La vida de David Gale
7.3
47,000
Intriga. Drama. Thriller
La vida de David Gale (Spacey), profesor universitario y activista contra la pena de muerte, da un vuelco inesperado cuando es acusado y condenado por la violación y muerte de su colega, la activista Constance Harraway (Linney). A sólo tres días de su ejecución, Gale acepta conceder una entrevista exclusiva a una joven y ambiciosa reportera (Winslet). (FILMAFFINITY)
4 de junio de 2010
4 de junio de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Francamente, no entiendo porqué los americanos (a los críticos más bien) lanzaron improperios contra este film. Bueno, supongo que sí que lo entiendo, y todos los demás también.
Es una película que hace daño a la política americana en algunos estados, aquellos con la pena de muerte.
¿Qué decir? Alan Parker, un director habituado a las temáticas duras, crea un entorno hostil y emocionalmente poderoso y utiliza a Kevin Spacey para representar al ser torturado por las injusticias de la pena de muerte. Es difícil hablar de la película en sí, toca muchas temáticas, pero ante todo, el dolor y la injustícia.
Es una película extremadamente dura, es cierto. También es cierto que hay que verla un par de veces para comprenderla bien.
No es la mejor de Alan Parker, pero sí es una gran película.
Es una película que hace daño a la política americana en algunos estados, aquellos con la pena de muerte.
¿Qué decir? Alan Parker, un director habituado a las temáticas duras, crea un entorno hostil y emocionalmente poderoso y utiliza a Kevin Spacey para representar al ser torturado por las injusticias de la pena de muerte. Es difícil hablar de la película en sí, toca muchas temáticas, pero ante todo, el dolor y la injustícia.
Es una película extremadamente dura, es cierto. También es cierto que hay que verla un par de veces para comprenderla bien.
No es la mejor de Alan Parker, pero sí es una gran película.
30 de octubre de 2011
30 de octubre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a ser breve... conclusión después de ver esta película:
"Es un peliculón" Lo digo alto y claro.
Inmejorable actuación de Kate Winslet, maravilloso final aunque algo duro y sorprendente guión.
Hasta el momento es de las películas que más me ha impactado y conmovido. Recomiendo mucho que la veáis.
Un saludo.
"Es un peliculón" Lo digo alto y claro.
Inmejorable actuación de Kate Winslet, maravilloso final aunque algo duro y sorprendente guión.
Hasta el momento es de las películas que más me ha impactado y conmovido. Recomiendo mucho que la veáis.
Un saludo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Que rabia cuando se queda sin gasolina cuando va de camino a demostrar la inocencia de David.
24 de enero de 2014
24 de enero de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una idea interesante llevada a cabo para ser digerida por el mayor espectro de publico posible. Le falta ingenio a los dialogos, emocion a la trama y se torna dramaticamente ingenua y previsible.
Como película militante es un fiasco, pero como película entretenida no decae del todo.
Como película militante es un fiasco, pero como película entretenida no decae del todo.
22 de agosto de 2016
22 de agosto de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película mala, tópica, con un guión propio de un telefilm de Antena 3 el sábado por la tarde, claramente tendencioso y cuyo único aliciente es la presencia de actores de primera (Spacey, Winslet) intentando salvar lo que la historia no da: un motivo profundo para reflexionar más que un panfleto sobre cómo el sistema se manipula y defiende a veces a quien no tiene la razón y castiga a gente inocente. Sólo para fans de las películas con mucha lágrima y poco fondo.
25 de abril de 2021
25 de abril de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
133/20(24/04/21) Decepcionante thriller dramático, fue la última dirección del inglés Alan William Parker, en principio alegato contra la pena de muerte que a medida que avanza vira a un thriller más tramposo que un euro de madera, que termina traicionando sus buenas intenciones iniciales para dejarlo en algo entre confuso e inmoral, buscando más el sorprender al espectador en un rush final con triple tirabuzón en formato de un sinfín de rizo sobre rizo que terminan por resultar rebuscados, artificiosos, cuando no rozando el ridículo.
El guión del debutante en la materia (un ex profesor de filosofía) Charles Randolph nos introduce en una trama que con apariencia de compleja solo desprende prefabricación, donde se busca atrapar en la paradoja de que un militante abolicionista de la pena de muerte está a tres días de ser ejecutado en Texas, en este sentido recuerda a precisamente la cinta “Pena de muerte” (1995) de Tim Robbins, pero en su desarrolla pretende ser un producto entretenido de los llamados ‘twist’ en sus giros que intentan descolocarte y solo consiguen (por lo menos en mi caso) sulfurarme. Y eso que tenía entre sus poderosos alicientes a un trío protagónico excelente Kevin Spacey (antes de caer en desgracia y ser sustituido por hologramas), Kate Winslet y Laura Linney, pero estos (sobre todo los dos primeros) no estuvieron precisamente inspirados en unos roles estridentes en el modo de escenificarlos, no ayudando lo regularmente (siendo benévolos) que están escritos, ejemplo es el rol de la periodista encarnada por la eterna Rose de Titanic que pasa de ser una escéptica con David a ser una ferviente defensora de su inocencia de modo flashístico.
