Ready Player One: Comienza el juego
6.7
40,544
Ciencia ficción. Aventuras. Acción
Año 2045. Wade Watts es un adolescente al que le gusta evadirse del cada vez más sombrío mundo real a través de una popular utopía virtual a escala global llamada "Oasis". Un día, su excéntrico y multimillonario creador muere, pero antes ofrece su fortuna y el destino de su empresa al ganador de una elaborada búsqueda del tesoro a través de los rincones más inhóspitos de su creación. Será el punto de partida para que Wade se enfrente a ... [+]
9 de mayo de 2019
9 de mayo de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra plagada de efectos especiales de primera calidad en una adaptación dirigida por Steven Spielberg,en un producto que ofrece buenos momentos de entretenimiento con el que mantener el interés del espectador y por lo menos no aburrir.
La trama le permite a Spielberg y su equipo habitual, ofrecer algo llamativo y entretenido, ofreciendo lecturas y aprendizajes de interés, pero caen en el empleo abusivo de efectos digitales, llegando a saturar la pantalla en muchos momentos y resultando de agradecer un descanso del universo virtual para tomar contacto con la realidad.
Es un película que me ha saturado y cansado en determinados momentos.
Para ver y disfrutar de los homenajes y guiños que hay en la película, pero no la volveré a ver.
Yo no estaba preparado para tanto juego virtual.
La trama le permite a Spielberg y su equipo habitual, ofrecer algo llamativo y entretenido, ofreciendo lecturas y aprendizajes de interés, pero caen en el empleo abusivo de efectos digitales, llegando a saturar la pantalla en muchos momentos y resultando de agradecer un descanso del universo virtual para tomar contacto con la realidad.
Es un película que me ha saturado y cansado en determinados momentos.
Para ver y disfrutar de los homenajes y guiños que hay en la película, pero no la volveré a ver.
Yo no estaba preparado para tanto juego virtual.
25 de julio de 2019
25 de julio de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El caso del presente film es curioso, pues, y basándose en una aclamada novela que habla de la cultura Pop ochentera, la película gustará a los espectadores jóvenes, en vez de a los que recurran a su visionado por ser de ésa época. Entre otras, porque:
-Todos hemos visto los filmes de Spielberg (cuando dirigía de verdad, incluso haciendo ‘infantiladas’ notables como; ‘el templo maldito’ o ‘E.T’). Y aquí, intentando adaptarse al Target actual, acaba realizando un film flojo, con un mensaje final del cual, creo, no está ni convencido ( y es para no estarlo, da verguenza ajena). Además, metiendo con calzador cosas muy de la casa: el grupito pandi infantil (mejor verse, pues. ‘los Goonies’ y Scoby doo’) y una escena final que pretende ser emotiva pero con la que no empatizas para nada (nada, hay que ir a E.T para eso)
-Apenas hay referencias a la cultura Pop, sólo unas pocas. Todo ello escaso, sin resultar lo suficientemente atractivo tampoco para resaltar sólo por ése aspecto a la película. Hay mejores fuentes para hacer un buen Remenbering nostálgico
-Para contarte una fábula acerca del monopolio y hacer una metáfora través de la realidad virtual, pues se ve la excelente ‘Tron’..de los ochenta, claro:)
-Para explicarte que una persona, con maña, puede poner patas arriba ‘el destino de la humanidad’ (ejem, ejem, aquí) y liarla a tope desde su casa, pues uno se ve ‘Juegos de guerra’..sí, de los ochenta también.
Se deja ver, sí..sin más. Mucho ruido y pocas nueces de fondo. Me vuelvo a los ochenta, con historias, acción, mensaje y efectos compensados.
-Todos hemos visto los filmes de Spielberg (cuando dirigía de verdad, incluso haciendo ‘infantiladas’ notables como; ‘el templo maldito’ o ‘E.T’). Y aquí, intentando adaptarse al Target actual, acaba realizando un film flojo, con un mensaje final del cual, creo, no está ni convencido ( y es para no estarlo, da verguenza ajena). Además, metiendo con calzador cosas muy de la casa: el grupito pandi infantil (mejor verse, pues. ‘los Goonies’ y Scoby doo’) y una escena final que pretende ser emotiva pero con la que no empatizas para nada (nada, hay que ir a E.T para eso)
-Apenas hay referencias a la cultura Pop, sólo unas pocas. Todo ello escaso, sin resultar lo suficientemente atractivo tampoco para resaltar sólo por ése aspecto a la película. Hay mejores fuentes para hacer un buen Remenbering nostálgico
-Para contarte una fábula acerca del monopolio y hacer una metáfora través de la realidad virtual, pues se ve la excelente ‘Tron’..de los ochenta, claro:)
-Para explicarte que una persona, con maña, puede poner patas arriba ‘el destino de la humanidad’ (ejem, ejem, aquí) y liarla a tope desde su casa, pues uno se ve ‘Juegos de guerra’..sí, de los ochenta también.
