Pieles
4.9
7,983
12 de septiembre de 2021
12 de septiembre de 2021
10 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La peor película que he visto jamás, no se puede hacer una película más mala que ésta.
Lo peor es que no sé como a Netflix no le da vergüenza tener una película como ésta en su catálogo.
Me da pena por los actores que actúan en ella, es motivo de avergonzarse para el resto de su carrera
La belleza es pasajera, la juventud igual, pero este bodrio quedará ahí para siempre y el director ( que por cierto no tiene talento alguno y el que le diga lo contrario, mejor apartárselo de amigo ) mirará atrás con arrepentimiento seguramente y dirá ....¿ cómo he podido hacer una película así?
Por cierto, vaya pérdida de tiempo y dinero, si costó 1 millón de euros hacerla ( independientemente si recibió dinero público o no ) y al final no recauda más de 80.000 euros...vaya pérdida tremenda para la productora.
Lo peor es que no sé como a Netflix no le da vergüenza tener una película como ésta en su catálogo.
Me da pena por los actores que actúan en ella, es motivo de avergonzarse para el resto de su carrera
La belleza es pasajera, la juventud igual, pero este bodrio quedará ahí para siempre y el director ( que por cierto no tiene talento alguno y el que le diga lo contrario, mejor apartárselo de amigo ) mirará atrás con arrepentimiento seguramente y dirá ....¿ cómo he podido hacer una película así?
Por cierto, vaya pérdida de tiempo y dinero, si costó 1 millón de euros hacerla ( independientemente si recibió dinero público o no ) y al final no recauda más de 80.000 euros...vaya pérdida tremenda para la productora.
7 de agosto de 2017
7 de agosto de 2017
8 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pieles
Históricamente, encontramos en la literatura numerosos ejemplos de la monstruosa deformidad que afecta a algunos seres humanos y sus funestas consecuencias. Jorobados, enanos, cojos y contrahechos, han desfilado en cualquier época ocupando páginas y páginas en un sinfín de relatos. También en la pintura y en la escultura ocurre otro tanto. Antiguos templos y catedrales están repletos de criaturas horrendas, retorcidas y atormentadas. En pórticos y gárgolas, pavorosas y grotescas figuras de aspecto diábolico nos estremecen y observan imperturbables. E históricamente también, estos pobres desgraciados han sido objeto de burla y marginación, apartados de la sociedad como apestados, humillados, torturados y, frecuentemente, su fealdad, como el estigma de un castigo divino, fue asociada a la maldad más absoluta.
Y a pesar de que, en la actualidad, nuestras sociedades occidentales han entendido y moderado sus instintos más primitivos, elaborado leyes y promulgado derechos, estas personas nos siguen produciendo rechazo cuando no repugnancia, por mucho y que utilicemos la máscara de la hipocresía como escudo protector.
Y algo de todo esto contiene el lacerante y transgresor primer largometraje que escribe y dirije Eduardo Casanova. Porque "Pieles" nos es una película desdeñable aunque haya pasado -como tantas otras, para nuestra desgracia- totalmente desapercibida. Casanova construye un relato crudo, amargo, doloroso y, aunque en su furiosa embestida incurra en ciertos excesos, la película hiere profundamente y remueve las vísceras de nuestras buenas y adormecidas conciencias; nos somete a un doloroso ejercicio de reflexión, nos incomoda y en ocasiones irrita al punto de hacernos sentir la náusea de nuestra propia bilis.
A través de un guion incuestionablemente original, nuestro jovencísimo director madrileño respeta y ampara a sus desdichados personajes, les dota de dignidad y muestra una gran compasión hacia ellos al extremo de redimirlos y liberarlos de su propio sufrimiento.
No me atrevo a afirmar si he visto una buena película. Sólo sé que durante la proyección de esta intensa, aunque breve (apenas 77 m), realización, he tenido sentimientos extrañamente contradictorios. Más de aquellos que te avergüenzan que de los que te enorgullecen. Y esa, creo, era la intención de nuestro atrevido director que ha firmado un arriesgado trabajo al filo del precipicio sin llegar a despeñarse. Y a fe mía que lo consigue.
Emilio Castelló Barreneche
Históricamente, encontramos en la literatura numerosos ejemplos de la monstruosa deformidad que afecta a algunos seres humanos y sus funestas consecuencias. Jorobados, enanos, cojos y contrahechos, han desfilado en cualquier época ocupando páginas y páginas en un sinfín de relatos. También en la pintura y en la escultura ocurre otro tanto. Antiguos templos y catedrales están repletos de criaturas horrendas, retorcidas y atormentadas. En pórticos y gárgolas, pavorosas y grotescas figuras de aspecto diábolico nos estremecen y observan imperturbables. E históricamente también, estos pobres desgraciados han sido objeto de burla y marginación, apartados de la sociedad como apestados, humillados, torturados y, frecuentemente, su fealdad, como el estigma de un castigo divino, fue asociada a la maldad más absoluta.
