Braveheart
8.0
155,825
Aventuras. Drama
En el siglo XIV, los escoceses viven oprimidos por los gravosos tributos y las injustas leyes impuestas por los ingleses. William Wallace es un joven escocés que regresa a su tierra despues de muchos años de ausencia. Siendo un niño, toda su familia fue asesinada por los ingleses, razón por la cual se fue a vivir lejos con un tío suyo.
19 de mayo de 2015
19 de mayo de 2015
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Braveheart lo tiene todo. Tiene historia, acción, drama, amor e incluso una pizca necesaria de comedia. Braveheart es de esas poquísimas películas de las cuales podemos decir, sin ningún género de dudas, que es perfecta.
Esta película nos cuenta la historia de un pueblo que no renuncia a la libertad. Aquí vemos la Escocia oprimida de finales de siglo XIII y principios de siglo XIV tan deseada por Eduardo I de Inglaterra "Longshanks". Y aquí vemos la figura de un gran hombre, mitad real, mitad leyenda, dispuesto a luchar por su libertad y la de los suyos hasta el final.
De entrada ya es una temática sumamente atractiva, o al menos lo es para mi. Siempre he defendido y defenderé la independencia de los pueblos, y me revienta ver como ha llegado a ser algo que, a día de hoy, no se termina de aceptar. Cualquiera que vea Braveheart defiende a los escoceses en su lucha y ve en William Wallace un héroe, pero se es más corto de miras cuando se tiene que trasladar ese mismo pensamiento al mundo real. Claro, la película es eso, una película. Una película basada en un hecho histórico acontecido hace ya muchos siglos y puede que por eso lo aceptemos. Comprendemos, por ejemplo, la independencia de las colonias españolas en Sudamérica, pues somos conscientes de las barbaridades que los colonos llevaron a cabo y defendemos la gloriosa independencia que los norteamericanos consiguieron con respecto a los ingleses. Sin embargo, no solo no se defiende que un país como Cuba quisiera independizarse, dejar de estar subyugada al todopoderoso vecino del norte y recuperar una dignidad perdida, sino que se le condena, se calumnia y se desprecia. Y digo Cuba porque es el ejemplo más paradigmático, pero se podrían decir bastantes más. Y esta es la triste realidad en la que se vive hoy en día, donde al igual que en la película, muchas veces son parte de los suyos los que traicionan a su patria y a sus ciudadanos. No me imagino, ni me quiero imaginar, un Braveheart 2, en la que Escocia fuera ya independiente y que, para lograr tenerla bajo su dominio, Inglaterra se valiese de todas las armas militares, económicas, sociales, legislativas y políticas posibles. Que esta Inglaterra mostrase al mundo una conveniente visión de Escocia y que este mundo la condenara tanto a ella como a Wallace.
Junto con la temática tenemos un guión espectacular. Un guión que deriva en una película muy bien desarrollada, coherente, con una evolución de los personajes apropiada y realista. Un guión que da pie al amor y al odio más profundo, a la venganza y a la traición.
Tenemos una historia de amor preciosa. La relación entre Wallace y Murron comprende un breve espacio del metraje, no esta demasiado desarrollada, se resume y se omiten multitud de cosas, pero es preciosa. Mel Gibson y Catherine McCormack nos regalan un puñado de escenas maravillosas. Es esta trágica historia de amor la que da origen (en la película) al revolucionario Wallace.
La fotografía es sencillamente perfecta. Supongo que está ayudada por los paisajes escoceses, pero hay escenas y planos brillantes. Ayudados, en su mayoría, por una de las mejores bandas sonoras de todos los tiempos. Esta combinación, fotografía y música, convierte la película en una obra de arte.
Los diálogos no se quedan atrás. Ya es por todos conocidos el que es uno de los mejores discursos de la historia del cine; "Pueden que nos quiten la vida...", pero no se reduce tan solo a eso, la película está repleta de conversaciones brillantes dignas de escucharse.
Por supuesto el maquillaje, la ambientación y todo lo demás está a la altura, aunque hoy por hoy esto es ya bastante común para cualquier película que cuente con cierto presupuesto.
