En principio no sería coherente posicionarme con preferencia hacia Rodrigo Sorogoyen o a Koldo Serra, teniendo ambos igualmente como referencia climática, en este 'As Bestas' y en aquel 'Bosque de sombras' de 2006, a una más que alusiva -la vieja- 'Perros de paja' (1971, Sam Peckinpah).
Sin darse un gran margen de cambios en dinámica narrativa, de 16 años atrás a este tiempo, y no siendo menos explícita o gráfica una u otra, podríase atisbar, eso sí, mayor grado de compromiso por parte de su "invitado foráneo": un vulnerable y duro a partes iguales -rasgo que acostumbra a volver compatibles- Denis Menochet.
Pero como Serra, Sorogoyen también apuesta por una engañosa (y necesaria, a la que instan las localizaciones en El Bierzo) tranquilidad que antecede a la tormenta, sin emplear más efectismos que los que ilustran esos hermosísimos e hipnóticos preliminares ecuestres que dan pábulo homónimo al título y a los ecos premonitorios del desencadenamiento de la irracionalidad entre animales salvajes (y humanos).
Menochet y Zahera se apropian de personalidades a las que los dos ya habían tomado la medida en ocasiones previas, como bestias dormidas en mayor o menor medida en el consabido y predecible apartheid rural contra nuevos visitantes.
Asimismo, Rodrigo Sorogoyen aprovecha el resto de ciclos de protagonismo, tomados por Marina Foïs y Marie Colomb, para sacar punta a otra forma de opresión, igual o peor que la de la violencia: la omisión de empatía.
Dura, malsana y ensañada (y conste que esas son tres grandes virtudes, por cierto). Irte a vivir al pueblo no es tan buena idea.
En la ficción, claro está.

Si bien el cine de Rodrigo Sorogoyen siempre tiene ese algo que los buenos directores saben imprimir a su trabajo, en el caso de As Bestas estamos ante su film más sobresaliente, sin duda. Con un enorme trabajo de actores y actrices y en un marco que, salvando las distancias, tiene la crudeza rural de clásicos como "Los santos inocentes", As Bestas rezuma tensión, el dúo Ménochet-Zahera está de premios y todas las partes de la película están muy bien enlazadas y se pasa volando. En definitiva, estamos ante una de las mejores películas españolas de los últimos años.

Una de las mejores películas del año 2022, pero no solo del cine español si no del cine internacional. Una obra que respira cine por sus cuatro costados, de género y de autor, pero que es capaz de ser cine comercial por la fuerza, la calidad y la capacidad que tiene para enganchar al espectador. Un, digamos, thriller rural que viene a demostrar que Rodrigo Sorogoyen (El Reino) se convierte por méritos propios en uno de los directores más importantes del cine español en la actualidad y de la historia. Pero llega aquí con obras sólidas, dirigidas con fuerza y según se avenga la trama, con diferentes ritmos. En el caso nos toca ahora, As Bestas echa a andar como una obra de poso, a paso lento pero cociendo con denuedo una historia que termina de explotar lo que nos va mostrando poco a poco, como una gota que va colmando un vaso. Así es el inicio de una película que se quedará en el imaginario histórico del cine español como un monumento al cine, con un director tocado por la varita de los magos y con actuaciones igual de inspiradas por un elenco muy bien seleccionado.

Entre ese grupo de actores, lideran el cartel los dos foráneos como protagonistas: Denis Ménochet (Custodia Compartida) en una de sus mejores interpretaciones hasta la fecha y que le ha valido el Goya y Marina Foïs (El Gran Baño) en una actuación que va a la par con su compatriota francés. Y de mucho mérito, porque logra ser contenida ante la situación dramática en la que vive su personaje. A ellos se les unen un Luis Zahera (El Reino) en estado de gracia continuo cada vez que trabaja con Sorogoyen (inolvidable la escena de la gasolinera), un parco (y desconocido) Diego Anido (Malencolía) o Marie Colomb (Laëtitia o el fin de los hombres). En general, las actuaciones son magníficas y magnéticas si hablamos de las de Foïs y Ménochet, y las iracundas de Zahera y Anido no les van a la zaga. Además, como buen director de actores, Sorogoyen logra captar la esencia de un drama con estas dos parejas en continuo enfrentamiento, mostrando la violencia de diferentes maneras hasta llegar a la física en el punto álgido de la cinta. Así, y como bien dice el crítico Luis Martínez, la película también es una especie de western, aunque yo prefiero decir que fluctúa entre el thriller y el western, por eso de que los protagonistas deben buscar la justicia por su mano, y hete aquí que los villanos procuran hacer lo mismo.

Como colofón, As Bestas es una película casi redonda, donde apenas hay cosas a las que ponerle pegas. Con una dirección de Sorogoyen pluscuamperfecta, de novela, a la vez sobria y dinámica, con fuerza, pero capaz de acogotar al espectador; con unas actuaciones inspiradísimas, demostrando que el director de casting ha acertado con sus intérpretes y con una puesta en escena valiente y convincente. Es, sin dudas, una de las obras cumbre del cine español de los últimos años junto a La Isla Mínima.

Tenía muchas ganas de verla. Me gusta mucho Sorogoyen y estuve viviendo varios años a 10 kms de donde se desarrolló la historia real en la que se basa la peli
Pero no me ha gustado. Yo veo poco cine comercial y me encantan las películas que se desarrollan lentamente. Pero las pausas y los silencios deben contener algo, servir a un propósito, definir a los personajes. Zahera y su hermano en la ficción están colosales. La conversación inicial y alguna más son estupendas (y yo que entiendo el gallego las disfruté más porque el subtitulado elimina casi todos los tacos y expresiones propias que podían haberse traducido mejor).
Pero el resto de personajes, básicamente los franceses, están fatal, mal dibujados, mal explicados, mal actuados, aburridas sus escenas y, por desgracia, son los protagonistas.
Esta peli no me llegó. Un 3.

Cuando alguien no sepa lo que es dirigir o en qué consiste, debe ver "As Bestas". Una obra maestra desde el punto de vista de la dirección: todos los personajes son creíbles y tienen verosimilitud con la historia. Sorogoyen podría hacer una película sobre cualquier cosa, pero cuando, además el tema da pie a ir aumentando la tensión a cada frame, consigue que tengas los ojos abiertos aunque sean las 2 de la madrugada y estés cansado. Ese poder lo tienen pocos directores.

Sorogoyen saca lo mejor de cada actor, de cada escenario, de cada narración dentro de la narración principal. En "As Bestas" recurre a la España ancestral: la de Goya, pero también a la de "99.9" (Villaronga) o a la España Negra, que ya retratara Saura en "El 7º día". Hace poco lo vimos con otras películas como "Cerdita" y es que, quizás ese sea el principal leitmotiv de nuestro país (incluso por delante de la guerra civil), ya que se remonta a muchos años antes de esta contienda. Una profunda disección filosófica que parte de "miedo a lo de fuera" que desemboca en varias reflexiones que definen lo que es el amor, la valentía, la incultura...