Busca contar lo de siempre, amores y desamores, de una forma diferente. Lo consigue a medias, tiene buenos momentos y en general mejora a partir de la mitad, pero es una narrativa compleja, con pocas referencias a las que agarrarse y que no logra que el espectador se sumerja en la historia. Pero no se le puede negar el mérito de buscar el desmarcarse de los caminos trillados.

Tengo que admitir una cosa antes de comentar nada: no la vi entera... Y os preguntareis, ¿por qué un 5 entonces? Pues sencillamente porque lo que vi estaba bien, pero el problema que le encuentro yo a muchas películas orientales, esque no distingo a los personajes cuando los visten igual/parecido... Tengo que estar alerta para encontrarle algún rasgo físico que lo diferencie de los demás; pero, a parte de esto, la película tiene un buen argumento.
Aún así, lo que más me gustó fue la banda sonora. Es un personaje más, te acompaña en cada escena, siendo tan importante como el personaje que está hablando.
La mayoría de la gente no la vería, y yo, desde luego, no la recomendaría a no ser que supiera al 100% que a esa persona le gustan este tipo de películas. Yo, personalmente, esperaré unos años antes de intentar volver a verla, y me mentalizaré para intentar entendera.

A mi parecer es una continuación de Deseando amar, pero ésta vez el protagonista ha espabilado y se ha convertido en todo un galán y rompecorazones, pero aún está atrapado y resentido por ese amor con la vecina de Deseando amar. Del resto, todo igual, escenarios diminutos e íntimos, con apenas espacios exteriores, con la diferencia de que la historia parece transcurrir en dos espacios temporales, el pasado y otro el futuro. El defecto que le veo, es que es muy repetitiva, cansina y se te hace eterna, no ves que la cosa tire para un lado u otro, el personaje no evoluciona y no te aporta nada, aburriendote con ganas de que la historia termine cuanto antes.

Es ésta sin duda una película hermosa, con ella Kar Wai cierra una trilogía antológica, una trilogía que rezuma sensualidad y derrocha romanticismo, más dura en las formas y con más aristas Días Salvajes, más melancólicas y suaves Deseando Amar y 2046, pero igualmente desgarradoras e igualmente perturbadoras.
La poesía sigue en movimiento y de nuevo al ritmo de otra banda sonora impresionante, la elección de los temas es acertadísima, le van a las imagines como anillo al dedo. Aquí el protagonista se vuelve más cínico y descreído, ya no esta dispuesto a enamorarse tan fácilmente para después sufrir, pero ello no es tan sencillo, a veces el enamorarse es simplemente inevitable. Tony Leung me recuerda a Clark Gable y las actrices con Gong Li a la cabeza, además de preciosas hacen un trabajo impresionante.
Es muy difícil volver a alcanzar el nivel conseguido en Deseando Amar y quizás 2046 esta un punto por debajo, tal vez y por ponerle un pero tiene un metraje algo mas largo de lo que nos tiene acostumbrados Kar Wai y esto la perjudica, y en algún momento el componente futurista puede hacerla algo confusa.
Por lo demás Kar Wai nos sigue hablando de los sentimientos, de las heridas que no se cierran, de recuperar el pasado y lo hace con una belleza extraordinaria, pero a la vez nos dice que eso puede ser imposible incluso en 2046 donde los recuerdos se recuperan, pero de donde no se vuelve. El personaje que interpreta Tony Leung no consigue desde luego desprenderse de su pasado ni tampoco recuperarlo y aunque intente protegerse bajo la coraza del cinismo no siempre puede evitar el sufrimiento. Tal vez no hay que darle más vueltas, la vida es así la mayoría de las veces y ese en el fondo sea el mensaje, siempre corremos detrás de un sueño o de un imposible y casi nunca lo logramos. Pero si esto nos lo cuentan con la belleza y sensualidad que lo hace Kar Wai y nos deleita además con esa maravillosa banda sonora, bienvenidos sean el desamor y el sufrimiento.

2046 no es solo una habitación donde olvidar los desamores, es una película cuya belleza visual es solo comparable a su belleza poética.Cada plano es un ejercicio de intimidad desnudada al sercicio de un espectáculo narrativo que juega con las fantasías y la realidad vivida e inventada del protagonista, que narra el encuentro con diversas mujeres y el recuerdo de un antiguo amor.
Wong kar-wai es fascinante.