Y llegamos a un final que, como el resto de la película, es perfecto. Es uno de los mejores finales que he visto. Un acto irrefutable de la grandeza de un hombre al que encaja a la perfección lo que en su día dijera Salvador Allende del Che Guevara:
"Esencialmente era un hombre, en el más amplio sentido de la palabra. Creo que muy pocas veces se ha visto en la historia una consecuencia similar entre un hombre que dice lo que siente y hace lo que dice, un hombre que ha sido tan consecuente con sus ideas y con su propia vida".
Esta película nos cuenta la historia de un pueblo que no renuncia a la libertad. Aquí vemos la Escocia oprimida de finales de siglo XIII y principios de siglo XIV tan deseada por Eduardo I de Inglaterra "Longshanks". Y aquí vemos la figura de un gran hombre, mitad real, mitad leyenda, dispuesto a luchar por su libertad y la de los suyos hasta el final.
De entrada ya es una temática sumamente atractiva, o al menos lo es para mi. Siempre he defendido y defenderé la independencia de los pueblos, y me revienta ver como ha llegado a ser algo que, a día de hoy, no se termina de aceptar. Cualquiera que vea Braveheart defiende a los escoceses en su lucha y ve en William Wallace un héroe, pero se es más corto de miras cuando se tiene que trasladar ese mismo pensamiento al mundo real. Claro, la película es eso, una película. Una película basada en un hecho histórico acontecido hace ya muchos siglos y puede que por eso lo aceptemos. Comprendemos, por ejemplo, la independencia de las colonias españolas en Sudamérica, pues somos conscientes de las barbaridades que los colonos llevaron a cabo y defendemos la gloriosa independencia que los norteamericanos consiguieron con respecto a los ingleses. Sin embargo, no solo no se defiende que un país como Cuba quisiera independizarse, dejar de estar subyugada al todopoderoso vecino del norte y recuperar una dignidad perdida, sino que se le condena, se calumnia y se desprecia. Y digo Cuba porque es el ejemplo más paradigmático, pero se podrían decir bastantes más. Y esta es la triste realidad en la que se vive hoy en día, donde al igual que en la película, muchas veces son parte de los suyos los que traicionan a su patria y a sus ciudadanos. No me imagino, ni me quiero imaginar, un Braveheart 2, en la que Escocia fuera ya independiente y que, para lograr tenerla bajo su dominio, Inglaterra se valiese de todas las armas militares, económicas, sociales, legislativas y políticas posibles. Que esta Inglaterra mostrase al mundo una conveniente visión de Escocia y que este mundo la condenara tanto a ella como a Wallace.
Junto con la temática tenemos un guión espectacular. Un guión que deriva en una película muy bien desarrollada, coherente, con una evolución de los personajes apropiada y realista. Un guión que da pie al amor y al odio más profundo, a la venganza y a la traición.
Tenemos una historia de amor preciosa. La relación entre Wallace y Murron comprende un breve espacio del metraje, no esta demasiado desarrollada, se resume y se omiten multitud de cosas, pero es preciosa. Mel Gibson y Catherine McCormack nos regalan un puñado de escenas maravillosas. Es esta trágica historia de amor la que da origen (en la película) al revolucionario Wallace.
La fotografía es sencillamente perfecta. Supongo que está ayudada por los paisajes escoceses, pero hay escenas y planos brillantes. Ayudados, en su mayoría, por una de las mejores bandas sonoras de todos los tiempos. Esta combinación, fotografía y música, convierte la película en una obra de arte.
Los diálogos no se quedan atrás. Ya es por todos conocidos el que es uno de los mejores discursos de la historia del cine; "Pueden que nos quiten la vida...", pero no se reduce tan solo a eso, la película está repleta de conversaciones brillantes dignas de escucharse.
Por supuesto el maquillaje, la ambientación y todo lo demás está a la altura, aunque hoy por hoy esto es ya bastante común para cualquier película que cuente con cierto presupuesto.
Y llegamos a un final que, como el resto de la película, es perfecto. Es uno de los mejores finales que he visto. Un acto irrefutable de la grandeza de un hombre al que encaja a la perfección lo que en su día dijera Salvador Allende del Che Guevara:
"Esencialmente era un hombre, en el más amplio sentido de la palabra. Creo que muy pocas veces se ha visto en la historia una consecuencia similar entre un hombre que dice lo que siente y hace lo que dice, un hombre que ha sido tan consecuente con sus ideas y con su propia vida".
