Antes de la medianoche
2013 

7.3
28,148
1 de julio de 2013
1 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Before midnight (nunca entenderé la necesidad de cambiar el título original de una película) es un notable colofón a esta particular trilogía. Funciona perfectamente de manera aislada, es decir, no es necesario haber visto las precedentes (aunque sí recomendable) ya que el sustrato de la historia queda perfectamente descrito a lo largo de la película y no da lugar a pérdidas de la trama para el espectador recién llegado. Al fin y al cabo en esta película se trata un tema universal, el paso del tiempo, y se cuestiona la idealización del amor y de las relaciones personales: la amistad, la familia y la pareja, confrontadas con la vida real.
Con una naturalidad apabullante, Delpy (Celine) y Hawke (Jesse) defienden de manera sobresaliente la incontinencia verbal de los diálogos. La película son ellos con el trasfondo de una Grecia paradisiaca, de una Arcadia real, un país que está sufriendo pero en el que al final "no pasa nada" (en palabras de Jesse), metáfora de la realidad de los protagonistas.
Lo mejor:
- Julie Delpy (con un cuerpo real, que nos llama la atención como espectadores ya que tan acostumbrados estamos al artificio) y Ethan Hawke
- Diálogos.
- Localización: Grecia. Lo destaco, ya que no sólo por lo que aporta a la fotografía de la película, sino su significado, cuna de la civilización occidental y país en conflicto y crisis aguda (aquí latente).
- No es una película para todos los públicos (requiere un espectador activo)
Lo peor:
-el segundo tercio de la película pierde ritmo, que recupera en el último.
Con una naturalidad apabullante, Delpy (Celine) y Hawke (Jesse) defienden de manera sobresaliente la incontinencia verbal de los diálogos. La película son ellos con el trasfondo de una Grecia paradisiaca, de una Arcadia real, un país que está sufriendo pero en el que al final "no pasa nada" (en palabras de Jesse), metáfora de la realidad de los protagonistas.
Lo mejor:
- Julie Delpy (con un cuerpo real, que nos llama la atención como espectadores ya que tan acostumbrados estamos al artificio) y Ethan Hawke
- Diálogos.
- Localización: Grecia. Lo destaco, ya que no sólo por lo que aporta a la fotografía de la película, sino su significado, cuna de la civilización occidental y país en conflicto y crisis aguda (aquí latente).
- No es una película para todos los públicos (requiere un espectador activo)
Lo peor:
-el segundo tercio de la película pierde ritmo, que recupera en el último.
1 de julio de 2013
1 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva entrega de la historia de amor de Céline y Jesse.
Curiosa trilogía (por el momento) en la que el tiempo que viven los personajes entre película y película es exactamente el tiempo que hay entre ellas, y este tiempo no es nada menos que 9 años, así los hemos visto con 23 , con 32 y ahora con 41 años. Lo curioso es que lo que nos muestra cada película de lo personajes es simplemente unas horas de un día, y en este breve espacio de tiempo comprendemos su vida, todo lo que ha sucedido y la evolución que han sufrido.
En esta tercera entrega, los personajes más maduros, con más vida a sus espaldas, ya no viven esa fascinación por el otro, ahora se encuentran más dispersos, y es por ello que están rodeados de gente, ya no son solamente ellos dos. La película no ofrece sorpresas para el conocedor, mantiene el nivel de las anteriores, siendo más ácida, cáustica, con más humor pero a la vez más dura y sigue siendo, desde luego, romántica. Más madura y quizás más irregular, se puede hacer algo pesada la charla en grupo durante la comida, pero se vuelve estupenda en su parte final.
Un guión repleto de diálogos y de improvisaciones, no en vano Delpy y Hawke están acreditados como guionistas. Una pequeña, nimia película que narra con sencillez unas horas en la vida de dos personas, básicamente solo diálogo, y pese a ello, al igual que las anteriores, consigue una pequeña-gran película que merece la pena ver.
Muy recomendable, pero, obviamente, no es para todo tipo de espectador
Curiosa trilogía (por el momento) en la que el tiempo que viven los personajes entre película y película es exactamente el tiempo que hay entre ellas, y este tiempo no es nada menos que 9 años, así los hemos visto con 23 , con 32 y ahora con 41 años. Lo curioso es que lo que nos muestra cada película de lo personajes es simplemente unas horas de un día, y en este breve espacio de tiempo comprendemos su vida, todo lo que ha sucedido y la evolución que han sufrido.
En esta tercera entrega, los personajes más maduros, con más vida a sus espaldas, ya no viven esa fascinación por el otro, ahora se encuentran más dispersos, y es por ello que están rodeados de gente, ya no son solamente ellos dos. La película no ofrece sorpresas para el conocedor, mantiene el nivel de las anteriores, siendo más ácida, cáustica, con más humor pero a la vez más dura y sigue siendo, desde luego, romántica. Más madura y quizás más irregular, se puede hacer algo pesada la charla en grupo durante la comida, pero se vuelve estupenda en su parte final.
