber lo que le haga ganar y los principios socráticos no son los adecuados para acercarse a la victoria.
Más en planoamericano.wordpress.com
El papel de Sloane es muy interesante por varios motivos. En primer lugar, cumple con dos de los rasgos que siempre se asocian a EE.UU: la competitividad y el individualismo. Sloane ha cumplido su sueño americano de llegar a ser una mujer poderosa, con un sueldo más que amplio, pero a base de llevar a la práctica el individualismo y la competitividad más extrema. Además ha tenido que renunciar a su vida personal en pos de su trabajo y ha tenido que adquirir una personalidad implacable y ambiciosa frente a sus compañeros de trabajo. No hay más que ver su forma de vestir, siempre con colores oscuros, sus uñas negras y su pelo extremadamente liso y perfecto para darse cuenta de que Sloane es una mujer inflexible en sus convicciones. Por otro lado, resulta interesante que un papel poderoso e independiente sea interpretado por una mujer. Son muchas las películas de este tipo que son interpretadas por hombres, como por ejemplo ocurría con El lobo de Wall Street, y por ello que aquí sea una mujer la que lleve el mando de la trama es interesante. Aunque Sloane no termina de ser una mujer libre, ya que durante toda la trama arrastra dos puntos débiles que uno no sabe si en caso de ser un hombre serían tan relevantes. Sloane tiene unos graves problemas de insomnio que trata a base de pastillas, muchas veces en cantidades exageradas, y además Sloane mantiene relaciones esporádicas con chicos de compañía. Unas relaciones aparentemente frías, pero que poco a poco se convertirán en sus únicos momentos de flaqueza, hasta el punto de poner en peligro su misión.
Elizabeth Sloane tiene muchas similitudes con el papel que interpretó recientemente Jessica Chastain en Molly`s Game, pero mientras en la cinta de Sorkin se intentaba contextualizar un poco los motivos que llevaban a Molly a actuar como actúa, en El caso Sloane apenas tenemos información de su pasado. Ella reconoce que aceptó el reto de conseguir una legislación para controlar el acceso a las armas por la adrenalina que le suponía alcanzar una de sus mejores victorias, pero no sabemos sus razones. No sabemos qué le hace comportarse como una cínica patológica, obsesionada con el trabajo, ya que tampoco es que se muestre muy feliz. De hecho en más de una ocasión la vemos huyendo de un acto para reponer fuerzas en los baños. Así que aunque en su discurso final admite haberse dado cuenta de que la regulación de las armas era un tema de justicia, seguimos sin saber cual ha sido la razón para que esta lobbista, que nunca ha tenido escrúpulos, empiece a tenerlos y sea capaz de dinamitar su sólida carrera. Mientras que su compañera Esme tiene un motivo claro para luchar por el control de las armas (vivió un tiroteo), Elizabeth parece carecer de pasado. Apenas menciona una vez a su madre y reconoce que no era una buena estudiante en la universidad. Los más poderosos de Washington parecen no ser los más inteligentes. En una secuencia demuestra su total ignorancia sobre Sócrates, al carecer éste de una aplicación práctica. Sloane solo quiere saber lo que le haga ganar y los principios socráticos no son los adecuados para acercarse a la victoria.
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2 de abril de 2018
2 de abril de 2018
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Buen thriller de espionaje, lleno de emoción y giros inesperados, cargado de tensión y energía hasta su recta final. Espléndida Jessica Chastain, desde un primer momento nos mete en el personaje de una forma clara, su papel va evolucionando en cuanto a trama y el guion con sus saltos en el tiempo y la espontaneidad y ocurrencia de su personaje principal nos mete de lleno en la historia. Cinta que a pesar de sus mas de dos horas de duración no se hace larga, es más va administrando giros lo suficientemente atractivos para engancharte a la trama. En definitiva film bastante bueno, muy recomendable para pasar un buen rato.