5 de abril de 2007
5 de abril de 2007
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película ésta muy lograda y realista, de lucha tenaz, con sus pinceladas de humor y amor, que se fíltran a lo largo del largometraje.
Despliegue de medios bárbaro, tanto humanos, de efectos especiales, de imagen y sonido.
Me encanta la valentía infinita de Braveheart, que da su vida por una causa que no tiene negociación posible... la libertad.
Despliegue de medios bárbaro, tanto humanos, de efectos especiales, de imagen y sonido.
Me encanta la valentía infinita de Braveheart, que da su vida por una causa que no tiene negociación posible... la libertad.
27 de octubre de 2009
27 de octubre de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mel Gibson nos entrega una hermosa historia épica y de amor. Nos demuestra que tiene mucho talento detrás de las cámaras, sabe hacer cine y transmitir sentimientos como pocos lo hacen. Además tiene el acierto de rodearse de personas que aman y saben de cine, desde James Horner hasta Brendan Gleeson, con unas actrices perféctamente elegidas. Una fotografía maravillosa y unas escenas de batallas sin efectos especiales que nos conducen directamente hasta la escocia del siglo XIV. Unos monólogos de Wallace que quedarán para la historia del cine.
Pocos directores pusieron tanta pasión en un proyecto como Mel Gibson y aunque la película peque de tener incoherencias históricas se le perdona por lo buena que es. La bso preciosa, cautivadora, impecable...
Pocos directores pusieron tanta pasión en un proyecto como Mel Gibson y aunque la película peque de tener incoherencias históricas se le perdona por lo buena que es. La bso preciosa, cautivadora, impecable...
19 de febrero de 2011
19 de febrero de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre al cual le han arrebatado la familia, la mujer que ama, su tierra y la libertad. ¿Vosotros qué haríais?
Esta pelicula es una obra maestra que habla del amor, el valor, el orgullo, el honor, la venganza y la libertad. Dios mío, no podía parar de llorar al acabar de ver esta peli. Es la mejor pelicula que he visto en mi vida (al menos de momento). Os la recomiendo, de verdad. Ni soñéis con perdérosla. Consigue que amemos a Wallace y a Escocia. ¡¡Una pelicula INSUPERABLE!!
Esta pelicula es una obra maestra que habla del amor, el valor, el orgullo, el honor, la venganza y la libertad. Dios mío, no podía parar de llorar al acabar de ver esta peli. Es la mejor pelicula que he visto en mi vida (al menos de momento). Os la recomiendo, de verdad. Ni soñéis con perdérosla. Consigue que amemos a Wallace y a Escocia. ¡¡Una pelicula INSUPERABLE!!
15 de agosto de 2013
15 de agosto de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que consiguen dejarte una huella permanente y ésta, sin duda, es una de ellas. Tarde o temprano me veía obligado a hacer una crítica de éste magnífico film. La mejor película de todos los tiempos y hablo, lógicamente, desde un criterio marcadamente subjetivo. He perdido la cuenta de las veces que la he visto y aún así siempre consigue hacerme disfrutar y emocionarme. Tal es mi predilección por esta obra que incluso elegí el tema para tratarlo en el “treball de recerca” cuando estaba cursando el bachillerato. Mi objetivo fue realizar un estudio comparativo entre la verdadera historia del héroe de Escocia, William Wallace, y la película dirigida y protagonizada por Mel Gibson.
Cuando fui de viaje a Escocia a finales del 2008 disfruté de sus paisajes, del ambiente que se respiraba por las calles de Edimburgo, Stirling, St. Andrews…aunque las sensaciones que experimenté al visitar los monumentos y localizaciones relacionadas con “el guardián de Escocia” (éste es su apodo o al menos uno de ellos) fueron bastante especiales y lógicamente indisociables de la influencia que “Braveheart” ejerció sobre mi persona.
