De repente en el verano
1959 

7.6
8,120
Drama. Intriga
En la Nueva Orleans de 1937, una rica viuda, la señora Venable, ofrece al doctor Cukrowicz los fondos para crear un hospital a condición de que practique una lobotomía a su sobrina Catherine. La señora Venable se encuentra perturbada por la reciente muerte en Europa de su hijo Sebastian, con quien solía viajar todos los veranos, salvo el último, en el que Sebastian prefirió llevar como acompañante a su prima Catherine. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2025
23 de enero de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Rose. Su cabeza cortada, abierta. Una navaja punzando en su cerebro. Yo. Aquí. Fumando", escribió Tennessee Williams después de que a su hermana Rose le fuera practicada una lobotomía, método psiquiátrico utilizado sin piedad hasta 1967. "De repente, el último verano" (basada en la obra de dicho dramaturgo y dirigida en 1959 por Joseph L. Mankiewicz) nos habla de Catherine Holly (Elizabeth Taylor), una joven internada en un psiquiátrico por decisión de su dominante y malvada tía Violet Venable (Katharine Hepburn) quien quiere que el doctor Cukrowicz (Montgomery Clift) le practique una lobotomía. Verdades y mentiras, locura y homosexualidad, maldad y perversión, en una película compleja e intensa, maravillosamente construida, con unas interpretaciones y una puesta en escena propias del mejor cine del Hollywood de los años 50. Un filme respetuoso y denunciante que salvó el pellejo de la censura de la época.
23 de octubre de 2007
23 de octubre de 2007
14 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero aun reconociendo sus muchas virtudes, creo que ha envejecido mal. Y sobretodo la historia, los dilemas que plantea vistos hoy...Y la mayoría de nosotros ha visto la película ahora y no cuando se estrenó. Que conste que lo dicho anteriormente no me ocurre con frecuencia, no renuncio por ejemplo al cine en blanco y negro en general (Bogart, Wayne, Chaplin Hmnos.Marx, Harold Lloyd, Tracy, Hepburn, Grant, Wells, Ford, Cooper y un larguísimo etcétera).
Los actores bien, pero no son sus papeles más recordados, ni tampoco del gran director Mankiewicz.
Lo mejor: La obsesiva mamá, el gran Monty. El ascensor y el jardín del terror.
Lo peor: Lo viejo/anticuado del conjunto.
Los actores bien, pero no son sus papeles más recordados, ni tampoco del gran director Mankiewicz.
Lo mejor: La obsesiva mamá, el gran Monty. El ascensor y el jardín del terror.
Lo peor: Lo viejo/anticuado del conjunto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Monty de médico arregla-cabezas sabiendo de lo suyo parece una broma macabra... Se despedazaba a los homosexuales en la Europa mediterránea de la época? Creo que no, y menos si eran pudientes.
28 de agosto de 2011
28 de agosto de 2011
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena ambientación. Buen planteamiento y mala resolución final, que resulta muy forzado tanto en lo que se refiere a la linea argumental como a la forzada interpretación de la Taylor.
5 de agosto de 2013
5 de agosto de 2013
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desconcierto. Sopor. Desconcierto. Sopor. Desconcierto. Sopor. Desconcierto. Sopor.
El cómo es posible que una película en la que aparezcan dos animales como Taylor y Hepburn me resulte tan aburrida, tan malsana y tan estúpida me va a tener en vela toda la noche. Lo estoy viendo.
Al margen de dos escenas impactantes no puedo destacar nada de un relato que se olvida del espectador por completo a base de diálogos rimbombantes, escenas absurdamente largas y un desenlace tan macabro como anticlímax.
Una bobada.
El cómo es posible que una película en la que aparezcan dos animales como Taylor y Hepburn me resulte tan aburrida, tan malsana y tan estúpida me va a tener en vela toda la noche. Lo estoy viendo.
Al margen de dos escenas impactantes no puedo destacar nada de un relato que se olvida del espectador por completo a base de diálogos rimbombantes, escenas absurdamente largas y un desenlace tan macabro como anticlímax.
