Conocerás al hombre de tus sueños
2010 

5.9
21,861
Drama. Comedia
La historia sigue a un par de matrimonios, Alfie (Anthony Hopkins) y Helena (Gemma Jones), y su hija Sally (Naomi Watts) y su marido Roy (Josh Brolin), mientras sus pasiones, ambiciones y ansiedades les llevan a meterse en problemas y a perder la cabeza. A pesar de los intentos de estos personajes por esquivar sus problemas con quimeras y planes impracticables, sus esfuerzos sólo conducen a la angustia, la irracionalidad y el peligro.
8 de diciembre de 2010
8 de diciembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante este nueva película de Woody Allen, por lo menos entretiene, no como otras ciertas cintas que le hicieron ganar el Oscar más inmerecido de la historia a cierta barriobajera de Alcobendas...
La cinta se desarrolla con garbo, sin duda, lo mejor de la misma es la actuación de Naomi Watts, que este año está de dulce en el plano interpretativo con su memorable aparición en "Madres & Hijas", su papelón en la cinta que nos ocupa y en la también prometedora, pero que aún no he tenido el placer de visionar, "Caza a la espía". Con todas estas cintas, además, Naomi demuestra que es una actriz completa por su versatilidad, toca todos los palos con maestría, es una de las grandes.
El resto del reparto se pasea sin pena ni gloria por la pantalla, parecen apenados, afligidos de algún modo y sus personajes no dan mucho de sí. Tan sólo destacaría el papel de Lucy Punch y de Gemma Jones.
Así pues, nos queda una película entretenida, pero lejos de los tiempos del mejor Allen. Añoro los tiempos de "Match point", espero que vuelvan pronto.
Mi nota: 6.2
La cinta se desarrolla con garbo, sin duda, lo mejor de la misma es la actuación de Naomi Watts, que este año está de dulce en el plano interpretativo con su memorable aparición en "Madres & Hijas", su papelón en la cinta que nos ocupa y en la también prometedora, pero que aún no he tenido el placer de visionar, "Caza a la espía". Con todas estas cintas, además, Naomi demuestra que es una actriz completa por su versatilidad, toca todos los palos con maestría, es una de las grandes.
El resto del reparto se pasea sin pena ni gloria por la pantalla, parecen apenados, afligidos de algún modo y sus personajes no dan mucho de sí. Tan sólo destacaría el papel de Lucy Punch y de Gemma Jones.
Así pues, nos queda una película entretenida, pero lejos de los tiempos del mejor Allen. Añoro los tiempos de "Match point", espero que vuelvan pronto.
Mi nota: 6.2
26 de diciembre de 2010
26 de diciembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película del 2010 de Woody Allen, Conocerás al hombre de tus Sueños, no se encontrará, para nuestra desgracia, entre las que recomendaríamos a un espectador que desconociese al genio neoyorkino. Conocerás al hombre de tus Sueños por otra parte, no se merece los varapalos y críticas que ha recibido de los medios, acostumbrados ya a vapulear cualquier cinta que Allen nos regale cada año.
Es cierto que Conocerás al hombre de tus sueños no tiene la trascendencia de Manhattan, o el humor de Desmontando a Harry, o la inventiva de La Rosa púrpura del Cairo, o la inteligencia de Match Point, o la energía de Misterioso Asesinato en Manhattan, pero es innegable la capacidad de reinventarse y de reanalizarse de Allen, que en esta cinta desentraña los misterios del amor a cierta edad, de cómo el hacerse mayor, o como diría él, acercarse a la muerte, influye en nuestros deseos, equivocaciones y aspiraciones de encontrar un compañero con el que compartir la vida.
En ese sentido, la película alcanza cotas espectaculares cuando actores como Anthony Hopkins, Naomi Watts o Gemma Jones (ésta insuperable) aparecen en pantalla y son capaces de transmitir esos anhelos cada uno de manera muy particular. El humor de Allen, y las grandes tragedias de Allen se dan la mano gracias a composiciones sutiles pero basadas en la gran verdad de que todos queremos enamorarnos, y de que nadie quiere estar solo.
Es cierto que la película no desarrolla del todo la totalidad de sus caracteres, y que no tiene la capacidad de sorpresa de otras cintas – recientes o no – de Allen, pero al final se trata de un entretenimiento digno, sembrado de grandes ideas y momentos, y con la capacidad de emocionar a cualquier espectador con un mínimo de sensibilidad.
Es cierto que Conocerás al hombre de tus sueños no tiene la trascendencia de Manhattan, o el humor de Desmontando a Harry, o la inventiva de La Rosa púrpura del Cairo, o la inteligencia de Match Point, o la energía de Misterioso Asesinato en Manhattan, pero es innegable la capacidad de reinventarse y de reanalizarse de Allen, que en esta cinta desentraña los misterios del amor a cierta edad, de cómo el hacerse mayor, o como diría él, acercarse a la muerte, influye en nuestros deseos, equivocaciones y aspiraciones de encontrar un compañero con el que compartir la vida.