Profundizando en la historia:
A finales del siglo XIII Escocia vive tiempos difíciles. Eduardo I de Inglaterra (Patrick McGoohan) “Longshanks” (apodado así por la longitud de sus piernas) azota sin piedad el látigo de la tiranía sobre el pueblo escocés. Éste, a su vez, presenta conflictos internos. La nación no tiene un rey que la represente y los distintos nobles se enzarzan en continuas discusiones derivando en una situación de conflicto para hacerse con el trono.
William Wallace (Mel Gibson) sufre la trágica muerte de su padre y su hermano a temprana edad por lo que su tío Argyle (Brian Cox) se hace cargo de él, instruyéndole en el arte de la guerra y sobre todo otorgándole una educación y cultura ejemplar. Ya siendo toda una persona adulta, regresa a su ansiado pueblo para vivir pacíficamente trabajando sus tierras pero un hecho en particular, que no voy a desvelar por si alguien quiere ver la película, hace que su vida tome un drástico y dramático giro.
Cansados de vivir bajo la opresión y órdenes de Eduardo I, el pueblo escocés liderado por Wallace poco a poco va reclutando soldados hasta conseguir un escaso aunque temible ejército y deciden pasar a la acción. A partir de aquí empieza una auténtica revuelta contra su país vecino y a la vez su mayor enemigo para conseguir la independencia y merecida libertad que todos desean.
Todo en ésta película es sublime: las interpretaciones, el guión, la fotografía, la banda sonora, la dirección, el maquillaje, etc.
Desde el punto de vista del guión, la película tiene “fallos históricos” como muchas otras películas de época en las que, lógicamente, se hace adrede para que el film cobre más dramatismo, espectacularidad o lo que sea que el director esté buscando.
Se pueden criticar obras en las que estos tipos de “desajustes históricos” son evidentemente inintencionados pero cuando un guionista se propone hacer un auténtico biopic termina por ceñirse completamente a la realidad.
Aunque Mel Gibson tenia pensado únicamente dirigir la película (en un principio el actor escogido fue Liam Nesson) está sensacional delante de las cámaras. Plasma perfectamente la valentía y perspicacia en el personaje de Wallace.
Patrick McGoohan está perfecto en el papel de Eduardo I. Consigue despertar el odio y desprecio del espectador.
Por otro lado tenemos a Hamish (Brendan Glesson), amigo de infancia de Wallace, un hombre rudo pero con un gran corazón, y el excéntrico y gracioso Stephen (David O’Hara). El resto del reparto como Sophie Marceau y Catherine McCormack, por poner un ejemplo, como la princesa Isabelle y Murron MacClannough respectivamente están geniales. La banda sonora es una de las más hermosas y emotivas que haya escuchado. Consigue potenciar perfectamente el efecto dramático de las imágenes. Su autor, James Horner, es responsable de las bandas sonoras de películas como: “Titanic”, “Una mente maravillosa” y “Avatar”, por citar algunos ejemplos. Otro de sus puntos fuertes es la dirección. Estamos hablando de una película estrenada 18 años atrás y las escenas de acción están rodadas de forma magistral. No soporto algunas escenas de películas actuales que, con el objetivo de ofrecer unas frenéticas escenas de acción, acabas por no apreciar nada debido a la velocidad de las cámaras. Las escenas de las batallas son impresionantes, realistas, crueles, todo ello sin que pase un sólo momento en el que pienses: “No sé ni a quién le han dado” o “¿Quien es el malo?”
Creo que uno de los motivos por los cuales me gusta tanto el film es porque sientes una gran empatía por los personajes y acabas involucrándote en sus vidas. Consigue hacerte aflorar emociones intensas y fusionarte con su historia.
Recomiendo fervientemente esta película a todas las personas que, por algún inexplicable motivo, no la hayan visto. Ganadora de 5 Oscars (incluyendo mejor película), “Braveheart” es una historia emotiva, desgarradora, excitante. Una auténtica obra maestra.
Puntuación: 10/10
Esta y otras críticas en lasnochesdecine.wordpress.com
Cuando fui de viaje a Escocia a finales del 2008 disfruté de sus paisajes, del ambiente que se respiraba por las calles de Edimburgo, Stirling, St. Andrews…aunque las sensaciones que experimenté al visitar los monumentos y localizaciones relacionadas con “el guardián de Escocia” (éste es su apodo o al menos uno de ellos) fueron bastante especiales y lógicamente indisociables de la influencia que “Braveheart” ejerció sobre mi persona.