Una bobada.
17 de agosto de 2020
17 de agosto de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“De repente, el último verano” lo tiene absolutamente todo. Una obra tensa, sudorosa, perturbadora, asfixiante, psicoanalítica, con tendencias surrealistas en su escena final y profundamente enrarecida del gran genio del teatro; una dirección de Joseph L. Mankiewicz portentosa, oportuna e impactantemente moderna para 1959; un elenco artístico incontestable con Elizabeth Taylor, Montgomery Clift y Katharine Hepburn, ni más ni menos; el protagonismo de la obra cedido a Sebastian, un personaje fallecido que no aparece en la película pero que la centra de principio a fin por su personalidad insoportablemente arrolladora que lo convierte en víctima y verdugo de forma simultánea; la salud mental como tema principal para desarrollar todas las obsesiones del dramaturgo a través del verano, la homosexualidad reprimida, los ambientes clautrofóbicos, la miserable condición humana siempre interesada, un complejo de Edipo en sentido contrario ingobernable, la náusea sobre la existencia... Puro Tennessee Williams.
Como siempre, el cálido y asfixiante sur de los USA es la ubicación de la historia (qué sería de la obra de Williams sin el calor tórrido y sudoroso). Estamos en 1937. Montgomery Clift es un psiquiatra que está desarrollando la terrorífica técnica de la lobotomía. Katharine Hepburn es una viuda rica que perdió a su consentido único hijo poeta el verano pasado, del que estaba locamente enamorada y al que pierde por un ataque al corazón el primer verano que no la acompaña ella sino su prima (Elizabeth Taylor) como mero cebo para conseguir a jóvenes adolescentes. La mujer rica quiere practicar una lobotomía a su sobrina, pero algo no está claro en todo esto.
Profundo drama desgarrador e hipnótico, la historia se va trenzando para ser cada vez más compleja, como suele ocurrir en la obra del mejor dramaturgo que yo haya conocido. Todo ello filmado con un atrevimiento impresionante por Mankiewicz que desborda genialidad por todos lados: desde la presentación del imposible jardín ideado por Sebastian hasta la narración de lo ocurrido en la terrorífica playa de Boca de Lobo (trasunto de alguna playa de este país cargada de miseria moral y material).
Absolutamente impresionante drama psicológico sobre la barrera entre la salud y la enfermedad mental totalmente imprescindible, que incluso supera en su acercamiento al psicoanálisis a la mismísima “Recuerda” de Alfred Hitchcock.
Como siempre, el cálido y asfixiante sur de los USA es la ubicación de la historia (qué sería de la obra de Williams sin el calor tórrido y sudoroso). Estamos en 1937. Montgomery Clift es un psiquiatra que está desarrollando la terrorífica técnica de la lobotomía. Katharine Hepburn es una viuda rica que perdió a su consentido único hijo poeta el verano pasado, del que estaba locamente enamorada y al que pierde por un ataque al corazón el primer verano que no la acompaña ella sino su prima (Elizabeth Taylor) como mero cebo para conseguir a jóvenes adolescentes. La mujer rica quiere practicar una lobotomía a su sobrina, pero algo no está claro en todo esto.
Profundo drama desgarrador e hipnótico, la historia se va trenzando para ser cada vez más compleja, como suele ocurrir en la obra del mejor dramaturgo que yo haya conocido. Todo ello filmado con un atrevimiento impresionante por Mankiewicz que desborda genialidad por todos lados: desde la presentación del imposible jardín ideado por Sebastian hasta la narración de lo ocurrido en la terrorífica playa de Boca de Lobo (trasunto de alguna playa de este país cargada de miseria moral y material).
Absolutamente impresionante drama psicológico sobre la barrera entre la salud y la enfermedad mental totalmente imprescindible, que incluso supera en su acercamiento al psicoanálisis a la mismísima “Recuerda” de Alfred Hitchcock.
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