En ese sentido, la película alcanza cotas espectaculares cuando actores como Anthony Hopkins, Naomi Watts o Gemma Jones (ésta insuperable) aparecen en pantalla y son capaces de transmitir esos anhelos cada uno de manera muy particular. El humor de Allen, y las grandes tragedias de Allen se dan la mano gracias a composiciones sutiles pero basadas en la gran verdad de que todos queremos enamorarnos, y de que nadie quiere estar solo.
Es cierto que la película no desarrolla del todo la totalidad de sus caracteres, y que no tiene la capacidad de sorpresa de otras cintas – recientes o no – de Allen, pero al final se trata de un entretenimiento digno, sembrado de grandes ideas y momentos, y con la capacidad de emocionar a cualquier espectador con un mínimo de sensibilidad.
28 de diciembre de 2010
28 de diciembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una reflexión, un apunte, sobre las relaciones de pareja; sobre los espejismos y fantasías sexuales; sobre las razones por las que seguimos juntos y por las que nos separamos, que a veces son igual de inconsistentes. Woody Allen parece querernos decir que a pesar de sus años (75) y sus muchas medias naranjas (algunas exprimidas), solo sabe que no sabe nada de este tema. Y es que al final los sueños están hechos con el mismo material que el humo, son inaprensibles y suelen generar más ansiedad que satisfacción.
La liviandad de la historia nos invita a barajar dos posibilidades: 1) El gran maestro neoyorquino, consciente de su maestría, se ha currado el guión en un par de puentes y ni siquiera ha creído oportuno repasarlo; ya se encargarán los actores de darlo forma. 2) Pretendía trasladar esa impresión desangelada y pesimista de los lazos enjabonados del amor y ha preferido que la historia, como un plumón, quede al albedrío del viento o la calma. Cualquier opción convierte a la película en interesante, máxime cuando la nave está pilotada por uno de los mejores; pero en esta ocasión, bajo bandera británica, Woody Allen no me ha hecho cómplice, no me ha emocionado y ni siquiera ha pulsado el hondo registro de mi risa.
La liviandad de la historia nos invita a barajar dos posibilidades: 1) El gran maestro neoyorquino, consciente de su maestría, se ha currado el guión en un par de puentes y ni siquiera ha creído oportuno repasarlo; ya se encargarán los actores de darlo forma. 2) Pretendía trasladar esa impresión desangelada y pesimista de los lazos enjabonados del amor y ha preferido que la historia, como un plumón, quede al albedrío del viento o la calma. Cualquier opción convierte a la película en interesante, máxime cuando la nave está pilotada por uno de los mejores; pero en esta ocasión, bajo bandera británica, Woody Allen no me ha hecho cómplice, no me ha emocionado y ni siquiera ha pulsado el hondo registro de mi risa.
17 de enero de 2011
17 de enero de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque pueda parecer que estamos ante una comedia romántica (incluso el título da lugar a engaño), lo cierto es que Conocerás al hombre de tus sueños es un drama en el que sus personajes deambulan en busca del amor verdadero, errando una y otra vez por culpa de sus torpes elecciones.
La trama nos presenta a los Shebritch, cuyo cabeza de familia, Alfie (Anthony Hopkins), decide poner fin a su dilatado matrimonio con Helena (Gemma Jones) ansioso por revivir sus años de juventud, llegando incluso a iniciar una relación con Charmaine (Lucy Punch), con quien planea tener un hijo pese a su notable y evidentísima diferencia de edad. Sally (Naomi Watts), hija de Alfie y Helena, también está sufriendo una crisis en su matrimonio con Roy (Josh Brolin), un escritor en horas bajas. Sus idas y venidas amorosas son el eje central de la película.
Los seguidores de Woody Allen se sentirán decepcionados porque este título tiene poco que ver con el estilo que el afamado director ha venido cultivando. Quizás por eso a mí (que no soy un gran fan suyo aunque su filmografía no me disgusta) me ha parecido un trabajo más que disfrutable. Me gusta porque aquí no tenemos al típico personaje neurótico (al que suele dar vida el propio Allen o, en su defecto, alguien tratando de imitar su colección de tics), por la encomiable labor de los actores (aunque algunos, Freida Pinto es el caso más evidente, están desaprovechados) y porque se hace amena a pesar de que el guión es más pesimista de lo que pudiese parecer o algunas situaciones (todo lo que le ocurre al personaje de Hopkins) estén ya muy vistas.
La trama nos presenta a los Shebritch, cuyo cabeza de familia, Alfie (Anthony Hopkins), decide poner fin a su dilatado matrimonio con Helena (Gemma Jones) ansioso por revivir sus años de juventud, llegando incluso a iniciar una relación con Charmaine (Lucy Punch), con quien planea tener un hijo pese a su notable y evidentísima diferencia de edad. Sally (Naomi Watts), hija de Alfie y Helena, también está sufriendo una crisis en su matrimonio con Roy (Josh Brolin), un escritor en horas bajas. Sus idas y venidas amorosas son el eje central de la película.