Hace un retrato repelente de los combatientes contra la Pena capital, seres radicales, iracundos, demagogos, arrogantes, capaces de traspasar cualquier línea ética para sus objetivos, aunque por el camino vayan en contra de lo que predican. También se puede criticar su indefinido mensaje, pues no se sabe si al final está en contra de la Pena de Muerte por ser algo inmoral y punto, o está en contra porque se puede aplicar a inocentes, y en este juego ambiguo se pierde, llegando a banalizar algo tan grave. Para solo tener punch en modo thriller, donde también hace aguas, acudiendo a un tropel de tópicos (con sexo gratuito que nada aporta, con escena maniquea de padre hijo pequeño que se separan, con enfermedades terminales, con desnudo sin venir a cuento en una escena de video, con persecución con paso a nivel, con carrera climática, con un grito ahogado en slow,...), tanto que llega a parecer una parodia cuando un coche se para por el motor calentado en un momento clave.
Tiene una primera mitad desconcertante en el modo de desperdiciar metraje, pues nos cuelan un affaire del prota con una alumna, donde solo parece estar para mostrarnos a un bellezón cargado de sensualidad en la londinense Rhona Mitra desatada sexualmente, resto resulta poco estimulante. Había mejores formas de colocar a David Gale como un paria maldito abocado a ser un indigente me resulta muy forzado y atropellado. Pero es que cuando entramos en el bloque central todo resulta difuso, donde el guión se cree más inteligente de lo que es, cuando en realidad hace una mezcla de tropos del género y pretenciosidad insípida. Llegando a su rush final donde los clichés se amontonan en tanta medida como los giros se retuercen en un circo de tres pistas que no aguantan el análisis. Donde los personajes se comportan de modo caóticos, perdiendo la mínima esencia que tenían hasta entonces. Tiene recursos melodramáticos híper trillados, tanto que resulta auto paródicos, como cuando hay una revelación crucial la música se eleva de modo estridente para alertar al espectador despistado.
Hay momentos sonrojantes por lo pedante que resultan, me refiero por ejemplo a David Gale vagando borracho por la noche en una calle bulliciosa de Austin contando la historia de Sócrates con su juicio, no te lo crees ebrio a Spacey, se nota haciéndoselo para deleitarnos con filosofía barata. Hay un debate entre David y el Gobernador de Texas sobre la Pena de Muerte y el mandatario le reta a que le diga un ajusticiado a muerte que se hubiera demostrado inocente posteriormente, y David se queda en silencio, cual si le hubieran hecho jaque mate, pero esto chirría más que el Titanic partiéndose en dos pues se sabe que ha habido varios casos que debería saber el abolicionista, además de dar pie a susurrar el giro final a buen entendedor. Aunque también al quedarse callado da pie a pensar que no están en contra de este ajusticiamiento por ser inmoral, si no por poderse aplicar contra inocentes, y esto me resulta grimante, reforzando esta impresión con su laberíntica resolución.
El guión del debutante en la materia (un ex profesor de filosofía) Charles Randolph nos introduce en una trama que con apariencia de compleja solo desprende prefabricación, donde se busca atrapar en la paradoja de que un militante abolicionista de la pena de muerte está a tres días de ser ejecutado en Texas, en este sentido recuerda a precisamente la cinta “Pena de muerte” (1995) de Tim Robbins, pero en su desarrolla pretende ser un producto entretenido de los llamados ‘twist’ en sus giros que intentan descolocarte y solo consiguen (por lo menos en mi caso) sulfurarme. Y eso que tenía entre sus poderosos alicientes a un trío protagónico excelente Kevin Spacey (antes de caer en desgracia y ser sustituido por hologramas), Kate Winslet y Laura Linney, pero estos (sobre todo los dos primeros) no estuvieron precisamente inspirados en unos roles estridentes en el modo de escenificarlos, no ayudando lo regularmente (siendo benévolos) que están escritos, ejemplo es el rol de la periodista encarnada por la eterna Rose de Titanic que pasa de ser una escéptica con David a ser una ferviente defensora de su inocencia de modo flashístico.
