Charlie y la fábrica de chocolate
2005 

6.6
97,130
Fantástico. Comedia. Infantil
Charlie Bucket (Freddie Highmore), un niño muy bueno de una familia muy pobre, gana un concurso para disfrutar de una visita de un día a la gigantesca fábrica de chocolate del excéntrico Willy Wonka (Johnny Depp) y su equipo de Oompa-Loompas. Cuatro niños más de diferentes partes del mundo lo acompañarán a través de un mundo fantástico y mágico lleno de diferentes sabores.
5 de febrero de 2012
5 de febrero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando a un lado el olvidable remake de El planeta de los simios, la carrera de Tim Burton es de las más coherentes que se puedan encontrar. Fiel a una forma muy personal de entender el cine y las historias que cuenta, absolutamente todas sus películas, independientemente de que sus personajes hayan nacido de la imaginación de otros autores, responden a su personal y único mundo creativo.
En ese sentido, y al igual que sucediera con la más reciente Alicia en el pais de las maravillas, la historia de Charlie y la fábrica de chocolate, del escritor Roald Dahl, parecía escrita exclusivamente para que Tim Burton la llevara al cine. Desgraciadamente el resultado final de la película es uno de los más flojos dentro de una carrera casi siempre notable como la suya.
La película cuenta la historia de Charlie, un niño que vive en una casa casi en ruinas con sus padres y con sus cuatro abuelos, viviendo todos ellos del poco dinero que consigue su padre. Su mayor ilusión consiste en poder visitar la fábrica de chocolate de Willy Wonka junto a su abuelo. Y su sueño se hace realidad, junto al de otros cuatro niños, cuando en una de tableta de chocolate que le compran como regalo consigue uno de los cinco billetes dorados que le permiten realizar la visita.
A partir del momento en que los niños y sus acompañantes entran en la misteriosa fábrica y conocen al extraño Willy Wonka comienza un festival del color tan brillante como cansino, salpicado de unos insufribles numeros musicales a cargo de los peculiares Oompa-Loompas, y de unos compañeros de visita de trazo grueso al servicio de un mensaje demasiado obvio.
La película empieza de forma espléndida. La vida de Charlie antes de entrar en la fábrica, la convivencia con su familia, especialmente con sus abuelos, el entorno que les rodea, triste pero optimista, están a la altura de lo mejor que sabe hacer Tim Burton. Sabe captar la atención del espectador a trevés de los ojos, de los oidos, y tambien del corazón.
Pero después de esto, una vez nos introduce en la fábrica de chocolate de Willy Wonka, se deja llevar, hasta la exasperación, por la infinitas posibilades que la historia la proporciona a nivel visual, olvidándose de apotar un poco más de sutileza al mensaje, obviamente positivo, que se desprende de la obra de Roald Dahl. No se como se afrontó la misma historia en la versión que hace más de cuarenta años interpretó Gene Wilder, pero en esta ocasión desde el momento en que se abren las puertas de la fábrica la película solo alcanza algún interés en los momentos en los que Willy Wonka recuerda su infancia, que es cuando Tim Burton aprovecha para volver a ofrecer, aunque sea brevemente, lo mejor de su talento.
(sigue sin spoiler)
En ese sentido, y al igual que sucediera con la más reciente Alicia en el pais de las maravillas, la historia de Charlie y la fábrica de chocolate, del escritor Roald Dahl, parecía escrita exclusivamente para que Tim Burton la llevara al cine. Desgraciadamente el resultado final de la película es uno de los más flojos dentro de una carrera casi siempre notable como la suya.
La película cuenta la historia de Charlie, un niño que vive en una casa casi en ruinas con sus padres y con sus cuatro abuelos, viviendo todos ellos del poco dinero que consigue su padre. Su mayor ilusión consiste en poder visitar la fábrica de chocolate de Willy Wonka junto a su abuelo. Y su sueño se hace realidad, junto al de otros cuatro niños, cuando en una de tableta de chocolate que le compran como regalo consigue uno de los cinco billetes dorados que le permiten realizar la visita.
A partir del momento en que los niños y sus acompañantes entran en la misteriosa fábrica y conocen al extraño Willy Wonka comienza un festival del color tan brillante como cansino, salpicado de unos insufribles numeros musicales a cargo de los peculiares Oompa-Loompas, y de unos compañeros de visita de trazo grueso al servicio de un mensaje demasiado obvio.
La película empieza de forma espléndida. La vida de Charlie antes de entrar en la fábrica, la convivencia con su familia, especialmente con sus abuelos, el entorno que les rodea, triste pero optimista, están a la altura de lo mejor que sabe hacer Tim Burton. Sabe captar la atención del espectador a trevés de los ojos, de los oidos, y tambien del corazón.
Pero después de esto, una vez nos introduce en la fábrica de chocolate de Willy Wonka, se deja llevar, hasta la exasperación, por la infinitas posibilades que la historia la proporciona a nivel visual, olvidándose de apotar un poco más de sutileza al mensaje, obviamente positivo, que se desprende de la obra de Roald Dahl. No se como se afrontó la misma historia en la versión que hace más de cuarenta años interpretó Gene Wilder, pero en esta ocasión desde el momento en que se abren las puertas de la fábrica la película solo alcanza algún interés en los momentos en los que Willy Wonka recuerda su infancia, que es cuando Tim Burton aprovecha para volver a ofrecer, aunque sea brevemente, lo mejor de su talento.
(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Johnny Depp y Tim Burton se puede decir que son almas gemelas, que se complementan perfectamente a la hora de hacer películas. El problema es que despues de tantos años, los recursos del actor para hacer el mismo tipo de personaje que siempre le ofrece el director, están un poco agotados, y este Willy Wonka, al igual que le sucedía al posterior sombrerero loco de Alicia en el pais de las maravillas, resulta más un disfraz exagerado que un verdadero personaje.
