Pieles
4.9
7,983
30 de mayo de 2020
30 de mayo de 2020
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay varias formas de valorar "Pieles". Como producto final, a pesar de trasmitir el mensaje y de usar un lenguaje poco común, delicado para salas comerciales, cojea en términos generales. No acaba de ser original y esa también la parte positiva, la profesionalidad. Las historias entrelazadas son lo suficientemente equilibradas y sin embargo hay un abuso del uso de la metáfora de las pieles. La música, aunque meditada podría ser más original.
Con respecto al humor, la simbología y demás recursos, Casanova va por buen camino aunque adolece de cierto sentido de sutileza.
Donde no encuentro contradicción es en las actuaciones de la mayoría. Aquí Casanova sabe perfectamente con quién contar y Peña, Machi, De la Rosa no fallan nunca y el resto, en general, muy correctos.
Por tanto, no siendo una grandísima obra, tiene todas las características para no perder de vista al director.
Con respecto al humor, la simbología y demás recursos, Casanova va por buen camino aunque adolece de cierto sentido de sutileza.
Donde no encuentro contradicción es en las actuaciones de la mayoría. Aquí Casanova sabe perfectamente con quién contar y Peña, Machi, De la Rosa no fallan nunca y el resto, en general, muy correctos.
Por tanto, no siendo una grandísima obra, tiene todas las características para no perder de vista al director.
2 de julio de 2017
2 de julio de 2017
20 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película escrita y dirigida por Eduardo Casanova. La relación de personas afectadas por importantes deformidades físicas con el entorno humano de la familia, medio laboral, amistades y amantes nos sirve para penetrar un poco en el análisis de la complejidad de las relaciones humanas y su influencia sobre la construcción y aceptación de la propia identidad. Los recursos a extremos grotescos y surrealistas bajo una estética kitsch no nos deben alejar de la profunda reflexión sobre el sufrimiento humano como núcleo moral de la película. Por tanto, desafía al espectador a analizar su relación con los seres humanos marginados y atormentados por la deformidad física y también moral. La definición de deformidad nos remite a un canon de referencia estética y ética a partir de lo cual definimos lo que interpretamos como desviado o monstruoso. Este discurso nos posee y decide primariamente por nosotros a no ser que nos independicemos en un ejercicio de reflexión. A veces podemos acertar, otras no. Depende de si accedemos al padecimiento individual de los portadores del estigma o si somos ajenos y ciegos a su sufrimiento. Freaks de Tod Browning, película éticamente inviable en la actualidad, hacía énfasis en el terror que nos produce la enfermedad y la deformidad y en cierta medida reafirmaba esta relación atávica. El hombre elefante de David Lynch nos conmovía al adentrarnos en el ser humano sensible y sufriente bajo la deformidad. La deformidad posee su historia. Me interesa aquí subrayar la dinámica entre el cuerpo, el yo y los otros. Un aspecto de la formación, estructura y dinámica del sí mismo, el self. Hasta donde llego la dinámica del self procede de la evolución del psicoanálisis desde posiciones centradas en tensiones psicológicas impersonales hacia dinamismos relaciones de configuración de la identidad. La escuela de Palo Alto ya nos presenta una definición clara de este concepto. En España no conozco una obra más clara, rica y rigurosa sobre la dinámica del self que la de Castilla del Pino, recurso esencial en la práctica clínica de la ayuda psicológica. Se tiene una idea del propio cuerpo y se lleva a cabo una estimación de la misma. Esta estimación es relacional y procede de la interiorización de la idea de los demás. Nuestro propio rechazo es la asunción del rechazo de los otros. La película también expone otras deformidades de más difícil evaluación porque suponen el riesgo del abuso violento y la explotación sobre otros, especialmente los niños. Afectan al self erótico y moral como la pedofilia. En este caso Casanova parece optar por una inicial auto-represión del personaje para después acrecentar la fragilidad de los seres deformes al desviar el abuso infantil desde el propio hijo hacia una niña sin ojos. Una simbología de la vulnerabilidad de todo tipo de pobreza que siendo tan cristiana tiene la cara de hereje. Para este asunto no parece existir otra corrección que la contención externa, judicial o policial, salvo que imagináramos un mundo depravado con los niños al servicio de la sexualidad perversa de los adultos. Como podemos ver, película rica y perturbadora que debe dar mucho que hablar y pensar para cambiar actitudes.
21 de junio de 2017
21 de junio de 2017
15 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi humilde opinión este largometraje me ha dejado un buen sabor de boca. Para nada se hace aburrido. Melodramática. Intensa. El mensaje es bonito e importante porque es de superación, sobre todo para los más jóvenes sería un buen film, ya que trata de los prejuicios que creamos al ver a personas que se salen de "lo normal" y a día de hoy son problemas que están PRESENTES. Por lo que no creo que esté pasado de moda tratar esta temática y de este modo porque a la sociedad le queda aun mucho por avanzar y mucha conciencia.
