Fuerza mayor
2014 

6.4
10,322
Drama
Una familia pasa las vacaciones de invierno en los Alpes. El sol brilla y las pistas están magníficas, pero mientras comen en un restaurante, se produce una avalancha que asusta a los clientes. La madre llama a su marido para que la ayude a salvar a sus hijos, pero él ha huido para salvar su vida. La avalancha se detiene delante del restaurante, sin ocasionar daños, pero el universo familiar ya se ha resquebrajado. Tomas buscará ... [+]
2 de noviembre de 2015
2 de noviembre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El instinto de supervivencia del ser humano siempre ha existido condicionando la existencia del hombre, llevándolo al límite para cumplir sus necesidades y requerimientos, que tiende a ser el miedo o temor del hombre hacia la muerte. El director sueco Ruben Östlund toma como punto de partida este concepto para su cuarto largometraje tras las cámaras, titulado de forma muy inteligente "Fuerza Mayor" (que bien podría tener una doble lectura), que nos trae a una familia de clase media que pasan una semana de vacaciones en los hermosos e idílicos Alpes franceses.
El filme empieza de forma muy potente, el cual mientras la familia está desayunando en un buen restaurante de apariencia 'kitsch', con unas impresionantes vistas de las montañas nevadas, de repente una avalancha que en un principio parecía estar controlada se precipitará sobre ellos, haciendo que el padre de familia salga corriendo abandonando a su esposa e hijos, solos ante ese peligro aparente. Finalmente no ocurre nada y salen ilesos del incidente. El hecho de que el instinto de supervivencia del padre le haya jugado una mala pasada y la estupidez posterior de no afirmar delante de los suyos tal acción, abrirá una herida importante en su matrimonio qué tambaleará los cimientos de una familia que en apariencia estaba unida y feliz.
Con unas buenas interpretaciones de prácticamente todo su elenco actoral, y el buen hacer de su director (que se podría afirmar que en cierto modo vuelve a sus raíces), la película nos hace reflexionar sobre la condición del ser humano y los valores familiares, con unos diálogos punzantes y una tensión 'in crescendo' que se puede cortar con un cuchillo. La utilización en momentos puntuales del tema "Russian Bayan" de Catherine Michael es todo un acierto, remarcando aún más si cabe la tragedia de esta familia en medio del más absoluto blanco de la nieve. Se puede destacar también una factura técnica verdaderamente brillante, con una preciosa fotografía que ensalza la belleza de las montañas nevadas; asimismo, me gustado mucho la forma en la cual Östlund ha filmado la película, estructurándola por días de la semana, con una primera parte en el que los planos son prácticamente estáticos, y una segunda parte en la cual los entrelaza con planos mas movidos, debido a la cámara al hombro, mostrando de maravilla la frustración por la que atraviesa nuestro protagonista, consciente de su grave error, habiendo algunas escenas que muestran lo patéticos que puede llegar a ser los seres humanos, tiñendo algunas secuencias de un humor negro bastante gamberro que te arranca alguna que otra carcajada; como por ejemplo aquella en el que Tomas llora desconsoladamente delante de su mujer en el patio del hotel, mientras un boquiabierto conserje (cigarrillo en boca) es testigo de tal patetismo desmesurado.
Por contra, podría decir que la película se va desinflando a medida que va transcurriendo los minutos, dejando patente que pese a partir de una idea muy original, ésta no daba para tanto metraje; también el hecho de tener un ritmo bastante pausado posiblemente pueda echar a más de uno hacia atrás; y es necesario indicar que quizás peque de cierta pretenciosidad con ese doble final heroico, en el que nuestro protagonista se redime, recuperando en cierto sentido la hombría perdida; sin embargo, a pesar de ese desarrollo un tanto irregular y demás, en líneas generales es una película muy interesante, valiendo la pena otorgarle al menos un visionado, ya que no te deja para nada indiferente.