Se deja ver, sí..sin más. Mucho ruido y pocas nueces de fondo. Me vuelvo a los ochenta, con historias, acción, mensaje y efectos compensados.
21 de abril de 2020
21 de abril de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
la película esta tan mal llevada, que no solo te bombardea constantemente con referencias a videojuegos, películas, series y demás ámbitos de la cultura pop de los últimos 50 años, sino que ademas de demostrar que no tiene ninguna personalidad propia, (esto no es culpa suya únicamente ya que el libro es mas o menos lo mismo) los primeros 30/35 minutos de películas son de pura exposición.
Porque, para que tomarse la molestia de contarnos el malestar de la sociedad o la distopía en el futuro que nos presenta de manera ingeniosa y a través de lo que podemos ver y escuchar en pantalla. Cuando simplemente puede tratar al espectador como un idiota al que se le tiene que contar toda la historia durante 30 minutos porque sino va a ser incapaz de comprender 4 o 5 conceptos.
y eso es básicamente la película, nada avanza, los personajes son todos planos al igual que la historia, y parece que mientras se pensaba en los protagonistas tenían en mente al tipo de gente a la que querían destinar el film porque cada uno de los protagonistas (quizá se salve un poco la chica, no mucho) son estúpidos.
Todos se mueven por razones vacías y en ningún momento notas que algo les haya afectado en lo mas mínimo, solo se limitan a seguir las directrices que el largometraje te expone constantemente.
Porque, para que tomarse la molestia de contarnos el malestar de la sociedad o la distopía en el futuro que nos presenta de manera ingeniosa y a través de lo que podemos ver y escuchar en pantalla. Cuando simplemente puede tratar al espectador como un idiota al que se le tiene que contar toda la historia durante 30 minutos porque sino va a ser incapaz de comprender 4 o 5 conceptos.
y eso es básicamente la película, nada avanza, los personajes son todos planos al igual que la historia, y parece que mientras se pensaba en los protagonistas tenían en mente al tipo de gente a la que querían destinar el film porque cada uno de los protagonistas (quizá se salve un poco la chica, no mucho) son estúpidos.
Todos se mueven por razones vacías y en ningún momento notas que algo les haya afectado en lo mas mínimo, solo se limitan a seguir las directrices que el largometraje te expone constantemente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay muchísimos fallos en la película, pero uno me llamo la atención porque mas que cabrearme me hizo gracia y lo voy a contar:
En un momento dado de la trama se enseña que los malos consiguen identificar y seguir la pista a un personaje a través de una maquina que es capaz de analizar un tatuaje que lleva dicho personaje, hasta ahí "bien". El problema llega cuando los protagonistas están huyendo en una furgoneta y los enemigos les empieza a perseguir gracias a que el aparato antes mencionado es capaz de reconocer un graffiti que tiene el vehículo en uno de sus lados.
Y aquí es cuando yo pienso, yo no vivo en el futuro, ni tengo esa maquina pero estoy seguro de que la policía puede seguir un vehículo y tenerlo localizado gracias a algo que en el futuro han debido perder, algo llamado matricula.
Pero bueno menos mal que los malhechores tienen dinero para aparatos como ese, porque debe ser que un bolígrafo para apuntar la matricula en ese momento no existe.
En un momento dado de la trama se enseña que los malos consiguen identificar y seguir la pista a un personaje a través de una maquina que es capaz de analizar un tatuaje que lleva dicho personaje, hasta ahí "bien". El problema llega cuando los protagonistas están huyendo en una furgoneta y los enemigos les empieza a perseguir gracias a que el aparato antes mencionado es capaz de reconocer un graffiti que tiene el vehículo en uno de sus lados.
Y aquí es cuando yo pienso, yo no vivo en el futuro, ni tengo esa maquina pero estoy seguro de que la policía puede seguir un vehículo y tenerlo localizado gracias a algo que en el futuro han debido perder, algo llamado matricula.
Pero bueno menos mal que los malhechores tienen dinero para aparatos como ese, porque debe ser que un bolígrafo para apuntar la matricula en ese momento no existe.