Y a pesar de que, en la actualidad, nuestras sociedades occidentales han entendido y moderado sus instintos más primitivos, elaborado leyes y promulgado derechos, estas personas nos siguen produciendo rechazo cuando no repugnancia, por mucho y que utilicemos la máscara de la hipocresía como escudo protector.
Y algo de todo esto contiene el lacerante y transgresor primer largometraje que escribe y dirije Eduardo Casanova. Porque "Pieles" nos es una película desdeñable aunque haya pasado -como tantas otras, para nuestra desgracia- totalmente desapercibida. Casanova construye un relato crudo, amargo, doloroso y, aunque en su furiosa embestida incurra en ciertos excesos, la película hiere profundamente y remueve las vísceras de nuestras buenas y adormecidas conciencias; nos somete a un doloroso ejercicio de reflexión, nos incomoda y en ocasiones irrita al punto de hacernos sentir la náusea de nuestra propia bilis.
A través de un guion incuestionablemente original, nuestro jovencísimo director madrileño respeta y ampara a sus desdichados personajes, les dota de dignidad y muestra una gran compasión hacia ellos al extremo de redimirlos y liberarlos de su propio sufrimiento.
No me atrevo a afirmar si he visto una buena película. Sólo sé que durante la proyección de esta intensa, aunque breve (apenas 77 m), realización, he tenido sentimientos extrañamente contradictorios. Más de aquellos que te avergüenzan que de los que te enorgullecen. Y esa, creo, era la intención de nuestro atrevido director que ha firmado un arriesgado trabajo al filo del precipicio sin llegar a despeñarse. Y a fe mía que lo consigue.
Emilio Castelló Barreneche
18 de mayo de 2020
18 de mayo de 2020
6 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película, en apenas minutos de metraje, deja claro que su objetivo es no dejar indiferente a nadie, y lo consigue. Desde el inicio se nos plantea que la película narrará las realidades que enfrentan diversos personajes deformes ante la sociedad, por lo que es una crítica a los estándares de belleza y todo lo que consideraríamos como "normal", en el camino que recorren los personajes para ser entendidos y amados pese a sus diferencias, con mayor o menor éxito.
Sin embargo, el espectador debe saber lo que va a ver, pues es una película que aspira a convertirse de culto, que llega a ser grotesca en diversas ocasiones, que va a tratar de incomodarte e incluso conseguir que en ti surja la necesidad de parar de verla y, desde luego, no todo el público está preparado para asimilar esta película.
Sin embargo, se debe reconocer que la película a nivel técnico es muy buena. Conoce el mensaje que quiere transmitir y está muy cuidada en muchos detalles para lograrlo. La estética tiene mucha fuerza en la narrativa, tratando de buscar constantemente el choque de lo grotesco con el color "rosa" que es el más "cuqui", la narrativa es lineal pero se desarrolla con perspectivas de diversos personajes que se irán entrelazando entre sí, dándole cohesión completa al final, y es algo que está bien logrado. El guión está trabajado, busca ser escueto, en dar el mensaje con la mínima información adicional posible (veréis que apenas existen conversaciones largas). Lo mejor, sin duda, es el elenco que se nos presenta, que es de lo mejor que puede ofrecer el cine español y denota que es un proyecto que ha interesado a grandes figuras de nuestro panorama.
En definitiva, merece darle una oportunidad, pero siendo consciente de lo que vas a ver y que desde luego no va a ser una película de Domingo por la tarde en familia. Sino una corta, pero intensa, reflexión de la sociedad actual que requerirá de cierta digestión.
Sin embargo, el espectador debe saber lo que va a ver, pues es una película que aspira a convertirse de culto, que llega a ser grotesca en diversas ocasiones, que va a tratar de incomodarte e incluso conseguir que en ti surja la necesidad de parar de verla y, desde luego, no todo el público está preparado para asimilar esta película.
Sin embargo, se debe reconocer que la película a nivel técnico es muy buena. Conoce el mensaje que quiere transmitir y está muy cuidada en muchos detalles para lograrlo. La estética tiene mucha fuerza en la narrativa, tratando de buscar constantemente el choque de lo grotesco con el color "rosa" que es el más "cuqui", la narrativa es lineal pero se desarrolla con perspectivas de diversos personajes que se irán entrelazando entre sí, dándole cohesión completa al final, y es algo que está bien logrado. El guión está trabajado, busca ser escueto, en dar el mensaje con la mínima información adicional posible (veréis que apenas existen conversaciones largas). Lo mejor, sin duda, es el elenco que se nos presenta, que es de lo mejor que puede ofrecer el cine español y denota que es un proyecto que ha interesado a grandes figuras de nuestro panorama.