El filme empieza de forma muy potente, el cual mientras la familia está desayunando en un buen restaurante de apariencia 'kitsch', con unas impresionantes vistas de las montañas nevadas, de repente una avalancha que en un principio parecía estar controlada se precipitará sobre ellos, haciendo que el padre de familia salga corriendo abandonando a su esposa e hijos, solos ante ese peligro aparente. Finalmente no ocurre nada y salen ilesos del incidente. El hecho de que el instinto de supervivencia del padre le haya jugado una mala pasada y la estupidez posterior de no afirmar delante de los suyos tal acción, abrirá una herida importante en su matrimonio qué tambaleará los cimientos de una familia que en apariencia estaba unida y feliz.
Con unas buenas interpretaciones de prácticamente todo su elenco actoral, y el buen hacer de su director (que se podría afirmar que en cierto modo vuelve a sus raíces), la película nos hace reflexionar sobre la condición del ser humano y los valores familiares, con unos diálogos punzantes y una tensión 'in crescendo' que se puede cortar con un cuchillo. La utilización en momentos puntuales del tema "Russian Bayan" de Catherine Michael es todo un acierto, remarcando aún más si cabe la tragedia de esta familia en medio del más absoluto blanco de la nieve. Se puede destacar también una factura técnica verdaderamente brillante, con una preciosa fotografía que ensalza la belleza de las montañas nevadas; asimismo, me gustado mucho la forma en la cual Östlund ha filmado la película, estructurándola por días de la semana, con una primera parte en el que los planos son prácticamente estáticos, y una segunda parte en la cual los entrelaza con planos mas movidos, debido a la cámara al hombro, mostrando de maravilla la frustración por la que atraviesa nuestro protagonista, consciente de su grave error, habiendo algunas escenas que muestran lo patéticos que puede llegar a ser los seres humanos, tiñendo algunas secuencias de un humor negro bastante gamberro que te arranca alguna que otra carcajada; como por ejemplo aquella en el que Tomas llora desconsoladamente delante de su mujer en el patio del hotel, mientras un boquiabierto conserje (cigarrillo en boca) es testigo de tal patetismo desmesurado.
Por contra, podría decir que la película se va desinflando a medida que va transcurriendo los minutos, dejando patente que pese a partir de una idea muy original, ésta no daba para tanto metraje; también el hecho de tener un ritmo bastante pausado posiblemente pueda echar a más de uno hacia atrás; y es necesario indicar que quizás peque de cierta pretenciosidad con ese doble final heroico, en el que nuestro protagonista se redime, recuperando en cierto sentido la hombría perdida; sin embargo, a pesar de ese desarrollo un tanto irregular y demás, en líneas generales es una película muy interesante, valiendo la pena otorgarle al menos un visionado, ya que no te deja para nada indiferente.
22 de noviembre de 2015
22 de noviembre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo la película sueca "Fuerza mayor" escrita y dirigida por Ruben Östlund y protagonizada por Lisa Loven Kongsli y Johannes Kuhnke. Ganadora del Premio del Jurado en el festival de Cannes, el film nos cuenta el cambio que se produce en el matrimonio y en sus actitudes cuando, ante una avalancha, el progenitor muestra una posición cobarde y huye dejando a su mujer sóla con los dos hijos. Dividida en cinco capitulos, uno por cada día que la familia pasa en la estación de esquí, esta obra acerca de los comportamientos humanos a la hora de enfrentarse a situaciones extremas, cuenta con una puesta en escena muy visual y brillante. Rodada en Les Arcs, los paisajes y la buena fotografía están asegurados y, son los silencios así como el empleo de la música clásica a gran volumen los que sirven para potenciar el desmembramiento familiar. Supervivencia, solidaridad y cobardía que se me pasan volando a pesar de la lentitud del metraje y de la gran profusión de cortos planos. De 6.