Un guión repleto de diálogos y de improvisaciones, no en vano Delpy y Hawke están acreditados como guionistas. Una pequeña, nimia película que narra con sencillez unas horas en la vida de dos personas, básicamente solo diálogo, y pese a ello, al igual que las anteriores, consigue una pequeña-gran película que merece la pena ver.
Muy recomendable, pero, obviamente, no es para todo tipo de espectador
4 de julio de 2013
4 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta tercera entrega de la saga volvemos a encontrarnos con los mismos personajes, en otra etapa muy diferente de su vida, pero a diferencia de su encuentro en París se han producido muchos cambios los cuales nos vamos enterando poco a poco. Desde la primera escena con la despedida de Hank en el aeropuerto hasta la magistral última escena suceden muchas cosas, con el añadido de un mayor ritmo en los diálogos, pero siempre sin perder la mayor parte de sus emblemas.
La película se puede dividir en tres partes, todas están muy bien, pero el ritmo y la intensidad de los diálogos va increscendo según nos acercamos al final. La química entre los personajes sigue aumentando, incluso Julie Delpy hace una mejor interpretación que en las dos primeras películas. Lo único que encuentro inferior es la fotografía de la zona en la que están, si Viena y París eran muy bien retratadas no se aprovecha ese paraíso natural de la costa Griega para
conseguir unas mejores imágenes, solo en la escena final con los dos personajes sentados en una terraza al borde del mar, se observa ese efecto. La cámara no está colocada de forma tan natural, buscando diferentes ángulos, sino que siempre se encuentra a la misma altura de los personajes. Pese a ser más larga que la anterior película, no se hace pesada y todo eso es debido a la calidad del guión, que parece sacado de un texto de Woody Allen.
La película se puede dividir en tres partes, todas están muy bien, pero el ritmo y la intensidad de los diálogos va increscendo según nos acercamos al final. La química entre los personajes sigue aumentando, incluso Julie Delpy hace una mejor interpretación que en las dos primeras películas. Lo único que encuentro inferior es la fotografía de la zona en la que están, si Viena y París eran muy bien retratadas no se aprovecha ese paraíso natural de la costa Griega para
conseguir unas mejores imágenes, solo en la escena final con los dos personajes sentados en una terraza al borde del mar, se observa ese efecto. La cámara no está colocada de forma tan natural, buscando diferentes ángulos, sino que siempre se encuentra a la misma altura de los personajes. Pese a ser más larga que la anterior película, no se hace pesada y todo eso es debido a la calidad del guión, que parece sacado de un texto de Woody Allen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La nueva situación familiar en donde tienen unas niñas gemelas, hace que mantengan un vínculo fundamental, aunque no estén casados. Ese vínculo supone mayor compromiso, tienen una atadura que no tenían en sus encuentros anteriores y eso es lo que hace que fluyan unos grandes diálogos dramáticos.
En la primera parte se produce la despedida de Hank, tras pasar unos días en Grecia con ellos. Ese será unos de los temas de conversación entre ellos, mientras las niñas duermen en el camino de vuelta a la casa del amigo de Jesse. Pero también surgen otros temas, ya que actualmente pasaban el Invierno en París, pero él quiere que se vayan a vivir a Estados Unidos, para estar más cerca de su hijo, para lo que ella tendrá que renunciar a su trabajo en Francia.
La segunda parte durante la comida en casa del escritor, los diálogos son muy buenos y recuerda por momentos a esa mezcla de drama y comedia dentro de comidas familiares del cien francés actual, véase " El Skylab " o " El nombre ". Esa mezcla también nos acerca un poco a un guión más al estilo Woody Allen.
En la tercera y última parte, por un lado está ese recorrido hasta el hotel al borde del mar, allí es donde encontramos los únicos momentos donde la cámara está colocada de manera más natural, para favorecer esos diálogos tan intensos entre los personajes. Ya en el interior del hotel se produce la tragedia, una sucesión de conversaciones sin parar, con gran ritmo y que desembocan en la salida de Celine del hotel cuando estaban los dos acostados. Una vez sale Jesse del hotel intenta solucionar el malentendido, con una Julie Delpy sentada en la terraza del bar frente al mar y con la fotografía de paisajes más bonita de la película. Ese diálogo final, deja entreabierta la puerta a otra nueva película, que como ya comenté en mis críticas de las otras películas espero no se produzca. Pese a ser un
admirador del conjunto de la saga, creo que este es un gran colofón y sería un error arriesgarse a estropear esta buena imagen dejada hasta el momento.
En la primera parte se produce la despedida de Hank, tras pasar unos días en Grecia con ellos. Ese será unos de los temas de conversación entre ellos, mientras las niñas duermen en el camino de vuelta a la casa del amigo de Jesse. Pero también surgen otros temas, ya que actualmente pasaban el Invierno en París, pero él quiere que se vayan a vivir a Estados Unidos, para estar más cerca de su hijo, para lo que ella tendrá que renunciar a su trabajo en Francia.