En definitiva, merece darle una oportunidad, pero siendo consciente de lo que vas a ver y que desde luego no va a ser una película de Domingo por la tarde en familia. Sino una corta, pero intensa, reflexión de la sociedad actual que requerirá de cierta digestión.
11 de junio de 2017
11 de junio de 2017
4 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar con lo que no me ha gustado, he de decir que sin duda esta es la película que el autor deseaba hacer, y en ese sentido no se podría decir que es "fallida". Se nota que todo en ella está medido al milímetro, y el resultado sin duda es tal y como lo quería Eduardo Casanova.
Dicho esto, me ha parecido sin embargo floja. Creo que el tema es muy interesante y muy pertinente. ¿Por qué somos así? ¿Es posible dejar de juzgar con los ojos y de verdad valorar a las personas sólo por su interior, como siempre nos están machando? Sí, desde luego la cosa da para una reflexión muy profunda, pero creo que la película se queda en la superficie. El tono y los personajes son 100% de melodrama, y eso tiene su precio, porque si de algo carecen los melodramas es de matices. Pienso que la peli se habría podido enriquecer mucho con una poda de personajes, y una profundización en dos o tres de ellos y sus tramas. Sin embargo, en varios momentos y pese al alto nivel de los actores, me cuesta mucho creerme sus diálogos y las situaciones por las que pasan. Se nota demasiado la mano del guionista, y cómo determinadas cosas ocurren más porque el director lo ha querido así, que porque la trama orgánicamente haya conducido a ello.
Por otro lado, el uso insistente del rosa y el violeta le dan un sello muy marcado a a película, pero están tan subrayados (y este es otro problema de la peli: los subrayados), que me acaban saturando, y le dan a la película un halo de irrealidad que de nuevo creo que no le hace ningún favor. Me cuesta creerme a tanta gente viviendo entre esos decorados tan artificiales, que parecen casa de Barbie tamaño natural.
En definitiva, que con menos personajes, con una caracterización de estos más matizada, una trama más compleja y uso más sutil de la fotografía, creo que hubiera salido una peli mucho más potente y que diera pie a una (mucho más) profunda reflexión. Pero, como decía al principio, también hubiera sido una peli distinta a la que deseaba hacer su creador...
Dicho esto, me ha parecido sin embargo floja. Creo que el tema es muy interesante y muy pertinente. ¿Por qué somos así? ¿Es posible dejar de juzgar con los ojos y de verdad valorar a las personas sólo por su interior, como siempre nos están machando? Sí, desde luego la cosa da para una reflexión muy profunda, pero creo que la película se queda en la superficie. El tono y los personajes son 100% de melodrama, y eso tiene su precio, porque si de algo carecen los melodramas es de matices. Pienso que la peli se habría podido enriquecer mucho con una poda de personajes, y una profundización en dos o tres de ellos y sus tramas. Sin embargo, en varios momentos y pese al alto nivel de los actores, me cuesta mucho creerme sus diálogos y las situaciones por las que pasan. Se nota demasiado la mano del guionista, y cómo determinadas cosas ocurren más porque el director lo ha querido así, que porque la trama orgánicamente haya conducido a ello.
Por otro lado, el uso insistente del rosa y el violeta le dan un sello muy marcado a a película, pero están tan subrayados (y este es otro problema de la peli: los subrayados), que me acaban saturando, y le dan a la película un halo de irrealidad que de nuevo creo que no le hace ningún favor. Me cuesta creerme a tanta gente viviendo entre esos decorados tan artificiales, que parecen casa de Barbie tamaño natural.
En definitiva, que con menos personajes, con una caracterización de estos más matizada, una trama más compleja y uso más sutil de la fotografía, creo que hubiera salido una peli mucho más potente y que diera pie a una (mucho más) profunda reflexión. Pero, como decía al principio, también hubiera sido una peli distinta a la que deseaba hacer su creador...
22 de enero de 2019
22 de enero de 2019
4 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Según empieza la película empiezas a alucinar con el contenido y la forma. Desde el momento uno. Sin duda una de las películas más desagradables que he visto. Y no solo me refiero a las monstruosidades físicas e internas que se presentan. Para mi lo más molesto es el uso de colores, la música y ciertos planos. Te saca de los nervios. Y es que si, cumple con su objetivo. Descoloca, molesta y te hace ir más allá de las pieles. Para bien o para mal, no deja indiferente ya sea por pretenciosa o por original y transgresora (para gustos los colores) y no puedes dejar de verla pese a que sientas esa necesidad desde el momento uno. Muestra el lado más retorcido y te da para pararte a pensar en cada uno de los traumas presentados. La basura y la belleza humana presentada en bandeja. Es normal que cause controversias. Las interpretaciones son buenas. No es el tipo de cine del que disfruto pero es original y bastante rara, para mi no menos que interesante. De ahí mi puntuación, os animo a verla porque es una película para comentar.
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