6 de diciembre de 2015
6 de diciembre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Que observamos en FUERZA MAYOR? Un estudio minimalista, con fondo blanco, por transcurrir la historia en una estación de esquí bajo la majestuosidad del silencio, de una pareja en crisis marital. Todo el leitmotiv con que se inicia la película es sólo un pretexto para indagar en la institución más difícil y extendida dentro de las fronteras de la cultura occidental: el matrimonio. Y conste que hasta los mismos suecos y su famoso “amor libre” no escapan a las convenciones de un pacto de amor sancionado por los sacerdotes y Dios pero que la rutina y otras amenazas propias del vértigo de la vida urbana van socavando. La esposa ante un desliz poco valeroso del esposo entra en catarsis y todas sus dudas e inquietudes ante la pareja que eligió salen a relucir con los pequeños hijos como espectadores y victimas del drama afectivo. Y es que los niños no entienden del todo de las complicaciones sentimentales del mundo adulto. El esposo, casi una nulidad correcta, vive su propio proceso introspectivo tratando de encontrar una auto-reafirmación que no logra definir y que inesperadamente es puesto en evidencia. Son más los silencios que las repuestas. La corrección de estos suecos, representantes de una “civilización superior”, no deja de padecer las inclemencias de una vida social y matrimonial sujeta a las dudas y caídas. Aunque lo significativo es el sentido del deber, de la responsabilidad para achicar el tema de las faltas, los delitos y pecados en los que transcurre la existencia algo que está mucho más relajado en otros contextos geográficos, por ejemplo, el latinoamericano del cual formo parte. El final, un tanto predecible, ofrece la reivindicación del acusado y el anuncio de una nueva vida donde el rol de “pater de familia” empezaría a ser asumido con todas las de la ley. Lo cual nos lleva al espinoso tema de los roles y sus representaciones bajo los principios de la biología y los condicionamientos culturales algo que luce evidente pero que hoy la contemporaneidad debate sin llegar a conclusiones últimas. FUERZA MAYOR, me gustó. No es una obra maestra, pero sí una película redonda, bien actuada y con una cadencia lenta pero justa respetando la atmosfera donde transcurre el drama.
8 de diciembre de 2015
8 de diciembre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fuerza mayor de Ruben Östlund es un drama basado en una familia que pasa unas vacaciones en la nieve y se plantean seriamente su matrimonio por descubrir ella que en el momento de la verdad cuando la situación se pone peligrosa su marido huye del lugar. Dirigida con un ritmo paulatino y con un estilo provocador al poner en la palestra una temática estremecedora por lo personal que es y por verse la realidad de una persona en los momentos cruciales, logrando incitar al espectador con las suposiciones de lo que se haría en un momento así, concluyendo un comprometedor film que es muy recomendable para aquellos que busquen dramas profundos y algo rebuscados.
La fotografía es alusiva y lumínica en una labor bien cuidada en detalles grandiosos, añadiendo también confort en los momentos oportunos gracias a una portentosa labor estéticamente apropiada. La música es clásica e inquietante en sus melodías repetitivas que son usadas en los momentos oportunos para hacer sentir al espectador el pesimismo con que el matrimonio afronta la situación. Los planos y movimientos de cámara consuman una buena labor técnica mediante el uso de los subjetivos, grúas, panorámicos, reconocimiento, seguimiento, steadycam, generales, avanti y plano-contraplanos que sacan lo mejor de la historia y las interpretaciones. Cabe señalar también, los efectos visuales competentes en determinada escena que añaden un extra de interés al film.