11 de abril de 2018
11 de abril de 2018
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El caso Sloane es una de esas cintas que tienen un gran pulso narrativo, mezclando drama, thriller, el mundo de la política y los lobbies. Una película energética, como esas bebidas que están tan de moda, con diálogos y monólogos frenéticos donde el truco, como refiere la protagonista al principio de la película es así: “El trabajo de un lobbista consiste en anticiparse”; o sea, ir siempre un paso por delante de tu enemigo, que no te sorprenda, ser tú quien le sorprendas a él para asestarle el golpe definitivo en el momento decisivo.
La película la dirige un John Madden que consigue con esta cinta una película delirante, tanto en acciones, como con unos diálogos y monólogos a los que hay que estar atentos para no perder comba, pues tienen un ritmo casi agotador, amén de constituir una polvareda de cinismo y complicidad. El director compone un una narración a modo de excitante 'thriller' de espionaje que se mueve con la rapidez de un rayo. Juega un papel principal en la obra el guionista Jonathan Perera, con un libreto que apenas da tregua en su vértigo.
El reparto es ante todo y sobre todo una magnífica Jessica Chastian de tez insomne, piel pálida y apariencia frágil, aunque en la historia se mueve a firme golpe de tacón, como una tigresa en un mundo de leones, con cierta reivindicación feminista: Chastian está creíble e inconmensurable en su trabajo, cual poderosa supernova que arrasa y brilla con luz propia; el papel era para ella y la película es ella. Le acompaña un elenco de primera con actores y actrices interesantes como Mark Strong (muy bien como Schmidt, el filántropo y nuevo jefe de la lobbista) o Gugu Mbatha-Raw (bonita y precisa en su interpretación de Esme).
En Norteamérica la película parece haber sido recibida con la misma división de opiniones que en el Imperio provoca la temática de la adquisición y uso de armas de fuego. En nuestro caso español, podemos ver la cinta más neutralmente, pues aún no tenemos ese problema.
La película de Madden es entretenida, con un metraje un poco excesivo que, no obstante, consigue mantener la atención del espectador. Lo que sí quiero apuntar es que me parece que al final del relato, el guión pierde coherencia y más parece que encaja las piezas forzadamente, incluso con algún equívoco por medio, a fin de concluir con un final de gran impacto. Pero claro, esto le resta un tanto de ligazón a lo que venía narrando.
La película la dirige un John Madden que consigue con esta cinta una película delirante, tanto en acciones, como con unos diálogos y monólogos a los que hay que estar atentos para no perder comba, pues tienen un ritmo casi agotador, amén de constituir una polvareda de cinismo y complicidad. El director compone un una narración a modo de excitante 'thriller' de espionaje que se mueve con la rapidez de un rayo. Juega un papel principal en la obra el guionista Jonathan Perera, con un libreto que apenas da tregua en su vértigo.
El reparto es ante todo y sobre todo una magnífica Jessica Chastian de tez insomne, piel pálida y apariencia frágil, aunque en la historia se mueve a firme golpe de tacón, como una tigresa en un mundo de leones, con cierta reivindicación feminista: Chastian está creíble e inconmensurable en su trabajo, cual poderosa supernova que arrasa y brilla con luz propia; el papel era para ella y la película es ella. Le acompaña un elenco de primera con actores y actrices interesantes como Mark Strong (muy bien como Schmidt, el filántropo y nuevo jefe de la lobbista) o Gugu Mbatha-Raw (bonita y precisa en su interpretación de Esme).
En Norteamérica la película parece haber sido recibida con la misma división de opiniones que en el Imperio provoca la temática de la adquisición y uso de armas de fuego. En nuestro caso español, podemos ver la cinta más neutralmente, pues aún no tenemos ese problema.
La película de Madden es entretenida, con un metraje un poco excesivo que, no obstante, consigue mantener la atención del espectador. Lo que sí quiero apuntar es que me parece que al final del relato, el guión pierde coherencia y más parece que encaja las piezas forzadamente, incluso con algún equívoco por medio, a fin de concluir con un final de gran impacto. Pero claro, esto le resta un tanto de ligazón a lo que venía narrando.
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