Eso sí, no es una película que le pueda gustar a todo el mundo porque es el director tiene una estética muy definida y extravagante, aparte de que no es una película que precisamente sea delicada a la hora de transmitir, aunque eso me encanta porque hace lo que le da la real gana. No profundiza mucho, se queda un poco en la superficie de la temática, en lo esencial, aunque normal por la duración.
Eso sí, no es una película que le pueda gustar a todo el mundo porque es el director tiene una estética muy definida y extravagante, aparte de que no es una película que precisamente sea delicada a la hora de transmitir, aunque eso me encanta porque hace lo que le da la real gana. No profundiza mucho, se queda un poco en la superficie de la temática, en lo esencial, aunque normal por la duración.
1 de julio de 2017
1 de julio de 2017
8 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inspirado en el monocromismo visual busca la cinta impactar con un transgresor guion rompiendo con pensamientos monolíticos, esa dualidad uniforme llevada al extremo con el rosa por bandera como guiño al aperturismo mental. La ambientación 'kitsch', con toques retro, siempre aderezada con momentos musicales descontextualizados pero relacionados en temática ayudan a comprender la multicausalidad del momento y el rupturismo con lo establecido. Apartarse de las bridas que sujetan la forja, sacarse del constreñido guion establecido para narrar historias impactantes y desoladoras, pero siempre con el guiño de la esperanza que sobrevuela a lo diferente. Un alarde estético indispensable, una fotografía correcta, una narración equilibrada, con planos equidistantes, compensados y centrados. Y sobre todo un maquillaje que sale reforzado en una cinta diferente.
24 de junio de 2019
24 de junio de 2019
6 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Pieles" es la surrealista bizarrada que imaginas, y más aún. Pero una surrealista bizarrada con jugoso fondo de armario y más jugosa aún forma.
Muchos adjetivos pueden definir este debut en el largometraje del actor Eduardo Casanova. Esta enérgica, angustiosa, entrañable, obsesiva, y nada sutil ópera prima, que se pregunta, entre otras muchas cosas, no solamente ya quien es el diferente o raro en esta sociedad, sino si realmente existe alguien que no sea diferente o raro. Condición social, mental o sexual se dan la mano como subtexto, representado en la primera capa del film por una joven con el aparato digestivo al revés, o un joven con un trastorno que le hace querer sustituir sus piernas por una cola de sirena. Mediante esta singular e imaginativa flora y fauna, que lo mismo causa una rotunda aversión que un incondicional amor, Casanova planta la semilla de un interesante debate.
Visualmente es donde más brilla "Pieles", y eso a pesar de que argumentalmente hay mucha tela que cortar. Pero se nota en demasía que al final el realizador ha estado más pendiente de lo puramente escénico que de lo argumental. La fotografía, el diseño de producción, la realización, la música o los maquillajes, tienen casi más relevancia que la sinopsis. Son aspectos controlados al milímetro y que, fruto de esa quizás excesiva atención, le terminan generando una extraña sensación de artificialidad al conjunto. Y mientras tanto el guion se ha dejado más a su aire, derivando en ciertas vías muertas que pueden llevar a debates que ponen en tela de juicio la tan buscada sana moralidad del conjunto.
También se podría haber jugado bastante más y mejor con la narración fragmentada, da la sensación de que no se ha exprimido lo suficiente. Los breves momentos en que se recurre a ella son de lo mejor.
En resumidas cuentas, "Pieles" puede resultar tan excesiva como agradecida, e imperfecta. Pero es un film que no se te irá de la cabeza, gran virtud.
Muchos adjetivos pueden definir este debut en el largometraje del actor Eduardo Casanova. Esta enérgica, angustiosa, entrañable, obsesiva, y nada sutil ópera prima, que se pregunta, entre otras muchas cosas, no solamente ya quien es el diferente o raro en esta sociedad, sino si realmente existe alguien que no sea diferente o raro. Condición social, mental o sexual se dan la mano como subtexto, representado en la primera capa del film por una joven con el aparato digestivo al revés, o un joven con un trastorno que le hace querer sustituir sus piernas por una cola de sirena. Mediante esta singular e imaginativa flora y fauna, que lo mismo causa una rotunda aversión que un incondicional amor, Casanova planta la semilla de un interesante debate.
Visualmente es donde más brilla "Pieles", y eso a pesar de que argumentalmente hay mucha tela que cortar. Pero se nota en demasía que al final el realizador ha estado más pendiente de lo puramente escénico que de lo argumental. La fotografía, el diseño de producción, la realización, la música o los maquillajes, tienen casi más relevancia que la sinopsis. Son aspectos controlados al milímetro y que, fruto de esa quizás excesiva atención, le terminan generando una extraña sensación de artificialidad al conjunto. Y mientras tanto el guion se ha dejado más a su aire, derivando en ciertas vías muertas que pueden llevar a debates que ponen en tela de juicio la tan buscada sana moralidad del conjunto.
También se podría haber jugado bastante más y mejor con la narración fragmentada, da la sensación de que no se ha exprimido lo suficiente. Los breves momentos en que se recurre a ella son de lo mejor.
En resumidas cuentas, "Pieles" puede resultar tan excesiva como agradecida, e imperfecta. Pero es un film que no se te irá de la cabeza, gran virtud.
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