Las actuaciones son contundentes y decisivas. Como protagonistas Johannes Kuhnke está señalado e intachable como marido y Lisa Loven Kongsli trabaja con calado psicológico en un irreprochable papel, siendo buenos los acompañamientos de Vincent Wettergren, Clara Wettergren, Kristofer Hivju y Fanni Metelius entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugerentes de la nieve y también elegantes pero sin excesos en una buena labor que junto con los decorados y exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por el director, va creando poco a poco una atmósfera de desconfianza personal en la familia que se va llevando poco a poco al extremo para penetrar en el público con su trama insidiosa y turbadora que deja claras evidencias de cómo un detalle en una situación peligrosa pone en duda el amor de un matrimonio, finalizando un film notable que provoca reacción en el espectador y lo machaca con su implacable historia. Esto se lleva a cabo con una narrativa expresiva y equilibrada que deja claro la desesperanza con la que afronta el matrimonio la situación y también la angustia sufrida. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo en ir desarrollando su trama y exponiendo a sus personajes.
Para finalizar, la considero una obra notable dentro de los dramas que ofrecen algo nuevo para machacar psicológicamente al espectador con una pelea en un matrimonio que te hace sentir partícipe eficazmente, incitando además al espectador con su entramado personal y desmoralizador hasta hacerte sentir impotencia. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, montaje, planos, vestuarios, narrativa y diálogos que convierten a Fuerza mayor, en un film inesperadamente profundo y arrebatador.
La fotografía es alusiva y lumínica en una labor bien cuidada en detalles grandiosos, añadiendo también confort en los momentos oportunos gracias a una portentosa labor estéticamente apropiada. La música es clásica e inquietante en sus melodías repetitivas que son usadas en los momentos oportunos para hacer sentir al espectador el pesimismo con que el matrimonio afronta la situación. Los planos y movimientos de cámara consuman una buena labor técnica mediante el uso de los subjetivos, grúas, panorámicos, reconocimiento, seguimiento, steadycam, generales, avanti y plano-contraplanos que sacan lo mejor de la historia y las interpretaciones. Cabe señalar también, los efectos visuales competentes en determinada escena que añaden un extra de interés al film.
Las actuaciones son contundentes y decisivas. Como protagonistas Johannes Kuhnke está señalado e intachable como marido y Lisa Loven Kongsli trabaja con calado psicológico en un irreprochable papel, siendo buenos los acompañamientos de Vincent Wettergren, Clara Wettergren, Kristofer Hivju y Fanni Metelius entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugerentes de la nieve y también elegantes pero sin excesos en una buena labor que junto con los decorados y exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por el director, va creando poco a poco una atmósfera de desconfianza personal en la familia que se va llevando poco a poco al extremo para penetrar en el público con su trama insidiosa y turbadora que deja claras evidencias de cómo un detalle en una situación peligrosa pone en duda el amor de un matrimonio, finalizando un film notable que provoca reacción en el espectador y lo machaca con su implacable historia. Esto se lleva a cabo con una narrativa expresiva y equilibrada que deja claro la desesperanza con la que afronta el matrimonio la situación y también la angustia sufrida. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo en ir desarrollando su trama y exponiendo a sus personajes.
Para finalizar, la considero una obra notable dentro de los dramas que ofrecen algo nuevo para machacar psicológicamente al espectador con una pelea en un matrimonio que te hace sentir partícipe eficazmente, incitando además al espectador con su entramado personal y desmoralizador hasta hacerte sentir impotencia. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, montaje, planos, vestuarios, narrativa y diálogos que convierten a Fuerza mayor, en un film inesperadamente profundo y arrebatador.
8 de febrero de 2016
8 de febrero de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fuerza mayor es una muy interesante producción sueca, dirigida y escrita por Ruben Östlund, sobre un hecho anecdótico que sacude los cimientos de una familia durante unas vacaciones de esquí.
Una familia viaja a Francia para pasar unos días en una estación de esquí. Mientras se encuentran en el restaurante de una de las pistas, una avalancha controlada desata el pánico en el establecimiento, cuando parece que la nieve, sin control, va a tragarse el restaurante, envolviendo a todos en una nube de polvo blanco. En ese momento, Ebba, la madre, corre a proteger a sus dos hijos, mientras espera la ayuda de su esposo, Tomas. Ayuda que no llegará, ya que Tomas reacciona alejándose del lugar a la carrera, dejando solos ante el supuesto peligro a toda su familia.