Los seguidores de Woody Allen se sentirán decepcionados porque este título tiene poco que ver con el estilo que el afamado director ha venido cultivando. Quizás por eso a mí (que no soy un gran fan suyo aunque su filmografía no me disgusta) me ha parecido un trabajo más que disfrutable. Me gusta porque aquí no tenemos al típico personaje neurótico (al que suele dar vida el propio Allen o, en su defecto, alguien tratando de imitar su colección de tics), por la encomiable labor de los actores (aunque algunos, Freida Pinto es el caso más evidente, están desaprovechados) y porque se hace amena a pesar de que el guión es más pesimista de lo que pudiese parecer o algunas situaciones (todo lo que le ocurre al personaje de Hopkins) estén ya muy vistas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tiene gracia que el personaje que peor se encuentra al principio de la historia (es decir, Helena) sea, del cuarteto protagonista, el único que acaba la película de forma positiva.
6 de marzo de 2011
6 de marzo de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se podría decir que las películas de Woody Allen son como un cubo de Rubik: siempre las mismas caras de colores que se van mezclando con simétricos movimientos y en múltiples combinaciones. Claro, que entiendo que para muchos las películas de Woody les parezca todas igual, de la misma forma que podríamos pensar que resolver un cubo de Rubik lo es también. Así que a los que les gusta y sean especializado en resolver el cubo de Rubik y los que nos gustan las películas de Woody, que también nos hemos especializado en verlas, tenemos algo en común y es que, aunque estemos hasta los mismísimos, siempre nos gustará hacerlo.
Una característica que he apreciado en esta película, siguiendo con lo del cubo de Rubik, es un poco la simetría que existe sobre las parejas que la protagonizan: Dos parejas iniciales que se dividen en cuatro parejas y todas ellas se ven alteradas por un tercero. Es posible que sea una casualidad pero no está de más decirlo por lo curioso que puede llegar a ser. Igualmente curioso es que la pareja que menos mal ha hecho durante la película sea la que mejor acabe. ¿Dosis de moralina?
Para mí lo más bonito y artístico que podemos sacar de esta película, que no es poco, es la creación de los personajes. Aquí se puede encontrar que estos contienen un perfil psicológico tan espontáneo, que quizás solo sea fruto de tantos años haciendo lo mismo, demostrando así una gran madurez en ello. Unos personajes que son una aderezo a una disección de las formas de relacionarse entre hombres y mujeres, sacando así lo más miserable de ambos.
Seguramente la cuestión para muchos sea si realmente vale la pena ver esta película y mi respuesta más sincera es: que si no sabes reírte de ti mismo, será mejor que no la veas porque al final te vas a llegar a sentir hasta mal. Y no quiero parecer que esté defiendo esta película, pero aun no entiendo que a estas alturas nadie haya visto alguna película de Woody, o oído algún comentario sobre las misma, para que luego salga indignado del cine. ¿Por qué para que vas si ya lo sabías? Y si eres de lo que solo querías ver al Banderas o la chica mona del Slumdog Millionaire, pues no te quejes porque lo que es ver los has visto.
Dedicado para los que dicen: “¡Váyase Sr. Woody, pero váyase ya!”
Una característica que he apreciado en esta película, siguiendo con lo del cubo de Rubik, es un poco la simetría que existe sobre las parejas que la protagonizan: Dos parejas iniciales que se dividen en cuatro parejas y todas ellas se ven alteradas por un tercero. Es posible que sea una casualidad pero no está de más decirlo por lo curioso que puede llegar a ser. Igualmente curioso es que la pareja que menos mal ha hecho durante la película sea la que mejor acabe. ¿Dosis de moralina?
Para mí lo más bonito y artístico que podemos sacar de esta película, que no es poco, es la creación de los personajes. Aquí se puede encontrar que estos contienen un perfil psicológico tan espontáneo, que quizás solo sea fruto de tantos años haciendo lo mismo, demostrando así una gran madurez en ello. Unos personajes que son una aderezo a una disección de las formas de relacionarse entre hombres y mujeres, sacando así lo más miserable de ambos.
Seguramente la cuestión para muchos sea si realmente vale la pena ver esta película y mi respuesta más sincera es: que si no sabes reírte de ti mismo, será mejor que no la veas porque al final te vas a llegar a sentir hasta mal. Y no quiero parecer que esté defiendo esta película, pero aun no entiendo que a estas alturas nadie haya visto alguna película de Woody, o oído algún comentario sobre las misma, para que luego salga indignado del cine. ¿Por qué para que vas si ya lo sabías? Y si eres de lo que solo querías ver al Banderas o la chica mona del Slumdog Millionaire, pues no te quejes porque lo que es ver los has visto.
Dedicado para los que dicen: “¡Váyase Sr. Woody, pero váyase ya!”
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