30 de marzo de 2018
30 de marzo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los 80 están de moda. A las cada vez más numerosas prducciones basadas en la cultura de esta época dorada para muchos, se suma el granito de Spielberg con su adaptación de una novela que en poco tiempo se ha convertido en de culto para los gamers. Como ocurre siempre, aquellos que han leido el libro sentirán que es mejor que la película. Coincido. El encargado del guión es el mismo escritor e introduce cambios muy necesarios en la trama, especialmente en las pruebas, con la finalidad de marcar un ritmo imprescindible en el cine para contanos algo que una novela puede hacer mucho más distendidamente. Si sumamos esto a la, a veces, necesaria variación de referencias ( ya sea por problemas de derechos, ya sea porque los que conocemos el mundillo sospechamos quien ha pagado más o menos por salir o sumplemente, para que resulten más accesibles a la mayoría), restamos complejidad a la trama ( que ojo, no es que sea muy compleja en el libro, pero aún mas) y eliminamos los pocos elementos oscuros que añadían cierta adultez a la historia, obtendremos este Ready Player One de Spielberg que es, sencillamente, una película de aventuras infantilizada, entretenida y muy espectacular de ver por unos excelentes efectos visuales. Le hubiese pedido un poco más, la verdad, como ahondar un poquito en la complejidad de la trama, en el mundo del protagonista...en vez de alargar algunas escenas de las cuales podría haberse sacado el tiempo. Quería simplemente que se convirtiese en una de esas películas que ves otra vez de vez en cuando porque tiene algo. Sin embargo no pudo ser y sé que la volveré a ver en formato domestico para jugar a " ¿Dónde está Wally?" con todos los personajes que aparecen, pero no porque emane la mágia que sí desprenden aquellas producciones ochenteras en las que se inspira.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mis "quejas" contra la película no van dirigidas a los cambios, o mejor dicho, no a todos. Por ejemplo, partidas a juegos como Joust o Pac Man encajan en las novelas pero en la película hubiese sido demasiado soso. Entiendo que lo sustituyan por una carrera, y mola más. Luego está el tema de licencias de personajes. Hubiera quedado genial ver la lucha de los robots originales, ver a Ultraman... pero es comprensible. Sin embargo la referencia que me hubiera gustado ver más, la de la película de Juegos de Guerra, que es tal vez la mejor película basada en videojuegos.... me falto. ¿El resplandor? Esta bien pero... Por otro lado, se cargan los toques oscuros ( la muerte de algunos personajes, la desconfianza entre ellos, la extrema pobreza...) Sorrento y la IOI se convierten en caricaturas frente a la seria amenaza que son originalmente, se cargan el plan de Wade sustituyendolo por una artimaña de Art3mis... En fin. Podria seguir pero en general creo que tan solo quería una adaptación un poquiiito mas adulta, algo de adolescentes al menos más que de niños.
31 de marzo de 2018
31 de marzo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Este texto puede contener algún detalle menor sobre la trama, nada concreto; excepto en la parte de spoiler)
Uno no sabe cómo abordar una crítica cuando se enfrenta a este tipo de obras. Me refiero a aquellas basadas en un material original que nos gusta. Pasó con Warcraft, que cuando se estrenó los fans disfrutaron de ver uno de sus universos favoritos en la gran pantalla y ser capaces de captar todos los guiños que contenía al videojuego de Blizzard. Sin embargo, los críticos, ajenos al material del que se basa, la vapulearon. Con Ready Player One pasa algo parecido; sus placeres, tal y como se ha vendido, consisten en ser un mar de referencias. Aquellos afines al material en el que se basa (y con esto no me refiero al libro de Ernest Cline, sino a los videojuegos y la cultura pop de los 80 a la que referencia) se verán jugando a una especie de “buscando a wally” con todos los personajes que aparecen de fondo en la cinta, y hay cierto placer en esto.
Pero hay un problema con las obras que se basan en la referencia: no aguantan muy bien sucesivos visionados. Esto último es por la naturaleza, inherentemente caduca, de la propia referencia. Disfruté en la sala del cine, como amante de los videojuegos y algunas de las películas mentadas, sabiéndome destinatario de muchas de las referencias que de manera cómplice me arrojaba la película a la cara. Disfruté, sin duda alguna. En cierto momento, un personaje comenta algo así como “Por eso juego a oasis, porque está lleno de todas las cosas que nos encantan”, haciendo, queriéndolo o sin querer, un metacomentario sobre Ready Player One. A pesar de todo, y por la naturaleza temporal que comentaba antes, mi percepción sobre la calidad de RPO se ha visto disminuida con el paso de las horas. La referencia se revela, al final, como de poco valor. Mencionar otra obra existente para lograr complicidad con el espectador es fácil, apela a nuestro fan interior y esto hace que nos olvidemos del resto. Pero todo esto solo sirve para, en cierta medida, aumentar un poco nuestro ego, a ver quién es el que pilla más referencias. Mirar al compañero de la silla de al lado y decir “¿Has visto eso? Es un Delorean” o quizás “Hostias, ha mencionado a GoldenEye de la Nintendo 64”.
