Rodada como si fuera un telefilm, pero a su vez con unos efectos visuales sorprendentes para la época y que se mantienen bien en la actualidad.

Al principio parece un drama pero luego tira a cine de aventuras.

Intenta ser emotiva, pero con ese guión tan absurdo que tiene no lo consigue.

Y así puedo seguir todo el rato. En resumen, dos películas en una.

Robin Williams cuando interpreta papeles de Señor Maravilloso le suele dar buenos resultados como en "Señora Doubtfire" y "El indomable Will Hunting", pero en la película que nos ocupa el edulcoramiento excesivo acaba con el interés del espectador, es decir, el mio.

La verdad es que la idea de la trama me gustó pero su plasmación en esta cinta fue muy deficiente, hay momentos en que parece querer arrancar (spoiler) pero son destellos fugaces, ni siquiera el esfuerzo que han hecho en representar el infierno puede con un pasteleo semejante.

En la primera parte, para entretenerme, me acordé de "Ghost", mucho mejor película. Pero en la segunda parte me di cuenta que el equipo de producción no estaba preparado para este tipo de alegorias.

Pastelón. Las pretensiones sesudas y de filosofía barata juegan en su contra. Sale Max Von Sydow y de repente ya tenemos que decir: oh, homenaje a Bergman. Pastelón y de los gordos. Incomprensible a veces.

Creo que es un film bastante bueno en lo que es la fotografía, pero sólo me remito a eso; porque lo demás cae por su propio peso. El argumento es muy previsible desde que empieza la película hasta que acaba.

De verdad, al principio mientras la veía pensé que podía ser una película con un cierto interés, por eso de que el tema a tratar es la vida después de la muerte.

pero luego, va degenerando cada vez más para convertirse en una película propia de algún canal infantil, con una visión de la muerte totalmente infantiloide y nulo interés en cuanto a temas vitales y humanos.

Williams está patético, para variar, mostrando que tenía que haber sido payaso de circo o presentador de programas infantiles o beato santurrón.......