Hace un retrato repelente de los combatientes contra la Pena capital, seres radicales, iracundos, demagogos, arrogantes, capaces de traspasar cualquier línea ética para sus objetivos, aunque por el camino vayan en contra de lo que predican. También se puede criticar su indefinido mensaje, pues no se sabe si al final está en contra de la Pena de Muerte por ser algo inmoral y punto, o está en contra porque se puede aplicar a inocentes, y en este juego ambiguo se pierde, llegando a banalizar algo tan grave. Para solo tener punch en modo thriller, donde también hace aguas, acudiendo a un tropel de tópicos (con sexo gratuito que nada aporta, con escena maniquea de padre hijo pequeño que se separan, con enfermedades terminales, con desnudo sin venir a cuento en una escena de video, con persecución con paso a nivel, con carrera climática, con un grito ahogado en slow,...), tanto que llega a parecer una parodia cuando un coche se para por el motor calentado en un momento clave.
Tiene una primera mitad desconcertante en el modo de desperdiciar metraje, pues nos cuelan un affaire del prota con una alumna, donde solo parece estar para mostrarnos a un bellezón cargado de sensualidad en la londinense Rhona Mitra desatada sexualmente, resto resulta poco estimulante. Había mejores formas de colocar a David Gale como un paria maldito abocado a ser un indigente me resulta muy forzado y atropellado. Pero es que cuando entramos en el bloque central todo resulta difuso, donde el guión se cree más inteligente de lo que es, cuando en realidad hace una mezcla de tropos del género y pretenciosidad insípida. Llegando a su rush final donde los clichés se amontonan en tanta medida como los giros se retuercen en un circo de tres pistas que no aguantan el análisis. Donde los personajes se comportan de modo caóticos, perdiendo la mínima esencia que tenían hasta entonces. Tiene recursos melodramáticos híper trillados, tanto que resulta auto paródicos, como cuando hay una revelación crucial la música se eleva de modo estridente para alertar al espectador despistado.
Hay momentos sonrojantes por lo pedante que resultan, me refiero por ejemplo a David Gale vagando borracho por la noche en una calle bulliciosa de Austin contando la historia de Sócrates con su juicio, no te lo crees ebrio a Spacey, se nota haciéndoselo para deleitarnos con filosofía barata. Hay un debate entre David y el Gobernador de Texas sobre la Pena de Muerte y el mandatario le reta a que le diga un ajusticiado a muerte que se hubiera demostrado inocente posteriormente, y David se queda en silencio, cual si le hubieran hecho jaque mate, pero esto chirría más que el Titanic partiéndose en dos pues se sabe que ha habido varios casos que debería saber el abolicionista, además de dar pie a susurrar el giro final a buen entendedor. Aunque también al quedarse callado da pie a pensar que no están en contra de este ajusticiamiento por ser inmoral, si no por poderse aplicar contra inocentes, y esto me resulta grimante, reforzando esta impresión con su laberíntica resolución.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Resulta que el final tan milimétricamente medido por los urdidores del plan está cogido por los pelos, pues se supone que sí a la periodista no se le estropea el coche habría llegado con la cinta salvadora; O sea que todo el plan era un suicidio y con ello hacer creer que David era el culpable, este aguantaría 7 años en el corredor de la muerte, faltando tres días convocaría a una periodista de un medio de comunicación al que le sacaría medio millón $ (¿?), y luego jugaría con ella al gato y al ratón con la ayuda del vaquero Dusty Wright (Matt Craven), que le desliza un video, pero qué sentido tiene esto? Porque darle este video? Para al final, tras ser ejecutado David, hacerle llegar a Bitsey el video completo. Y vuelvo a repetirme, porque entregarle el video en el motel? Un insulto a la inteligencia; Y podemos hablar de la reconstrucción del crimen, donde nos meten humor chusco con la cómica Melissa McCarthy, donde Bitsey sufre una epifanía propia de un Sherlock Holmes low cost y dice que la mujer se suicidó, por qué? Pues por imperativo del guión (puaj!).
Por cierto la trama tiene mucho en común con el thriller de Fritz Lang Beyond de 1956) “Reasonable Doubt” (Más allá de la duda), que no lo he querido decir arriba por aquello de no hacer spoiler.
Me queda una cinta tan petulante como a ratos amena, siempre que suspenda la credibilidad. Fuerza y honor!!!
Por cierto la trama tiene mucho en común con el thriller de Fritz Lang Beyond de 1956) “Reasonable Doubt” (Más allá de la duda), que no lo he querido decir arriba por aquello de no hacer spoiler.
Me queda una cinta tan petulante como a ratos amena, siempre que suspenda la credibilidad. Fuerza y honor!!!
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