Como he dicho antes,hacer esto es fácil, todo podríamos llenar una película de todas las cosas que nos gustan, y con esto tendríamos un cierto público asegurado; pero qué porcentaje de ese público está ahí por esa sensación de hermandad y cuánta porque realmente les parezca una buena película. Quitemos toda la parafernalia de metaficción paródica y autorreferencial. Fuera con eso. ¿Qué nos queda? Pues una historia, con suerte, tirando a normalita. Con la proliferación de los últimos años del subgénero de la distopía adolescente (“los juegos del hambre”, “divergente”, “el corredor del laberinto” …) otra narración sobre un protagonista adolescente, uniéndose a una especie de rebelión contra un gobierno autoritario formado principalmente por adultos, se antoja insuficiente. Todo esto con el obligatorio romance adolescente, por supuesto. Aderezando el conjunto con una estructura típica de videojuegos; conseguir tres objetos (llaves en este caso) para llegar hasta el objeto final custodiado por el “final boss” que al final es derrotado y para casa. Al final del día Ready Player One es otra distopía aguada más, típica en su premisa y en su desarrollo. Pero, si eres el target al que apela, merece la pena verse aunque sea una sola vez, ni que sea por que disfruté de alguna que otra escena (1) y, al final, que nos quiten lo bailao.
Uno no sabe cómo abordar una crítica cuando se enfrenta a este tipo de obras. Me refiero a aquellas basadas en un material original que nos gusta. Pasó con Warcraft, que cuando se estrenó los fans disfrutaron de ver uno de sus universos favoritos en la gran pantalla y ser capaces de captar todos los guiños que contenía al videojuego de Blizzard. Sin embargo, los críticos, ajenos al material del que se basa, la vapulearon. Con Ready Player One pasa algo parecido; sus placeres, tal y como se ha vendido, consisten en ser un mar de referencias. Aquellos afines al material en el que se basa (y con esto no me refiero al libro de Ernest Cline, sino a los videojuegos y la cultura pop de los 80 a la que referencia) se verán jugando a una especie de “buscando a wally” con todos los personajes que aparecen de fondo en la cinta, y hay cierto placer en esto.
Pero hay un problema con las obras que se basan en la referencia: no aguantan muy bien sucesivos visionados. Esto último es por la naturaleza, inherentemente caduca, de la propia referencia. Disfruté en la sala del cine, como amante de los videojuegos y algunas de las películas mentadas, sabiéndome destinatario de muchas de las referencias que de manera cómplice me arrojaba la película a la cara. Disfruté, sin duda alguna. En cierto momento, un personaje comenta algo así como “Por eso juego a oasis, porque está lleno de todas las cosas que nos encantan”, haciendo, queriéndolo o sin querer, un metacomentario sobre Ready Player One. A pesar de todo, y por la naturaleza temporal que comentaba antes, mi percepción sobre la calidad de RPO se ha visto disminuida con el paso de las horas. La referencia se revela, al final, como de poco valor. Mencionar otra obra existente para lograr complicidad con el espectador es fácil, apela a nuestro fan interior y esto hace que nos olvidemos del resto. Pero todo esto solo sirve para, en cierta medida, aumentar un poco nuestro ego, a ver quién es el que pilla más referencias. Mirar al compañero de la silla de al lado y decir “¿Has visto eso? Es un Delorean” o quizás “Hostias, ha mencionado a GoldenEye de la Nintendo 64”.
Como he dicho antes,hacer esto es fácil, todo podríamos llenar una película de todas las cosas que nos gustan, y con esto tendríamos un cierto público asegurado; pero qué porcentaje de ese público está ahí por esa sensación de hermandad y cuánta porque realmente les parezca una buena película. Quitemos toda la parafernalia de metaficción paródica y autorreferencial. Fuera con eso. ¿Qué nos queda? Pues una historia, con suerte, tirando a normalita. Con la proliferación de los últimos años del subgénero de la distopía adolescente (“los juegos del hambre”, “divergente”, “el corredor del laberinto” …) otra narración sobre un protagonista adolescente, uniéndose a una especie de rebelión contra un gobierno autoritario formado principalmente por adultos, se antoja insuficiente. Todo esto con el obligatorio romance adolescente, por supuesto. Aderezando el conjunto con una estructura típica de videojuegos; conseguir tres objetos (llaves en este caso) para llegar hasta el objeto final custodiado por el “final boss” que al final es derrotado y para casa. Al final del día Ready Player One es otra distopía aguada más, típica en su premisa y en su desarrollo. Pero, si eres el target al que apela, merece la pena verse aunque sea una sola vez, ni que sea por que disfruté de alguna que otra escena (1) y, al final, que nos quiten lo bailao.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
(1) Impagable la secuencia en la que viajan a la película "El Resplandor".
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