La segunda parte durante la comida en casa del escritor, los diálogos son muy buenos y recuerda por momentos a esa mezcla de drama y comedia dentro de comidas familiares del cien francés actual, véase " El Skylab " o " El nombre ". Esa mezcla también nos acerca un poco a un guión más al estilo Woody Allen.
En la tercera y última parte, por un lado está ese recorrido hasta el hotel al borde del mar, allí es donde encontramos los únicos momentos donde la cámara está colocada de manera más natural, para favorecer esos diálogos tan intensos entre los personajes. Ya en el interior del hotel se produce la tragedia, una sucesión de conversaciones sin parar, con gran ritmo y que desembocan en la salida de Celine del hotel cuando estaban los dos acostados. Una vez sale Jesse del hotel intenta solucionar el malentendido, con una Julie Delpy sentada en la terraza del bar frente al mar y con la fotografía de paisajes más bonita de la película. Ese diálogo final, deja entreabierta la puerta a otra nueva película, que como ya comenté en mis críticas de las otras películas espero no se produzca. Pese a ser un
admirador del conjunto de la saga, creo que este es un gran colofón y sería un error arriesgarse a estropear esta buena imagen dejada hasta el momento.
9 de julio de 2013
9 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya tres horas que salí del cine y sigo sin palabras. Quisiera hablar de esta película, poder contar tantas cosas que me ha hecho sentir…, pero no me salen las palabras, me ha dejado sin ellas, se las ha llevado todas.
Puedo decir que me ha hecho llorar. Sí. He llorado como un tonto no sé por qué…, o sí lo sé: han sido lágrimas de puro gozo, de gratitud, de satisfacción contenida…, de una especie de nostalgia satisfecha..., lágrimas de auténtico deleite estético al constatar, entre el asombro y la incredulidad, cómo la tercera entrega de la saga logra renovar la frescura, la naturalidad y la honestidad inmensas de las dos anteriores (el largo y bellísimo desnudo frontal de Julie Delpy es la mejor metáfora de ello), manteniendo el altísimo listón de sus predecesoras y cerrando la que probablemente sea la mejor trilogía de la Historia del Cine. Cada entrega tiene sus razones y sus argumentos, cada secuela está justificada y juega sus propias bazas, y sin embargo el conjunto es compacto y perfecto. Sencillamente perfecto. Delpy y Hawke tienen mucha culpa de ello. Nunca ha habido tanta química entre dos actores. Tanta que no parece que actúen…, que no parecen actores…, que no me creo que pudieran irse cada uno por su lado después del rodaje…
En definitiva: no tengo palabras…
Puedo decir que me ha hecho llorar. Sí. He llorado como un tonto no sé por qué…, o sí lo sé: han sido lágrimas de puro gozo, de gratitud, de satisfacción contenida…, de una especie de nostalgia satisfecha..., lágrimas de auténtico deleite estético al constatar, entre el asombro y la incredulidad, cómo la tercera entrega de la saga logra renovar la frescura, la naturalidad y la honestidad inmensas de las dos anteriores (el largo y bellísimo desnudo frontal de Julie Delpy es la mejor metáfora de ello), manteniendo el altísimo listón de sus predecesoras y cerrando la que probablemente sea la mejor trilogía de la Historia del Cine. Cada entrega tiene sus razones y sus argumentos, cada secuela está justificada y juega sus propias bazas, y sin embargo el conjunto es compacto y perfecto. Sencillamente perfecto. Delpy y Hawke tienen mucha culpa de ello. Nunca ha habido tanta química entre dos actores. Tanta que no parece que actúen…, que no parecen actores…, que no me creo que pudieran irse cada uno por su lado después del rodaje…
En definitiva: no tengo palabras…
10 de julio de 2013
10 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así da gusto enfrentarse a los 7 grados bajo cero de la sala de cine de un atorrador Madrid de 40 grados, con una película romántica bien escrita, interpretada y dirigida, sin más. Con, casi, solo dos personajes que hablan sin parar, a todas horas, sin medida, sin descanso, sin tener tiempo para beber vino o besarse. Casi dos horas de charla que fluye entre la irritación, la tristeza, la alegría y la parodia (esos momentos de admiradora que entra al famoso escritor) en la que es imposible no sentirse identificado. Sí, a todos nos han dicho alguna vez que ya no nos querían, o que somos egoístas, o que no limpiamos el water, o que solo pensamos en nosotros o que si les habíamos puesto los cuernos a alguien. Sí, es la vida. Y esta vez tiene la forma de grandísima película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Qué bien hablan inglés los griegos, qué terrazas al aire libre tan maravillosas, qué ensaladas tan frescas y qué bello puede ser el mundo si el director quiere y puede.
Óscar
Óscar
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