16 de noviembre de 2012
16 de noviembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un trabajo muy embriagador del estrambótico director Tim Burton.
Es una historia bonita, personal y entretenida, aunque no es ni de lejos de lo mejor de Burton.
La ambientación es lo mejor de la película y algunos puntos de humor, pero sobre todo destaco a su protagonista Johnny Depp, sin él esta película no valdría ni la mitad de lo que vale, como casi siempre Depp-Burton forman un combo exquisito e irresistible.
No me han gustado ninguna de sus canciones, las que cantan los enanos esos.
En definitiva para pasar un rato divertido no está nada mal.
Interesante.
Es una historia bonita, personal y entretenida, aunque no es ni de lejos de lo mejor de Burton.
La ambientación es lo mejor de la película y algunos puntos de humor, pero sobre todo destaco a su protagonista Johnny Depp, sin él esta película no valdría ni la mitad de lo que vale, como casi siempre Depp-Burton forman un combo exquisito e irresistible.
No me han gustado ninguna de sus canciones, las que cantan los enanos esos.
En definitiva para pasar un rato divertido no está nada mal.
Interesante.
28 de marzo de 2013
28 de marzo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Delirante propuesta basada en un exitoso libro infantil.
De agradable y fascinante pesadilla podría calificarse este film de historia demencial y puesta en escena dulce y terrorífica. Uno no sabe qué pensar: si acaso Burton se rebela contra este cuento raro y le saca y subraya sus evidentes colores terroríficos y agobiantes -casi pedófilos, con esa suerte de loco Michael Jackson espeluznante- o, por contra, disfruta con una narración que le viene al pelo al universo estilizado, emotivo, excéntrico y distópico que tanto le gusta. Quizá ambas cosas, la verdad.
De este contraste esquizoide sale una mezcla que a bien seguro un día te fascina y al siguiente odias hasta la muerte. Una película imposible parida con sabiduría en un empacho de órdago.
Tomar con precaución.
De agradable y fascinante pesadilla podría calificarse este film de historia demencial y puesta en escena dulce y terrorífica. Uno no sabe qué pensar: si acaso Burton se rebela contra este cuento raro y le saca y subraya sus evidentes colores terroríficos y agobiantes -casi pedófilos, con esa suerte de loco Michael Jackson espeluznante- o, por contra, disfruta con una narración que le viene al pelo al universo estilizado, emotivo, excéntrico y distópico que tanto le gusta. Quizá ambas cosas, la verdad.
De este contraste esquizoide sale una mezcla que a bien seguro un día te fascina y al siguiente odias hasta la muerte. Una película imposible parida con sabiduría en un empacho de órdago.
Tomar con precaución.
20 de julio de 2005
20 de julio de 2005
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menos mal que Tim Burton ha retomado las riendas de su carrera cinematografica. Con Charlie y la fabrica de chocolate vuelvo a confiar en la magia de sus peliculas.
Ya no me fiaba yo de sus remakes, con El planeta de los simios ya tuvimos suficiente (que mala que es!). Y es que Charlie ya tiene una version cinematografica muy conocida en EEUU con Gene Wilder en el papel de Willy Wonka.
Pero no! Burton se reconcilio con el buen cine con Big Fish y se reafirma (y de que manera!) con Charlie y la fabrica de chocolate.
La pelicula es quiza la mas divertida del director (Beetlejuice quiza en segundo lugar) y a primera vista parece un alejamiento de su estetica oscura y gotica pero se puede decir que deja un sabor muy agradable a Tim Burton.
Johnny Depp, cada vez mas popular, es el centro de un mundo que brilla por si solo. Los decorados, los colores, los detalles, los numeros musicales, la historia, el abuelo, la musica... hay tantas cosa buenas en esta pelicula! Pero aun asi Willy Wonka es quien nos atrapa.
En fin, dos horas que vuelan en la sala de cine. Ya tengo ganas de verla otra vez!!
Desde Washington,
Antonio
Ya no me fiaba yo de sus remakes, con El planeta de los simios ya tuvimos suficiente (que mala que es!). Y es que Charlie ya tiene una version cinematografica muy conocida en EEUU con Gene Wilder en el papel de Willy Wonka.
Pero no! Burton se reconcilio con el buen cine con Big Fish y se reafirma (y de que manera!) con Charlie y la fabrica de chocolate.
La pelicula es quiza la mas divertida del director (Beetlejuice quiza en segundo lugar) y a primera vista parece un alejamiento de su estetica oscura y gotica pero se puede decir que deja un sabor muy agradable a Tim Burton.
Johnny Depp, cada vez mas popular, es el centro de un mundo que brilla por si solo. Los decorados, los colores, los detalles, los numeros musicales, la historia, el abuelo, la musica... hay tantas cosa buenas en esta pelicula! Pero aun asi Willy Wonka es quien nos atrapa.
En fin, dos horas que vuelan en la sala de cine. Ya tengo ganas de verla otra vez!!
Desde Washington,
Antonio
31 de julio de 2010
31 de julio de 2010
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay muchas cosas que se suponen que son buenas y nadie se anima luego a decir que no le gustaron. Con Charlie y la fábrica de chocolate pasa eso. Los cinéfilos dicen: que genial!!!, y la prensa dice otro tanto. Yo no voy a caer en lo mismo. La película no me gustó, el argumento es pobre y sostenido solo con alambre, Deep parece una caricatura de Michael Jackson que me resultó como una piedra en el zapato durante toda la película. En algunos aspects puede resultar casi educativa, pero yo voy al cine para divertirme; a aprender voy a la escuela o a leer un libro sobre buenos modales. Una chafa total..!!! :(
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