Profundizando en la historia:
A finales del siglo XIII Escocia vive tiempos difíciles. Eduardo I de Inglaterra (Patrick McGoohan) “Longshanks” (apodado así por la longitud de sus piernas) azota sin piedad el látigo de la tiranía sobre el pueblo escocés. Éste, a su vez, presenta conflictos internos. La nación no tiene un rey que la represente y los distintos nobles se enzarzan en continuas discusiones derivando en una situación de conflicto para hacerse con el trono.
William Wallace (Mel Gibson) sufre la trágica muerte de su padre y su hermano a temprana edad por lo que su tío Argyle (Brian Cox) se hace cargo de él, instruyéndole en el arte de la guerra y sobre todo otorgándole una educación y cultura ejemplar. Ya siendo toda una persona adulta, regresa a su ansiado pueblo para vivir pacíficamente trabajando sus tierras pero un hecho en particular, que no voy a desvelar por si alguien quiere ver la película, hace que su vida tome un drástico y dramático giro.
Cansados de vivir bajo la opresión y órdenes de Eduardo I, el pueblo escocés liderado por Wallace poco a poco va reclutando soldados hasta conseguir un escaso aunque temible ejército y deciden pasar a la acción. A partir de aquí empieza una auténtica revuelta contra su país vecino y a la vez su mayor enemigo para conseguir la independencia y merecida libertad que todos desean.
Todo en ésta película es sublime: las interpretaciones, el guión, la fotografía, la banda sonora, la dirección, el maquillaje, etc.
Desde el punto de vista del guión, la película tiene “fallos históricos” como muchas otras películas de época en las que, lógicamente, se hace adrede para que el film cobre más dramatismo, espectacularidad o lo que sea que el director esté buscando.
Se pueden criticar obras en las que estos tipos de “desajustes históricos” son evidentemente inintencionados pero cuando un guionista se propone hacer un auténtico biopic termina por ceñirse completamente a la realidad.
Aunque Mel Gibson tenia pensado únicamente dirigir la película (en un principio el actor escogido fue Liam Nesson) está sensacional delante de las cámaras. Plasma perfectamente la valentía y perspicacia en el personaje de Wallace.
Patrick McGoohan está perfecto en el papel de Eduardo I. Consigue despertar el odio y desprecio del espectador.
Por otro lado tenemos a Hamish (Brendan Glesson), amigo de infancia de Wallace, un hombre rudo pero con un gran corazón, y el excéntrico y gracioso Stephen (David O’Hara). El resto del reparto como Sophie Marceau y Catherine McCormack, por poner un ejemplo, como la princesa Isabelle y Murron MacClannough respectivamente están geniales. La banda sonora es una de las más hermosas y emotivas que haya escuchado. Consigue potenciar perfectamente el efecto dramático de las imágenes. Su autor, James Horner, es responsable de las bandas sonoras de películas como: “Titanic”, “Una mente maravillosa” y “Avatar”, por citar algunos ejemplos. Otro de sus puntos fuertes es la dirección. Estamos hablando de una película estrenada 18 años atrás y las escenas de acción están rodadas de forma magistral. No soporto algunas escenas de películas actuales que, con el objetivo de ofrecer unas frenéticas escenas de acción, acabas por no apreciar nada debido a la velocidad de las cámaras. Las escenas de las batallas son impresionantes, realistas, crueles, todo ello sin que pase un sólo momento en el que pienses: “No sé ni a quién le han dado” o “¿Quien es el malo?”
Creo que uno de los motivos por los cuales me gusta tanto el film es porque sientes una gran empatía por los personajes y acabas involucrándote en sus vidas. Consigue hacerte aflorar emociones intensas y fusionarte con su historia.
Recomiendo fervientemente esta película a todas las personas que, por algún inexplicable motivo, no la hayan visto. Ganadora de 5 Oscars (incluyendo mejor película), “Braveheart” es una historia emotiva, desgarradora, excitante. Una auténtica obra maestra.
Puntuación: 10/10
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