Lo que en principio podría ser una anécdota que contar a la vuelta de las vacaciones, desvela los conflictos profundos que se esconden tras la fachada de una familia feliz. Ya desde el primer momento nos damos cuenta de que el matrimonio se encuentra en plena crisis, seguramente debido al exceso celo por el trabajo del padre de familia, que descuida a su familia.
También saca a la luz el mayor miedo de la madre: el abandono. Esta situación extrema demuestra que su mujer e hijos no son la máxima prioridad del padre, dejando a su familia en una situación de indefensión inmensa, no sólo física, sino emocional.
Todos estos problemas se agudizan, además, cuando Tomas se niega a admitir lo ocurrido o siquiera a hablar del tema. Por ello, Fuerza mayor nos muestra, durante sus dos horas de metraje, la profunda crisis que debe afrontar este matrimonio, todos los conflictos y miedos que se encontraban convenientemente enterrados, latentes hasta que un inesperado suceso los saca a la luz.
Los intérpretes (Johannes Kuhnke, como Tomas; Lisa Loven Kongsli, como Ebba; y Kristofer Hivju y Fanni Metelius, como una pareja amiga) están estupendos en sus respectivos papeles, aportando verosimilitud a unos personajes muy reales y cotidianos.
Lo mejor: la sensación de claustrofobia y amenaza que provoca el ruido incesante de las avalanchas controladas.
Lo peor: el estúpido título español, cuando la literal traducción del original, Turist, tiene mucho más sentido, sabiendo que la mayor parte de las separaciones de pareja ocurre durante las vacaciones.
http://www.bollacos.com/fuerza-mayor-un-pulso-a-la-familia/
Una familia viaja a Francia para pasar unos días en una estación de esquí. Mientras se encuentran en el restaurante de una de las pistas, una avalancha controlada desata el pánico en el establecimiento, cuando parece que la nieve, sin control, va a tragarse el restaurante, envolviendo a todos en una nube de polvo blanco. En ese momento, Ebba, la madre, corre a proteger a sus dos hijos, mientras espera la ayuda de su esposo, Tomas. Ayuda que no llegará, ya que Tomas reacciona alejándose del lugar a la carrera, dejando solos ante el supuesto peligro a toda su familia.
Lo que en principio podría ser una anécdota que contar a la vuelta de las vacaciones, desvela los conflictos profundos que se esconden tras la fachada de una familia feliz. Ya desde el primer momento nos damos cuenta de que el matrimonio se encuentra en plena crisis, seguramente debido al exceso celo por el trabajo del padre de familia, que descuida a su familia.
También saca a la luz el mayor miedo de la madre: el abandono. Esta situación extrema demuestra que su mujer e hijos no son la máxima prioridad del padre, dejando a su familia en una situación de indefensión inmensa, no sólo física, sino emocional.
Todos estos problemas se agudizan, además, cuando Tomas se niega a admitir lo ocurrido o siquiera a hablar del tema. Por ello, Fuerza mayor nos muestra, durante sus dos horas de metraje, la profunda crisis que debe afrontar este matrimonio, todos los conflictos y miedos que se encontraban convenientemente enterrados, latentes hasta que un inesperado suceso los saca a la luz.
Los intérpretes (Johannes Kuhnke, como Tomas; Lisa Loven Kongsli, como Ebba; y Kristofer Hivju y Fanni Metelius, como una pareja amiga) están estupendos en sus respectivos papeles, aportando verosimilitud a unos personajes muy reales y cotidianos.
Lo mejor: la sensación de claustrofobia y amenaza que provoca el ruido incesante de las avalanchas controladas.
Lo peor: el estúpido título español, cuando la literal traducción del original, Turist, tiene mucho más sentido, sabiendo que la mayor parte de las separaciones de pareja ocurre durante las vacaciones.
http://www.bollacos.com/fuerza-mayor-un-pulso-a-la-familia/
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