En el arte cuenta la maniobra imprevista, el golpe, la discontinuidad lógica. Vale decir: el arte discurre por efectos. Contra los que señalan como defecto de una pieza estética su volumen de efectos —y a esto lo denominan pirotecnia, estallido, Hybris plástica ( es muy nootrio en las críticas casi malignas contra Lynch o Greenaway )—, es preciso apuntar, que toda obra requiere una cierta vertebración mediante golpes, mediante episodios repentinos, mediante rayos. Es el caso de esta película.
Logra cristalizar algunas escenas poéticas como la primera aparición pública del monstruo.
Explora las ingenierías del absurdo y de la sátira en estilo asiático ( Miike, Ming-Liang ). El resultado es prometedor. Vale la pena investigar al director.

Rafael Teicher

Película de género múltiple coreana que nos sorprende de forma muy grata ofreciéndonos un film mucho más que entretenido e interesante con detalles y momentos más que destacables.

Venía el film a Europa tras un gran éxito en toda la parte oriental, que nos hacía llamar la atención pero nos distraía hacia un nuevo "Godzilla" o una película comercial llamativa de desastres y destrucción masiva como "Monstruoso", películas de un género fantástico-monstruoso con falta de guión y sentido de coherencia.

A pesar de ello, la película se aleja de prejuicios y demuestra una fuerza impropia del género, que en ocasiones hace alejarse de él, nos presenta momentos dramáticos, un guión fuerte, coherente y diálogos interesantes que nos involucran más allá de estar pendientes de forma constante de un monstruo gigante.

Con unos efectos especiales más que interesantes y una entrada en escena del monstruo espectacular (realmente buena), "The Host" no es la típica película de serie B del mundo nipón, destaca y merece la pena verla, con una intención de llegar más allá que un simple entretenimiento con un monstruo.

El director de la película de culto “Memoirs of Murder” (2003) dirigió con precisión y ayuda de empresa norteamericana, ésta cinta fantástica con monstruo en la que una criatura antediluviana siembra el pánico desde su guarida, bajo la ciudad de Seul, y la valerosidad de una familia para enfrentarse a ésta empleando su empeño y valor, sin contar con la confianza del ejército que ha acordonado el lugar en busca de un virus que la criatura antediluviana parece ser también portadora.

Bong Joon-Hoo nos introduce en un planteamiento muy “sui generis” del cine familiar. Park Hie-Bong (Hie-Bong Byeon) dirige un puesto de comidas junto con su irresponsable hijo Park Gang-Du (Kang-Ho Song) que tiene una hija, Hyun Seo (Ah-Sung Ko) fruto de un matrimonio que derivó en fracaso. Nos situamos en un día soleado y agradable cualquiera hasta que un extraño depredador que cuelga del puente cercano empieza a atacar a la gente provocando un pánico general dónde el terror muestra sus cartas. Cuando la hija de Gang-Du es raptada, el padre y el abuelo deciden ir por su cuenta para recuperarla con la ayuda de los tíos de la niña; Park Nam-Il (un graduado universitario en paro) y Park Nam-Joo (campeona olímpica de tiro con arco). Juntos unirán sus habilidades más el afecto en común que sienten por la pequeña. Bong Joon-Hoo pasa al drama (las discusiones entre hermanos) sin olvidar que toda la película seguirá con elementos de terror y humor negro.

“The Host” entretiene gracias a la variedad de géneros que se mezclan incluso hasta un momento en que el monstruo deja de ser el protagonista para lanzarnos un mensaje ecológico, así como también una dura crítica sobre la opresión de las autoridades contra las masas (la escena en que el ejército decide acrodonar el puente y lanzar una toxina ante la negativa de centenares de manifestantes contrarios a esa acción).

Desde luego, si algo tiene el cine oriental es que nunca sabes exactamente por dónde te puede salir; ya hablemos del género que sea, los de aquella mitad del globo son únicos en la conjunción de disciplinas diversas. Por poner un ejemplo, lo que en América sería una película de terror con monstruo al uso, aquí es una mezcla fresca y bastante lograda de humor, tensión, frikismo, algo de drama, aventuras, y efectos especiales. Es decir, que un momento estás con los sentidos alerta preguntándote dónde y cuándo aparecerá el bicho, y al momento siguiente estás riéndote tan a gusto con las ocurrencias de esos entrañables protagonistas de ojos rasgados...

Hay quien ve en esto un defecto. No es mi caso. Yo agradezco la originalidad siempre que esté bien llevada, y esta gente sabe muy bien lo que hace. Para ver y pasar un buen rato lejos de monstruos más terroríficos como son los propios. Salud.

Es un film elegante, que sabe cómo atraer al público. Y uno de los factores más importantes que la hacen ser tan especial es, a parte de los géneros ocultos que muestra durante toda la película, su increíble guión. Apenas hay fisuras, bajones de ritmo, ordinarieces, aspectos que no vienen a cuenta.

Resaltar las formidables actuaciones de cada uno de los intérpretes. Todos ellos, principalmente los de la familia, hacen unas actuaciones brillantes, sin muecas raras ni acciones inútiles. Quizás sea Song Kang-ho el más expresivo de todos, y el que más aparece. Hace de su papel una estupenda creación del despiste y la valentía a la vez.

Una maravillosa película, rara, casi perfecta, entretenidísima, imprevisible y espectacular. La recomendaría especialmente a aquellos que buscan algo nuevo y saben que no se trata ni de Alien ni de Tiburón, que se trata de The Host.